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Anàlisi :: educació i societat |
El pueblo se auto engaña en Ecuador
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per Raùl Crespo Correu-e: rcpuma061@yahoo.com |
09 set 2017
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El pueblo quiere permanecer auto engañado |
El pueblo se auto engaña en Ecuador.
Pasan los meses saturados de diálogos, temores y más palabras que han llevado al presidente Moreno, a gozar de una lata popularidad y credibilidad mientras la economía, la política y la moral caducan.
Está claro que el presidente Moreno, marca una diferencia con Correa, busca solucionar los problemas dejados por un populista atascado entre la impunidad política y penal.
“Un estado de derecho pone las reglas del juego y un sistema de elecciones permite elegir a nuestros representantes, son dos de los pilares de una democracia” dice Ortega y Gasset.
Con estos dos requisitos para el desenvolvimiento de un Estado, en Ecuador empieza el auto engaño de la población. Por supuesto que hay buenas intenciones en la elaboración de las leyes y en las reglas electorales, quiero pensar así.
En los años 30 Ortega y Gasset ya advertía después de estudiar características de las sociedades modernas sobre la rebelión de las masas y la suplantación de la cultura por el espectáculo. Y, ya ha pasado casi un siglo en donde la politiquería espectacular ha ganado fuerza.
Hoy los populismos son un fenómeno importante, incluso, permiten certezas en los pronósticos electorales de los caudillos revolucionarios que provocan igual que la derecha crisis, migración, nacionalismo barato, conspiraciones y complots para sostenerse en el poder mientras la democracia se deteriora y al derecho se le viola la intimidad tantas veces que se pierde la cuenta. Son parte de un supuesto proceso de cambio.
Miles de personas contribuyen con su conocimiento, esfuerzo y trabajo mientras se critica, se protesta y se opina diferente o se vive con un silencio temeroso de una institucionalidad que se convirtió en cómplice y en un medio para repartir favores y castigos, pilares fundamentales para el abuso y la corrupción.
Las modificaciones sociales son tan profundas que el concepto de masa, de pueblo fue superado, partiendo del hecho de que todos nos auto engañamos en mayor o menor medida, sirven para que sepamos nuestra fragilidad mental mientras engañamos sin considerarnos malas personas.
El pueblo ya admite como cosa natural la corrupción, la impunidad y la ineficacia, la gente acepta ese cinismo como algo que no tiene solución ¡así es la política! Afirman. ¡Ocurre en todas partes! Agregan. Se ha generado en la cultura la indiferencia y la indolencia por la ética pública.
Dan Aryeli, un economista conductual realizo un estudio sobre los conflictos morales llegando a la siguiente conclusión “el 80% de la población sin diferencia cultural alguna tienen tendencia a mentir y beneficiarse de esa mentira”.
“Engañamos hasta el nivel que nos permita conservar nuestra imagen de personas razonablemente honestas, lamentablemente, el conflicto moral que todos tenemos se disipa cuando descubrimos que todos lo hacen”. Así, una vez que mentimos, robamos o estafamos es más fácil volverlo hacer porque nuestro cerebro se adapta a esos nuevos parámetros morales sin aceptar que dar o recibir un soborno desencadena una enorme cadena de corrupción”.
La corrupción es el tema de moda en los medios de comunicación de Ecuador, mientras el Banco Central y otros organismos proyectan que el desempeño económico será bajo para lo que resta del año y para el 2018. El desempleo aumenta por la salida de empleados públicos que no serán reemplazados por el decreto de austeridad.
La proforma esta sobrestimada en unos 3.500 millones de dólares afirma algunos entendidos en recaudación y por ingresos petroleros. La proforma del 2018, hay que esperar a octubre para saber si está manipulada o no. El ministro de finanzas y otros ministros están buscando fuera del país dinero para cubrir el déficit de 10.000 millones de dólares, es la mesa servida que nos dejó el fantoche de Rafael Correa.
El engaño practicado y multiplicado por el gobierno de Correa, para nuestro país es una infección contagiosa, se trasmitió de un funcionario a otro, la deshonestidad se puso de moda, su efecto al principio fue lento después todos querían robar de manera furtiva hasta que se convirtió en socialmente corrosivo. Y este virus muto, se propago de una institución a otra sin importar si es público o privada, se propago en el pueblo, en el turismo, en el comercio, en la cultura porque se desarrolló un nuevo código de conducta menos ético.
Soluciones: Estándares de comportamiento más severos dentro de un marco jurídico en el que no se perdonen delitos por más leves que sean y en donde se exija la devolución del dinero robado. En Ecuador, se está convirtiendo en costumbre judicial la impunidad, se apresa al corrupto y no se dice nada sobre el dinero robado, total ya pago con la cárcel, entonces puede salir a disfrutar del dinero robado al pueblo, etc.
Nada de esto funcionaria si el pueblo continúa tonto, conformista, indiferente, aborregado por respetar reglas en las que los corruptos son procesados por delitos menores o vuelven al país cuando sus penas han prescrito a disfrutar del dinero mal habido.
Esto describe a breves rasgos lo que está pasando en Ecuador, en otros países de la región y el mundo, pero, como ecuatoriano me refiero al panorama judicial de mi país en manos de lacayos de Correa, que nos obliga a observar normas procesales en materia penal farsantes, inmorales y amorales contra varios funcionarios públicos y otras varias personas procesadas por peculado, lavado de dinero, enriquecimiento ilícito pero que son juzgados por delitos menores, juzgados en ausencia porque los ayudaron a salir, pero, en todos los casos nadie dice donde esta lo robado porque la justicia que los incrimina es cómplice.
Este virus corrupto, especulativo, crece silenciosamente hasta alcanzar dimensiones dramáticas hasta el punto que hoy debemos decir que cuenta con la complicidad de un masa que engaña y se auto engaña cuando le conviene en la política, economía y cultura.
La tecnología, los medios de comunicación y las redes sociales han contribuido a la rápida consolidación del auto engaño como realidad político-social porque se abusa de una opinión publica moldeada por los sondeos que ya son mandatos implícitos que influyen en el pueblo saturado de ignorancia para que toda clase de dirigentes, que dicen ser las nuevas versiones de la democracia basados en la adecuación de las conductas y con una supuesta alta popularidad se impone a la visión y realidad de una masa invisibilizada porque no participa activamente en las decisiones económicas y políticas.
Masa que es poderosa pero no lo sabe y que cuenta con carreteras y otras obras publicas pero sin trabajo y a punto de perder el dólar como moneda nacional y no le importa porque es irresponsable.
Los populismos son la expresión de este tipo de masas en la política cuyo sentimiento es el consentimiento desbordado y una intransigencia que anula el dialogo porque esta masa y el caudillo están convencidos que son los únicos dueños de la verdad y que dicen que los que no están con ellos están contra ellos y, que la política solo se expresa con este marco de masas.
Sin consciencia de poder, intransigentes, intolerantes, ignorantes, sectarios, mediocres también lo son los hipócritas, oportunistas, eficientes y miedosos a los que no les interesa la eficacia, son los que piensan que son los dueños de la verdad.
Raúl Crespo. |
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Re: El pueblo se auto engaña en Ecuador
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per a |
10 set 2017
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Ha sido muy interesante leer eso de la «lata popularidad», pues a mí tambien se me podría escapar ese error del subconsciente por el ambiente mediático de Catalunya. |