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PORQUE LAS LECCIONES DE VIETNAM IMPORTAN
28 ago 2003
PORQUE LAS LECCIONES DE VIETNAM IMPORTAN
by Pepe Escobar Thursday August 28, 2003 at 01:38 AM


Los EEUU no tienen salida válida. Toda la humanidad ve como válida la insurrección |Iraki contra los invasores que solo vinieron a robar, destruir y matar.

Por qué las lecciones de Vietnam importan
Pepe Escobar
Asia Times Online

Traducido para Rebelión por Marina Trillo

HANOI - Lo mismo que les llevó unos pocos años a los estadounidenses perder los corazones y las mentes de los survietnamitas, les ha llevado solo unas pocas semanas perder los corazones y las mentes de la mayoría de iraquíes - lo que esencialmente significa perder la guerra, cualquiera que sea el resultado estratégico final. Las denegaciones topográficas - este es el desierto de Mesopotamia, no la selva de Indochina - no sirven, ni tampoco sirve decir que los iraquíes no están tan politizados como lo estaban los vietnamitas con el comunismo. Malinterpretan el tema: al igual que aconteció en Vietnam, lo que está sucediendo ahora en Irak tiene que ver totalmente con patriotismo y nacionalismo.

El anterior vice primer ministro iraquí Tariq Aziz solía decir, antes de la invasión estadounidense, "Hagamos que nuestras ciudades sean nuestros pantanos y nuestros edificios nuestras junglas." Mohammed Saeed al-Sahaf, alias "Ali el Cómico", el inolvidable anterior ministro de información, solía decir que Irak sería "otra Indochina". La estrategia de guerra de guerrillas contra lo que se consideró una inevitable invasión estadounidense ha sido perfeccionada en Irak durante muchos años. Y el maestro de estrategia no fue ni un general Asirio ni Mesopotámico, sinó el legendario Vo Nguyen Giap, el general vietnamita que coordinó las victorias contra el colonialismo francés y la intromisión estadounidense.

Los estrategas iraquíes - desde oficiales del ejército a miembros del partido Baaz - han sido siempre estudiantes aplicados de la Guerra de Vietnam, o Guerra Americana, como se le llama en Vietnam. Además, la población urbana iraquí es muy culta y analiza los acontecimientos con un profundo sentido histórico - lo mismo que los vietnamitas. Los iraquíes no son crédulos hasta el punto de creer en la jactancia de la potencia ocupante respecto a la "reconstrucción nacional" - porque no han visto ningún resultado tangible desde la "caída" de Bagdad el 9 de abril. Desde el principio - la primera e inmensa manifestación popular que partió de la mezquita de Abu Hanifa en Bagdad el 18 de abril - la "liberación" del pueblo iraquí por EEUU ha sido vista dentro de muchos sectores de Irak como una guerra de liberación nacional, una "guerra popular" en el sentido de Giap contra un agresor imperialista.

Está todo ahí, en la Obra Escogida de Vo Nguyen Giap, una colección que comprende el período 1969-91 y fue publicada por Ediciones Gioi, de Hanoi: la estrategia y tácticas de una guerra de liberación nacional y cómo se organizó una "guerra popular contra la agresión Americana". El Partido Baaz y los Guardias Republicanos pueden no haber aplicado lo que aprendieron - al igual que los altos mandos del ejército, que, después de una campaña preventiva de intimidación, fueron comprados con dinero del Pentágono y refugio seguro (ver The Baghdad deal, 25 abril). Pero básicamente la misma estrategia está siendo aplicada ahora por la serie de grupos que constituyen la resistencia nacional iraquí.

El objetivo siempre es acosar, atollar y desmoralizar a un ejército inmensamente superior. Los veteranos de la Guerra Americana en Hanoi - que por lo general se reúnen a diario en los alrededores del Lago Hoam Kien para hablar acerca del pasado y del presente - señalan que se trataba todo de conciencia nacional, patriotismo y tradiciones locales: según Giap, "el patriotismo unido al espíritu democrático y el amor por el socialismo". En Irak, el impulso es el mismo - con "amor por el Islam" sustituyendo al "amor por el socialismo". El patriotismo iraquí y el sentimiento anti imperialista son tan fuertes como lo eran en Vietnam.

Giap escribió que "se deben crear las condiciones para atacar al enemigo con todos los medios apropiados", y las fuerzas revolucionarias urbanas deberán estar coordinadas con el campo: hoy esto quiere decir ataques tanto en Bagdad como en el cinturón Sunni (ya propagándose hacia el sur Chií). El paso siguiente de la resistencia iraquí sería, aplicando a Giap, "combinar las fuerzas armadas con fuerzas políticas, insurrección armada con guerra revolucionaria". Esto significa una estrategia concertada del cinturón Sunni con los grupos Chiítas, muchos de los cuales ya han cambiado de una actitud de estar "a verlas venir" a una hostilidad apenas disfrazada hacia el régimen proconsular estadounidense.

Giap es inexorable: "La estrategia de la guerra popular es la de una guerra prolongada." La resistencia iraquí lo sigue a tope. El quid no es si los leales a Saddam puedan estar detrás de los ataques contra los estadounidenses: son sólo una parte de la ecuación. Giap escribió que los americanos y el gobierno títere de Vietnam del Sur estaban respaldados por "una máquina brutal de represión y coerción, aplicando contra nuestros compatriotas una política fascista de barbarie". Así exactamente es como la resistencia - y cada vez más la población iraquí entera - ve espantada e incluso desmoralizada a los soldados estadounidenses que disparan para matar a mujeres inocentes, niños e incluso al extraño cámara extranjero. Contra la "máquina de represión", Giap recomienda "guerrilla y milicias de autodefensa" en zonas estratégicas - exactamente la manera como ha estado actuando la resistencia iraquí.

Irak ahora es ya como Vietnam después de la Ofensiva de Tet de 1968. Los Americanos podrían haber salido de Vietnam en cualquier momento - pero esto habría significado perder prestigio, en el sentido asiático, y admitir la derrota: finalmente, esto es lo que sucedió cuando aquel último helicóptero abandonó la embajada estadounidense de Saigón en abril de 1975. Incluso si tuvieran alguna intención de hacerlo, que no la tienen, la Casa Blanca y el Pentágono - aunque hayan declarado la victoria - simplemente no pueden salir de Irak. Saben que tan pronto como EEUU salga, tomará el poder un gobierno iraquí democráticamente elegido, de mayoría Chií, anti americano - igual que lo tomó en Vietnam un gobierno comunista anti americano. Si los EEUU permanecen en Irak durante "años" - como el Pentágono desearía - sólo existe una pregunta: ¿cuántas bolsas de muertos necesita el público estadounidense para pedir una retirada?

Los ataques de la resistencia iraquí son realizados por grupos pequeños, en su mayor parte bien entrenados, que logran por lo general escapar sin pérdidas. Siguen el pensamiento clásico de Giap: desmoralizar a los soldados Americanos y al mismo tiempo aumentar la angustia ya intolerable sufrida por la población, alimentando de este modo el resentimiento contra la potencia ocupante. Asia Times Online ha sabido de muchos anteriores oficiales de alto rango del ejército - ahora en el paro - a los que han llamado para que se unan a la resistencia: contestan que más pronto o más tarde lo harán "si los Americanos continúan humillándonos". Otros están financiando a grupos pequeños de guerrilleros con importes de miles de dólares. La recompensa para alguien que lance un cohete contra un vehículo militar estadounidense es de unos US$350 - suficiente para que muchos compren lo que hace furor ahora en el mercado al menos parcialmente libre de Bagdad: Un televisor a color con antena de satélite.

En Vietnam, la resistencia fue organizada por el Partido. En Irak, es organizada por las tribus. Los jefes tribales - prácticamente todos ellos leales a Saddam - están a punto de alcanzar la fecha tope del "período de gracia" que concedieron a los estadounidenses. La resistencia puede contar con anteriores miembros del partido Baaz y con oficiales del ejército, así como con jóvenes desempleados que siguen la llamada de los clérigos Sunnitas, de sus propios jefes tribales y, de modo más amplio, del patriotismo árabe.

La resistencia puede contar potencialmente con casi 600.000 individuos que han sido desmovilizados por el régimen proconsular estadounidense. Con más de 20 años de guerra, virtualmente toda la población masculina de Irak ha estado militarizada. Más de 7 millones de armas fueron distribuidas por el régimen de Saddam Hussein. Millones de cohetes y morteros quedaron abandonados cuando cayó el régimen. La lucha armada organizada en Irak - en el sentido de Giap - puede estar todavía en su infancia, pero los resultados son cada vez más devastadores. La "guerra popular" se está volviendo más brava: mísiles tierra aire lanzados contra aviones militares de transporte; sabotaje del oleoducto de Kirkuk-Ceyhan. El Centro de Mando estadounidense admite que pueden producirse hasta 25 ataques al día.

Estos muyahidines Sunníes iraquíes - equivalentes a los muyahidines Sunníes afganos que están ahora luchando la Jihad anti-Americana en Afganistán - pueden contar con la complicidad activa de la población local, lo mismo que en Vietnam. Todo se está convirtiendo en una "guerra popular" en el sentido que la gente de un vecindario dado sabrá quién organizó un ataque, pero obviamente no se lo dirán a los invasores. Pero ¿ qué hay de las cintas de Saddam incitando a una jihad contra los Americanos? Saddam no es Ho Chi Minh - un líder legítimo de una lucha de liberación nacional. No hay mucha nostalgia por Saddam en Irak. Y los anteriores oficiales del ejército tampoco están nostálgicos ni -demasiado- optimistas, a decir verdad, acerca del éxito de los guerrilleros. Saben que el pueblo iraquí será una vez más la mayor víctima - porque los americanos están obsesionados con su propia seguridad, no con la del pueblo iraquí. Pero estos ex oficiales están listos para unirse a la resistencia de todos modos.

En 1995, en el vigésimo aniversario del fin de la Guerra Americana, el anterior secretario de defensa de EEUU Robert McNamara se reunió con el legendario Giap en Hanoi. El viejo guerrero le dijo que los EEUU habían entrado en una guerra sin saber nada acerca de la compleja historia de Vietnam, su cultura y espíritu luchador contra una oleada de invasiones extranjeras. McNamara no tuvo más que estar de acuerdo. Los EEUU salieron de Vietnam con tan solo humillación. En Irak, los corporativos Bushitas esperan por lo menos huir con el petróleo. Y esto es en esencia por lo que los jóvenes soldados americanos están muriendo: Orden Ejecutiva número 13303, firmada por George W Bush el pasado Mayo.

Ésta establece que con respecto a "todos productos iraquíes de petróleo y derivados del petróleo, e intereses inherentes", que "cualquier anexo, juicio, decreto, gravamen, ejecución, adendas, u otros procesos judiciales quedan prohibidos, y serán considerados nulos y sin efecto". En otras palabras, según Jim Vallette del Institute of Policy Studies en Washington, "Bush de hecho ha declarado unilateralmente el petróleo iraquí como una provincia inatacable de las corporaciones petroleras estadounidenses."

La resistencia iraquí está muy al tanto de la Orden Ejecutiva 13303 - y por eso saboteó, y continuará saboteando, el crucial oleoducto de Kirkuk-Ceyhan. Cuantos más iraquíes tengan que esperar por la entrada de dinero del petróleo para ayudar a la reconstrucción del país, tanto más perderá el gobierno provisional designado por EEUU su ya inestable credibilidad. La población iraquí saca una sola conclusión de todo esto: tiene que comprar combustible a precios inflados en el mercado negro, y tiene que regresar a sus viviendas y aguantarse con sólo tres horas de electricidad al día.

Giap escribió también que la resistencia de Vietnam debería "aplastar el Maquiavélico diseño del imperialismo estadounidense de enfrentar a Vietnamitas contra Vietnamitas, de alimentar la guerra con la guerra". Los americanos están cometiendo el mismo error en Irak. Los EEUU entraron en Vietnam, entre otros motivos, para enfatizar su credibilidad simbólica y para presumir de su tecnología militar: en Irak, la demostración teatral fue ciertamente poderosa, pero la credibilidad simbólica corre el riesgo de quedar reducida a cenizas. En Vietnam, los estadounidenses quisieron hacer una demostración de cómo aplastar a los regímenes nacionalistas revolucionarios de lo que desdeñosamente denominaba Tercer Mundo. Falló miserablemente. En Irak, los EEUU quisieron presumir de cómo "corregir" a los antiguos regímenes cliente que fueron por mal camino. Falla también miserablemente - porque están maduras las condiciones para una guerra popular que finalmente llevará a otro régimen nacionalista revolucionario.

La idea del número dos del Pentágono Paul Wolfowitz de un orden político y económico en Irak es similar a lo que EEUU quería en Vietnam del sur - y semejante a lo que EEUU estuvo forzando por todas partes del Tercer Mundo en los años cincuenta y década de los 60. En Vietnam, los estadounidenses pueden haber tenido el poder, y el control de un gobierno títere (el de Vietnam del Sur). Pero fallaron por completo en crear un sistema político, económico e ideológico viable capaz de contrarrestar la revolución Vietnamita. Esto significa que la derrota no-militar de América fue todavía más crucial que su propio callejón sin salida militar.

Lo mismo puede estar aconteciendo en Irak. Wolfowitz y compañía definitivamente no están interesados en la democracia, porque saben que en cualquier elección libre, justa y democrática Irak cambiarían hacia un gobierno Chií, probablemente regido por la Sharía, y ciertamente anti Americano. En Irak - como en Vietnam - los EEUU han instalado de facto un sistema militar. Este sistema militar estará controlando - o dicho eufemísticamente, "supervisando" - la estructura política, y más crucialmente, como Asia Times Online ha demostrado ya (US and the changing face of Iraq, 13 agosto), el nuevo orden económico subvencionado estadounidense. Por supuesto, en el proyecto de Wolfowitz se supone que Irak se convertirá en una colonia estadounidense.

En Vietnam los EEUU no fueron capaces de traducir su impresionante potencia de fuego en ningún tipo de instancia política. Finos dialécticos, los veteranos de Hanoi nos dicen hoy que al bombardear Vietnam a mansalva, los EEUU provocaron un trauma económico y psicológico casi intolerable: los EEUU nunca podrían ganar los corazones y las mentes de esta manera. Y luego se refieren a Irak, destacando que el Pentágono todavía no ha aprendido una lección importantísima: simplemente no puede entremeterse en una sociedad compleja sin causar tremendas corrosiones sociales que finalmente llevan al desplome de cualquier régimen títere.

Subestimar la resistencia iraquí por parte de Washington será a riesgo suyo. Está aprendiendo rápido, sobre el terreno, las lecciones de Vietnam - donde los comunistas, en una guerra prolongada, ganaron contra la mayor máquina de guerra existente, diría Giap, a causa de tres factores: descentralización, movilización de masas y tácticas militares móviles. Giap ha articulado un conjunto de maniobras políticas, organizativas y técnicas para contrarrestar la impresionante máquina de guerra estadounidense, que pueden ser aplicadas por fuerzas de resistencia en cualquier parte del mundo, y especialmente en Irak.

20 de agosto de 2003
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http://www.atimes.com/atimes/Middle_East/EH20Ak04.html
Mira també:
http://andorra.indymedia.org/news/2003/08/487.php
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