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[EEUU] Prisiones: ¿Reforma o abolición? El Comité para la Organización de los Trabajadores Encarcelados apuesta por la revolución
03 nov 2017
Publicación de la traducción realizada por Alasbarricadas, sobre un artículo acerca de la lucha contra la esclavitud penitenciaria y las corrientes abolicionistas de los USA, que hace un recorrido por los diferentes momentos de esa lucha.
Las cárceles de EEUU son una red de esclavitud legalizada y la lucha contra su opresión crece desde el interior de las mismas, tan necesaria como imparable. Más allá de la represión inherente a la privación de libertad, la Constitución de EEEUU permite la esclavitud "como castigo por un crimen" (http://www.alasbarricadas.org/noticias/node/37179) y ello ha llevado a consentir que la población reclusa, fundamentalmente negra e hispana, haya servido como mano de obra esclava tras los muros de las cárceles. El Comité para la Organización de los Trabajadores Encarcelados (IWOC por sus siglas en inglés - http://www.alasbarricadas.org/noticias/node/36760) es un comité de la IWW-Norte América con la misión de fortalecer los vínculos entre la clase obrera a un lado y otro de los muros de las cárceles, así como prestar apoyo y protección a quienes dentro de las cárceles se organizan para combatir los abusos de los que se les hace objeto. Este verano IWOC, dentro del proceso de reorganización de IWW-Norte América, ha reformado su estructura clarificando la relación entre los militantes presos y los de calle; el nuevo impulso se refleja en su web renovada (https://incarceratedworkers.org) y en el último numero de su boletín (.pdf) Incarcerated Worker (https://incarceratedworkers.org/sites/default/files/resource_file/issue_)

Un rápido vistado a las noticias que ha difundido IWOC el mes pasado da suficiente motivo para la existencia de una organización como ella:

- Cultura del linchamiento: Los empleados de prisiones de Florida son expertos en asesinar presos por causas naturales (https://incarceratedworkers.org/news/lynching-culture-florida-officials-)
- Son necesarias acciones para frenar las represalias en la unidad Eastham (https://incarceratedworkers.org/news/action-needed-fight-retaliation-eas)
- Solicitud de cartas de apoyo para Hermann Bell, preso político de larga duración golpeado por los guardianes (https://incarceratedworkers.org/news/letters-needed-support-herman-bell-)
- En California los incendios forestales son combatidos por mujeres presas a dos dólares la hora (https://www.nytimes.com/2017/08/31/magazine/the-incarcerated-women-who-f)

En fecha reciente el boletín de difusión libertaria It's Going Down llama la atención (https://itsgoingdown.org/rising-from-the-smoke-prison-rebellions-across-/) sobre motines y enfrentamientos en las cárceles de Kansas, Carolina del Sur, Arkansas y Carolina del Norte, un hecho que intenta ser silenciado por las autoridades.

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En medio de este panorama, la revista Jacobin Magazin ha publicado varios artículos cuestionando la pertinencia de una lucha radical contra las cárceles como la que patrocina IWOC. En el mismo medio contesta IWOC con el artículo traducido a continuación, que además da un buen panorama de la situación de las cárceles USA. Los dibujos, de presos anónimos o del pantera negra Rachid Johnson, proceden de Incarcerated worker, el boletín de IWOC.

"Destruir las cárceles mañana": una respuesta al debate sobre abolición en Jacobin Magazin. - IWOC, 4 de septiembre de 2017

El fin de semana del 19 de Agosto de 2017, en medio de la segunda oleada de protestas masivas en contra de la esclavitud en las cárceles, Jacobin Magazine ha publicado un artículo en contra de la abolición de las cárceles titulado "Cómo acabar con la encarcelación masiva" (How to end with mass encarceration - https://jacobinmag.com/2017/08/mass-incarceration-prison-abolition-polic), escrito por Roger Lancaster. Lancaster argumentaba que volver a un ideal de disciplina puritana y rehabilitación es más realista que perseguir la completa abolición de las cárceles.

Jacobin ha recibido un montón de críticas merecidas por parte de abolicionistas en las redes sociales. Numerosos académicos, organizaciones y periodistas condenaron el articulo, creando una tormenta en la red por la que Jacobin tuvo que publicar un artículo de respuesta titulado "Qué hacen los abolicionistas" (What abolionists do - https://www.jacobinmag.com/2017/08/prison-abolition-reform-mass-incarcer), firmado por Dan Berger (https://www.uwb.edu/ias/faculty-and-staff/dan-berger), Mariame Kaba (http://mariamekaba.com) y David Stein (http://ucla.academia.edu/DavidStein). Desafortunadamente, dicha respuesta no acierta en la crítica al fondo de la posición de Lancaster y vende una forma no abolicionista de abolicionismo. El párrafo con sus tesis dice:

"Los críticos a menudo rechazan la abolición de las prisiones sin ni siquiera una comprensión clara de lo que realmente es. Algunos en la izquierda, recientemente Roger Lancaster en Jacobin, describen el objetivo de la abolición de las prisiones como una demanda sacada de un sueño febril para destruir todas las prisiones mañana mismo. Pero el desprecio por la abolición de Lancaster parece basada en la lectura de grupos muy idiosicnráticos y nada representativos del pensamiento abolicionista, y muestra poco conocimiento acerca de décadas de organización abolicionista y de su poderoso impacto."

El articulo de Lancaster desarrolla una critica del abolicionismo disparando sobre una caricatura: una vision irreal del tema, una búsqueda de "cielo en la tierra". Presenta la visión de Michel Foucault (https://es.wikipedia.org/wiki/Vigilar_y_castigar) de una sociedad carcelaria de Vigilar y castigar como una aspiración alternativa, y argumenta que "no deberíamos esforzarnos con imaginarios utópicos sino por los logros ya conseguidos en las socialdemocracias escandinavas y otras". Acusa a los abolicionistas de ser unos "ilusos históricos" y "vivir en el limbo" cuando comparan las cárceles a la esclavitud.

Estos argumentos muestran la pobreza del análisis de Lancaster, y son fácilmente refutables. La idea de que Estados Unidos pudiera adoptar un modelo escandinavo de prisiones a través de simples campañas informativas es de una ingenuidad desesperante vista la historia de capitalismo racial en este continente: la idea de que una sociedad carcelaria foucaltiana pudiera existir aquí sin cantidades masivas de coerción y violencia racialmente dirigidas es mucho más ilusa que el reconocimiento abolicionista de que las cárceles dependen de un nivel abominable de deshumanización y tortura y nu pueden funcionar sin las mismas. Es Lancaster el que tiene una visión utópica divorciada de la historia, sus prisiones sin tortura ni esclavitud solo pueden ser imaginadas por uno que no se ha sumergido honestamente en la historia de los Estados Unidos como una nación colonial que siempre ha dependido para su existencia de los grilletes que impone a la gente negra.

Pero en lugar de buscar la confrontación con Lancaster directamente en estos puntos, Berger, Kaba y Stein esquivan la mitad del argumento. Informan adecuadamente a Lancaster acerca de los trabajos prácticos y la reforma propuesta por los abolicionistas como medios para un fin, así como del movimiento en alza que los compromisos y análisis abolicionistas han inspirado. Desafortunadamente, dejan el resto del argumento abandonado, ofreciendo como blanco fácil a un grupo de "pensadores abolicionistas...altamente idiosincraticos y que no son representativos..." que habría leido Lancaster. Este lenguaje vago sugiere algunas cuestiones: ¿quienes son esos pensadores que "reclaman destruir todas las prisiones mañana"? y ¿por qué no pueden ser nombrados? ¿Por qué su trabajo es excluido de lo que Berger, Kaba y Stein entienden que "hacen los abolicionistas"?

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Ninguno de estos artículos intentó mencionar la marcha del 19 de agosto "Millones por los Derechos Humanos de los presos" (http://www.alasbarricadas.org/noticias/node/38891), o la huelga coordinada de trabajadores de prisiones de septiembre del pasado año (http://www.alasbarricadas.org/noticias/node/36908), un evento que incluso la propia revista de Jacobin fracasó estrepitosamente en cubrir, superando en silencio (http://www.alasbarricadas.org/noticias/node/37116) a medios de noticias de izquierdas (https://www.thenation.com/article/this-week-may-see-the-largest-prison-s/) e incluso generalistas (http://edition.cnn.com/2016/10/30/us/us-prisoner-strike/index.html). En su lugar, Berger, Kaba y Stein centran toda su atención en la estrategia de las reformas no reformistas. Profundizan describiendo victorias ganadas por los abolicionistas de las cárceles similares a aquellas que Lancaster defiende.

Estas victorias resultan de un buen trabajo, incluso vital, que no tenemos ninguna intención de despreciar o infravalorar. Respetamos y honoramos a Critical resistance (http://criticalresistance.org), Incite! (http://www.incite-national.org) y las otras organizaciones mencionadas, y reconocemos que muchas de sus visiones y esfuerzos no están limitadas a lo que se describe en este artículo. Pero hacemos una excepción con la decisión de Berger, Kaba y Stein de colocar la reforma no reformista como si ésta fuese o pudiera ser la totalidad de la abolición, y su desprecio a otras aproximaciones como "altamente idiosincráticas y nada representativas".

Tanto el artículo de Lancaster como la respuesta abolicionista muestran referencias a esfuerzos para abolir la esclavitud, pero ninguno de ellos reconocen el evento histórico más importante de aquel tiempo: la guerra civil. El sistema de plantaciones del sur no era y no podría haber sido convertido en un sistema humano de disciplina rehabilitativa como sugiere Lancaster, ni habría podido abolirse lanzando continuas campañas de pequeños cambios "no reformistas". Sugerir cualquiera de esas dos respuestas al actual sistema de encarcelación masiva y esclavitud en las prisiones es igualmente absurdo, pero esas son las únicas cosas discutidas en la revista Jacobin.

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"Si queremos derribar monumentos racistas, debemos comenzar por las cárceles"

Los abolicionistas de los 1800s ciertamente se comprometían en materias de legislación y cambios de política, y sus contemporáneos ciertamente contaban con visiones de plantaciones más amables y bondadosas, pero la historia fue al final cambiada por aquellos que se comprometieron en actos que forzaron los cambios en una nación que no quería separarse de su legado racista. Fueron el ferrocarril subterráneo, el cobijo a los esclavos liberados, el apoyo a las revueltas, el sabotaje y las rebeliones las que empujaron a Lincoln a firmar su proclamación. La discusión sobre "cómo acabar con la encarcelación masiva" que no incluya la superación forzosa de la violenta insistencia en el terror blanco y el encarcelamiento negro en los Estados Unidos (http://www.alasbarricadas.org/noticias/node/37047), está completamente fuera de lugar.

Tal y como los rebeldes en las prisiones nos recordaron el 19 de agosto, y nos continuan recordando cada día, la esclavitud no acabó con el conjunto de reformas que vinieron tras la Guerra Civil. De hecho fue la concesión de los abolicionistas orientados a las reformas políticas el que permitió pasar la 13ª Enmienda con una cláusula de excepción que nos deja todavía luchando por abolir la esclavitud aquí y hoy.

Ningún progreso contra la supremacía blanca en los Estados Unidos se ha hecho jamás a través de meras reformas. Antes de la guerra civil, las reformas no reformistas de la esclavitud fueron ganadas en medio de una "demanda propia de un sueño febril" como era el liberar a todos los esclavos inmediatamente. Esa petición se ganó porque las revueltas de los esclavos y ferrocarril subterráneo no sólo se soñaron, sino que se realizaron a través de la acción directa. Después de la guerra, demandas y acciones similares fueron parte de cada paso tanto de la liberación como en contra del alquiler de convictos, de las leyes Jim Crow y del Ku Kux Clan. Estas demandas y sueños forman parte hoy de la lucha contra la esclavitud en las cárceles, la encarcelación masiva y el terrorismo blanco. Despreciarlas como "altamente idiósincráticas y nada representativas" es un insulto.

Es totalmente ingenuo pensar que acabar con las prisiones no requerirá tanta lucha como cualquier otra concesión arañada al sistema de capitalismo racista en el que América echa raíces. Esta lucha está ocurriendo ahora mismo, está dirigida por gente encarcelada, y la presión que ejercen es esencial para el avance de cualquier cambio de política o reformas no reformistas propuestas por el artículo. Es totalmente decepcionante ver a los activistas académicos del abolicionismo que escribieron ese articulo distanciarse ellos mismos de las rebeliones en las prisiones, las organizaciones de solidaridad con los presos, o las raíces del movimiento de abolición de las cárceles.

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"El ejemplo heróico de George Jackson, para los presos y para todas las personas, ha convertido a su espíritu en una cosa viva" (Huey P. Newton)

Uno de esos autores, Dan Berger, ha hecho su carrera estudiando a los presos politicos y revolucionarios de la liberación negra. Escribió "The Struggle Within" (http://secure.pmpress.org/index.php?l=product_detail&p=632) y "Captive Nation" (https://www.uncpress.org/book/9781469629797/captive-nation/), que tratan de las rebeliones de la década de los 1970s. En este artículo parte del respeto y el honor a los intelectuales de la revolución negra (http://www.alasbarricadas.org/noticias/node/36865) que caracterizan sus otros trabajos [De Berger puede leerse en ALB Un balance crítico de #PrisonStrike - http://www.alasbarricadas.org/noticias/node/37520]. Ha borrado el hecho de que la abolición de las cárceles se basó en las muertes de George y Jonathan Jackson y su voluntad para morir en lugar de estar encarcelados un sólo día más. Es una ofensa notoria que un académico de aquella historia hable ahora de un "una demanda propia de un sueño febril que reclama destruir todas las prisiones mañana mismo...es altamente idiósincrático y poco representativo de la organización por la abolición de las prisiones".

¿Por qué está pasando ésto? ¿Por qué está Berger traicionando su inspirador trabajo de investigación para defender a Jacobin y Lancaster? ¿Qué razones tienen estos abolicionistas para redefinir a radicales y revolucionarios y excluirlos del abolicionismo? Parece que quisieran convencer a los lectores de Jacobin de que la mayoría de los abolicionistas son gente respetable cuya visión no estan lejana de la de Lancaster. También parecen dispuestos a definir la abolición de las prisiones en una manera en la que los académicos puedan comodamente adoptarla sin poner en riesgo el avance de su carrera. Entonces está la sospechosa coincidencia de que han limitado el alcance táctico de la abolición con aproximaciones centradas en el trabajo del complejo industrial de las organizaciones sin ánimo de lucro y los politicos indulgentes. No nos gusta especular sobre los motivos autocomplacientes de nuestros aliados. Preferimos confiar en que Berger, Kaba y Stein centraron su artículo en lo que ellos vieron que era la parte más tediosa del errado argumento de Lancaster. Confiamos, pero no ciegamente.

El último párrafo de "Lo que hacen los abolicionistas" reconoce la "urgente necesidad de fortalecer el debate" y reclama que el "debate debe comprometerse con lo que existe en las organizaciones que operan en el terreno". Estamos de acuerdo, es por lo que creemos que la discusión debe incluir a los rebeldes en las prisiones y las organizaciones que luchan con ellos. La Cruz Negra Anarquista (http://www.abcf.net), el Comité para la Organización de los Trabajadores Encarcelados de la IWW (https://incarceratedworkers.org), y muchos otros grupos están trabajando para dar apoyo a los presos que rechazan ser esclavos hoy, que no esperarán a ningún imaginado futuro reformado con medidas no reformistas.

Nosotros y los presos con los que hemos trabajado hemos coordinado la mayor protesta y huelga de trabajadores encarcelados de la historia reciente (http://www.alasbarricadas.org/noticias/node/36908). De acuerdo con las estimaciones de Solidarity Research, nuestras acciones pueden costar al sistema de prisiones cientos de miles de dólares al día. Un rebelde anarquista encarcelado (https://seanswain.noblogs.org) en Ohio hizo el cálculo y concluyó que una huelga de presos bien apoyada podría hundir no solo el sistema de prisiones, sino incluso el presupuesto estatal, en cuestión de semanas. El 18 de Agosto, cuando el artículo de Lancaster vio la luz, los rebeldes en prisión y sus seguidores habían asustado a Florida (http://www.miamiherald.com/news/local/community/miami-dade/article167756) y Carolina del Sur con cerrar su sistema entero durante el fin de semana ((http://www.alasbarricadas.org/noticias/node/38884)), costándoles miles de dólares y un significante apoyo público. Estamos construyendo poder y persiguiendo la abolición haciendo la prisión imposible, no solamente reformándola lentamente hasta que deje de existir.

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La trama de intereses tras el sistema de prisiones de EEUU, puesta en cuestión por el dibujo de un preso

Abolition Now! no es solo para "calcomanías y redes sociales", es una llamada a la acción que está siendo respondida, que está acumulando poder, y que puede reforzar mutuamente el trabajo hecho en reformas no reformistas. La presión de la resistencia puede forzar concesiones reformistas, que a su vez pueden fortalecer y dar coraje a futuras resistencias. Esta retroalimentación puede tener un gran poder para corroer el sistema de prisiones y eventualmente derruirlo junto a todos los sistemas que dependen de él, pero no será así si los reformistas no reformistas están más interesados en apelar a la visión disciplinaria de Lancaster que a la solidaridad con la resistencia de la gente en prisión.

Apoyamos una variedad de tácticas y respetamos el trabajo que realizan Berger, Kaba y Stein y defienden en el artículo. Reconocemos la necesidad de alternativas creativas así como de reformas no reformistas que dan a nuestros camaradas encarcelados, a sus familias y a las comunidades castigadas por el sistema de prisiones, algo de aire para respirar y espacio para luchar más eficazmente. Respetamos una barbaridad el trabajo de organizadores, académicos y periodistas que han ayudado con esas reformas, pero también reclamamos que el trabajo y los riesgos de los rebeldes en las cárceles y los esfuerzos de solidaridad fuera sean reconocidos. Somos abolicionistas no sólo porque visualizamos y estamos comprometidos en construir un nuevo mundo, sino también porque gente a la que amamos están atrapados en esas instalaciones que dependen para existir de prácticas abominables de esclavitud y tortura y que mantienen un intolerable orden social supremacista blanco para el resto de nosotras. No dejamos que aquellos que resisten dentro de esos muros, que demandan en primer lugar la libertad, y la demandan para ahora mismo, sean borrados silenciosamente de las sombras para el beneficio de argumentos más cómodos para los oponentes a la abolición.

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"Cuando las puertas de las cárceles se abran un verdadero dragón saldrá a la luz" (Ho Chi Minh)

http://www.alasbarricadas.org/noticias/node/39068

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