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Si te violan, abre los ojos: conclusiones del juicio a La Manada
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per Aliss |
07 des 2017
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Artículo de Álvaro Minguito para El Salto, sobre conclusiones del juicio a La Manada |
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Los argumentos de los abogados de la defensa del juicio de los Sanfermines son un manual de instrucciones de lo que se espera de una mujer violada
Como explica Despentes en Teoría King Kong: en el imaginario del violador, si sales con vida es que no te disgustaba tanto.
Hubo consentimiento porque la víctima no exteriorizó lo contrario de forma “clara y sin matices”. No solo eso. Cerró los ojos, lo que para Agustín Martínez Becerra, abogado de tres de los acusados de en juicio por la violación múltiple de los Sanfermines, prueba que la víctima quería mantener relaciones.
Con estos argumentos, el abogado de José Ángel Prenda, Jesús Escudero y Ángel Boza ha pedido la absolución de sus clientes. No solo pide la absolución, sino que hace notar el daño que se les ha hecho por el “juicio paralelo” al que se han visto sometidos.
La línea argumental de Martínez Becerra, que luego han venido a completar Jesús Pérez, abogado de Alfonso Jesús Cabezuelo, y Juan Canales, que representa a Antonio Guerrero, el quinto acusado, militar, es un manual de instrucciones de lo que se espera de una mujer violada. De cualquier mujer que se atreva a denunciar una agresión sexual.
Martínez Becerra no ha sacado conclusiones solo del hecho de “cerrar los ojos”. En la presentación de informes que ha tenido lugar este martes, ha hecho alusión a una imagen compartida por la víctima en Instagram un mes antes de los hechos. El letrado considera “curioso” que la joven compartiese la imagen de una camiseta con una frase de un personaje “famoso por hacer tríos de todo tipo”. La imagen se incluyó entre las pruebas tras ser retirado el informe de una agencia de los detectives en el que estaba incluida.
En el mundo de La Manada y sus abogados, compartir una imagen de una camiseta con una frase de Karime, concursante de Super Shore, y que popularizó la frase “hagas lo que hagas quítate las bragas”, prueba que querías sexo en grupo. Aunque hayas dicho que no.
Si sales con vida es que no te disgustaba tanto
Una de las interrogantes del juicio era si los acusados tomarían o no la palabra. Lo hicieron. Prenda, Boza, Escudero, Guerrero y Cabezuelo dijeron, por ese orden, ser inocentes del delito de agresión sexual.
“Me imagino que, desde aquel día, ninguno de estos tres tipos se identifica como violador. Porque lo que hicieron ellos es otra cosa”. Son palabras de Virginie Despentes en Teoría King Kong. La escritora francesa, autora también de Fóllame, se refiere a los tres hombres que la violaron. Ellos, como los integrantes de La Manada, interpretan una violación como relaciones consentidas.
También los abogados: “¿Alguien piensa que después de una violación tan salvaje como nos quiere hacer creer la fiscalía dejando solo a la chica a falta de ponerse los leggings iban a salir tranquilamente?”, afirma el abogado Jesús Pérez, como argumento de defensa. Pues sí, es lo que hace quien considera que no ha cometido un delito.
“Desde el punto de vista de los agresores –de alguna forma se las arreglan para creerlo– aquellas a quienes les pasa, mientras salgan con vida de ello, es que no les disgustaba tanto”, dice Despentes. Por eso es posible encontrar la paradoja con la que ella se encontró después de publicar Fóllame: “Conocí mujeres que me venían a contar fui violada, cuando tenía tantos años, en tales circunstancias. Esto se repetía hasta tal punto que ya era molesto y, al principio, hasta me pregunté si mentían. Está en nuestra cultura, desde la Biblia y la historia de José en Egipto. La palabra de la mujer que acusa al hombre de violación es una palabra que se pone en duda. Y terminé por aceptarlo: pasa todo el tiempo”. ¿Cómo explicar si no que nunca se escuche la otra parte: Violé a Fulana, tal día, en tales circunstancias?, se pregunta.
Así, en una sociedad que cuestiona a las mujeres por sistema y que esgrime como argumento que “son buenos hijos”, la estrategia de los abogados se ha basado en socavar la credibilidad de la víctima. Como resume Despentes en la obra sobre la violación de la que fue víctima: “Forzaron un poco a una chica, se fueron un poco a la mierda, estaba demasiado borracha o era una ninfómana que fingía no querer: pero si pudo ser, es que en el fondo la chica consentía”.
Porque no estaba atada, ni drogada, ni sujeta a nada que le hubiera impedido salir a pedir ayuda, dijo uno de los abogados.
Sí, es una estrategia de defensa y los acusados tienen derecho legítimo a defenderse en un juicio justo. Y también tienen a su favor todo un sistema de creencias que les permite hablar con normalidad de una mujer “exagerada” (“histriónica”, en palabras de una de las defensas) que debe encajar en unos estereotipos pasados (han mirado atrás en su Instagram) y presentes para que su palabra cuente.
Pero no solo se pone en duda su palabra. Los argumentos de las defensas en este juicio nos valen a todas: Si te violan, abre los ojos. Si te violan, grita y muerde, aunque eso sea un riesgo, como sabemos por Nagore Laffage. Como explica Despentes: “Mi supervivencia, en sí, es una prueba que habla en mi contra”.
Álvaro Minguito - El Salto |
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