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Retraso del embarazo: La congelación de óvulos por razones sociales.
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per Aliss |
07 ago 2017
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Aquí les dejo el texto de Juan Gervás y Mercedes Pérez-Fernández, ambos médicos, extraído del libro “El encarnizamiento médico con las mujeres, sobre el retraso del embarazo en las sociedades occidentales capitalistas. Este es un texto informativo de salud, no un análisis ideológico-político, que se centra en la generalidad y no en la particularidad. |
Después de un caso clínico, se expone la siguiente pregunta.
PREGUNTA:
¿La congelación de óvulos y de fragmentos ováricos por causas sociales, para poder diferir el embarazo, es una técnica que plantea problemas?
RESPUESTA:
Sí, plantea problemas éticos, prácticos y sociales
COMENTARIO
Introducción
Los ovarios tienen algo menos de un millón de óvulos al nacer, la dotación completa y final de la mujer. Los óvulos van muriendo y perdiendo potencia y vitalidad con el paso de los años, de forma que muchos sufren atresia(1). Así, al llegar la pubertad apenas queda medio millón de óvulos, que van madurando mes a mes, en grupos de 20 ó 30 (sólo uno suele llegar al final y pasa la trompa de Falopio, donde puede ser fertilizado por un espermatozoide).
Los defectos genéticos del feto son más frecuentes según aumenta la edad de la madre. Por ejemplo, el síndrome de Down: a los 18 años tiene una frecuencia de 1 por cada 1555 nacidos vivos; a los treinta y cinco años, la frecuencia sube a 1 por cada 250; a los cuarenta y cinco años la frecuencia es de 1 de cada 30; y a los 48, de 1 de cada 10.
La fertilidad decae con el paso de los años, por el propio proceso vital y por los contaminantes industriales y alimentarios. La fertilidad es máxima alrededor de los veinte años, con una tasa de entorno al 86%, es decir, si se busca el embarazo, en cada ciclo se quedarán embarazadas unas 86 de 100 mujeres sanas y fértiles que lo intenten correctamente. A los cuarenta y cinco años se quedarán embarazadas menos de cinco mujeres. Finalmente la fertilidad desaparece con el climaterio, pues los ciclos suelen ser sin ovulación, aunque persistan las reglas hasta la menopausia.
En el varón, los espermatozoides se producen de continuo en los testículos y la fertilidad puede durar hasta la muerte, si no hay enfermedad que la afecte. Eso sí: disminuye la vitalidad y potencia de los espermatozoides, y también aumentan los defectos genéticos.
EXPECTATIVA BIOLÓGICA DE FERTILIDAD EN CONTRA DE LA MUJER
A principios del S XX la expectativa de vida era de cuarenta años, de forma que la expectativa biológica de fertilidad era similar para ambos sexos. En la actualidad, la expectativa de vida es de más de ochenta años, lo que otorga una mayor expectativa biológica de fertilidad al varón.
La expectativa de vida ha cambiado gracias al desarrollo socioeconómico, las mejoras en el suministro y en la depuración del agua, la educación, la redistribución de la riqueza y la mejor alimentación. También cuentan el establecimiento de un sistema sanitario público de cobertura universal y las mejoras científicas y técnicas médicas, como vacunas, antibióticos, anestesia, asepsia, material quirúrgico y prótesis, medicamentos, etcétera.
El conjunto de los cambios ha facilitado la incorporación de la mujer al mundo laboral, pues además la prole disminuye o desaparece. Ya no se precisa de una alta natalidad para compensar una alta mortalidad infanto-juvenil, y la píldora y otros métodos anticonceptivos han desligado la actividad sexual de la reproducción.
Una sociedad machista, como la española, no tiene en cuenta las necesidades de la mujer. De ahí la dificultad para el logro personal y profesional en el trabajo; de ahí, también, la pérdidade libertad para elegir si formar una familia y, en su caso, cuándo y con cuánta prole. Ni los años de formación ni los de la vida laboral están pensados para que sean compatibles con la maternidad. El varón puede esperar a los cincuenta años sin ningún problema, pero para la mujer esa edad es el límite insuperable (o superable con medidas heroicas).
SE PUEDEN CONGELAR ÓVULOS, PERO NO VIDAS
La presión durante los estudios y en el trabajo, entre otras causas, ha ido retrasando la edad del primer embarazo y disminuyendo el tamaño de la familia, de forma que, en la actualidad, sólo los ricos se pueden permitir tener muchos hijos siendo jóvenes y llegar a ser abuelos también jóvenes.
El control de natalidad le da a la mujer la posibilidad de ponderar si vale la pena tener hijos y, si elige la maternidad, el control de la natalidad le permite retrasarla desde la juventud a la madurez. Pero a costa de mayores complicaciones para ella misma durante el embarazo, parto y puerperio, y de mayores problemas de fertilidad, pues los óvulos van perdiendo potencia y vitalidad con el paso de los años.
La infertilidad temporal voluntaria con el control de natalidad tiene un alto coste biológico, sobre todo a partir de los treinta años. ¿Por qué no obtener óvulos, o fragmentos de ovario, en plena juventud y congelarlos hasta que se precisen en la madurez? (2)
Es una especie de medida preventiva(3) para conseguir una mejor salud del embrión, una medida que compra tiempo y permite un respiro, pues de facto detiene el reloj de la regresión y la atresia, ya que los óvulos congelados permanencen tal cual fueron extraídos durante muchos años. Lamentablemente, sólo permanecen igual los óvulos o los fragmentos de ovario, pues el tiempo pasa para la propia mujer, de forma que si se queda embarazada son esperables más complicaciones, también en el parto y en el puerperio.
NADA ES TAN SENCILLO COMO NOS LO PRESENTAN
El procedimiento de obtención de los óvulos es agresivo: hay que forzar la ovulación con distintas hormonas y medicamentos y acceder al ovario para tomas los óvulos. Cuando antes se obtengan los óvulos, más potencia y vitalidad tendrán, de modo que es aconsejable que la congelación se realice antes de los treinta y cinco años (y mejor antes de los treinta, si puede ser). Por supuesto, hay que mantener los óvulos congelados, y eso tiene un coste. Además, naturalmente, en su día habrá que fertilizar los óvulos y tienen que implantarse en el útero, lo que también es agresivo y no siempre se logra. La fertilización in vitro tiene éxito en el 40% de las mujeres menores de treinta y cinco años, y en el 15% en los cuarenta(4). Por último, si al final se decide no terminar el proceso, hay que decidir qué hacer con los óvulos: donarlos para fertilización o para investigación o, por el contrario, eliminarlos.
No hace falta señalar que todo el proceso es un negocio, y que se paga con mucho dinero.
Además, si la edad de la embarazada es elevada, por ejemplo de cincuenta años, habrá que prever la disminución de los ingresos económicos por la jubilación y la mayor probabilidad de muerte de la madre o de la pareja antes de la plena independencia del hijo, por mucho que la media de expectativa de vida sea de más de ochenta años.
Los resultados son buenos respecto a la prole. No parece que haya ninguna diferencia con el proceso natural al comparar los bebés, aunque no todos los estudios coinciden, pues algunos sugieren más defectos. Además, hay estudios que asocian los procesos de fertilización a algunos cánceres a largo plazo en los niños, como leucemia y neuroblastoma.
En otra alternativa, se pueden implantar los fragmentos de ovario tras la menopausia, para lograr su reactivación y una suerte de rejuvenecimiento, cuyos efectos en la salud aún no se conocen bien.
De lo expuesto se deducen los múltiples problemas éticos, prácticos y sociales que conlleva la congelación de óvulos o de fragmentos ováricos por razones no médicas, que son muy distintos de cuando se congelan óvulos o fragmentos de ovario en mujeres fértiles con tratamientos que destruyen los ovarios (quimio y radioterapia en algunos cánceres y otros problemas de salud). En el primer caso se trata de mujeres sanas; en el segundo, de mujeres enfermas.
CONCLUSIONES
Si se populariza la congelación de óvulos en las mujeres sanas será una especie de triunfo del modelo varonil, del abandono de toda esperanza de maternidad juvenil. Si se impone y se vuelve normal y banal, y si las empresas lo promocionan (como Facebook y Apple)(5), terminará siendo mal visto no sacrificarse por el trabajo y convirtiéndose en un freno a la libertad para llevar una vida plena según el modelo que cada mujer elija.
De hecho, ya se está convirtiendo en normal la congelación de óvulos, como demostraron en 2014 los resultados de una encuesta en Suecia, pues lo considerarán una opción futura el 9% de las estudiantes universitarias.
Se fuerza una solución individual para un problema social, y el cuerpo de la mujer se somete a técnicas agresivas para cumplir con un modelo que tiene sesgo de género. Si no existe información apropiada, se trata de una situación de violencia obstétrica médica.
Se precisa mucha información para que la congelación de óvulos y de fragmentos de ovario no se convierta en una imposición comercial que disminuya la autonomía reproductiva. Además, sólo las mujeres de clase alta se podrán plantear esta solución de congelación de óvulos por causas sociales, mientras no esté entre los servicios que cubre el sistema público, Y habrá mujeres que tendrán problemas específicos, por la homofobia y otros sesgos, como las mujeres con opciones sexuales fuera del modelo heterosexual de pareja.
SÍNTESIS
En síntesis: la congelación de óvulos y fragmentos ováricos por causas sociales plantea graves cuestiones éticas, sociales y prácticas que obligan a reflexionar si se quiere evitar su normalización y trivialización; pues de lo contrario es encarnizamiento médico con las mujeres.
¿QUÉ HACER?
Trabajar para que la legislación, la sociedad y los mundos científico y laboral hagan posible la maternidad como u derecho de toda mujer que lo desee, a la edad y con la prole que prefiera, sin que le suponga pérdidas en el ámbito académico, personal y profesional. Rechazar las soluciones fáciles y ponderar los problemas éticos, prácticos y sociales de ofertas como la congelación de óvulos y de fragmentos ováricos, Sumarse a los grupos feministas que debaten estas cuestiones. En caso de tener pareja estable, considerar con ella los inconvenientes y ventajas. Difundir conocimiento de forma que se forme un estado de opinión que vaya más allá de la razón instrumental.
PARA TERMINAR
El texto concluye mencionando al sociólogo y economista danés Gosta Esping-Anderson que habla de los tres agujeros negros en la sociedad capitalista del bienestar, en el actual modelo social europeo:
a) La creciente incapacidad femenina para ejercer el derecho a formar una familia
b) El aumento de la desigualdad de oportunidades educativas entre los jóvenes
c) Y el incremento de la incapacidad social para garantizar una vejez digna.
Expone que el estado del bienestar está estructurado en torno a un modelo anticuado, en referencia al modelo familiar que depende de los ingresos del hombre que trabaja desde joven y se jubila poco antes de morirse.
En la actualidad, continua diciendo, se empieza a trabajar más tarde y la jubilación se produce mucho antes de fallecer. “Además, la mujer tiene enormes dificultades para conciliar trabajo y familia”.
Gosta Esping-Anderson propone tres medidas para mejorar la situación:
1) Sistema universal y gratuito de guarderías que ayude a la mujer a trabajar
2) Que las personas de clase alta, con más educación, ingresos y expectativas de vida, se jubilen más tarde
3) Pensiones que se nutran tanto de cotizaciones como de impuestos generales.
Los autores del texto dicen que “Esping-Anderson puede estar equivocado, pero vale la pena conocer sus planteamientos”.
NOTAS
(1) El varón produce millones de espermatozoides continuamente hasta la ancianidad. En la mujer el proceso es muy distinto, pues en los ovarios se forman cerca de un millón de óvulos, todos al mismo tiempo, cuando la mujer está todavía en el útero materno.
Los óvulos van madurando tras la primera menstruación, durante el proceso periódico que se denomina ovulación, en un total de unos 450 ciclos a lo largo de toda la vida. Es decir, en las últimas ovulaciones de la mujer los óvulos que maduran han permanecido en torno a cincuenta años en un estado aletargado.
La complejidad de la formación de óvulos y espermatozoides, y de la fecundación. conlleva que muchos cigotos tengan defectos en los cromosomas y den lugar a abortos espontáneos o a problemas genéticos en el humano.
(2) En este texto no se consideran las donaciones de óvulos, cuestión aparte y muy importante, sobre todo porque la crisis económica ha provocado un incremento de las donaciones, debido a la compensación económica que se ofrece (unos mil euros). En Españ la regulación y el control son escasos y, por ello, tiene lugar una intensa actividad comercial en este sentido, con cientos de miles de óvulos y embriones congelados que se implantan a mujeres españolas y extranjeras (turismo sanitario o cross.border reproductive care en su expresión en inglés).
(3) Salvando las diferencias, en cierta forma es similar a la autotransfusión de sangre, en la que el donante es el propio receptor del que se extrae sangre para utilizarla en una posterior intervención quirúrgica en la que se prevé la necesidad de transfusión.
(4) En lo que respecta a la donación de óvulos para la fertilización in vitro, se ha demostrado un mayor éxito con los óvulos frescos (obtenidos en el momento) que con los óvulos congelados.
(5) También se ha convertido en un regalo preciado de los abuelos a las nietas, centradas en estudios y trabajos que les impiden ahorrar y pensar en tener hijos, máxime con las dificultades habituales para encontrar una pareja y formar una familia. |
This work is in the public domain |
Comentaris
Re: Retraso del embarazo: La congelación de óvulos por razones sociales.
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per 1er comentario |
08 ago 2017
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Espring-Anderson simplemente criticó "fallos" del sistema, pero nunca critica en total el sistema o questiona la autoridad. Al contrario hace propuestas concretas como "mejorar" por ejemplo la explotación de mujeres con niñxs pequeñxs!
No me sorprenderia si el tio tendria unxs cuantxs enemigxs anticapitalistas.
Todo esto me acuerdo mucho al proyecto "Lebensbaum" de Hitler en el 3er reich..., totalmente enfermo!!!
La socialdemocracia también se puede considerar como enfermedad mental moderna causada por permanente manipulación del ser humano mediante medios de "comunicación" que dan consejos como hay que comportarse (civilizadxs y sumisxs). Si no eres consciente de ésto pues te tienen muy facil en el saco! Un poco de ese opio cada dia ya no sientes nada. |
Re: Retraso del embarazo: La congelación de óvulos por razones sociales.
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per Aliss |
08 ago 2017
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Comparto con usted que se trata de una posición reformista.
De todas maneras los Lebensborn no son lo mismo que plantea Espring-Anderson, aunque en ambos haya guarderías. La propuesta nazi era un ambicioso proyecto eugenésico, supuestamente para mejorar la raza e infundar valores arios y de orden.
El de Espring-Anderson parere un intento de "humanizar" la explotación. Lo que sucede con este tipo de cuestiones, es que frente a tanto racionalismo llevado a su máxima expresión, efectivamente puede desembocar en un proyecto parecido al de los Lebenborn o peor.
Gracias por el comentario. Muy incisivo. |
La determinación estructural de la determinación coyuntural.
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per . |
08 ago 2017
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Buenas Aliss:
Aliss, usted en su presentación del análisis sostiene que este es “ un texto informativo de salud, no un análisis ideológico-político ”. Solo ocurre que Juan Gervás y Mercedes Pérez-Fernández mantienen que la congelación de los óvulos se realiza “por causas sociales” en su síntesis final. Pero el problema es que esta práctica no surge meramente por causas sociales coyunturales sino, más bien, por causas sociales estructurales.
A medida que crece la composición orgánica y técnica media del capital, se reduce la ganancia media. Las inversiones son menos rentables, y para compensar la caída de la tasa de ganancia, el capital tiende a elevar la cuota de explotación y a buscar una expansión de las relaciones salariales para reequilibrarse con una mayor masa de ganancia disponible para la clase capitalista y su bloque social de apoyo. El problema es que el aumento de esa cuota de explotación implica la reducción del salario proletario, esto es lo que determina la caída de la natalidad. Es decir, al contrario de lo que Gervás y Perez-Fernandez sostienen, las mujeres no controlan la natalidad, lo que controlan es su fertilidad, pero esto no es lo mismo: simplemente son el capitalista de su propia progenie. Y demasiadas su propio muy duro y despiadado capitalista.
Si fuera como sostienen en su análisis político Gervás y Pérez-Fernández, no habría la crisis de subreproducción biológica endémica en las regiones capitalistas centrales, o imperialistas, en las que el proletariado endógeno o importado, simplemente no se puede reproducir en las condiciones de elevados costos de vivienda, alimentación, reproducción biológica y social, alta cuota de explotación, y ausencia de inversiones infraestructurales para un sistema de protección de la maternidad y la reproducción social. La única salida es la importación de fuerza de trabajo de otros continentes, no meramente congelar óvulos e implementar un encarnizamiento médico. Hablamos pues con rigor de saqueo del capital demográfico, de los países de la periferia, sin cuya realización ya hace dos décadas hubiera se hubiera llegado a un estallido general del sistema en los EEUU y Europa Occidental, y que Japón solo ha podido bandear organizando una movilización general dictatorial de la fuerza de trabajo que está llegando al límite de sus posibilidades históricas.
Cuando hablamos de causas estructurales, tenemos que ser conscientes de que solo se las puede superar en grandes estallidos históricos de esas estructuras con inercias masivas prolongadas de enorme envergadura. Esto significa que la erosión demográfica va a continuar, que la crisis demográfica se va a transformar en una crisis de despoblación, que la natalidad, dado que depende del ritmo de las inversiones, y no la libre decisión de las mujeres, va a seguir por debajo de la tasa de reposición. La manera en que el capital va a combatir esto es la robotización y un creciente sistema de selección de la fuerza de trabajo importada, porque las formaciones económico-sociales de los países imperialistas no tienen el dinamismo histórico interno para asimilar grandes oleadas de obreros y obreras de la pefieria demandando empleo, pero, a la vez, tampoco la capacidad interna para reponer la natalidad endógena. A usted hoy por hoy le importa un pito la maternidad en general y la maternidad proletaria en particular, pero inexorablemente, si este análisis es correcto, va a seguir emergiendo a la consciencia general el problema de la quiebra de la reproducción biológica, de la subsunción real de la reproducción biológica del proletariado por el capital, de su consecuencia de una brutal tendencia a la artificialización de la reproducción humana, y de la existencia de crecientes masas proletarias que pierden su capacidad de autorreproducción aquí y en todo el mundo, a medida que la composición orgánica mundial media del capital sigue creciendo.
Cuando Monica Oriol restalla el látigo de la exigencia de renuncia a la maternidad de las mujeres proletarias pero también de la clase media, en calidad de representante del empresariado del estado, lo que está expresando es una contradicción nuclear capitalista en estas condiciones de la acumulación entre la Esfera de la Producción y la Esfera de la Reproducción. Pero o es una contradicción cualquiera, es una contradicción que es estructural, que está determinada por leyes sociales objetivas en la sociedad capitalista de clases, por la ley del valor-trabajo, en esta fase muy avanzada del desarrollo de su acumulación de capital, llegando a sus límites históricos. Y que ahora estalla en pequeñas pero pavorosas crisis coyunturales, como esta de la congelación de ovulos, hasta necesariamente llegar, en determinado punto, a un estallido general. La política de las identidades, en este marco histórico de las contradicciones estructurales reales, no es otra cosa que la forma principal que toma la contradicción principal, que es la que más conviene al capital, al tener la fuerza política para imponer su ideología. Hoy, ahora, es el generismo, pero en determinado momento la forma y el contenido de la crisis general tenderán forzosamente a coincidir en su sentido y causa real. La contradicción entre el desarrollo de las fuerzas productivas, altamente socializadas, y las relaciones sociales de producción, reguladas por la propiedad capitalista.
Agur |
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