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Perú: Sobre Marxismo e Izquierda en el Perú de hoy. Respuesta al Diario UNO
12 feb 2018
Como quien rechaza las expresiones del reaccionario PPK contra la “extrema izquierda”, el diario UNO destila su antimarxismo y antisocialismo pretendiendo rechazar la lucha armada y la dictadura del proletariado y, además, que la izquierda y el movimiento popular se aten a la democracia burguesa para diferenciarse de la dizque ”extrema izquierda”
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PERU: QUE IZQUIERDA EXISTE EN EL DIARIO UNO?

SOBRE MARXISMO Y LA IZQUIERDA EN EL PERU DE HOY.

Como quien rechaza las expresiones del reaccionario PPK contra la “extrema izquierda”, el diario UNO destila su antimarxismo y antisocialismo pretendiendo rechazar la lucha armada y la dictadura del proletariado y, además, que la izquierda y el movimiento popular se aten a la democracia burguesa para diferenciarse de la dizque ”extrema izquierda” (1).

Para dicho diario la revolución violenta o la dictadura del proletariado son cosas del pasado y dizque la izquierda de hoy no la enarbola.

Se equivoca el articulista de dicho diario pues existe la izquierda revolucionaria que si considera ellas como parte de su bagaje teórico-practico y aun hoy en día existe en el campo peruano quienes desarrollan lucha armada.

Pero conviene esclarecer esas posiciones reaccionarias expuestas por dicho diario.

Es que asumir la lucha armada o la dictadura del proletariado, depende de la voluntad de las personas o porque lo pontifica el diario UNO o la extrema izquierda no va a suceder?

Acaso la derecha venezolana pensó que todo iba a salir pacíficamente en su ofensiva contra la Revolución Bolivariana. No; se alista para enfrentarse con la violencia- financiada por el imperialismo yanqui- al régimen del Presidente Maduro. Acaso los bolivarianos van a esperar tranquilos. No. Se va a dar tarde o temprano la guerra civil. Esa derecha será “extrema izquierda”?

Acaso San Martin, Bolívar, Francisco de Zela, Túpac Amaru o Mateo Pumacahua, etc. pensaron que el colonialismo español iba a salir de sus países por cortesía? Por eso los vamos a descalificar acusándolos de extremistas?

La historia tiene miles de otras experiencias al respecto y asi como asi no se puede descalificar como extrema izquierda a nadie. Vamos a acusar a todos los que se levantan en armas de ser Marxistas o izquierdistas extremos?

En cuanto a la dictadura del proletariado esta evidentemente es el punto que diferencia a la izquierda marxista del resto de la izquierda burguesa, su piedra de toque. Ya Lenin lo dijo claramente en su obra “El Estado y la Revolución”: “[…]Quien reconoce solamente la lucha de clases no es aún marxista, puede mantenerse todavía dentro del marco del pensamiento burgués y de la política burguesa. Circunscribir el marxismo a la teoría de la lucha de clases es limitar el marxismo, tergiversarlo, reducirlo a algo que la burguesía puede aceptar. Marxista sólo es el que hace extensivo el reconocimiento de la lucha de clases al reconocimiento de la dictadura del proletariado. En ello estriba la más profunda diferencia entre un marxista y un pequeño (o un gran) burgués adocenado. En esta piedra de toque es en la que hay que hay que contrastar la comprensión y el reconocimiento real del marxismo […]”.

Este periodo histórico que es la dictadura del proletariado, la ideología marxista lo asume luego de la experiencia de la Comuna de Paris de 1871 que tan magistralmente Marx lo analiza en su obra “La Guerra Civil en Francia” pues los protestantes contra el orden burgués salían a combatir y no encontraban ni el instrumento ni la forma para desembarazarse del viejo orden.

Allí, el fundador del Marxismo señala: “[…] La variedad de interpretaciones a que ha sido sometida la Comuna y la variedad de intereses que la han interpretado a su favor, demuestran que era una forma política perfectamente flexible, a diferencia de las formas anteriores de gobierno que habían sido todas fundamentalmente represivas. He aquí su verdadero secreto: la Comuna era, esencialmente, un gobierno de la clase obrera, fruto de la lucha de la clase productora contra la clase apropiadora, la forma política al fin descubierta que permitía realizar la emancipación económica del trabajo.

Sin esta última condición, el régimen comunal habría sido una imposibilidad y una impostura. La dominación política de los productores es incompatible con la perpetuación de su esclavitud social. Por tanto, la Comuna había de servir de palanca para extirpar los cimientos económicos sobre los que descansa la existencia de las clases y, por consiguiente, la dominación de clase. Emancipado el trabajo, cada hombre. […]”

Agregó magistralmente Marx que “[…] La clase obrera no esperaba de la Comuna ningún milagro. Los obreros no tienen ninguna utopía lista para implantar par decret du peuple [por decreto del pueblo]. Saben que para conseguir su propia emancipación, y con ella esa forma superior de vida hacia la que tiende irresistiblemente la sociedad actual por su propio desarrollo económico, tendrán que pasar por largas luchas, por toda una serie de procesos históricos, que transformarán las circunstancias y los hombres. Ellos no tienen que realizar ningunos ideales, sino simplemente liberar los elementos de la nueva sociedad que la vieja sociedad burguesa agonizante lleva en su seno. Plenamente consciente de su misión histórica y heroicamente resulta a obrar con arreglo a ella, la clase obrera puede mofarse de las burdas invectivas de los lacayos de la pluma y de la protección profesoral de los doctrinarios burgueses bien intencionados, que vierten sus perogrulladas de ignorantes y sus sectarias fantasías con un tono sibilino de infalibilidad científica.[…]”

Pero también señalo varias limitaciones, una der las cuales es significativa para el proletariado en lucha contra el orden capitalista pues no bastaba tomar el Poder:” […]Pero la clase obrera no puede limitarse simplemente a tomar posesión de la máquina del Estado tal como está, y a servirse de ella para sus propios fines. […]

Debía y tenía que hacer más que ello. Tenía que destruir “[…] El Poder estatal centralizado, con sus órganos omnipresentes: el ejército permanente, la policía, la burocracia, el clero y la magistratura -- órganos creados con arreglo a un plan de división sistemática y jerárquica del trabajo --, procede de los tiempos de la monarquía absoluta y sirvió a la naciente sociedad burguesa como un arma poderosa en sus luchas contra el feudalismo. […].

Esa histórica tarea no podía hacerse más que con la dictadura del proletariado. O sea no es que se quiera ir a ella que el Marxismo lo plantea. El gobierno de la clase obrera se comprobó con la Comuna de Paris.

El Marxismo enseña que ella es una fase necesaria que debe asumir la lucha contra el orden capitalista opresor del proletario y del hombre, pues como indica Lenin en la precitada obra: “El desarrollo progresivo, es decir, el desarrollo hacia el comunismo, pasa por la dictadura del proletariado, y solo puede ser así, ya que no hay otra fuerza ni otro camino para romper la resistencia de los explotadores capitalistas”.

Tampoco ella descansa en la pura violencia liberadora- para desbaratar el poder armado del que dispone la clase capitalista para defenderse o de la resistencia, también armada que harán los capitalistas cuando les despojan del poder o de controlar todas sus ganancias, como se observa en Venezuela Bolivariana- sino en que tiene que organizar la nueva sociedad, es decir, una sociedad diferente al del dominio del capital.

Lenin así lo refiere en su artículo “Una Gran Iniciativa”: “La dictadura del proletariado […] no es solo el ejercicio de la violencia sobre los explotadores, ni siquiera es principalmente violencia la base económica de esta violencia revolucionaria. La garantía de su vitalidad y éxito está en que el proletariado representa y pone en práctica un tipo más elevado de organización social del trabajo que el capitalismo. Esto es lo esencial”.

Existen, sin embargo, algunos ingenuos- no solo están allí los del diario UNO- que aun en estos tiempos pretenden negar validez a la dictadura del proletariado como si ya no existieran clases sociales o como si no existiera la opresión del proletariado y del pueblo. Marx nos recuerda al respecto en su Carta a J. Weydemeyer de 1852:
[…]Por lo que a mí se refiere, no me cabe el mérito de haber descubierto la existencia de las clases en la sociedad moderna ni la lucha entre ellas. Mucho antes que yo, algunos historiadores burgueses habían expuesto ya el desarrollo histórico de esta lucha de clases y algunos economistas burgueses la anatomía económica de éstas. Lo que yo he aportado de nuevo ha sido demostrar:
1) que la existencia de las clases sólo va unida a determinadas fases históricas de desarrollo de la producción;
2) que la lucha de clases conduce, necesariamente, a la dictadura del proletariado;
3) que esta misma dictadura no es de por sí más que el tránsito hacia la abolición de todas las clases y hacia una sociedad sin clases.[…]”

Finalmente, el diario UNO pretende embarcar al proletariado y al país hacia la democracia burguesa.

Dudamos que sean solo los de la extrema izquierda los que están descontentos con la democracia burguesa pues hoy esa vieja democracia, esa democracia que solo sirve al gran capital en el país o en cualquier otro lugar, es repudiada ya por millones.

Es tarea del marxismo y la izquierda revolucionaria barrer esa democracia burguesa. El proletariado ni el país la necesitan.

Y hoy en el Perú incluso esa democracia es la democracia de la corrupción completa que necesita ser barrida del mapa. Si la revolución lo hace a buena hora.

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Notas.

1.     Ver: http://diariouno.pe/columna/extrema-izquierda-que-es-eso/

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Sindicat Terrassa