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El G7 fabrica de desigualdad y pobreza
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per Raùl Crespo Correu-e: rcpuma061@yahoo.com |
22 jul 2017
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G7, fabrica desigualdad y pobreza |
G7 fabrica de pobreza y desigualdad.
“Pobreza y prosperidad compartida, asumir la desigualdad”. Es el último informe del Banco Mundial, enseña la absoluta estupidez de estas cumbres Gs que no evalúan que no hay reducción de la pobreza por la desigualdad en la distribución de la riqueza. Es mucho mayor la desigualdad de ingresos en los mismos países Gs.
El G7 lleva décadas generando ganadores y perdedores, no entienden que la solución no está en revertir o detener esta situación, la clave consiste en compensar a los trabajadores y países pequeños por sus daños y costos colaterales para que sientan que pertenecen a la comunidad internacional en igualdad de condiciones.
Desigualdad, pobreza y los problemas que ella genera se puso de moda hace unos 30 años, gano fuerza con la crisis del 2008 por el peligro de esta diferencia entre ricos y pobres para el capitalismo.
Joseph Stiglitz, Nobel de economía en su análisis “La gran Brecha” 2015 dice “el 1% de la población más rica del mundo se mueve entre la política y la economía y termina haciendo del capitalismo un sistema de pacotilla”.
Ese 1% empieza a ser consciente de la imposibilidad de lograr un crecimiento económico sostenido si los ingresos de la inmensa mayoría están estancados”.
“En EEUU en los años 70, el 1% de la población se llevaba el 10% de la renta nacional; 4 décadas más tarde el mismo 1% duplico su participación y esto no es lo importante porque pasa lo mismo en todos los países G, lo inquietante es que los ultra millonarios, los que representan la décima parte de ese 1% de la población, ya se llevaban el 8% de la renta”.
“El capitalismo de EEUU es y será replicado por varios países del mundo. Indica aquellas economías que están en condiciones de enseñar a los estadounidenses como reducir las brechas entre ricos y pobres como Singapur, Japón, Taiwán, con mejores planes para proteger a los más vulnerables como niños, ancianos, dice Stigletz.
“Pero en la mayoría de estos casos la regla que aplican los países para crecer es girar hacia la izquierda, ya que los mercados no se manejan solos”.
“Si la desigualdad en el mundo está aumentando es, porque, quienes dirigen esos países han tomado esa decisión, la desigualdad es una opción”.
The Economist con datos del FMI y del BM dice “bienestar para todos es imposible con el G7, estos países lideran el mundo y marcan el calendario financiero para el resto de países, el intercambio coloca la mayoría de la riqueza en los países G y esta distribución es más desigual”.
“Así como está el sistema, los pueblos en vías de desarrollo debemos trabajar más de 300 años para alcanzar el nivel de vida de los países ricos e industrializados porque el sistema capitalista así proyectado es monstruosamente criminal. Necesita involucra cada vez a más países y más gente para que empiecen a gastar, y los que llegan después a la clase media lo pierden pagando” dice el alemán Peter Sloterdjk.
Hermunt Rosa en su libro “Resonancia” manifiesta “el sistema capitalista es una modernidad de la aceleración, es como una bola de nieve que crece continuamente donde el superávit de hoy, es el desafío de mañana hasta derribar un hombre totalmente cansado”.
Pankaj Mishra en su libro “la edad de la ira” agrega “las reglas del juego de este sistema tienen su origen desde la época de la ilustración. El hombre dejo su vida tradicional cuando se emancipa, esta emancipación es sumamente dolorosa, la violencia que vivimos es una reacción ante esta desilusión”.
La 43 cumbre del G7 reunida en Taormina, ciudad siciliana de Italia, es el ideal para la más pura demagogia y un ejemplo de una democracia degenerada por la creciente desigualdad de ingresos entre estos países y el resto del mundo. Estados Unidos, Gran Bretaña, Japón, Italia, Alemania, Francia, Canadá, son los Estados que sostienen un capitalismo en crisis.
Según Naciones Unidas el PIB mundial crecerá 3% o menos en los próximos 2 años, el crecimiento más bajo desde que empezó la crisis del 2008, significa que el 8% de la población mundial seguirá en la extrema pobreza, informa la ONU y 50 instituciones que apoyan la fuerza investigadora de la organización.
Según el FMI en el año 2016 la zona euro creció en promedio 0.4% y la Unión Europea 0.5%, en el primer trimestre del 2017 el crecimiento se sostuvo en 0.5% y 0.4% respectivamente.
En el 2016 la pobreza en Italia era del 20%, Alemania y Gran Bretaña 16%, Francia 14%, Holanda 11.6%, Suecia 14.5% y así por el estilo para el resto de países europeos, indica que pocos de estos países, su población podrán superar los 1.300 euros por mes.
El 10 de julio pasado en Hamburgo, en la cumbre del G20 por primera vez la directora del FMI Christine Legarde sugirió “tomar medidas para afianzar el crecimiento mundial y desarrollar economías inclusivas”.
La desigualdad está aumentando y crea preocupación no solo en los organismos multilaterales, en los gobiernos se dan cuenta que sin productividad y empleo en la mayoría de países del mundo el capitalismo es insostenible. El sistema no puede funcionar solo con empresas y trasnacionales porque las ganancias no se distribuyen entre la población.
El desarrollo tecnológico y la globalización han sacado de la pobreza a millones de personas ayudándolos en su vida. El esfuerzo intelectual les ha permitido emprender e innovar pero no han distribuido las ganancias entre más personas.
Las empresas tecnológicas están en los mercados poco tiempo pero la globalización las ha empujado rápidamente alrededor del mundo aprovechándose de los sistemas fiscales para evadir o pagar menos impuestos.
La Unión Europea tiene en la mira a Google, Yahoo, Amazon, Microssoft, eBAY, Facebook. El diario El País, en el año 2014 publico que estas empresas trasladan el grueso de la facturación a países donde la tributación es más baja, eso les permite aumentar los ingresos sin caer en la ilegalidad. Pasa lo mismo con empresas vinculadas a la energía, finanzas, armas, manufacturas y otras, sin que importe que esto contribuya a la desigualdad porque el incremento de la riqueza se queda en los G7 y sus multinacionales.
La globalización ha permitido que intelectuales jóvenes se hagan multimillonarios en pocos años; Yahoo compro Tumbir en 1.100 millones de dólares cuando su propietario tenía 26 años hace 4 años.
Las antiguas empresas de clase media no pueden competir con las nuevas tecnologías, sacan del mercado a las empresas tradicionales.
Las 20 economías industrializadas (19 países más la UE) después del G7 tienen un serio problema comercial por la posición proteccionista de Donald Trump, rompió el statu quo establecido en el G20 a favor del libre comercio.
Defender el libre comercio vs la legitimidad a los instrumentos de defensa comercial es el dilema de los Gs, mientras el mundo se desbarata porque al resto de países del mundo los acuerdos, tratados, convenios, no les dejan participar con sus propias capacidades naturales.
Estos países en vías de desarrollo y subdesarrollados juegan a la ruleta con capacidades mínimas de ganar porque los países más ricos son los que establecen las reglas y esto no gusta a los pueblos que se dan cuenta que el sistema global beneficia solo a estos países del G7 que parieron 20 más en donde cada uno de ellos lucha como puede para no asfixiarse dentro del sistema.
Las protestas en Hamburgo, son una pequeña muestra de la reacción por la desilusión del 80% de la humanidad que está consciente que morirán luchando sin conseguir afirmarse a sí mismas para lograr dignidad y autonomía, afirmación que lo natural es lo mejor frente a un mundo que cambia muy rápido enfermando al planeta e irrespetando las culturas del resto del mundo.
Las dos guerras mundiales no son nada para lo que se viene con la guerra por el agua, por las bombas nucleares naturales con efecto global en donde los países más pobres serán los primeros en pagar las consecuencias por sus lánguidas economías.
Los pueblos de los países subdesarrollados sabemos que el progreso está mal interpretado y proyectado pero poco es lo que podemos hacer porque no nos dejan crecer con nuestras potencialidades siguiendo la conservación y el respeto a la naturaleza que no es otra cosa que respeto a los demás.
El capitalismo busca la sexta extinción, el fin de la historia de lo vivo de la mano de los Gs que alimentan un sistema en crisis y que cae en picada arrastrando a todos en su caída.
Raúl Crespo. |
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