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Misoginia de Trump, pilar del capitalismo
27 ago 2017
Texto de Sue Davis para la publicación yanqui Workers World
Cuando el presidente Donald Trump criticó la apariencia y la inteligencia de Mika Brzezinski, co-anfitriona del programa de MSNBC “Morning Joe”, señaló los dos tipos de viejas censuras contra las mujeres.

Aunque su ataque fue inmediatamente denunciado – por mujeres de ambos lados del Congreso y por grupos de derechos de mujeres – Trump no hubiera alardeado de su repugnante odio a la mujer si el patriarcado no fuera uno de los pilares del capitalismo.

Desigualdad de la mujer en EUA

Ejemplos de desigualdad de la mujer en EUA comienzan con la brecha salarial. Las últimas estadísticas muestran que las mujeres ganan 80 centavos por cada dólar que un hombre blanco gana, aunque las mujeres (y los hombres) de color ganan aún menos. El Instituto de Investigación sobre Políticas para la Mujer estima que no será hasta 2059 que las mujeres blancas alcanzarán paridad salarial, mientras que las negras esperarán hasta 2124 y las latinas hasta 2248. ¡Obsceno robo!

Eso significa que todas las empresas, corporaciones y tiendas por igual, roban por lo menos 20 centavos de cada dólar que gana una mujer. Según las últimas estadísticas del Departamento de Trabajo, a partir de 2010, las mujeres representaban el 47 por ciento de la mano de obra total de EUA: 72 millones de trabajadoras, o 58,6 por ciento de las 123 millones de mujeres de 16 años o más.

No es de extrañar que la clase dominante no quiera una legislación que garantice una amplia licencia de progenitores, cuidado gratuito de niñas/os y cuidado de salud universal. No es de extrañar que uno de los principales medios que las mujeres tienen para el control de sus vidas – el control de la natalidad – está en las barricadas. No es de extrañar que las transexuales de color sean las víctimas de ataques transfóbicos y asesinatos. No es de extrañar que “cada nueve segundos una mujer en EUA es agredida o golpeada”, informa la Coalición Nacional Contra la Violencia Doméstica, mientras Trump planea recortar sus fondos. No es de extrañar que el capitalismo EUA aplique su poderío militar para intimidar al resto del mundo a que cumpla su mandato, afectando desproporcionadamente a las mujeres y sus hijas/os.

El uso y el abuso del poder y el control son parte integrante de la sociedad de clase capitalista, ya sea en la sala de juntas o en el dormitorio, ya sea por medio de leyes fiscales que favorezcan a los ricos o con salarios bajos que mantienen a los pobres en pobreza, ya sea la policía asesina o un puño brutal en la casa. No se puede separar el patriarcado – el privilegio de los hombres sobre el derecho a controlar a la mujer como su propiedad privada – del capitalismo, que mantiene el poder a través de la propiedad privada.

La lucha continúa

La nominación de Eric Dreiband por Trump el 29 de junio para dirigir la División de Derechos Civiles del Departamento de Justicia es otro ejemplo de su misoginia. Al igual que todos sus nombramientos al gabinete y varios departamentos – que se oponen a la premisa misma de su cargo – Dreiband ha pasado su carrera corporativa oponiéndose a los derechos civiles. No sólo representó al arzobispo católico de Washington, DC, en el caso 2014 de la iglesia contra el beneficio de control de natalidad de la Ley de Asistencia Asequible, sino que defendió a la Universidad de Carolina del Norte en una demanda relacionada con HB 2, la discriminatoria “ley del baño”.

Dreiband “tiene vocación de ir contra las mujeres y los derechos LGBT”, dijo Jesselyn McCurdy, subdirectora de la oficina legislativa de la Unión Americana de Libertades Civiles. Vanita Gupta, ex jefa de la División de Derechos Civiles, dijo: “Quien lidere la joya de la corona” del DOJ debe tener una profunda y perdurable fe en las leyes de derechos civiles de nuestra nación … derechos por los que la gente ha muerto”. Llamado Dreiband “lamentablemente no cualificado” porque no tiene experiencia en “derechos de voto, reforma policial, vivienda, educación y crímenes de odio”. (Rewire, 29 de junio)

En todas las escalas internacionales de medición, ya sea la representación de las mujeres en el gobierno, los niveles de vida, la longevidad o la mortalidad infantil, EUA está cerca del final de la lista de 40 naciones industriales.

Tome la mortalidad infantil. Un informe de nbcnews.com el 21 de marzo señaló que la tasa de muerte por cada 1.000 nacidos vivos en EUA disminuyó de 6,9 en 2005 a 5,8 en 2014 – una disminución del 15 por ciento, según el Centro Nacional de Estadísticas de Salud. Pero es una vergüenza nacional que la tasa en la capital de la nación, una ciudad en gran parte negra, es de 7,9. Compare eso con la tasa de Cuba de 4,3 en 2016. (Ministerio de Salud de Cuba, 1 de enero)

¿Por qué la diferencia? Cuba es un país socialista revolucionario que nacionalizó las grandes haciendas y negocios, muchos de propiedad EUA, a partir de 1960, para poder brindar atención médica universal y educación gratuita, luchando por erradicar todas las formas de racismo y chovinismo contra las mujeres y las personas LGBTT. Pone sus recursos donde está su política de principios, a pesar del bloqueo de Washington.

Mientras que sólo el socialismo revolucionario puede sentar las bases para acabar con todas las formas de opresión, incluyendo el odio a las mujeres, mucho puede ser y ha sido ganado bajo este sistema a través de la lucha. Cuando esta escritora investigó la brecha salarial en 1970, era de 59 centavos por dólar.

Pero es esencial recordar que nuestros reñidos logros pueden ser revertidos por reaccionarios como Trump y su banda de guerreristas y billonarios si no seguimos luchando. Ellos controlan el estado, por lo que la destrucción de éste tiene que ser nuestro objetivo final mientras luchamos por acabar con el sexismo, el racismo, los ataques contra LGBTT y todas las formas de explotación y opresión.

Sue Davis - Workers World - Mundo Obrero

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Comentaris

No existe ningún "El Patriarcado" en los paises capitalistas centrales
28 ago 2017
Buenas Aliss:


En primer lugar, una de las hipótesis sobre la causa de la brecha salarial - en el caso que sea cierta pues las discrepancias entre estudios van de afirmar que es del 35% a afirmar que es del 12% y esto resulta sospechoso-, es que simplemente el capital da por sentado que las mujeres que ocupan un empleo están renunciando a la reproducción biológica y no remunera la porción necesaria para ese rubro, aunque si lo haría en los hombres. Otra hipótesis es que no ingresan salarios menores que los varones por el mismo trabajo, sino por trabajos distintos. El problema es que los salarios en los trabajos en que se producen medios de producción son más altos normalmente que los salarios de los trabajos en que se producen medios de consumo, y en aquellos suele haber más hombres que mujeres. Con otras palabras, que para eliminar esa brecha salarial no basta igualar sexo-generos, es que habría que socializar los medios de producción.

Por otra parte, Sue define a "El patriarcado" así:

"el privilegio de los hombres sobre el derecho a controlar a la mujer como su propiedad privada ".

Bueno, claro, cada vez hay una definición distinta de "El Patriarcado", como es lógico y normal, pero, en todo caso, si existe el derecho al divorcio ¿dónde queda ese supuesto privilegio? ¿no se lo estará inventando Sue?:


"Recientemente Movember fundó un equipo para dirigir un Proyecto de Vídeo Participativo con padres separados con bajos ingresos que viven en Montreal Este. Muchos de estos hombres han luchado contra la depresión y las ideas suicidas tras su separación. Este equipo se reunió regularmente para producir un ilustrativo video sobre su lucha y resistencia. Y se terminó produciendo un contundente documental tras meses de duro trabajo".

"No podemos ignorar esta silenciosa crisis de salud mental masculina"
http://www.terceracultura.net/tc/?p=8586


En suma, el supuesto privilegio que definiría a "El Patriarcado" no es más que el poder de compra disponible, pero el poder de compra es intergénero, lo cual simplemente refuta esta base de la ideología generista.


Agur
Re: Misoginia de Trump, pilar del capitalismo
28 ago 2017
Ja, ja, ja, ja…, es siempre muy interesante leer cómo justifica al capitalismo neoliberal.

Sr “.”, el divorcio no se creó para las mujeres, sino para los matrimonios. Y eso significa que no es algo que se haya creado exclusivamente para la mujer. Los hombres también se divorcian. Y si echa la memoria atrás, recordará, si le da la gana, que antes, para divorciarse, había que presentar “motivos” ante el juez o la iglesia. Y precisamente la iglesia no es muy partidaria de ir divorciando a nadie, por aquello de “lo que una dios…”. Sin embargo, en el juzgado eso ahora es más fácil. Y curiosamente, usted que siempre anda tan preocupado por las “plusvalías”, en esta ocasión poco le importan. De la misma manera cuando hay hijos y/o hijas por medio la cuestión es patética. Solo ha faltado su comentario, como si los divorcios solo generaran traumas a los hombres padres. Las madres deben de tener la moral de fundición de acero, aunque no puedan trabajar en ellas.

Vaya con el cuento de los suicidios de los padres a otra parte que le presten un hombro para llorar. Hay más intentos de suicidio en mujeres que no en hombres, la diferencia es que más hombres que mujeres lo consuman, y de eso ya le expuse las razones, y ninguna tiene que ver que ganen más dinero que las mujeres por el mismo trabajo.

Usted, por inventar, que no quede. Tiempo atrás negaba esa brecha salarial entre hombres y mujeres. Ahora pone en duda la diferencia de las estadísticas. Todos los países no están en el mismo punto. La cuestión es que Sue dice muy claro, aunque usted lo ignore, que las mujeres cobran 20 centavos menos. Pero se refiere a las mujeres blancas, porque luego dice que las mujeres y los hombres negros, cobran menos aún. Supongo que el hecho de que un hombre negro cobre menos, es porque el capitalismo no le paga el trabajo reproductivo, pero es que cobra menos que una mujer blanca que, según usted, es porque no se le paga el trabajo reproductivo. ¿Entonces que es lo que no le están pagando a las personas negras?

Ya en otra ocasión salió con una teoría similar a esta. Usted tiene siempre una teoría para todas las ocasiones. Si no recuerdo mal, decía que los trabajos domésticos no remunerados a las mujeres, no era tal trabajo no remunerado porque el capital se lo pagaba al marido. Ja, ja, ja, ja… Y luego usted dice que el patriarcado no existe en los países centrales del capitalismo.

El divorcio es parte de esa lucha por la igualdad. Por eso lo pueden solicitar tanto el hombre como la mujer, porque antes de la existencia del divorcio…, ya sabemos lo que sucedía. Y eso era el privilegio que consideraba a la mujer como su propiedad. ¿Le suena de algo aquello de “la maté porque era mía”?

Que mala memoria tiene cuando le conviene.

El artículo habla de personajes puestos en cargos de responsabilidad por Trump, y que esos personajes tienen un pasado de resistencia a los derechos civiles.

Por ejemplo nombra a Eric Dreiband, con el que seguramente tiene coincidencias, pues dicen que “tiene vocación de ir contra las mujeres y los derechos LGBT”.

Pero además Sue dice más cosas que la brecha salarial en los USA. También habla de mortandad infantil, y habla de la vergüenza de esa tasa de mortandad en la población de la capital de la nación que es en gran parte negra. Supongo que en este lamentable hecho encontrará alguna invención más para justificar que las personas negras cobren menos.

También ignora la conclusión de Sue que dice que “la destrucción de éste (el estado) tiene que ser nuestro objetivo final mientras luchamos por acabar con el sexismo, el racismo, los ataques contra LGBTT y todas las formas de explotación y opresión”.

Y una aclaración, Sue, por lo que comenta, lleva analizando las estructuras de opresión desde hace tiempo. Habla de que en los años 70, ya hizo un estudio sobre la brecha salarial entre hombres y mujeres. Y dicho esto, no le extrañe su definición de patriarcado. Y, aunque a usted le parezca absurdo, el patriarcado se define de muchas maneras, y en cada época se ha manifestado de una forma u otra, pero siempre siendo una estructura de opresión junto al capitalismo. Y además ya le expliqué, cuando usted quería confundir diciendo que “ya no mandaban los patriarcas y que eso era de las sociedades rurales”. El patriarcado, como el capitalismo, mantiene sus estructuras adaptándose a los momentos. Esto que a usted, que es de ideas fijas y que necesita que las cosas sean de una sola manera, le puede costar entender, pero es así y es fácil de constatar mirando a los países occidentales democráticos, y otros países no occidentales.

Trump no es misógino porque sea el presidente de los USA. Mucho antes de ser nombrado presidente ya era misógino. Y es misógino y machista porque son manifestaciones de esas estructuras patriarcales y que están enraizados en los estados. Seguramente no le parecerá una contradicción que el capitalismo necesite tanto de las dictaduras como de las democracias. En ambas hay estructuras de poder, pero se manifiestan de maneras no iguales. Eso mismo sucede con el patriarcado, se manifiesta de maneras muy diferentes, dependiendo de los sistemas, las luchas y resistencias…

Y para concluir, Sue, otra mujer más, en otra parte del mundo alejada de otras tantas mujeres que, constatan que la lucha contra el capitalismo no se reduce a la lucha de clases. Parece que solo algunos hombres, no reconocen lo obvio.

PD.
Déjese de tonterías, quienes no pueden comprar, no están fuera del patriarcado.
Solapando reformistamente las categorías de capital y patriarcado
29 ago 2017

Buenas Aliss:

A ver el texto es una defensa descarada de la socialdemocracia USA de las últimas décadas. A usted quizás le ha engañado o tal vez finge habersela creido, pero al resto no va a ser fácil que nos la coloque. Para cuando Trump y sus canallas han entrado al control del gobierno, pero no del estado, no solo los EEUU sino también Europa ya habían destruido todo posibilidad de igualdad, empezando por ese entre un tercio y la mitad de la población que el capital socialdemócrata o neoliberal mantienen estructuralmente y para siempre en desempleo y subempleo, y esos 40 millones de personas reducidos a recibir bolsas de comida del estado. En semejante devastación no es que han abolido ya hace décadas el patriarcado en el cntro capitalista, es que en el proletariado interno han abolido hasta la pareja humana misma.

Sobre el divorcio arriba lo puse en relación con la ideología patriarcal, no con si beneficia a unos o a otras. El divorcio niega la monogamia monárquico-patriarcal, y por tanto es su superación. Si existe derecho al divorcio también para las mujeres, y derecho a la propiedad capitalista así como el derecho al trabajo también para las mujeres, no hay “El Patriarcado”, hay otra cosa. Y no se le analiza por las apariencias sino por las contradicciones principales más esenciales, y estas no están en la oposición sexo-géneros o el color de la piel o las edades o la orientación sexual y cualquier otro sociologismos que toque academizar para montar el mercado eletoral e institucional de la política de las identidades, está en las clases sociales.


La estratificación de rentas y salarios es en clases, no en sexo-géneros


Sobre la supuesta brecha salarial entre sexo-géneros, muy probablemente la masa salarial realmente consumida por las mujeres asalariadas o desempleadas con ayudas de salario indirecto, sea mayor que la de los hombres, y, es más, si indagamos en relación con la renta disponible y el conjunto de la propiedad de capital, muy probablemente veamos que ocurre lo mismo. Y es que las mujeres en edad de procrear, lo cual es una auto-reproducción, una producción para sí, que consume enormes masas de valor, se sostienen con la renta real disponible, esto significa que la aristocracia obrera, la pequeña burguesía y el funcionariado estable pueden liberar tiempo y fondo de consumo para reproducirse, pero eso tiene un costo que, trasladado al proletariado, es la causa principal por la que el capital no quiere que las mujeres proletarias ya urbanizadas tengan hijos, cuando ocurre que podrá importar a nuevas cohortes de obreras y obreras más baratos más adelante sin necesidad de complicarse las ganancias, y que, además, podrá disponer mientras tanto de numerosos brazos y cerebros ”liberados” fungiendo como oferta adicional de fuerza de trabajo. Y ahora releamos la descripción que hace la señorona Sue de “El Patriarcado”:

"el privilegio de los hombres sobre el derecho a controlar a la mujer como su propiedad privada".

Si se entiende esta progresión descriptiva de privilegio>> derecho a control>> propiedad privada, se comprende todo el cinismo socialdemócrata de Sue, que está describiendo en realidad el poder de compra típicamente burgués, pero ocurre que quien tiene poder de compra real no es un inventado “El Patriarcado” sino un este sireal, El Capital, cuyo privilegio de propiedad lo tienen hombres y mujeres, heterosexuales y homosexuales, de esta o aquella raza, de tal o cual edad, burgueses/as y de sus clases aliadas…

Y otra vez, lo crucial no es la diferencia salarial abstracta entre sexo-géneros, que tanto conviene al relato de la socialdemocracia y sus políticas de las identidades, sino el insuficiente fondo de consumo, incluyendo el de tiempo liberado, del que el proletariado dispone.

Agur
Re: Misoginia de Trump, pilar del capitalismo
30 ago 2017
Sr “.”, el divorcio no es contra el patriarcado, es un hipotético “avance” en la lucha por la igualdad, por eso el divorcio sirve tanto para hombres como para mujeres… No hay relación entre patriarcado y el divorcio. Usted confunde la lucha por la igualdad, con la lucha antipatriarcal, que va más allá de esa igualdad y eso el lo que también expresa Sue, luchar contra las desigualdades y las múltiples opresiones, pero la finalidad es acabar con el estado… ¿Y quienes están hoy detrás de esos estados y los sustentan? Pues los actuales patriarcas.

Las mujeres han trabajado siempre, por tanto el acceso al trabajo asalariado no explica esa supuesta desaparición de la estructura patriarcal, que no es casualidad que, por ejemplo, se manifieste en la división sexual del trabajo o en la brecha salarial.

El acceso a la propiedad de las mujeres, es una necesidad del capitalismo, pero también, igual que el acceso al trabajo de las mujeres, una conquista en esa lucha por las igualdades.

Sue no habla de apariencias, sino de situaciones muy concretas nada aparentes, sino reales. Parece que para usted la pobreza sea solo aparente.

¿De dónde se saca usted eso de salarios indirectos de las ayudas a desempleadas? ¿Ahora nos está usted cambiando la definición de salario para que encaje en sus teorías?

Además Sue habla de un privilegio de propiedad privada, que no tiene nada que ver con ese “poder de compra burgués”, que hasta por los esclavos y esclavas tenía que pagar.

Sue no habla de una diferencia salarial abstracta, sino que es muy concreta. Hombres blancos en los USA, versus mujeres blancas, hombres negros y mujeres negras en los USA. No es una diferencia exclusiva entre sexo-género, pues dice que por lo general los hombres negros cobran menos que las mujeres blancas, también nos habla de otras formas de discriminación/opresión.

A usted el patriarcado le da pánico porque si lo reconociera, tendría que aceptar que se encuentra en el lugar que dice despreciar.
La brecha salarial de "sexo-género" tiene todo el aspecto de ser otra burlachifla ideológica interclasista burguesa yanke más
30 ago 2017
Buenas Aliss:


¿De dónde sale esto de la "brecha salarial de sexo-género"? Creo que es otro invento impresionante de la burguesía yanke y sus mariachis sexistas e interclasistas del generismo. Pero antes tengo que aclarar, no se puede confundir población desposeida con "raza", no es simplemente racismo lo que la situación de esas poblaciones epxresa, esto de "las razas" es la primera gran mentira de la política socialdemócrata de las identidades que el reformismo yanke nos quiere colocar. Y que envuelve con estupideces como la de la brecha "de género" y de "razas", aliñadas con farsas como la de "El Patriarcado", con todo lo cual se está ocultando la desposesión de unas poblaciones proletarizadas, con raiz histórica DE CLASE, por otras poblaciones aburguesadas y de clase media, compuestas por hombres y mujeres cooperando en la expropiación, que robaron las tierras y cometieron limpieza étnica no hace cinco siglos sino en estos últimos dos siglos repartiendose las tierras esos y esas emigrantes europeos por fases. Y sin, desde luego "controlar la natalidad" durante generaciones y generaciones (lo que oculta el federicismo), poblaciones que luego tomaron las mejores posiciones en el apàrato productivo y, al parecer, las quieren conservar, entre otras cosas recomendando a las mujeres proletarias indoamericanas y afroamericanas "control de la natalidad" que, ahora si, no antes, dicen que es "pobreza" y "liberación".



EL DISCURSO INTERCLASISTA DE LA POLÍTICA SOCIALDEMÓCRATA DE LAS IDENTIDADES CONTIENEN ELEMENTOS QUE NO CUADRAN


No cuadra, esta política que estan lanzando desde las universidades yankes, y que usted continuamente nos refiere aquí como su principal portavoza, no es inocente, tiene todo el aspecto de ser otro montaje fascista malthusiano contra la oleada de crecimiento natural del proletariado indoamericano y afroamaericano sobre las poblaciones expropiadoras y de clase media que les expropiaron y desposeyeron y que ahora están en regresión por las condiciones subyacentes y presionan para que el proletariado inmigrado nuevo no se reproduzca, adornando ideológicamente esas presiones con "anti patriarcado".


Esta teoría "transversal" socialdemócrata que cada día nos cuenta Aliss, ahora en la versión de Sue, es, por otra parte, por lo antedicho, perfectamente funcional al fascista supremacismo blanco, pero además limpia la cara a las mujeres yankes de clase media, promotoras ahora del abortismo en las mujeres inmigradas, (ahora si, no en los dos siglos anteriores) quienes en realidad son las dueñas originarias de esas tierras. No, no cuadra, señora Aliss.



MEDIO SIGLO YA DE LEGITIMACIÓN DE LA RELACIÓN SALARIAL APESTA


En cuanto al giro pro legitimación salarial en la supuesta búsqueda de la "igualdad con los hombres", llevais 60 años con eso, y han muerto varias generaciones proletarias por docenas sino por centenares de millones de hombres y mujeres en el paro y el subempleo, mientras a la vez hacíais propaganda de este sistema salarial como algo deseable, y de la necesidad presuntamente liberadora de insertarse en ´él como el objetivo principal de la lucha, cuando ocurre que la sobrepoblación relativa existe porque la sociedad salarial capitalista necesita siempre población en posición de paro, miseria, y precariedad para existir y que se mantenga la explotación. YA ESTÄ BIEN, sois parte del problema, y unas legimadoras del capital de tomo y lomo.



EL TINGLADO DE LA DES-NATURALIZACIÓN DE LA DIVISIÓN DEL TRABAJO SEXO-REPRODUCTIVO


Pero hay más, la desnaturalización de la división sexo-reproductiva del trabajo, tampoco es inocente, pues oculta que el 20% que supuestamente cobra de menos una mujer blanca que un hombre blanco de clase media - en esa formación social estratificada en clases visibles por fenotipos -, es compartido luego entre esos sujetos de clase media, satisfecha, bienestante y cualificada, por hombres y mujeres que hacen comunidad, en la vida cotidiana y como fondo de consumo para la reproduccción. Pero es que, además, también oculta que hay un Salario Indirecto Oculto que el capital da a esa clase media, lo cual no es acertado olvidar, pero parece que hay obsesión con que no se conozca siquiera.



LA MUY PROBABLE BURLACHIFLA BURGUESA DE LA "BRECHA SALARIAL DE SEXO-GÉNERO"


Ah, pero toda esta crítica a la supuesta "brecha salarial entre sexo-géneros", mullida en la política interclasista socialdemócratas de la identidades, y aceitada con el espantajo de "El Patriarcado", esta hecha sin considerar todavía que en el proletariado las mujeres como tendencia general no están por coger trabajos en la producción de medios de producción y buscan trabajos en la producción de medios de consumo, cuando sabemos que en el trabajo de producción de medios de producción al ser la primera circulación inmediata del ciclo de la inversión general, tienen mayor monto los salarios que en la segunda circulación de la masa salarial, en la producción de medios de consumo. Sumado todo y puesto en conjunto esto de la "brecha salarial de sexo-género" tiene todo el aspecto de ser otra vez más otra burlachifla más del generismo pequeño burgués, aristocrático obrero y funcionarial yanke, interclasista, para ocultar la verdadera brecha existente, la que hay entre el proletariado mundial y la burguesía y sus aliados.


Agur
La brecha salarial de sexo-género es insostenible
30 ago 2017

Por supuesto que a las mujeres proletarias les roban a manos llenas, pero no por su sexo-género, como nos dice esta propagandista del interclasismo, sino por su clase social. La ideología imperialista lo que busca es que no comnprendamos lo que realmente sucede, y nos lanza a profesionales de la confusión del tipo de esta señorona socialdemocrata, e ideas fuerza que luego están vacias y que son mera propaganda desestructuradora de la conciencia crítica de la realidad, orientadas a ocultar la verdadera explotación que padecemos y cómo se hace.
Re: Misoginia de Trump, pilar del capitalismo
01 set 2017
Su teoría se derrumba de tan falsa que es, y no porque lo diga yo, sino porque queda demostrado en tantos casos como el de Raquel Saavedra, una mujer de 38 años nada sospechosa de “señorona socialdemócrata burguesa”, pues ha trabajado en ocupaciones tan poco “señoronas socialdemócratas burguesas” como en un bingo, o de camarera, vendedora de una famosa hamburgesería o “patinadora de una gran superficie”…

Con todo ese “currículo” de “señorona socialdemócrata burguesa” de la “aristocracia proletaria”, Raquel intentó entrar a trabajar de estibadora en el puerto de Algeciras, localidad de uno de los “países centrales del capitalismo”, un puerto de los de mayor tráfico y con la sexta parte de la plantilla de todos los trabajadores de la estiba del país que, según usted, no existe el patriarcado.

La respuesta de la Sociedad Anónima de Gestión de Estibadores Portuarios (Sagep), que controla la estiba de los muelles de carga del puerto de Algeciras, fue un NO, “porque no se aceptan mujeres”.

Tras el rechazo, desde las redes sociales convocó a las mujeres de todo el campo de Gibraltar a unirse contra dicho veto y creó la Plataforma Mujeres Estibadoras de Algeciras.

Esta situación la intentó instrumentalizar el gobierno de Rajoy en la negociación de la reforma del sistema de contratación y retribución de los estibadores, con el fin de desprestigiarlos.

“Hay mucha hipocresía”, decía Raquel, cuyo hermano es uno de los estibadores en lucha, “…el Gobierno, que nunca nos había tenido en cuenta, intentó utilizar nuestra lucha para desprestigiar a los estibadores…”, y dice haberse dado cuenta “de que, hagas lo que hagas, te van a criticar, sobre todo si eres mujer. Se critica a la que trabaja y a la que está encerrada en su casa. A la que tiene 10 hijos, a la que decide no tener ninguno. A la soltera, a la casada. A la gorda, a la flaca. Así que hay que hacer lo que una sienta para que, antes de morirte, puedas decir: me salió bien o me salió mal, pero hice lo que quería”.

¿Sabe usted porqué motivo ha sido noticia Raquel Saavedra en los medios?
La descomposición final del Salario Familiar fordista, y de la clase media.
02 set 2017
La descomposición final del Salario Familiar fordista, y de la clase media.
“Su teoría se derrumba de tan falsa que es, y no porque lo diga yo, sino porque queda demostrado en tantos casos como el de Raquel Saavedra, una mujer de 38 años nada sospechosa de “señorona socialdemócrata burguesa”, pues ha trabajado en ocupaciones tan poco “señoronas socialdemócratas burguesas” como en un bingo, o de camarera, vendedora de una famosa hamburgesería o ‘patinadora de una gran superficie’….”

Lamentablemente, todo esto no es tan bonito como usted y Saavedra nos lo están pintando.


Estiba y supuesta brecha salarial de sexo-género.


  • A/ Saavedra no está hablando de menor salario por el mismo trabajo por cuestión de sexo-género sino de la prohibición de trabajar al sexo-género femenino en una empresa semi-estatal en la que todavía se remunera en Salario Familiar,(2500-3000 euros) de tipo fordista, combinado a Salario Indirecto Oculto de tipo aristócrata obrero socialdemócrata, esto es, complementado con ayudas a vivienda, concesión de becas y prioridad en las ofertas de empleo público de los familiares, entre otras ventajas de red socio-política de fracción de clase;


  • B/ La estiba no es trabajo de producción de medios de producción (siderurgia, minería, metalurgia, bienes de equipo, construcción) sino de producción de medios de consumo, en este caso transporte de mercancías.


  • C/ En Cadiz la tasa de paro oficial era en 2014 del 42,3% y en este año 2017 del 30%, o sea la tasa de desempleo real será de 40-55%, y combinado con el subempleo probablemente llegara a una tasa de 75% de sobrepoblación relativa, lo que, además de ser angustioso, intensifica la competición por los empleos a toda banda.


  • D/ El salario familiar es, pues puede serlo, compartido, trabaje o no trabaje la mujer, mujer cuyo estatus familiar-matrimonial, en todo caso, le permitirá normalmente en esta época tener la opción de estar liberada del trabajo productivo o adquirir un empleo a media jornada cuando no instalar un pequeño negocio o incluso obtener un empleo con alta remuneración, es decir, que está posicionada a priori socialmente por encima del proletariado típico muy precarizado de las fases toyotista y robotizadora.



Pero ¿qué ocurre cuando escasea el empleo exteriormente para esas redes socio-políticas fordistas socialdemócratas de clase obrera de cuello azul?


El reparto del empleo con Salario Familiar, del paro y del subempleo


Puesto todo en conjunto lo que expresa este conflicto supuestamente identitario de sexogénero no es más que un periodo tardió de la recomposición toyotista del salario general, más precisamente la descomposición final del Salario Familiar fordista y la reestructuración de toda la estructura de reproducción social que le es aneja. La crítica, con razón, que se ha lanzado a esta portavoz es que hay que ser familiar o amigo de un estibador - como es su caso -, partido o sindicato socialdemócrata para obtener un empleo de estibadora. En suma, que hablamos de la aristocracia obrera. Pero ¿cómo ha podido mantenerse la socialización fordista hasta ahora con las mismas formas que hace 40 años, en la misma base social socialdemócrata y durante estas décadas de predominio socio-político de la socialdemocracia, a la sazón archicampeona de los derechos y la liberación de las mujeres?


Como he dicho, la estiba no es producción de medios de producción (construcción, minería, siderurgia, metalurgia, bienes de equipo, química, etc), es producción de medios de consumo, agrega valor en relación con el desplazamiento del objeto de consumo a la ubicación en que se va a consumir, realiza así la circulación y por tanto garantiza la realización del valor y de la plusvalía. Es clave pues para culminar la acumulación de capital y la reproducción general del sistema. Esto quiere decir que los altos salarios relativos en la estiba (y en otros sectores normalmente relacionados con o dependientes de las administraciones públicas socialdemócratas en el centro imperialista) no responden a la dinámica estructural del capital (hasta ahora) universalmente determinada por la ley del valor-trabajo sino a la política socialdemócrata particular en la lucha de clases que ha mantenido a la estiba y a otros ramos del sector del transporte relativamente protegidos del mercado mundial durante los dos anteriores modelos de acumulación, fordista y toyotista, no reduciendo el salario familiar, lo que ha permitido que se reproduzca la estructura familiar proletaria anterior hasta ahora.


La fidelidad política sistémica de la clase media


Como producción de medios de consumo, el transporte de mercancías y pasajeros rompe la tendencia estructural de mayores salarios relativos en el sector de producción de medios de producción que en el sector de producción de medios de consumo (manufacturas, hostelería, trabajo doméstico, gremios del menaje del hogar y servicios comerciales, etc), pero no de cualquier manera ni por caprichos socialdemócratas: El origen de estos altos salarios relativos es un pacto político adhoc por la necesidad del capital de garantizar que no salgan adelante las huelgas, sobre todo las generales, para proteger precisamente la circulación general de las mercancías, de manera que la burguesía suele poner allí a personal fiel políticamente, lo que implica una baja rotación relativa de los trabajadores.


Así pues, la permanencia del salario familiar fordista en los trabajadores de la estiba ha sido posible porque garantizan que se realice ya no masas de valor sino la plusvalía misma, hasta ahora, cuando realmente el capital puede prescindir – y pronto, además, se verá obligado a ello - de los altos costes de esa garantía, y ya puede comenzar a eludir crecientemente las presiones laborales hechas para que se mantengan esos altos salarios relativos. Es en este proceso en el que se mueve la estiba, el fin definitivo del Salario Familiar fordista de la aristocracia obrera, en un largo proceso histórico toyotista, en el estado de bienestar, y el creciente fin de la necesidad burguesa de la disposición de una clase media, de cuello blanco o mono azul, como cinturón defensivo de la burguesía imperialista ante el proletariado mundial.


Pero salta a la vista la mentira de la socialdemocracia, mientras propulsaba el empleo de las mujeres en las administraciones públicas y en la totalidad social, donde colocaba a las mujeres de la aristocracia obrera, previo paso por la universidad, los sindicatos y los partidos, los hombres copaban los empleos mejor remunerados restringiendo su acceso a los integrantes de su red socio-política. Ahora que ya esta maquinaria política no funciona, comienzan las luchas para el reparto del paro y del empleo, y se nos viene a contar el cuento de la política de las identidades socialdemócratas, un nuevo relato tan o más manipulador que el del estado de bienestar anterior.

Re: Misoginia de Trump, pilar del capitalismo
04 set 2017
Sr “.”, de nuevo se inventa cosas que nadie ha dicho, sólo para justificarse y ocultar la misoginia de su discurso detrás de tanta palabrería teórica de sus hipótesis inventadas.

De entrada, el texto sobre el que se habla, hablamos, no hace referencia exclusiva a la brecha salarial, sino a la misoginia como pilar del capitalismo, siendo esa brecha, nomás uno de los síntomas de esa misoginia patriarcal.

Sus inventadas teorías pretenden justificar esa brecha salarial, para negar la existencia de la misoginia, y del patriarcado. Sin patriarcado, la lucha antipatriarcal deja de tener sentido, t todos los esfuerzos en ese sentido, son vanos y perdidos.

Es por eso que su principal obsesión es negar lo primordial. Así todo lo demás que depende de ese origen, aparece como ridículo. Y esa estrategia le sirve para justificar todas las descalificaciones de las luchas feministas de todo tipo, tanto las revolucionarias, como las reformistas, las aspirantas al poder y las reaccionarias, aunque estas últimas, entran en sintonía con los discursos que usted apoya.

Ni Raquel ni yo pintamos nada “bonito”. Ella con sus palabras y yo con las mias, describimos y hablamos cada cual de un contexto en el que se dan todo tipo de opresiones. El ejemplo de Raquel no habla de “brecha salarial”, esa es otra de sus invenciones para justificarse a sí mismo. Si vuelve a leer mi comentario, hablo de que su teoría se derrumba, pero no me refiero a su teoría de no existencia de “brecha salarial”, como usted interesadamente, como siempre, interpreta para desviar la atención. Su teoría no se limita a la “no existencia de brecha salarial”, sino que va mucho más allá utilizando esa negación.

Por tanto, su primer punto “Estiba y supuesta brecha salarial de sexo-género”, es otra de sus invenciones que no vienen a cuento con el ejemplo de Raquel. Es sólo ruido. Y la cuestión es, ¿si ella no habla de eso, porqué usted sí responde en ese sentido?

Sue tampoco habla exclusivamente de la brecha salarial entre hombres y mujeres, y es ahí donde usted quiere llevarnos ahora porque es ahí donde considera que puede deslegitimar la vida de Raquel, la de Sue desde un ordenador, y desviar la atención hacia otro lado. Usted se recrea en la anécdota y con las anécdotas de sus datos y estadísticas. El apartado “D”, es solo mera especulación sobre la vida de los y las demás, sólo hay que leer y ver cómo se expresa, “…estar liberada del trabajo productivo…”, “…adquirir un empleo…”, “…obtener un empleo con alta remuneración…”, “…es decir, que está posicionada a priori socialmente por encima del proletariado típico …”. ¿Se refiere a la hija de su rey? Raquel, por lo que cuenta, no parece ninguna “liberada del trabajo”, tampoco está “adquiriendo un empleo”, sino solicitando un derecho, y la remuneración no será más alta que la de sus compañeros que hacen el mismo trabajo, y puede que para usted los estibadores no sean “proletariado típico”, pero entonces nos tendrá que informar qué es lo que considera “proletariado típico”, ¿tal vez sólo el que la precariedad no le permite llegar a fin de mes con un solo trabajo…? ¿Considera usted que los trabajos no deben de estar remunerados como para poder vivir cubriendo las necesidades…?

La estiba no es un trabajo exclusivamente de “medios de consumo”. Miente de nuevo, sino de transporte, traslado y movimiento de mercancías, como también dice. Y entre esas mercancías, usted prefiere olvidar que están también las que sirven para construir o suministrar a esas industrias de medios de producción. En la estiba también se mueve maquinaria pesada y piezas para esas maquinarias.

Por otra parte, el ejemplo de Raquel sirve para demostrarle que su teoría es falsa, puesto que no se trata de que los hombres elijan trabajar en medios de producción y las mujeres no, sino que hay trabajos en los que se veta a las mujeres, y entre esos trabajos están los de esos medios de producción que habla, pues le he explicado que como le ha sucedido a Raquel en la estiba, le sucede a tantas otras mujeres que quieren ser soldadoras, mineras, o trabajar en la construcción o en las industrias de fundición o metalúrgicas.

Es por eso que le decía que usted no es mujer para conocer y reconocer ese rechazo, ese veto, pues nunca lo ha vivido, y si lo ha visto, lo justifica con un “esa mujer no reunía condiciones”, “había hombres más preparados que ella” o con un “no interpreta bien los datos”.

Todo lo que usted niega su existencia, es porque es una parte muy íntima suya.. Sr “.”, usted sabrá mucho de “dialéctica marxista auténtica” y la manipulación estadística (las estadísticas nunca son objetivas, y aquí hago distinción entre estadística -rama matemática de tratamiento de datos- y estadísticas -instrumentos del “hombre de estado”, raíz de la que parte el origen de dicha palabra), es el recurso que utiliza para encubrirse (como “hombre de estado”), pero otras sabemos hablar de manera directa y clara, porque no tenemos que esconder nada, e intentamos reconocer nuestros errores cuando nos los muestran y demuestran. A diferencia de usted, si utilizo los datos estadísticos, no lo hago como “instrumento de poder”, pues sé que es una herramienta que esconde más que muestra, de ahí su “transversalidad” (aquí sí que reconozco “transversalidad”, no en otras partes como usted falsea). Sin embargo usted transforma esa herramienta de manipulación de datos, en “verdad” y “objetiva”.

Cuando usted dice “Pero ¿qué ocurre cuando escasea el empleo exteriormente para esas redes socio-políticas fordistas socialdemócratas de clase obrera de cuello azul?”, se está inventando otra historia, no habla de Raquel, ni de lo que le ha sucedido a Raquel, pues no se trata de una escasez de empleo, sino de “no es un trabajo para mujeres”, que es lo que usted niega y oculta con la afirmación de que “los hombres son los que trabajan en los medios de producción”. Con esa afirmación niega y oculta que sean terrenos vedados a las mujeres y que las que consiguen entrar a trabajar en esos espacios productivos exclusivos de hombres, es por su lucha y por sus capacidades de resistencia a las opresiones múltiples de las que serán objeto.

Cuando usted se refiere a “clase obrera de cuello azul”, está en sintonía con quienes consideran que hay trabajadores y trabajadoras “privilegiadas”, de ahí su recurso de calificar a sectores de trabajadores y trabajadoras de “aristocracia obrera” (http://barcelona.indymedia.org/newswire/display/514672), otra de sus habituales subclases, en este caso haciendo notar sus hipotéticos “privilegios” y coincidiendo con las estrategias de los discursos feministas autoritarios y hegemónicos.

Luego, cuando expresa, “Puesto todo en conjunto lo que expresa este conflicto supuestamente identitario de sexogénero…”, de nuevo manipula la situación, pues el texto del que se parte, no habla sólo de las diferencias salariales entre hombre y mujer, sino además en las diferencias sociales entre personas blancas y negras, cuestión en la que usted solo entra con tonterías tan falsas como la cuestión de las “razas”, en la que de nuevo saca a relucir aspectos que nadie sostiene, como si fueran parte de esos discursos. Nadie, salvo usted, menciona “razas puras”, pero sí racismo o discriminación racial. La pureza sólo está en su pensamiento, ese mismo que intenta sostenerse con el falaz cuento de no ser racista por “tener un amigo negro”.

En comentarios de otra noticia, ha quedado clara su posición de defensa de “los proletarios blancos”, cuando la clase trabajadora no se suele definir por la cuestión racial, aunque sí que hace denuncia del racismo y la discriminación contra trabajadores y trabajadoras que no son blancos y blancas, como en el caso del escrito de Sue que tanto le horroriza.

Más rastros de su atávico discurso, de completa fobia, se percibe cuando dice, “mientras propulsaba el empleo de las mujeres en las administraciones públicas y en la totalidad social, donde colocaba a las mujeres de la aristocracia obrera, previo paso por la universidad, los sindicatos y los partidos…”

Aquí reconoce la cuestión de la negación de la mayoría de las mujeres al acceso a la educación y a la formación académica de las universidades… Pero no solo en las universidades se producía esa exclusión, también las escuelas de formación industrial y de profesiones, estaban restringidas a hombres, de ahí que el trabajo se les ofreciera a ellos que estaban formados.

Otra de las cuestiones implícitas en sus palabras se intuye cuando hace referencia a las mujeres “de la aristocracia obrera” y continúa diciendo “previo paso por la universidad, los sindicatos y los partidos…”. Es decir, para usted, si alguna mujer se ha organizado política y socialmente en organizaciones de la llamada sociedad civil, automáticamente forma parte “de la aristocracia obrera”. Lo cual se puede interpretar que solo las que no se organizan, o las que se quedan en sus casas, son la auténtica “clase obrera” de las mujeres, al igual que usted es el “auténtico marxista”.

Y siguiendo con la misma frase, para usted el esfuerzo de padres y madres, para conseguir que sus hijos e hijas tengan una mayor formación y conocimiento académico, automáticamente convierte a esos hijos e hijas en “aristocracia obrera”. Y lo mismo dice de los trabajadores y trabajadoras que van a los centros de formación después de salir de su trabajo, en horarios matutinos, vespertinos o nocturnos.

Y nos deja claro que, aunque usted se haya formado en la “cátedra sobre marxismo”, usted no es parte de esa “aristocracia obrera”, sino del marxismo auténtico.

Sus prejuicios le desbordan por todas partes, y también es evidente sobre qué cuestiones hacen una mayor insistencia.

Sus alertas sobre la robotización y las tormentas neoliberales que se acercan, no son sinceras, sino simples velos para ganarse la confianza y relajar el sentido crítico de quien le lee, si hay alguien más que le lea.

Usted, sin ser mujer, sabe todo lo que nos conviene a las mujeres y todas, aunque digamos cosas muy dispares y en ocasiones confrontadas, estamos “equivocadas”, “desnortadas”, “no interpretamos bien los datos”. Y no seré yo quien salga en defensa de cualquier cuestión que me parezca una barbaridad, la diga quien la diga, pero lo suyo supera con creces la cantidad de barbaridades que con nuestros errores podemos decir las mujeres. Como ya le dije en una ocasión, lo que más le interesa, no es debatir, sino basurearnos.
Sindicato Sindicat