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Notícies :: @rtivisme |
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Nacional y de clase
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per Ripren |
20 set 2017
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La política judicial y policial de represión generalizada de libertades democráticas básicas (prensa, información, expresión, reunión, etc.), unida a la intervención de la Generalitat sin necesidad de recurrir al español artículo 155 de su Constitución –en una operación de violencia calculada–, está creando en Cataluña un efecto contrario. |
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Democracia orgánica (post-)franquista.
La repulsión democrática, natural, que genera esta violencia o terrorismo de baja (?) intensidad alcanza a personas hasta ahora ajenas o indiferentes al proceso de emancipación nacional.
La batalla social actual es, pues, fundamentalmente democrática porque pretende resolver un conflicto político por la vía democrática, es decir, votando.
El carácter cívico, inclusivo y no étnico del proyecto catalán ha permitido incorporar a personas y clases de todos los orígenes y procedencias, mucho más en clave de ilusión por el futuro que de nostalgia por un pasado colonizado.
Pero el actual conflicto tiene también, cada vez con mayor claridad, un contenido de clase.
Los partidarios de votar y de votar SÍ pertenecen, mayoritariamente, a capas populares y medias de la sociedad. Y la presencia de sectores importantes de la burguesía pequeña y mediana no invalida esta afirmación, por muy idealistas y libertarios que nos creemos.
Sin embargo, la gran burguesía catalana, el establishment de toda la vida, los que se enriquecieron durante la dictadura contemporizando con el franquismo, estos son los que más en contra están del proceso actual:
la gran patronal del Fomento del Trabajo Nacional,
los empresarios del llamado «puente aéreo»,
los pelotas de la monarquía, etc.
Pero a su lado están también ciertas élites políticas, sindicales, periodísticas y del mundo del espectáculo que se benefician del status quo actual, interesados en quedar bien ante Madrid, desde una izquierda puramente estética y retórica. |
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