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Colombia, paz sin verdad
30 set 2017
La paz en Colombia, requiere de justicia y paz
Colombia, paz sin verdad.

Estos nuevos acuerdos de paz se dan principalmente porque el ejército, gobierno y los guerrilleros saben que por la vía armada no hay triunfadores ni vencidos, además, porque en estos procesos de cambio con los socialismos del siglo XXI, que de ninguna manera son revoluciones sino campañas electoreras, permitió que líderes sociales accedan al poder en diferentes países como Brasil, Venezuela, argentina, Uruguay, Bolivia, Nicaragua, haciendo de las luchas armadas procesos impopulares.

Entregar las armas es lo más fácil de un proceso de paz pero ¿qué pasa con el legado del conflicto armado, con la justicia, con la reparación a las víctimas y con una sociedad que está lejos de la práctica de los derechos humanos porque esta guerra también fue, es, un negocio?

Este negocio empezó a las 13:00 horas de abril de 1949 en la carrera séptima y calle 14 en Bogota, se escucharon dos disparos que cambiaron el futuro de Colombia, tras la muerte del populista Jorge Eliecer Gaitán.

Lo que ocurrió inmediatamente después de este asesinato fue sangre y destrucción. Gaitán ex acalde mayor de Bogotá, profesor de jurisprudencia, penalista, ministro de trabajo, parlamentario y líder de los liberales, creo el gaitanismo.

El gaitanismo fue una mezcla de socialismo, populismo y social democracia; desde el partido liberal lanzo su tesis “Ideas socialistas de Colombia, de Eliecer Gaitán” que lo llevo a luchar por la justicia social y la equitativa distribución de los ingresos, toda una utopía para la región más desigual del mundo hasta hoy.

“La violencia” así se conoció a los enfrentamientos que se produjeron entre los años 1947-1958, por el fracaso del “Acuerdo Nacional” entre conservadores y liberales que no podían ocultar su mediocridad política e intereses personales con los cuales mantenían la desigualdad y la pobreza que los ayudaba a sostenerse en el poder.

Las autodefensas campesinas que también participaron en la “violencia” recibieron en 1961 la autorización del Partido Comunista del que formaban parte para considerar todas las formas de lucha como instrumento para llegar al poder.

En 1964 el ejército colombiano ataco y destruyo el enclave de las autodefensas campesinas lideradas por Manuel Marulanda (tiro fijo) en Tolima, obligando a sus miembros a retirarse al declive oriental de los Andes, donde se organizaron como fuerzas armadas revolucionarias de Colombia (FARC) en su momento bajo la guía de los comunistas colombianos y cubanos.

Por esos años un grupo de estudiantes universitarios liderados por Fabio Vásquez, organizaba el ELN que inmediatamente fue apoyado por la izquierda cristiana. El padre Camilo Torres y 10 sacerdotes españoles del grupo la Gioconda, entre ellos Manuel Pérez (el cura Pérez) fue quien lidero el ELN desde 1975.

En 1970 accedió al poder Gustavo Rojas Pinilla del frente nacional mediante fraude, esto incidió en otro grupo de jóvenes que buscaban una guerrilla urbana parecida a la de los Tupamaros. Se organizaron clandestinamente con mucha confusión ideológica por el marxismo de Marx y Engels, por las reformas de Lenin y porque Mao, se encontró con campesinos en vez de obreros para su salto cultural en China, estas ideologías socialistas y comunistas en los jóvenes que querían rápidamente cambios se toparon con una realidad en donde la democracia más participativa e igualitaria había que construirla con más industrias que favorezcan las exportaciones para que ingresen más divisas, mas fuentes de trabajo, mas conocimiento e intelectualidad que ayuden a la ideología, a la recreación y al valor de todo esto para una mayor participación popular de manera organizada para el éxito en la lucha de clases.
Robaron la espada de Bolívar en Santa Marta y organizaron alguna toma de embajadas y la del palacio de justicia en Bogotá, en noviembre 6 de 1986 para dar a conocer como el narcotráfico penetro la justicia, la policía y ejército, la banca, industrias, y a toda la sociedad. El ejército de Colombia ataco con bombas incendiarias el palacio de justicia porque no podían permitir que esas libretas en manos de algunos jueces salieran a la luz pública. Este es un tema de justicia que más de dos décadas después, la verdad está en el olvido.

Por otro lado nunca se pudo conformar la Coordinadora guerrillera Simón Bolívar porque estas procedían X distantes entre sí, desde 1982 solo fue un proyecto que quería ser controlado por las FARC por ser la agrupación más numerosa y la más antigua.

Acuerdos de paz, nuevas Constituciones, desacuerdos, complots y conspiraciones de los gobiernos, FFAA, industriales, derechas, injerencia de los Estados Unidos con el plan Colombia, lucha contra el narcotráfico negocio que nunca quisieron destruir sino controlar como lo hicieron con el opio y la heroína desde Afganistán y Pakistán. No es casualidad que Washington haya estado presente militarmente en las dos capitales mundiales de la heroína y cocaína como son Colombia y Afganistán.

En esos momentos la extrema derecha de Colombia y EEUU hicieron de los soldados y paramilitares los salvadores de la patria, el ejército se fortaleció con helicópteros, fuerzas especiales entrenadas por los Boinas Verdes, Ranger, Seal, mercenarios israelíes para destruir todo lo que huela a izquierda no solo en Colombia sino en la región, pero, no contaron con la oposición fuerte de Hugo Chávez quien lidero el rechazo al plan Colombia para Sudamérica.

En el camino quedaron grupos de luchadores como el M-19, Quintín Lame de los indígenas, EPL (ejército popular de liberación) milicias de Medellín, renovación socialista, Frente Garnica.

Las AUC (autodefensas unidas de Colombia) que en su momento dieron protección a los ganaderos, esmeralderos, etc. Pasaron a ser los paramilitares del plan Colombia, siempre contaron con ayuda del gobierno de Álvaro Uribe y de Juan Manuel Santos ex ministro de defensa del narco y paraco del ex presidente Álvaro Uribe, además, contaron con el apoyo de la extrema derecha, de policías y militares que asesinaron y desaparecieron a más de 400.000 personas; confesiones realizadas por los jefes paramilitares comprometidos con alcaldes, gobernadores, ministros, industriales, banqueros, policías y militares involucrados con los paras narcos, con ellos se concretó la ley de justicia y paz colombiana en el año 2005 como parte del proceso de desmovilización a cambio de una reducción de penas a cambio de una confesión completa, reparación a las víctimas y una adecuada resocialización que nunca se dio.

¿Por qué? Porque nunca se sanciono a aquellos que crearon, financiaron, respaldaron a los paramilitares. El problema es, que estos grupos de derecha no solo fueron criminales sino políticos, estaban involucrados en la vida social en todos los aspectos y jamás se involucró a esta gente con poder económico y político que se la paso ofreciendo “la toalla de Marulanda alias Tiro Fijo”, líder fundador de las FARC, en cada campaña presidencial conservadora o liberal.

Incluso, con los carteles de Medellín y Cali, la paz estuvo inmersa por los carro bombas que mataban o secuestraban personas inocentes periodistas, líderes sociales, sindicales, ecologistas, artistas, políticos policías, militares, guerrilleros, falsos positivos que claman para que en Colombia se practique la justicia y la verdad pilares de los derechos humanos.

En 53 años de lucha armada Colombia, es uno de los países que más conversaciones de paz ha tenido con el M-19, Quintín Lame, EPL, que se desmovilizaron después de una matanza de más de 3.500 líderes de la UP (unión patriótica) grupos guerrilleros que en los 80 pretendieron pasar a la política pero que casi fueron exterminados motivo por el cual regresaron a la selva hasta esta nueva versión de paz con las FARC, la guerrilla más numerosa y preparada que surgió del campesinado que por 4 décadas lucho con los diferentes gobiernos de turno por llegar al poder.

El ELN (ejército de libración nacional) ya está en conversaciones para acordar la paz.
Para las elecciones de marzo las FARC ya podrán participar con al menos 10 curules repartidos para el Senado y la cámara baja con el favor popular.

Con la guerrilla de las FARC, la sociedad colombiana demostró que sigue polarizada. Con estrecho margen algo así como 60.000 votos la gente en el referéndum voto por el No a la paz con la guerrilla; campaña liderada por el ex presidente Álvaro Uribe Vélez, secundado por quienes hicieron del conflicto un negocio de impuestos de guerra, negocio narco, de armas, lavado, de tierras, desplazados, asesinados, falsos positivos, etc. Todo esto significo de una u otra forma un negocio en Colombia.

12 Millones de hectáreas de los campesinos desplazados se perdieron en un negocio feudal que comprometió al gobierno de Uribe, a su ministro de defensa hoy presidente de Colombia Juan Manuel Santos y a su ministro de hacienda Arias. 6-8 Millones de personas desplazados en Venezuela, Ecuador y ciudades colombianas, 600.000 desaparecidos, 400.000 asesinados y falsos positivos (personas inocentes asesinadas pasados por guerrilleros) para cobrar un bono paraco militar.

¿Qué tipo de ciudadanos quieren ser los colombianos, cuales sus valores cívicos y democráticos? Sin respuestas a estos interrogantes estos acuerdos de paz como los muchos anteriores son solo una vanidad tonta, pérdida de recursos y lo peor, que el pueblo siga con una incertidumbre tal que ya no crea en estos procesos de paz.

Raúl Crespo.

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