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(Des)centrar el debate sobre prostitución: un putero no nace, se hace
03 jun 2017
Beatriz Ranea Triviño afirma que: "El deseo de los puteros, ni es un derecho ni una “necesidad”, sino un deseo construido en un contexto de desigualdad y relaciones de poder jerárquicas entre mujeres y hombres"
El debate sobre prostitución lleva años estancado y el caso Torbe puede ser una buena oportunidad para problematizar públicamente la figura del putero y desplazar el eje del debate “tradicional” centrado en la figura de la prostituta para poner el foco en el papel de la demanda, así como en la frivolización que se hace de la prostitución dentro de la “cultura putera” (como lo denomina Graciela Atencio), e incluso puede abrir el necesario camino para debatir sobre la “industria del sexo”.

La prostitución es una institución social en la que intervienen distintos agentes y antes de posicionarnos sería interesante escuchar a unas y a otros: mujeres en situación de prostitución, demandantes y proxenetas. Para quienes buscamos (des)centrar el debate es fundamental escuchar a la demanda -dar voz a los puteros, invitarles a salir del anonimato social, abrir los foros como el creado por Torbe donde intercambian opiniones y experiencias- para reflexionar en profundidad sobre el significado que atribuyen ellos a la prostitución y el papel que tienen en el mantenimiento de la misma.

Si resituamos el debate sobre la figura de la demanda hay que partir de un análisis crítico de la masculinidad pues no todos son como Torbe, también hay futbolistas famosos, padres, hermanos, vecinos, amigos, compañeros de trabajo, jefes, empresarios, banqueros, políticos, policías, jueces… Debemos alejarnos del estereotipo del demandante de prostitución como un hombre viejo o feo o con pocas habilidades sociales. Si nos acercarnos a un polígono, un club, un piso de prostitución, es fácil darse cuenta que ese estereotipo se corresponde tan solo con una minoría de la demanda. Más bien los estudios demuestran que el consumo masculino de prostitución femenina es intergeneracional, interclasista, hay hombres con mucho y con poco nivel educativo; de izquierdas y de derechas; con diversidad funcional o algún tipo de discapacidad, pero sobre todo, sin ningún tipo de discapacidad; de distintas confesiones religiosas (más o menos creyentes), agnósticos y ateos; con mayores y menores habilidades sociales; guapos y feos…

La única característica en la que coinciden totalmente es la pertenencia al género masculino. No hay más, al menos que sepamos de momento (porque la demanda femenina es tan residual que no constituye un fenómeno social ni tiene una justificación ideológica como tiene la demanda masculina que va de la mano de la ideología patriarcal). Por tanto, demandante de prostitución, podría ser cualquier sujeto socializado en el género masculino en una sociedad como la nuestra. De tal forma que podríamos afirmar que cualquier hombre sería un putero en potencia. En la prostitución, la división por género está tan marcada, que si ellos son puteros en potencia, las mujeres somos putas en potencia, pues nuestra identidad se ha construido atravesada por la prostitución.

Las mujeres precarias hemos crecido sabiendo que la prostitución era y es una opción para nosotras si las cosas van mal; mientras que por contrapartida no lo era ni lo es para los chicos con los que crecimos. En la socialización de las niñas está presente la prostitución de manera muy diferenciada a como está presente en la de los niños, como dice Kathleen Hanna en una de sus canciones, a nosotras “nos han llamado putas desde los cinco años”. Si (des)centramos el debate, no podemos olvidar la prostitución de personas transexuales y hombres homosexuales donde la demanda sigue siendo masculina.

Por todo esto, es fundamental que repoliticemos la prostitución desde la figura de la demanda, y del análisis de la masculinidad, porque el consumo de prostitución trasciende a los demandantes, y tiene que ver con la construcción del género masculino en una sociedad patriarcal capitalista como la nuestra en la que la prostitución aparece como una institución donde se hacen muy explícitos los privilegios de la masculinidad: el sujeto hegemónico se encuentra en el centro y tiene a su disposición a los cuerpos devaluados socialmente: mujeres (quienes conforman el grupo mayoritario de la “oferta”), trans y hombres homosexuales. Todos ellos se convierten en cuerpos-objeto para consumo masculino.

El deseo de los puteros, ni es un derecho ni una “necesidad”, sino un deseo construido en un contexto de desigualdad y relaciones de poder jerárquicas entre mujeres y hombres. Por todo ello, insisto en la urgencia y la necesidad de establecer una crítica a la masculinidad y reflexionar colectiva y públicamente sobre el papel de la demanda de prostitución en esta sociedad. (Des)centrar el debate porque un putero no nace, se hace.

Beatriz Ranea Triviño - Tribuna Feminista

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Comentaris

Re: ¿Y puta? ¿se nace o se hace?
04 jun 2017
Teniendo en cuenta que historicamente las mujeres no han construido casas, ni castillos, ni puentes, ni carreteras, ni diseñado vehiculos, trenes, aviones, etc ni explorado la tierra, ni comerciaron, ni inventaron la tinta, ni la polvora, ni los combustibles, ni motores, ni telares mecanicos. Ni desarrollaron métodos cientificos, ni medicinas, ni la quimica, ni tecnicas de ingenieria... ni tampoco han brillado en las ciencias, ni en el ambito de la tecnologia; y han sido mas bien mediocres en las artes y la literatura, etc
Que las mujeres puedan disfrutar de todo lo anterior porque los varones se lo dieron a cambio de sexo... ¿no seria prostituirse?
Aparearse con el macho alfa y no con los machos menos poderosos, casarse con el rico para ascender socialmente, buscar la proteccion del fuerte, del poderoso, del oligarca, etc. ¿no seria prostituirse?
Más que nada para delimitar la palabreja de marras: 'prostituta'
Re: (Des)centrar el debate sobre prostitución: un putero no nace, se hace
04 jun 2017

http://www.tribunafeminista.org/2016/06/descentrar-el-debate-sobre-prost/
Truncado retardatario que no mero descentrado del análisis de la cosificación
04 jun 2017

EL-rapto_de_europa_Giovani_Lanfranco_1647.jpg

Buenas Aliss:


El texto que nos propones presenta un conjunto de dificultades.



Potencialidad y hecho real.


La primera dificultad concierne a la potencialidad asignada a los géneros, masculino y femenino. Potencialidad de ser prostituyente, en el género masculino y ser prostituida en el género femenino. Sin embargo, esta potencialidad no sería mediada por una base biológica dada en los dos sexo-géneros de la especie humana, como queda claro al atribuirse su causa última (el putero no nace, se hace) no a lo congénito sino a las relaciones sociales jerárquicas, - pero no a las relaciones sociales de producción de placer, de dominación o sensación masculina de poder abstracto, y, de algún modo, a las relaciones sociales de reproducción -, entre los seres humanos.


Aquí está la primera dificultad para asumir el discurso de Beatriz: ¿Por qué negar que la prostitución es también una relación social de producción, aunque se realice sobre una base mediadora biológica, y solo afirmarla como una relación jerárquica? Esto no es meramente des-centrar el debate, para supuestamente recuperar una veracidad científica en el análisis, sino que es truncar un conjunto de evidencias que también merecen consideración a la hora de extraer una conclusión integral del hecho histórico.


La percepción de la potencialidad de ser prostituyente sustituye la potencia realmente puesta en acto de prostituir, cuando resulta que la mayoría de los hombres no emplean la prostitución y, por tanto, no son prostituyentes. Por muy legitimo que sea el miedo a esa potencialidad no debería hacerse tabla rasa de esta circusntancia, al menos en un pensamiento social que busque la verdad, por tanto en lucha por ser progresista y liberador. La escala estadística del hecho histórico parece ser la de 96% de hombres no ‘demandantes’ de prostitución, y 4% de ‘demandantes’, empero, todo hay que decirlo, quizás un tercio de los hombres ha prostituido alguna vez en su vida, y que sobre veinte millones de personas serían 800.000 hombres, lo cual, no cabe duda que es un hecho de masas y económico pero no es exactamente lo mismo que sugiere el discurso de la potencialidad, universalizador de la actividad prostituyente en las personas de sexo-género masculino.



Evidencias aclaratorias no desconsiderables en la crítica a la cosificación


Aquí la pregunta que se impone es ¿por qué las mujeres no emplean la prostitución en esa misma proporción? ¿Esto se deriva de un hecho cultural, resultado de una desigualdad, o es una libre decisión permitida por las relaciones sociales jerárquicas dominantes? ¿Ser no putera se nace o se hace?


Llegados a este punto vemos que la determinación biológica tiene un papel de mediación en la constitución histórica de la prostitución, que conviene no soslayar, puesto que no hay ninguna prohibición institucional a la compra de sexualidad masculina para las personas de sexo-género femenino, e incluso sería un suculento mercado para ampliar la acumulación de capital. Las mujeres parecen simplemente no necesitar ese tipo de oferta y en la lucha por la igualdad de las feministas no se observa ninguna reclamación, con presión moral incluida, de eliminación de trabas a la compra de sexualidad masculina, lo que si observa en lo que concierne a los empleos renumerados.


Esto permite concluir que las mujeres apriorísticamente nacen, salvo casos de mediación social excepcionales, como no compradoras de sexualidad masculina en lo que concierne a la sociedad dividida en clases, si consideramos el dato de que el 61% de la propiedad privada, al parecer, estaban titularizados a nombre de mujeres en el año 2005, y por tanto esa actitud femenina, abrumadoramente mayoritaria, no compradora de sexualidad masculina no puede ser resultado de una insolvencia de un sexo-género respecto al otro.


Mi opinión; la prostitución no se demanda a partir de una ‘devaluación’ de la feminidad, como afirma Beatriz, sino, al contrario, de una valoración de la feminidad, cuyo resultado, en estas relaciones sociales de producción propias de una sociedad dividida en clases, se transforma en una cosificación potencial de todas las mujeres, y real de muchas de ellas. Claro que, llegados a esta conclusión, el eje de la crítica necesariamente se transforma en una crítica a la cosificación – que no es una calamidad restringida solo a las mujeres, dicho sea de paso -.



Relaciones sociales de jerarquía y relaciones sociales de producción


La opción de compra de prostitución masculina por parte de mujeres no es solamente residual, también es paradigmática. Suelen ser mujeres mayores, con poder de compra, que tienen una carencia sexo-afectiva, buscan una figura masculina normalmente más joven que ellas y con un tipo físico atlético, aunque también hombres capaces de hacerlas sentir femeninas. Podemos estimar que son demanda por una carencia y una frustración, que han dejado atrás la juventud y que se ven ubicadas entre su minorizada capacidad de atracción y su deseo de atraer, su necesidad de feminidad. Así pues, las relaciones jerárquicas permiten, a condición de solvencia, ejercer esa cosificación, pero no la producen por sí solas.


No es un detalle menor, como tampoco lo es que una parte de la oferta de prostitución femenina consiste en simular una dominación, en la que las profesionales aparecen con una latigo y se imponen a sus demandantes estableciendo una relación de dominio que el varón demandante mismo ha solicitado y está dispuesto a renumerar. Otro detalle que no cuadra con la teoría de la jerarquía de géneros.


¿Cómo aborda esto la teoría marxista? Primero no negando la base biológicamente determinada, no elegida; esencialmente lo que compran los prostituyentes es masculinidad (o, en su caso feminidad) en sus distintas variantes, que forzosamente ha de ser una masculinidad desviada en cuanto que no produce feminidad sino que la destruye, por lo que es indefendible y superar esta forma de seudomasculinidad y esta destrucción de feminidad es una condición sine qua nom para la elevación humana a una forma superior de civilización, en el buen sentido de la palabra civilización.


Segundo aclarando que lo determinante son las relaciones sociales de producción. Esto es, en las cuatro causas básicas que reducen a las mujeres a la situación de prostituidas, o lo que es lo mismo, de cosificadas como femeninidad de consumo, e incluso hipercosificadas hasta el punto de la negación de su condición humana, de su dignidad humana, en todas y cada una de ellas se halla una determinación de clase, predominando sobre la búsqueda de estatus, relacionado con el sistema de propiedad privada, que, ojo, es reclamado también por la mayoría misma de las mujeres en nuestras formaciones sociales capitalistas de los centros imperialistas.


Por poner un ejemplo para entender mejor esto, a pesar de las loas ideológicas generistas a “las mujeres” que nos hacía Ángeles Maestro en su texto sobre feminismo y marxismo cuando destacaba la heroicidades las mujeres en la Comuna de Paris, no se debería desconocer que la represión versallesa incluyo una infame participación de las mujeres propietarias parisinas en la represión de La Comuna, que asistían a las ejecuciones y las humillaciones de los y las vencidos comuneros/as como si fuera un divertido espectáculo circense, a la romana, solo que en el lugar de los cristianos estaban en la arena los comuneros/as, y en lugar de leones estaban las fuerzas represivas burguesas. Si es que el testimonio del yerno de Marx, Oliver Lissagaray, es veraz en su libro sobre la Comuna de Paris.


Resumiendo, la prostitución está mediada por la clase y su reproducción social determinada por la reproducción de la sociedad de clases, que no meramente por las relaciones jerárquicas entre sexo-géneros.



El_Juicio_de_Paris-780px-Peter_Paul_Rubens-1638.jpg

La prostitución proletaria y la prostitución burguesa.


Esto es se muestra más claro cuando constatamos que hay varios tipos de prostitución en función de las características de clase por los que son causados y de su carácter productivo o inproductivo de plusvalorn.



  • A/ PROSTITUCIÓN POR CODICIA. A esta la podemos denominar la prostitución “elegante”. Es trabajo improductivo, pero es trabajo socialmente necesario para la reproducción de la clase dominante, de manera que mujeres jóvenes de clase media pueden optar por elevar su estatus y hasta su posición de clase practicándola.


    Si una mujer, normalmente joven, por encima de la media general de belleza atractiva y con del nivel cultural al menos medio, practica este tipo de prostitución durante un periodo a cambio de hacerse capitalista, se ha emancipado personalmente para el resto de su vida. No hay emancipación colectiva, más bien lo contrario, pero ha habido emancipación personal. Una vez logrado librarse del trabajo explotado de clase media, e incluso del trabajo de gestión de la explotación propio de la clase media con mayor estatus, esta mujer prototípica autocosificada en función de la codicia, será evidentemente una furibunda enemiga de la revolución social porque ha entrado a formar parte de la clase dominante.


    Cuando Marx aludía a la prostitución peyorativamente, no como crimen sino como pérdida de la dignidad personal a cambio de la ventaja económica se refería a este tipo de prostitución, que no puede ser “regulada” pues ya lo está, ni normalizada, pues ya está normalizada aunque no sea pública. Y este tipo de prostitución necesariamente ha de desmoralizar a las feministas verdaderas. La pregunta aquí es ¿por qué ha perdido la dignidad personal esa mujer autocosificada? Porque para practicarla y alcanzar sus objetivos de clase-estatus ha tenido que negarse a sí misma sometiéndose a una disciplina de disponibilidad y entrega cuya necesidad no siente más que en el plano económico y de la búsqueda de ascenso social. Desmoraliza a las feministas verdaderas porque ellas precisamente buscan negar la negación de la libre autodisposición de las mujeres, y aquí se encuentran con una afirmación de esa negación en el propio sujeto que la recibe, que, encima, se ve recompensada socialmente con el ascenso de estatus e incluso de clase.


    No se puede abolir este tipo de prostitución sin una revolución socialista, esto es, sin erradicar las bases materiales de división social en clases y estatus, en un nivel dado de la producción, que la reproducen.



  • B/ PROSTITUCIÓN POR MANTENIMIENTO DE ESTATUS. Pero hay otro tipo de prostitución, está por mantenimiento de estatus. En este caso, mujeres de “clase media” o de clase obrera, pueden encontrarse con el problema de no disponer de suficientes ingresos para colmar sus expectativas de reproducción del esatus y la posición social de clase, lo que puede conducirlas a la proletarización. Pagar una factura, levantar una hipoteca, sostener un nivel de consumo para no desenganchar de las redes sociales de su clase y su estatus, les lleva a practicar la venta de placer y masculinidad, discretamente, corriendo los riesgos de realizar esa práctica y soportando sus indignidades. Este tipo de prostitución también es trabajo productivo, como se comprende en el análisis del valor del trabajo de producción de placer o masculinidad, pero como normalmente se hace de manera autónoma no produce plusvalía, aunque produzca valor, y así es trabajo improductivo. Por supuesta, estas mujeres no se oponen a la abolición revolucionaria de la prostitución.


  • C/ PROSTITUCIÓN POR SORDA COERCIÓN. Una parte de las personas que creen realizar prostitución por mantenimiento de estatus, puede estar realizando trabajo sexual por sorda coerción. Por ejemplo, si lo que se pretende pagar con ello es una hipoteca para no quedarse en la calle, pero si es para pagar la comida o el alquiler no cabe ya duda de que lo que está ocurriendo es directamente ya sorda coerción. Lo mismo que cuando cualquier proletario se ve obligado a vender su fuerza de trabajo y con ella su tiempo de vida, aunque en contraste, normalmente, no su círculo de intimidad (por esto es mucho menor o menos profunda su cosificación). Lo que ocurre aquí es que estas personas, mayoritariamente mujeres, en parte venden su fuerza de trabajo de producción de placer directamente al cliente con lo cual no producen plusvalor, aunque si valor, pero estas, “hetairas”, si logran eludir este tipo de trabajo y la depauperación, están no en el lumpenproletariado o proletariado harapiento, no en la “dangerous class” que menciona Marx, como se nos quiere hacer creer, sino en el ejército industrial de reserva. De modo que, con su actividad nociva para ellas mismas, no solo abaratan el costo de gestión del ejército industrial de reserva o sobrepoblación relativa sino que, además, están generando plusvalía diferida, dado que al encontrar otro empleo, no tanto más “digno” cuanto sin duda normalmente menos nocivo, pueden producir plusvalía.


    Pero cuando la sorda coerción, con determinadas condiciones que la reproducen sin posibilidad de cambiar de empleo, obligan a aceptar la salarización permanente, estamos hablando de Trabajo Productivo, y por tanto de mujeres prostituidas, que venden su fuerza de producir placer sexual-afectivo o de producción de (seudo)masculinidad, a cambio de un salario,productoras de plusvalía (como masa excedente de mercancías apropiables por el capital después de una inversión).



  • D/ PROSTITUCIÓN FORZADA CON COACCIÓN DIRECTA. Otro tipo de prostitución es la prostitución forzada con coacción directa, que en las formaciones sociales capitalistas centrales está prohibida y tiene pocas bases materiales de reproducción, aunque las tiene, pero que en la periferia capitalista tiene amplias bases materiales y lleva a grupos criminales a realizarla, por ejemplo secuestrando a mujeres y extorsionandolas para obligarlas a tener relaciones sexuales con clientes incluso sin renumeración ninguna. Consiste en una superexplotación directamente destructiva de la persona, denominada comúnmente trata de blancas, y hay consenso entre feministas regulacionistas y abolicionistas y la inmensa mayoría de las personas, aunque no apoyen la abolición revolucionaria de la prostitución, en que hay que erradicarla. Por supuesto, los grupos feministas son los más luchan contra este tipo de prostitución, que por supuesto genera plusvalía, pero para realizarla los individuos que la cometen tienen que establecer la propiedad sobre la persona, por tanto es una forma de esclavismo. Siendo plusvalía que destruye aceleradamente a su propio productor, básicamente una forma de fascismo.



Si hubiéramos tomado la vía descentrada de abordar la prostitución que nos propone Beatriz no seríamos conscientes de la mayoría de estos hechos, lo que equivale a dificultar cuando no imposibilitar la supresión revolucionaria o abolición de la prostitución. No, Beatriz, reeducando a los hombres meramente en la horizontalidad jerarquica sin tocar las relaciones sociales de producción no va a servir para abolir la prostitución.



El_juicio_de_Paris.jpg

Crítica marxista a la crítica generista de la prostitución


Aquí no estamos hablando de la condición maligna de un género en función de un fantasmático patriarcado, químicamente puro y externo a las relaciones sociales de producción. La crítica a la cosificación de las personas, a la negación de la dignidad humana en las mujeres, sobre todo, a causa de su reducción a ser vendedoras de feminidad, además en condiciones de predominio de la demanda, y así productoras de seudomasculinidad, no puede abordarse sin realizar una crítica a la civilización, que invariablemente comienza con una crítica a la propiedad privada. E implica no simplemente la negativización de un sexo-género de la especie sino, por encima de ello, la búsqueda del conocimiento radical de las fuerzas nucleares que constituyen la especie humana, lo que parece que muchos feministas y demsaidos "marxistas" no quieren afrontar... Y es que incluye incluso una crítica al comunismo como categoría apriorísticamente positiva y al feminismo propietario, en tanto que el conjunto de las mujeres reducidas a la prostitución son una propiedad común de los hombres más solventes que esos determinados conjuntos de mujeres. Y en tanto que las mujeres que disfrutan de propiedad privada en medio de vastos conjuntos de personas sin medios sociales de producción y reproducción, reproducen esa posición social de esas personas, que lo son de ambos géneros.


Pues bien, truncar la crítica socialista científica para endosar una crítica ideológica generista, como hemos visto hacer incluso en nombre del marxismo por personas claramente pro igualitarias en esta misma web hace dos días, paraliza el desarrollo de la autoconsciencia colectiva imprescindible para ampliar los conocimientos radicales necesarios para realizar la abolición revolucionaria de la prostitución, lo que retarda, a su vez, el surgimiento de las prácticas necesarias para su supresión. Y en este sentido, es una posición retardataria.


Nada más, Aliss.



Agur



POSTDATA: Las ilustraciones, que buscan problematizar la cuestión, son, si han salido bien, la primera "El Rapto de Europa", de Giovani Lanfranco, 1647. La segunda, El Juicio de Paris, en versión de Rubens, s.XVII, y otra vez El Juicio de Paris, en versión siglo XXI (2007) de Eleanor Antin.

Nota para los moderadores
04 jun 2017
Simplemente aclarar que por patoseria he perdido el formato en la publicación del primer comentario, y siendo un texto con varias horas de elaboración creo que merece la pena publicarlo con la mejor presentación posible. Por lo que pido disculpas por esta duplicación del comentario.

Gràcies eta agur bero bat
Dos aportaciones interesantes más
04 jun 2017
Buenas Aliss:

Aquí te incluyo dos materiales recientes, en video, más:


Entrevista sobre la prostitución al médico y psicoanalista argentino Juan Carlos Volnovich:
JUAN CARLOS VOLNOVICH: "NO SE PUEDE SER ANTICAPITALISTA Y A LA VEZ PARTIDARIO DE REGULAR LA PROSTITUCIÓN" (VÍDEO)
http://canarias-semanal.org/not/20374/juan-carlos-volnovich-no-se-puede--/


Entrevista sobre la prostitución al médico, psiquiatra y psicoanalista argentino Alfredo Grande:
ALFREDO GRANDE: "EL VARÓN QUE TIENE QUE PAGAR PARA OBTENER SEXO SE ESTÁ DEGRADANDO" (VÍDEO)
http://canarias-semanal.org/not/20337/alfredo-grande-el-varon-que-tiene--/
Re: (Des)centrar el debate sobre prostitución: una puta no nace, se hace
05 jun 2017
otro aporte
http://www.bocalista.com/relacion-sexy-15-atuendos-que-vuelven-locos-a-l/
Otro material reciente
06 jun 2017
Cómo se convirtió la prostitución en la profesión más moderna del mundo – Historia de la prostitución

https://www.boltxe.eus/se-convirtio-la-prostitucion-la-profesion-mas-mod/
Re: (Des)centrar el debate sobre prostitución: un putero no nace, se hace
10 jun 2017
¿Base biológica en la prostitución? El patriarcado no es una estructura biológica, sino de un conjunto de opresiones, y en cualquier caso, la relación social de producción, viene impuesta desde ese imperativo opresivo. Y me refiero a la prostitución de las mujeres de condición proletaria.

Usted pretende analizar la prostitución desde su punto de vista como hombre, “no todos los hombres son prostituyentes”, pero la mayoría de las prostitutas son mujeres o trans, y quienes buscan sexo en la prostitución, con independencia del porcentaje, en su mayoría son hombres.

Cuando no intenta desviar el tema de debate, lo que hace es cambiar los “roles”. “Mueren más hombres que mujeres”, “hay más hombres que se prostituyen que mujeres”, etc… Es decir, menosprecia la realidad de opresiones hacia las mujeres. Busque, compare y si encuentra la verdad, no intente manipular.

Claro que “no hay ninguna prohibición institucional a la prostitución masculina…”, y la pregunta no es por qué las mujeres no son “prostituyentes”, sino porqué son principalmente los hombres, los “consumidores” también de la prostitución masculina.

Es un hecho que su extrañeza de la no “reivindicación” de prostitución masculina para uso de mujeres, probablemente obedezca a que no concibe la prostitución como una opresión más dentro del mundo patriarcal.

Nadie nace como “comprador o compradora de sexualidad”, y la prostitución no es más que otro de los muchos síntomas desde el que el patriarcado, concibe a la mujer como una subclase, al igual que usted ha expresado en no pocas ocasiones.

Si esa cosificación no está solo dirigida a las mujeres, y a las sexualidades no normativas, no niegue reconocer porqué la situación mayoritaria de la prostitución, es la que es: mujer o trans prostituta, hombre “prostituyente”.

Habitualmente usted y quienes piensan como usted, me tachan, nos tachan a las mujeres, de que tenemos una falsa idea sobre que las mujeres son “buenas” y los hombres “malos”, pero lo que percibo es que esa idea es la que usted, y quienes piensan como usted, se creen que es lo que pensamos. No dudo que en las ejecuciones de la represión contra La Comuna parisina, asistieran mujeres como si de un espectáculo de escarnio se tratara, y que además, fueran activas. La idea de que las mujeres son siempre revolucionarias y todas luchan, es su idea sobre nuestra idea. Por tanto, haga el favor de no atribuirme, atribuirnos, argumentos tan falaces y simples. Esa es otra manifestación más de su misoginia que nos concibe como incapaces de concebir la realidad.

¿Prostitución proletaria y prostitución burguesa?

Uuuuffff!, aquí ya me he cansado de responderle. Usted es como un disco rayado que sólo sabe repetir la misma estrofa una y mil veces con la pretensión de que se convierta en una verdad.

PD
JUAN CARLOS VOLNOVICH también “des-centraliza”: "Es fundamental trabajar con los clientes de la prostitución, porque son los que sostienen la industria”. El presentador de la entrevista, Juan Andrés Pérez, también se refiere a los hombres como “prostituyentes” y el psicoanalista se refiere al trato de la prostitución como de cierta “naturalidad” ¿Qué es lo que confiere esa “naturalidad” que los hombres recurran a la prostitución para “hacerse hombres”?

Cuando se refiere al “reconocimiento por el universo de varones”, ¿a qué piensa que se refiere?

Es muy sintomático que, palabras muy similares del psicoanalista sobre la prostitución, cuando las ha dicho una mujer feminista, usted, y quienes piensan como usted, se han dedicado a descalificar a la feminista. Además relaciona prostitución con patriarcado.

Alfredo Grande también hace referencias al patriarcado, al cual confiere jerarquía, y dice que la sexualidad no, pero la sexualidad reprimida y represora, sí son jerárquicas. La degradación del varón que consume prostitución, está en el pago, no en la represión sexual.

Le felicito por los aportes, y ya que se ha molestado en hacer esos montajes de cuadros y fotos, aquí le dejo un enlace sobre cómo se ha ocultado las históricas aportaciones artísticas de las mujeres creadoras.
http://www.tribunafeminista.org/2017/06/pero-una-mujer-ha-pintado-todo-e/
Peleas de hombres contra mujeres, y otros teatrillos
11 jun 2017
Buenas Aliss:

Genial, además de ponerme en boca lo que te da la gana, sigues intoxicada de generismo: La historia es una pelea entre los hombres y las mujeres, que son las verdaderas clases... sería desternillante si esta ideología no fuera un sumidero de socialdemocracia.

¿Los prostituyentes, a tu juicio, en definitivas cuentas, los hombres, así, en abstracto, o más bien todo el sexo-género masculino, son "el Patriarcado? Pero por lo menos no será el "patriarcado" de los padres, hermanos, hijos y amigos que no desean pero no pueden evitar la explotación cuando no la esclavitud sexual de sus hijas, en concreto,, y de las mujeres proletarias en general. No, Aliss, no, la prostitución está mediada por la lucha de clases, lo quieras reconocer o no, se desarrolla sobre la base biológica de la especie humana moderna, cuya reproducción biológica se organiza en sexos, incluso en este periodo de la formación del infame mercado de la reproducción biológica y de la industrialización de la producción (y desgeneración)de ninos/as.

Y esto me trae al punto que no desarrollé en el escrito: La prostitución contiene en la inmensa mayoría de los casos la negación radical de la libre reproducción biológica de las mujeres que la padecen. Inmediatamente, hay una disociación radical contra las mujeres sometidas o reducidas a prostitución no burguesa, ¿será que el patriarcado no quiere tener niños ahora o resulta que hay una clase y sus aliados, compuesta de hombres y mujeres, que quiere mantener la estructura y estabilidad de la propiedad privada, y el sistema de sexualización, históricamente condicionado por ella, más que responder a un etereo Patriarcado, esa palabra mágico-mitológica que en realidad es el antifaz que sirve para ocultar todo este monstruario, está orientado a sostener todo el edificio?


Agur
La sobrecogedora historia detrás de los hermanos Durero
11 jun 2017
Buenas Aliss:

Tambien a esas artistas que nos comentan en Tribuna Femnista les concierne "la sobrecogedora historia que hay detrás de los hermanos Durero":

http://www.antrophistoria.com/2017/06/la-sobrecogedora-historia-que-hay.

Agur
RTrabajo simplke, trabajo potenciado y burguesía feminista nueva
11 jun 2017
Buenas Aliss:

Sobre el arte y las mujeres casualmente aparece un reciente artículo en "Las interferencias", que complementa la crítica artistica a tus posiciones generistas burguesas expuesta con la pintura de las manos del hermano de Durero con la pintura de una nodriza obra de Berthe Morisot:

Androcentrismo en la Historia…
http://www.lasinterferencias.com/2017/06/04/androcentrismo-en-la-histori/

Agur
Sindicato Sindicat