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Policías racistas asesinan en EEUU a un latino sordomudo que no oyó sus órdenes
22 set 2017
Otro asesinato más a disparos de la policía de Oklahoma City. Esta vez fue Magdiel Sánchez. Los vecinos alertaron a los policías blancos de que el hombre no podía escuchar.
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Magdiel Sánchez estaba sentado la noche del martes en el porche de su casa en Oklahoma City con un tubo de metal en la mano, que siempre lo lleva por el miedo que le tiene a los perros.

Un policía se acercó a su domicilio para interrogarle por un accidente. El represor pidió refuerzos al ver el objeto. Le ordenó que lo tirara y que se echara al suelo. En lugar de responder, el latino se levantó y se acercó a ellos para explicarles su condición, mientras los vecinos gritaban que era sordomudo. Los policías blancos le dispararon sin justificación varias veces y cuando llegaron los servicios de emergencia ya estaba muerto.

Es el enésimo incidente de este tipo que se vive en la ciudad. La víctima, de origen hispano, tenía 35 años de edad.

Los vecinos relatan a la prensa local que la única manera que tenía Sánchez de comunicarse con los policías era “moviendo sus manos”. “Se veía que estaba frustrado porque trataba de decirles que no podía hablar y explicarles lo que estaba pasando”, lamenta Julio Rayos. Jolie Guebara añade que siempre iba con algo en la mano, porque le daba miedo los perros.

Los testigos de este asesinato contaron hasta seis disparos. El departamento de policía de Oklahoma City es uno de los que adoptó las cámaras corporales para registrar la acción de los agentes en este tipo situaciones. Sin embargo, y como es habitual, ninguno de los agentes las llevaba.

La víctima no tiene historial criminal. La policía aclara, además, que el vehículo envuelto en el accidente que investigaban lo conducía el padre de Sánchez. Este ni siquiera estaba en el coche en el momento del asesinato. Su nombre se suma a las 712 personas que fueron tiroteadas por la policía este año en EE UU, de acuerdo con la base de datos del Washington Post.
Mira també:
https://www.lahaine.org/mm_ss_mundo.php/policias-racistas-asesinan-en-ee

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Comentaris

Re: Policías racistas asesinan en EEUU a un latino sordomudo que no oyó sus órdenes
23 set 2017
Eso de «policías blancos» es un tanto raro.
¿De qué color es el de la foto?

Quizás la distinción de los policias pueda ser la de anglófonos o WASP.
https://es.wikipedia.org/wiki/White_Anglo-Saxon_Protestant
Re: Policías racistas asesinan en EEUU a un latino sordomudo que no oyó sus órdenes
24 set 2017
Sí, deberías de tener razón, un poco más blanco o menos blanco, qué importa. Pero el titular habla de “policías racistas” y para ellos, ese poco más blanco o menos blanco, no solo es importante, sino el salvoconducto para evitar que te disparen al primer gesto.

Por si no lo sabías, a los “latinos” en USA no los consideran blancos, por eso se refieren a un “hombre latino” y no a un “hombre blanco”. Los policías sí que parece que eran blancos.

A finales de los 60, Malcolm X ya hablaba del miedo del hombre blanco a un hombre negro armado. En este caso era latino, y aunque llevaba un bastón o una barra metálica en la mano, dicen que porque se asustaba de los perros, eso para los policías blancos, principalmente a los blancos, ya les consta como ir armado. Se trataba de indagar sobre un accidente de tráfico, no era necesario llamar al ejército ni a las fuerzas aéreas, pero cuando la mentalidad con la que convives es la del enemigo en casa, y ese enemigo interno es el “no blanco”.

Lo de WASP o anglófono, queda muy bien en los estudios, pero en la calle la policía no pregunta antes de disparar si eres “anglófono” o si eres “WASP”, dispara antes y luego lo comprueban con el juez forense.
ST Louis, como matar a cotovia
24 set 2017
O texto de António Santos que hoje publicamos o que nunca e demais repetir: a luta contra o racismo é uma das formas assumida pela luta de classes; os tribunais são um dos principais instrumentos de repressão do Estado ao serviço da classe dominante.

De facto, «onde não há justiça não pode haver paz», e não é pela submissão mas pela luta constante e crescente que os povos conquistarão a justiça e a paz.

* * * * * * *

«Nos nossos tribunais, quando é a palavra de um homem branco contra a palavra de um homem negro, o homem banco ganha sempre». Sessenta anos depois, um tribunal de St. Louis, no Missouri, confirma a sentença de Lee Harper em Mataram a Cotovia. De pouco valeu a gravação em que o agente Jason Stockley previne a esquadra da intenção de matar o suspeito. De pouco valeu o vídeo, em que se pode ver o polícia a colocar um revólver nas mãos inertes de Anthony Lamar Smith, 24 anos, desarmado e cravejado de balas. O tribunal absolveu o polícia branco. Mais uma vez.

Agora, as avenidas de St. Louis, Kansas City, Springfield, Columbia e muitas mais cidades do Missouri enchem-se de gente. Dezenas de protestos de gestação quase espontânea despontaram, desde o final da semana passada, quando foi conhecida a decisão do tribunal, em escolas secundárias, universidades, edifícios públicos e fábricas.

De quem são estas ruas?

Desempenhando o mesmo serviço à classe dominante que qualquer outra força policial em qualquer outro Estado capitalista, a polícia dos EUA assume características singulares. Perante uma manifestação pacífica de milhares de pessoas em St. Louis, no domingo, que gritavam «as vidas dos negros importam», a polícia de intervenção, militarizada com equipamento de guerra, respondia, em coro: «de quem são as ruas? As ruas são nossas». Poucas horas mais tarde, a polícia de choque, sob a protecção militar da Guarda Nacional, punha em marcha o kettling, uma táctica para cercar e deter grandes grupos de pessoas. Entre os quase 150 detidos, contam-se jornalistas, observadores legais e paramédicos.

As montras partidas na sequência da carga policial mereceram a condenação do partido bicéfalo democrato-republicano.

A uma só voz, o governador republicano Eric Greitens e a autarca democrata de St. Louis, Lyda Krewson, agradeceram à polícia «os serviços prestados à cidade», condenaram a «violência inaceitável» e pediram «paz para sarar as feridas».

Em St. Louis, o salário médio anual de um trabalhador afro-americano é, em média, metade do rendimento de um trabalhador branco. No ano passado, só nesta cidade, 36 negros foram mortos pela polícia: mais de um por mês.

É caso para perguntar: que paz é esta, em que alguns vivem enquanto outros morrem e que se perturba quando se pede justiça?

Onde não há justiça não pode haver paz.

https://www.odiario.info/st-louis-como-matar-a-cotovia/
Sindicato Sindicat