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Trabajo social desde la perspectiva anarquista/libertaria
26 jul 2017
En no pocas ocasiones, cuando los y las anarquistas se plantean qué hacer frente a esta sociedad, muchos y muchas ven en el trabajo social una de las posibles alternativas. Aquí dejo unas reflexiones en la ponencia que se presentó para el tercer foro sobre reflexiones anarquistas, en la universidad autónoma de la Ciudad de México (UACM) los días 11 y 12 de Mayo del 2017 en Cuautepec, a cargo del grupo Trabajo Social Libertario – México
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¿Por qué hablar de un trabajo social anarquista/libertario?

El trabajador/trabajadora social, como uno de tantas profesiones es parte de la estructura social, su qué hacer también, además de que dentro del imaginario colectivo el trabajador social se ve inmerso dentro de la lógica institucional, ya sea dentro de las escuelas, hospitales o cárceles y contrastar las perspectivas hegemónicas con el anarquismo hace cuestionar el fin teleológico del trabajador/trabajadora social, que si bien, aun que carga con un estigma de ser parte de las instituciones tomando posturas un tanto reaccionarias y pareciera que el anarquismo no cabria dentro de su que hacer cotidiano, es sin embargo, un campo de acción (pero mas específicamente de acción directa) de hacer un trabajo social a partir de una perspectiva no hegemónica y mucho menos que reivindique al Estado.

Para los trabajadores/trabajadoras sociales tradicionales y menor medida los trabajadores/ trabajadoras sociales críticos, (por críticos entendemos aquellos que se cobijan bajo la teoría marxista y de postura socio critica para tomar posición ética con que hacer laboral) es impensable hacer trabajo social desde la perspectiva anarquista/libertaria. Pues la misma génesis del trabajo social es el Estado (esto se profundiza en el punto numero 1) puesto que los recursos vienen y se gestionan a partir de las instituciones del Estado. Lo importante para esta ponencia no es en si la perspectiva del Estado vista a través de los ojos de la trabajadora/trabajador social , en realidad seria la perspectiva del mismo trabajador/trabajadora social y por ende su posición ética, ¿Cómo mira a la sociedad?, ¿cómo observa los problemas?, ¿cómo se posiciona ante ellos? y por ende ¿cómo acciona para resolverlos? y la postura ideológica muchas veces condiciona el accionar, puede que muchos trabajadores/trabajadoras sociales toman posturas hegemónicas o en caso contrario, hasta cierto punto revolucionarias, ( generalmente marxistas y sus derivados).

Pero siempre satanizando el anarquismo, porque el anarquismo niega toda forma de dominación, toda coerción institucional, por ende, toma postura por el pueblo la organización desde abajo y sin intermediarios.

Lamentablemente el trabajador/trabajadora social sigue siendo un intermediario del Estado por mas rojo que se pinte.

Para finalizar esta introducción, hay que decir que no existe un trabajo social o trabajos sociales si se quiere decir de manera mas plural que tomen la postura anarquista/libertaria, aun que no esto no quiere decir que no existan construcciones de este trabajo social y en Colombia , Chile y entre otros países de América latina se realizan acciones afines al anarquismo y son trabajadores/trabajadoras sociales de formación. Por lo que podemos rescatar que este tipo de trabajo social bajo la perspectiva anarquista es posible.

Es importante destacar esto pues para la realización de esta ponencia rescato estos 3 puntos

1. Definición del trabajo social y recuento histórico.

Para comenzar habría que definir qué es el trabajo social, no solo de la profesión en si, de la historia de la profesión y obviamente de la poca relevancia que tiene esta profesión, sino también de las personas que hacen uso de los servicios del trabajador y de la trabajadora social.

Trabajo social en palabras de la autora Nelia Tello Peón es: “trabajo social es una disciplina de las ciencias sociales que tiene por objeto de estudio la intervención social con sujetos concretos –individuales o colectivos- que tienen un problema o una carencia social en un momento determinado” (Peon n.d., 3) en muchos casos la percepción de disciplina contrasta con otras que la toman como ciencia, y en otras posturas lo definen como: “El Trabajo Social es una filosofía de la acción y un arte científico que, mediante ejercicios colectivos e innovadores de organización y participación social, impulsa procesos de investigación, diagnóstico, planeación, gestión, desarrollo, administración, evaluación, sistematización y comunicación de políticas, modelos, planes, programas, proyectos, estrategias e iniciativas de acción colectiva, indispensables para transformar positivamente la forma y el fondo de las necesidades y problema sociales sentidos y priorizados por la población.” (Evangelista n.d., 8) y al no tener una definición consensuada, provoca que muchas ocasiones se tergiverse la acción del trabajador/trabajadora social.

En cuanto a la historia del trabajo social es un poco más sencillo ya que su génesis nace a partir de la primera ley de pobres que nació en el año 1601 por parte de la reina Isabel primera Tudor, como un antecedente directo del mismo ya que esta ley tenia como objetivo disminuir la condiciones de vida de las personas desposeídas (vagabundos, personas que vivían en la periferia entre otros/otras mas que vivían en condiciones que no se asemejaban a las de la aristocracia inglesa de la época ) después de la revolución industrial y a causa de las contradicciones del modelo económico capitalista a finales del siglo XIX, se organizan diversas sociedades de caridad que toman como punto de acción el servicio social. No es hasta el siglo XX donde se le da perspectiva científica a través del positivismo de la mano de Mary Richmond y otros autores de esta profesión (tomando en cuenta que en muchos países se desarrolla de manera paralela pero sin tomar tanto en cuenta) y cambia su nombre a trabajo social. Pasando de la asistencia social, el servicio social y finalmente el trabajo social.

Otro periodo histórico importante es el llamado re conceptualización, que nace en la década de los 60s en gran parte en países de América Latina principalmente Uruguay, Brasil y Chile. Que veían en el qué hacer del trabajador/trabajadora social una forma de reproducir la explotación a partir de la división del trabajo y una de las principales autoras que defiende la postura del trabajo social re conceptualizado es Marilda Iamamoto que escribe sobre esto en su libro trabajo social y división del trabajo; esto cambia la perspectiva del que hacer del trabajador social (este tema se profundiza en el punto 2 ) y finalmente el periodo en el que estamos ahora los que tenemos como profesión el trabajo social, el trabajo social contemporáneo (también llamado posmodernista) que nace en la década de los 80´s en el momento crucial de la creación del neoliberalismo y las supuestas revoluciones comunistas con la caída del muro de Berlín.

2. Perspectivas del trabajo social trabajo social

Para comenzar, hay que recalcar que existen 3 posturas del trabajo social que son las delimitan el que hacer del trabajador/trabajadora social.

Estas son: el trabajo social tradicional, el trabajo social re conceptualizado y el trabajo social contemporáneo y en este punto se intenta desglosar un poco cada postura y sus visiones tanto epistemológicas como de acción y una pequeña crítica hacia cada una desde una perspectiva anarquista/libertaria.

En primer lugar tenemos la perspectiva tradicional que rescata las percepciones científicas de las ciencias sociales y antropológicas, pero desde una visión funcionalista, y una de las principales representantes de esta postura es Mary Richmond, a la cual se la otorga el título de la precursora del trabajo social de caso, esta postura toma partido por las instituciones y toma al sujeto/sujeta de atención como el sujeto/sujeta y por ende debe atenderse para que se acople a las políticas del Estado y por ende a las instituciones es por eso que el hacer cotidiano del trabajador/trabajadora principalmente se centra en las instituciones, las cuales son quienes resuelven las problemáticas del sujetx de intervención a través de mecanismos un tanto burocráticos, de internamiento de ser necesario y punitivas.

Percibe los problemas sociales a partir de patologías y anomias sociales de una visión durkheimniana, y por ende acciona a partir de cuestiones asistencialistas y paliativas hacia los sujetos/sujetas de acción por lo que no pretende de alguna manera cuestionar la estructura social y institucional (por ende económica, cultural, etc.) si no que toma partido hacia estas y no percibe ninguna acción fuera, ni contra la sociedad, ni los organismos estatales. Tomando en cuenta que esta posición es la que nace a partir del Estado, que veía que el sistema capitalista generaba crisis en la sociedad, aun cuando había una máxima de no intervenir en los procesos del libre mercado, el Estado mismo crea una manera de reducir los mismos efectos negativos de este. Con respecto al trabajadora/trabajador social, prácticamente funciona como un vínculo entre el Estado y la sociedad civil (que percibe a los sujetos/sujetas de acción como incapaces de resolver su propia problemática. Por lo que su posición ética es del salvador/salvadora que va rescatar a la persona de sus males y que por medio de la institución oficial resolverá sus males.

La segunda postura: es el trabajo social re conceptualizado, toma como posición la teoría marxista, principalmente los escritos de los autores de la escuela de Frankfurt.(Fromm, Habermas, Adorno, Hornkheimer, Altusser, Marcuse entre otros más) y el pensamiento de Antonio Gramsci (con el concepto de hegemonía ) El cual plantea que el sistema económico social no es tomado en cuenta como factor que propicia la desigualdad debido a las contradicciones inherentes al sistema capitalista y cuestiona la acción paliativa del trabajador/trabajadora social tradicional. El trabajo social re conceptualizado, hace una critica al tradicional puesto que el trabajador social funge como un catalizador que cohesiona al sistema y la sociedad manteniendo la estructura base capitalista de esta. Además, algunos autores como Marilda Lamamoto dice lo siguiente con respecto a la profesión del trabajo social (conocido en Brasil como servicio social) ”El asistente social ejerce una acción eminentemente educadora, organizativa en las clases trabajadoras y su objetivo es transformar la manera de ver, de actuar, de comportarse y de sentir de los individuos en su inserción en la sociedad”. (Iamamoto 1997, 143) es decir el trabajador/trabajadora social, dentro de una de tanta de sus funciones es quien a partir de la visión de Iamamoto; uno/una de los que lleva la ideología imperante del capitalismo a partir de su hacer y por ende el/ella, puede romper con esta ideología. Para Lamamoto el marxismo es una postura que puede cambiar la sociedad entendiendo que el trabajo social se debe a las necesidades sentidas de la clase trabajadora, quien es la que produce la riqueza. Esta postura como la anterior sigue con la tendencias reivindicativas del Estado, desde una perspectiva anarquista son numerosas las críticas al marxismo como vanguardista, hegemonizante de los movimientos que pretenden la abolición del Estado. En palabras del compañero Hugo Marcelo Sandoval Vargas menciona lo siguiente en cuestión de los movimientos que el marxismo pretende cooptar esto durante el movimiento de ocupas de Wall Street que evidencia como el marxismo por muy revolucionario que se presente sigue manteniendo posiciones verticales que buscan la reproducción del poder: “en un momento los grupos estalinistas y trotskistas pretendían hegemonizar la iniciativa al convocar a una marcha que por las vías de los hechos iba a provocar la disolución de la tentativa de ocupación y organización que después hizo manifiestas sus resonancias en todo el país y en Canadá, pues una marcha significaba una actividad mas, que tras acabarse se desintegra dejando todo igual.” (Vargas 2013, 289). Por lo que una praxis desde el trabajo social re conceptualizado, aun cuando provoco una nueva visión del trabajo social, no pretenden de manera tajante eliminar la estructura estatal, si bien, se pretende que las masas se organicen arrastra consigo los vicios del método marxista y de una revolución de una clase que pretende homogeneizar a la clase trabajadora. El trabajo social re conceptualizado es lo mas cercano a una praxis radical del pensamiento del trabajador/trabajadora social. Mas sin embargo, aun reproduce el pensamiento cientificista el cual anarquismo no admite como verdad absoluta si bien los defensores/defensoras del trabajo social re conceptualizado, también hacen una critica al anarquismo como método contrario al trabajo social (debido a la naturaleza anti estatal de la filosofía anarquista) con los argumentos de siempre tildando al anarquismo de idealista, poco práctico y carente de método. Aun cuando, el trabajo social re conceptualizado pretende emancipar a la masas (si, paradójicamente cuando hace una critica a los posicionamientos mesiánicos). Por lo que pretende ser un posicionamiento ético pero con estructuras verticales tomando en cuenta las formas que tienen de hacer acción y política. El trabajador/trabajadora social toma demasiado peso a las cuestiones económicas, partiendo del trabajo como actividad principal de los sujetos/sujetas de acción, cayendo en la postura de tomar la posición de que la economía como un agente parasocial. Es decir que esta por encima de la sociedad. Además, tiende a tomar posturas deterministas, reduccionistas y con una posición partidaria con rasgos dogmáticos hacia el marxismo.

Le tercera postura es el trabajo social contemporáneo o también llamado posmodernista; este trabajo social es un sincretismo entre el trabajo social tradicional y el trabajo social re conceptualizado, pero con la gran diferencia de que no parte de que el sujeto/sujeta de acción es problema, ni tampoco, achacarle al sistema capitalista y menos aun al Estado la responsabilidad de los problemas de las sociedad sino que es una corresponsabilidad entre la sociedad civil y el gobierno entendido como las instituciones que se encargan de las administración pública y al sujeto/sujeta como el verdadero agente de cambio, el cual bajo el cobijo de las leyes, el enfoque de los derechos humanos, de genero sumado a otros mecanismos institucionales hace valer sus derechos. Cabe decir que la visión del ciudadanismo visto atreves de los métodos del trabajo social que parte de una posición teoría de la percepción de la complejidad, principalmente de Edgar Morín también hacen uso de los métodos un tanto eclécticos de las ciencias sociales principalmente de las posiciones anti modernistas de la escuela de Frankfurt. El trabajo social contemporáneo si bien hace una critica al modernidad retoma algunos de los mecanismos de la reproducción de la sociedad posmoderna ya que muchos de los trabajadores/trabajadoras sociales parten de los cánones de la crítica posmoderna para su hacer profesional tomando como base el cuestionamiento del poder a partir de la visión de Foucault, y partiendo muchas veces del relativismo conceptual y defendiendo la categoría de ciudadano como la única pretensión del ser humano para alcanzar el desarrollo. En ideas de Teresa Matus se rescata un fragmento de esta visión “la intervención contiene dos niveles de interpelación ética sustantiva; la primera, que la intervención social debe aportar a la construcción de nuevas subjetividades, es decir, aportar a la construcción de identidades más reflexivas y más flexibles, porque sin sujetos que construyan una identidad más reflexiva y más flexible, difícilmente tendremos eso que Kant llamó, el paso de la minoridad a la mayoridad, es decir, vamos a tener personas pero no vamos a tener sujetos, vamos a tener personas pero no vamos a tener ciudadanos” (Matus 2003, 122) Así es, se plantea una re significación del concepto ciudadanista (dentro de esta percepción se reconceptualizan varios conceptos no solo este ) y parte de entender el mundo en sus conflictos complejos y dialécticos derivados del pensamiento del trabajo social re conceptualizado, pero con la contradicción de darle mucho protagonismo a las instituciones, y por ende defender lo indefendible; pretendiendo reconciliar lo irreconciliable. En palabras de otro autor del trabajo social contemporáneo Eli Evangelista, que nos muestra de manera mas evidente esta visión del trabajo social: “Por ello, es posible aseverar que el Trabajo Social se sintetiza en una actuación profesional que acompaña procesos de constitución de sujetos sociales desde los espacios institucionales o sociales, y que da capacidad de decisión y acción al ser humano colectivo, en un primer momento, con la posibilidad de identificar y generar capacidad respuesta a los problemas y necesidades de los colectivos humanos, pero en segundo término y de manera más amplia y general, buscando la transformación social a partir de generar o construir equidad e igualdad social a partir de una noción de derechos ; es decir, busca cerrar las distancias y brechas, tanto coyunturales como estructurales, entre los que tienen recursos y los que no tienen, entre obrero y patrón, entre pobre y rico, entre gobierno y ciudadanos, entre hombre y mujer, entre mayorías y minorías étnicas, entre preferencias sexuales dominantes y dominadas, entre posturas religiosas, entre las familias, entre los territorios y regiones, entre la ciudad y el campo, entre la producción y la ecología, entre otros binomios sociales.” (Evangelista n.d., 9,10) Es aquí donde el anarquismo se deslinda diametralmente con esta concepción del trabajo social, pues los anarquistas nunca han buscado reconciliar los antagonismos derivados de las relaciones sociales y tampoco defienden las instituciones. Menos aún el pensamiento posmoderno, que muchas veces los trabajadores sociales contemporáneos defienden y la idea de la reconstrucción del tejido social concepto que pretende idealizar los contextos previos a la intervención (si este concepto de intervención es muy usado en los tres paradigmas, pero desde la perspectiva anarquista este concepto debe ser replanteado y mejor aun eliminado del léxico del trabajador/trabajadora social ) pretendiendo que el hacer del trabajador social simplemente es una mera pretensión de legitimar al Estado. El trabajador/trabajadora social, que reivindica al trabajo social contemporáneo a pesar de querer construir una visión ética de la profesión; lamentablemente se sigue colocando de lado de las instituciones con una mirada ciudadanista, reformista, con una gran tendencia hacia una visión en los derechos humanos.

3. Propuesta del trabajo social anarquista/libertario.

Ahora que si el trabajo social, se inclina a retomar las posturas anarquistas, es menester cuestionar ¿Cómo se hace el trabajo social?, ¿Cómo se plantean los problemas sociales?, ¿Cómo se resuelven? también tomar en cuenta que no hay formulas exactas, ni métodos científicos iluminados mucho menos podemos crear métodos replicables a toda la sociedad como pretenden las perspectivas hegemónicas. Sin mencionar el hecho mismo de cuestionar el fin teleológico del trabajo social, pues de manera un tanto decepcionante si el fin de los trabajadores/trabajadoras sociales es perpetuar un sistema de dominación no queda de otra que prescindir de esta profesión.

Pero siempre existe una antítesis, una contradicción, una manera diferente de ver la vida y por supuesto de hacer trabajo social, es muy complejo definir como sería la acción de cambio de un trabajador/trabajadora social que reivindica al anarquismo, ya que se puede decir que muchas de las prácticas que comúnmente se realizan dentro de las 3 perspectivas anteriores pueden parecer contradictorias con su postura política-ética, y si bien la mayoría de las personas que no están familiarizada con esta postura política en una gran proporcón tienen una visión errada del anarquismo.

No obstante, esto lejos de ser un obstáculo parece más ser una gran oportunidad, pues como se ve en muchos casos cuando la sociedad se levanta contra su opresor/opresora lo hace ajeno a las instituciones, a los organismos estatales y por ende crea nuevas formas de socializar desde abajo, muchas veces sin ese conocimiento legitimo academicista y glorificado del cual presumen las instituciones estatales.

Es entonces aquí donde ese concatenan los ideales anarquistas y la acción del trabajador/trabajadora social porque los principios del ideal anarquista no son exclusivos de una u otra profesión. Es decir un cambio de paradigma, que no reivindique como un ente supremo al Estado, que no se coloque como un intermediario que mas bien sea un militante ya sea cual sea su postura

Es decir hablamos de un trabajador/trabajadora social libertario/libertaria.

Esta no es la un salvador por medio del asistencialismo, ni un vanguardista que pretenda mover a las masas con una verdad absoluta y menos aun un pretendiente de la reconciliación de las contradicciones de un sistema que ha llegado a un sinsentido por medio de la modernidad. El trabajador/trabajadora social libertario/libertaria ni es un santo/santa y menos un ente asocial; es una persona como todos/todas con la única diferencia que tiene de otros/otras es que toma al conocimiento metodológico de las ciencias sociales y aporta una visión integral de ciertos problemas de la sociedad, así como dice Bakunin ”Pero aun rechazando la autoridad absoluta, universal e infalible de los hombres de ciencia nos inclinamos voluntariamente ante la autoridad respetable , pero relativa, muy pasajera, muy restringida, de los representantes de las ciencias, no en nada mejor que exigiendo consultarlos en cada caso, y muy por las indicaciones preciosas que quieran darnos ” (Bakunin 2009, 41) y este mismo criterio también se aplica al trabajador/trabajadora social libertario/libertaria por mucho conocimiento que este /esta posea, sigue siendo una persona más, ahora bien la propuesta que aquí se construye parte de los principios clásicos del anarquismo.

Apoyo mutuo, Acción directa como medio de resolución de conflictos sin intermediarios ya sea estatales o de cualquier índole, la organización adhocratica (o sea horizontal) basada en la democracia directa lo que Proudhon llama: federalismo o en las praácticas anarquistas un tanto mas contemporáneas de Rudolf Rockerque se materializo en los sindicatos que confederaban a los trabajadores lo que nos lleva a la destrucción del planteamiento centralizado, burocrático e institucional de la vida.

Y como el objeto (lamentablemente se sigue utilizando este concepto reificante ) de la acción del trabajador/trabajadora social son las relaciones sociales pondremos el clavo en que el trabajador/trabajadora social libertario/libertaria tendría como meta si así lo asimila, las destrucción de las relaciones asimétricas de la sociedad.

Hay un punto central o mas bien un concepto que pretendo rescatar para mi accionar (por consiguiente para esta ponencia) bajo el método del trabajo social con una visión anarquista este concepto es el de el Paradigma de la Dominación Justa Tradicional.

Este paradigma enunciado por Eduardo Colombo; nos plantea que la realidad en si es una construcción antitética de las categorías que hace que entendamos la realidad (abajo-arriba, derecha-izquierda, frio-caliente etc.) y el poder se manifiesta cuando uno de los dos elementos que se enfrentan supera al otro

Entendido en la sociedad es aquel que bajo una de las categorías enunciadas anteriormente justifica el poder por medio de esta misma, su posicionamiento de jerarquía además se legitima, se introyecta y por consecuencia se institucionaliza, las personas bajo el paradigma de la dominación justa tradicional comprenden la realidad en una relación de dominado/dominador una relación de contrarios en donde se vive bajo la sombra del vencedor en palabras de muchxs autores anarquistas y no anarquistas “la ideología imperante”. Tanto Colombo, como Bakunin, Pruodhon, Malatesta, Kropotkin etc. Comparten la una idea sobre la relación entre la iglesia y el Estado, aquí no se pondrá o refutara la creencia metafísica de una fuerza externa sobre la vida de las personas. Porque en algunos casos aunque esta sobre entendido niega este principio el hacer ético de la trabajador/trabajador social no puede criminalizar las creencias de los sujetos/sujetas de acción (no obstante si puede detonar un proceso reflexivo que rompa con este fundamentalismo siempre y cuando sea una acción ética de la que la persona que tiene este proceso así lo acepte ) ya que la autoridad se justifica muchas veces bajo este principio. Bakunin lo enuncia perfectamente en el principio de autoridad de su texto Dios y el Estado y progresivamente este principio se modifica con el nacimiento del Estado moderno que se gesto en la época de la ilustración y que culmino su génesis con la muerte de las monarquías sustentadas en el derecho divino y con la creación de las republicas democráticas basadas en un principio racionalista pero mayormente tendiente a la ideología liberal, que prepondera la idea de los derechos humanos y rescata al ciudadano como premisa del desarrollo humano. (entendida como la máxima expresión del ser humano que al fin desarrollo todas sus capacidades intelectuales, físicas, morales y que además. es un sujeto proactivo de la sociedad y se apega a la norma establecida por el Estado no la cuestiona pues bajo este paradigma no comprende una sociedad sin éste.)

Es obvio que el trabajador/trabajadora social hegemónico (aunque el re conceptualizado no parte de dicho principio) tiene como fin la creación de un ser normado un “ciudadano”. Es de suma importancia hacer mención de esto pues como se menciona en el punto numero 2 de esta ponencia, el trabajador/trabajadora social muchas veces ocupa un lugar clave en la reproducción de los mecanismos ideológicos de los dominadores (no usare el termino clase dominante pues el dominio no solo se manifiesta mediante la acumulación de la riqueza, es un fenómeno mucho mas complejo que el que pretende explicar la ideología marxista.) entonces reitero el trabajador/trabajadora social libertario/libertaria no puede ser desde una perspectiva anarquista un agente y menos aun un reproductor de la ideología de los/las dominadores.

El trabajador/trabajadora social libertarix es libre de hacer y percibir el mundo como quiera, ya que la anarquía no es un método exacto, no obliga a nadie a seguirlo. Solo sirve como uno/una acompañante de las personas que tienen problemas y a partir de ello se suma a los procesos, es un investigador militante si así lo decide, como dice el compañero Hugo Vargas Sandoval “no obstante hablar de la investigación militante de manera genética no es suficiente, puesto que nos encontramos con una pluralidad de perspectivas, de lugares, desde donde situar el proceso de investigación y de construcción de conocimiento de modo militante, no basta con hacer explicita la carga ético-política, no es suficiente ser parte de una organización política o tener empatía por una ideología. La investigación militante son formas de hacer, por tanto, de acuerdo a lo que se instituya, los medios son el fin , dependerá de lo que se logre hacer emerger” (Vargas 2013, 87) Esto como contestación al argumento de que la sociedad no se puede organizar sin no tiene al Estado como un dirigente/tutor que cuida a la sociedad reproduciendo su heteronomía bajo el paradigma de la dominación justa tradicional y la supuesta idea desarrollista del ciudadanismo.

Haciendo una pequeña crítica hacia el ciudadanismo como postura que reivindica el trabajo social hegemónico dice el compañero Jimmy muelles “El ciudadanismo no es moral, es un revoltijo de ideas que mezcla los valores cívicos de la tradición republicana con cualquier ley, ya sea la constitución o la ordenanza municipal. Su función es proporcionar una supremacía de tipo moral, a un estado liberal que ya no necesita de las armas para mantener la paz social dentro de sus fronteras, pues ha encontrado en la colaboración ciudadana, en la participación y en la denuncia entre los propios individuos, la mejor fórmula para el control total. Pretende crear un tipo de ciudadano que no conciba más libertad que la supervisada por el poder. Poco tiene que ver esto con la voluntad popular, y menos aún con el respeto hacia el prójimo. Su razón de ser se explica por la degeneración (inducida) del sentido de justicia de los individuos, y dicha degeneración provocada sirve a unos intereses determinados, en concreto, al status quo del sistema político que sustenta unas relaciones sociales que son injustas” (Muelles 2016)

Es entonces cuando se planeta que aun que la sociedad llegue a las formas no legales de acción para reivindicarse así misma el trabajador/trabajadora social libertarix no pretenderá que este se instituya bajo el paradigma de la justa dominación tradicional, en otras palabras el trabajador bajo la condición ética, evitara que los movimientos entren en la dinámica del Estado y entren a la legalidad dejando así aun lado el espíritu de rebelión.

Para finalizar aquí cabe muy bien una cita del compañero Teodore Kaczynski extraído de su texto el truco mas ingenioso del sistema que nos explica un principio de no entrar en el juego del sistema “El sistema se apropiara de esos impulsos de rebelión para realizar los cambios sociales en contra de los valores viejos y desfasados que dejan de serle útiles al Sistema, y a favor de los nuevos valores que el Sistema necesita que aceptemos” (Kaczynski n.d., 6)

Para concluir la acción del trabajo social con perspectiva anarquista/libertaria aun que tiene un punto fuerte y se sostiene mediante los principios del anarquismo clásico, el trabajo social libertario/anarquista parece tener un gran problema cuando se plantean problemas concretos a los cuales debe tomar acción directa hablando concretamente en problemáticas sociales que el trabajo social hegemónico recurre a las instituciones oficiales del Estado para resolverlos. Ejemplo de ello; seria la violencia contra las mujeres, el acoso escolar, la discriminación entre otros que paradójicamente son el mismo pensamiento del principio del paradigma de dominación justa la raíz de estos (manifestados en la idea de las relaciones asimétricas) la única propuesta es que no hay una propuesta como tal enunciada como un verdadero camino, si no que el método lo propondrá la situación, la creatividad de cada uno/una, la necesidades y las cualidades (me abstengo de utilizar la palabra capacidad y/o potencialidades por ser conceptos que generan una jerarquía simbólica además de poner una clara división entre unos/unas y otros/otras ) Es decir cada uno/una puede hacer trabajo social libertario.

Bajo esta visión, el trabajador/trabajadora social libertario/libertaria debe dejarse de esa pretensión iluminadora de querer salvar el mundo, no somos salvadores/salvadoras pues nosotros también participamos en la degradación del planeta, de la especie, de los hermanos/hermanas que no tienen vos y mas importante de nosotros/nosotras mismos/mismas, entonces el trabajador social no solo rompe con el sistema imperante con los demás, si no también consigo mismo/misma.

Ponencia para el 3er Foro Sobre Reflexiones Anarquistas

Universidad Autónoma de la Ciudad de México – UACM

11 y 12 de Mayo del 2017 – Cuautepec

Trabajo Social Libertario – México

Fuente: https://trabajosociallibertario.wordpress.com

Bibliografía

Vargas, Hugo Marcelo Sandoval. Practicas libertarias y movimientos anticapitalistas. Guadalajara, Jalisco: Grietas Editores, 2013.

Bakunin, Mijail. Dios y el Estado . Biblioteca pensamiento critico , 2009.

Evangelista, Eli. Trabajo social contemporaneo: aproximaciones y proyecciones . D.F.: Academia .

Iamamoto, Marilda Villela. Servicio social y division del trabajo un analisis critico de sus fundamentos . Editado por Carlos E. Montaño. Traducido por Alejandra Pastoriani. Sao Paulo : Cortez Editores , 1997.

Kaczynski, Teodor. el truco mas ingenioso del sistema . Mas que palabras ediciones.

Muelles, Jimmy. el ciudadanismo como forma de sumisión . 15 de julio de 2016. http://www.portaloaca.com/opinion/12033-el ciudadanismo-como-forma-de-sumision-html (último acceso: 8 de abril de 2017).

Matus, Teresa. «La construccion del Trabajo Social comtemporeaneo.» Prospectiva (Universidad del Valle), nº 8 (2003): 111-122.

Peon, Nelia Tello. Apuntes de trabajo social, Trabajo social diciplina del conocimiento . CDMX, CDMX: Universidad Autonoma de México.

This work is in the public domain

Comentaris

Re: Trabajo social desde la perspectiva anarquista/libertaria
27 jul 2017
No existe la perspectiva del trabajo en la anarquía. Si el trabajo sería cosa buena, los ricos se lo quedarían. Los curas marxistas nos queréis decir que hay trabajos buenos?. No, gracias.
Re: Trabajo social desde la perspectiva anarquista/libertaria
29 jul 2017
Si hubiese pasado del título, habrías leído que precisamente se hace una crítica a la perspectiva marxista, autoritaria...

En la anarquía que has tenido más cerca, que supongo que es la de la revolución española, las y los anarquistas se organizaron para colectivizar tierras, fábricas y sectores productivos.

La perspectiva del trabajo en la anarquía, las experiencias de anarquía que hemos conocido a través de testimonios o porque ha sido documentada, sí que existe, pero no se encamina hacia la explotación de unos y unas sobre los otros y otras.

Desde la perspectiva anarquista los trabajos no se clasifican en buenos y malos, sino que es una decisión colectiva sobre las necesidades.

El texto no habla sobre el trabajo, sino sobre lo que llaman "trabajo social", y quienes hacen ese planteamiento, son personas que hacen un análisis desde la perspectiva anarquistas.

La anarquía está en contra de quienes parasitan el trabajo colectivo. Emanciparse de la explotación laboral, no significa que las demás trabajen para tí, eso es esclavitud, asalariado, capitalismo, etc...
Re: Trabajo social desde la perspectiva anarquista/libertaria
30 jul 2017
La anarquía que he tenido más cerca es la que yo vivo ahora no seas tan presuntuoso de decirme como vivo yo la anarquía.
No hay perspectiva del trabajo en la anarquía por mucho que lo repitas y por mucho que repitas: perspectiva- trabajo- anarquía en todas tus frases, aprendidas a memoria.
yo hablo del trabajo y el texto también. Deja de tratar a los lectores como niñxs.

La anarquía esta en contra de los parásitos sociales, también de los charlatanes, de los que publican artículos que digan an a los anarquistas,de los que dicen como tienen que ser los anarquistas sin serlo, etc etc.
Re: Trabajo social desde la perspectiva anarquista/libertaria
03 ago 2017
No soy presuntuosa, actualmente no hay tantas experiencias anarquistas. Si a lo que te refieres es a tu vivencia personal, tú contigo mismo y lo que te rodea, sin proponerte nada colectivo o comunitario, me parece que no hablas de anarquía, sino de los que se llaman "libertarios" yanques o "hombres libres".

Entiendo que quien muestra presunción, eres tú, que hablas de "anarquistas sin serlo".

No pongo en duda a compañeros y compañeras de México que se dicen anarquistas, no los cuestiono, pero tú sí que los estás cuestionando, de hecho dices que no son anarquistas.

En cuanto a la perspectiva del trabajo en la anarquía, lo repito porque me da la gana, solo tienes que buscar experiencias anarquistas y ver cómo se organizaban. Repitiendo que "no hay perspectiva de trabajo en la anarquía" a modo de "mantra", no te vas a "iluminar" antes.

Si te has sentido tratado como un niño, será por algo, pero no por mi causa.
Sindicato Sindicat