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Turismo, vacaciones y fragilidad
29 ago 2017
Turismo, vacaciones y fragilidad
Turismo, vacaciones y fragilidad.

En la antigua Roma, la semana duraba 8 días, uno de ellos se lo dedicaba al comercio y para los rituales de sus dioses.

La palabra latina Otium (ocio) relacionada más con lo militar porque en invierno, enero y febrero, los soldados lo dedicaban al descanso y el “Otium otiosum” era un tiempo para no hacer nada de nada.

Los romanos según la clase social inventaron un otium diferente; Cicerón hablaba de un ocio para el espíritu y el negotiosum para la plebe, el famoso pan y circo alimentado por los señores y usado como instrumento de control.
Internet manifiesta que el turismo está involucrado con el origen de la humanidad. Considero que los romanos por estar mejor organizados con vías e infraestructura dieron origen al turismo organizado, sin embargo, pregunto ¿Este fue el origen del turismo?
La revolución francesa estableció una semana de 10 días, uno para el descanso pero independientemente de la duración de la semana los gobiernos organizaban las actividades de los demás días para el trabajo.

En occidente y China, está establecido dos días de descanso a la semana. China tiene sábado y domingo dedicados al descanso desde los años 90. Lo que nosotros conocemos como fin de semana no aplica los mismos días ni dura 48 horas para todos. Para los judíos el sábado empieza el viernes en la tarde-noche, para los musulmanes el día de descaso es los viernes y comienza el jueves.

En el artículo “el séptimo día Dios descansa” de Ivonne Guzmán, dice “en occidente se sigue la lógica de las religiones del desierto: judaísmo, cristianismo, islam, esta lógica manifiesta que de los 7 días de la semana uno se lo dedique a la espiritualidad”.

Todos estos descansos son utilizados por mucha gente para viajar que es una forma de hacer turismo. Los gringos con su cultura se apoderaron del mundo con sus ideas de descanso con servicios perennes las 24 horas del día los 7 días de la semana porque el capitalismo no te permite parar.

En América Latina esta idea pego fuerte para el turismo, la consideramos ideal como modelo turístico sin que importe el impacto ambiental y social ya que se prefiere lo económico para las operadoras de turismo y sus inversionistas.

Al año casi el 20% de la población mundial, algo más de 1.200 millones de gentes viajan de un lado a otro por turismo, datos del 2016.

¿Existe turismo sostenible? Por un tiempo existe después ya no por el impacto ocasionado por los turistas y no importa los férreos controles ambientales que se realicen, siempre habrá un impacto ambiental que con el tiempo se incrementa, por lo tanto el turismo sostenible a largo plazo y autosustentable, es el dilema de los gobiernos porque tienen que elegir entre el ambiente y el dinero que ingresa al fisco.
Por supuesto eligen el dinero, para la conservación prefieren auto engañarse y manipular al pueblo que se está controlando ese ambiente determinado. Imaginen los mares sin tiburones y África sin leones.

Se empieza con el turismo tipo zafarí que en algunos países de África, la caza casi extermina los grandes depredadores para encasillarlos en especies en peligro de extinción por el negocio del marfil, pieles o solo por la adrenalina de disparar.

La caza de ballenas es milenaria al principio para la alimentación y otras necesidades básicas por el aceite, después llego la pesca comercial que no respeto otras especies de peses, inmediatamente apareció el negocio del turismo, hoy, las ballenas están llenas de lanchas con turistas que pagan por verlas sin que les importe que las molestan con el ruido de los motores, contaminación de combustibles, en todo el trayecto de América hasta el Ártico por el Océano Pacifico.

El estrés las agobia, ya no pueden tener con tranquilidad a sus crías, las ballenas sufren de problemas cardio- respiratorios.

Turismo sostenible, es posible en las ciudades pero en la naturaleza es imposible por el volumen de los turistas que llegan, en ciertos momentos incontrolable. Turismo sostenible fue inventado para los ignorantes que no aceptan o no les interesa la fragilidad de la naturaleza porque no hay una verdadera industria turística con conciencia conservacionista capaz de guiar a grupos de personas a sistemas de vacaciones familiares, a la montaña, viajes en moto, vacaciones de parejas, Etc. Porque se impone el dinero, el cliente paga y escoge lo mismo de millones hacia el mismo sitio turístico y ese es el dilema de un turismo sostenible que agoto la capacidad de regeneración de los ecosistemas.

La industria turística como cultura dinámica está sujeta al dinero, el Dios dinero manda.

El impacto de los turistas, casi 1000 por vez, afectaron las piedras de Machu Picchu, la Unesco la está declarando a la ciudadela como un patrimonio mundial de la humanidad en riesgo. Algo más de 800.000 turistas al año la visitan, el 70% de las divisas que ingresan al Perú, vienen de este sitio que no está preparado para las huellas dejadas por el turismo.

En menor escala pasa lo mismo con el desierto rocoso de Nazca. Imaginen el impacto de millones de turistas en las islas Galápagos, uno de los más espectaculares laboratorios biológicos del mundo, otro patrimonio natural de la humanidad declarado en emergencia desde el 2007 por la Unesco, está a punto de colapsar a pesar de los feroces controles y grandes adelantos técnicos que se han hecho en las islas especialmente con los controles fitosanitarios de las embarcaciones que se aplican, pero, el enorme adelanto económico del archipiélago ha desarrollado un turismo irresponsable.

Las islas Galápagos reciben anualmente 200.000 personas y no es suficiente bajar el número de turistas, deben ser cerradas al turismo por dos años por lo menos para su recuperación como ecosistema, como biosfera, para crear consciencia de preservación.

Hay que buscar como sostener a la población local que debe aceptar que su estadía en el archipiélago no puede desarrollarse como las poblaciones continentales. Su cultura debe estar enfocada hacia la conservación natural de las islas como tales por lo tanto el turismo no debe ser su modo económico de vida. Los que acepten deben ser considerados como guardianes naturales-biológicos del archipiélago el resto debe salir hacia el continente con ayuda del gobierno.

En la rivera Maya, más de 10.000 personas vacacionan en la playa diariamente sin que exista reciclaje ni servicios sanitarios para la basura y necesidades que los turistas generan y requieren.

En las Vegas, Nevada, según la organización Sustaining Turism, pone de ejemplo al hotel Bellagio que dispone de un adecuado sistema de reciclaje pero necesita 12 millones de litros de agua por año para su clientela. Las vegas está ubicado en un desierto por lo tanto el agua es una seria preocupación.

La OMT (organización mundial de turismo) lanzo su programa turismo sustentable como instrumento de desarrollo en respuesta a escenarios peligrosos como Machu Picchu, Galápagos, amenazados por los ingresos de turistas.

Ya existe fobia para el turismo en ciertas ciudades de España por ejemplo, en Barcelona residentes locales se oponen de frente a los turistas en la playa. En Ibiza con grafitis, influye que los gobiernos no construyen infraestructura básica adecuada para un turismo sustentable que garantice el futuro de sitios turísticos.

De turismo a la Luna. Los vuelos comerciales a la Luna por turismo en el 2018 o 2019 están por concretarse por el esfuerzo del magnate Elon Musk quien fundo la empresa Space X, esta empresa ha trabajado con la NASA para desarrollar la nave Dragon Crew, que llegara al espacio y orbitara la Luna.

El cohete Falcón heavy y sus propulsores serán reutilizados, serán tanques de Aluminio y Litio, fuertes y ligeros que desarrollaran 5 millones de libras de empuje para despegar y ascender, el empuje será el equivalente a unos 20 Boeing 747.

La capsula del Dragón servirá para carga o para llevar a 7 personas. Su capacidad es de 6.000 Kg, el peso del Falcón Heavy supera las 75 toneladas, el transbordador pesara 70 toneladas y el Saturno V- 150 toneladas de tecnología obsoleta si consideramos los combustibles utilizados en grandes cantidades para impulsar el cohete, los combustibles son los elementos más peligroso del despegue. Y, obsoleto también si consideramos que después de tanta ciencia los aviones todavía requieren corretear para despegar y aterrizar.

Al salir de la atmosfera se despliegan los paneles solares que van unidos a la capsula, orbita la luna y al regreso, antes de reingresar a la atmosfera realiza la maniobra de volteo sobre su eje utilizando impulsores de nitrógeno. En la etapa de quemado utiliza los motores para frenar la caída y aterriza, termina el vieja de los turistas espaciales que lo puedan costear. Ojala no contaminen el espacio sideral.

Mucho me temo que habrá algunos accidentes tal como ocurrió con el Apolo y los transbordadores. La utilizada es una tecnología primaria que se ha estancado desde la segunda guerra mundial, con los viajes al espacio el conformismo es el resultado.

Raúl Crespo.

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Sindicat Terrassa