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“Raza, género y clase son elementos entrelazados”
25 abr 2017
Entrevista a Angela Davis, en la que nos habla de la relación de las estructuras de opresión.
Entrevista a Angela Davis, filósofa, profesora de Historia de la Conciencia en la Universidad de California, histórica dirigente del Partido Comunista de Estados Unidos, ex miembro de las Panteras Negras e investigadora especializada en feminismo, marxismo, abolicionismo del sistema penitenciario, teoría crítica y estudios afroamericanos.

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-En el ensayo ¿Están las prisiones obsoletas? Democracia de la abolición. Prisiones, racismo y violencia (Editorial Trotta 2016), hablas del encarcelamiento masivo de los pobres y de los migrantes ilegales. El capitalismo considera a estas personas como seres prescindibles pero los utiliza como mano de obra esclavizada barata al mismo tiempo que los convierte en consumidores cautivos del excedente de producción, excedente que se sitúa en el origen mismo de una crisis económica que, a la vez, genera pobreza y migración, en un bucle perfecto. ¿Observas algún paralelismo entre estas políticas de encarcelamiento y el proceso desarrollado durante la transición del feudalismo al capitalismo, en el que millones de personas fueron expulsadas de las tierras que hasta entonces habían sido su medio de reproducción y fueron forzadas a la esclavitud del salario?

Davis 2-Ciertamente, existen paralelismos entre ambas épocas, pero lo que quizá es más importante es constatar que también hay diferencias considerables entre los dos períodos. En la transición del capitalismo al feudalismo, tal como Marx la describió, los cercamientos y otros procesos de desposesión privaron a la gente de las tierras que constituían su fuente de subsistencia y, de manera simultánea, generaron una clase de personas a quienes no les quedó nada más que su fuerza de trabajo. Así, pues, se convirtieron en la mano de obra necesaria para que el capitalismo naciente pudiera incrementar su riqueza. Aquellas personas fueron liberadas de los constreñimientos del feudalismo, pero se vieron forzadas a cambiar una forma de opresión por otra.

Si bien es cierto que suele resultar inútil hacer un ranking de las diferentes formas de opresión, se puede afirmar que, a pesar de que el capitalismo depende total y absolutamente de la explotación, el hecho de dejar atrás la esclavitud y el feudalismo supuso cierto grado de progreso. Algunos trabajadores al menos encontraron su camino hacia el empleo, por degradante que fuera y siga siendo el trabajo.

Por otra parte, el complejo penitenciario industrial global es ciertamente rentable, pero su rentabilidad reside en las tecnologías destinadas a relegar ingentes cantidades de personas a unas vidas marginales, improductivas y cargadas de violencia. El encarcelamiento masivo de personas negras, de color e inmigrantes en Estados Unidos, Australia y partes de Europa, junto con la persistencia de un racismo y una xenofobia estructurales, son prueba del fracaso absoluto del capitalismo global a la hora de responder a las necesidades de personas reales en todo el mundo.

Se podría argumentar, igualmente, que ello también es la prueba más convincente de la necesidad de concebir un sistema socioeconómico más allá del capitalismo. Así, pues, el movimiento abolicionista contemporáneo, en su llamamiento a desmantelar el complejo penitenciario industrial, se presenta como un movimiento anticapitalista que exige igualdad racial, puestos de trabajo con salarios vivibles, vivienda asequible, sanidad y educación gratuitas y justicia medioambiental para todos los seres vivos.

-Abogas por la justicia restaurativa, en lugar de la punitiva. ¿Cómo se restauran la desigualdad y la injusticia causadas por el proceso de acumulación primitiva que conforman la base del capitalismo? En otras palabras, ¿qué forma tendría una justicia restauradora destinada a reparar el ‘pecado original’ de explotación y acumulación que se encuentra en el origen de las desigualdades de redistribución de nuestras sociedades?

-Efectivamente, a menudo he utilizado el término “justicia restauradora”, junto con otros, como “justicia reparadora” y “justicia transformadora”, como alternativas a la justicia punitiva o retributiva. De hecho, prefiero el término “justicia transformadora”, ya que no presupone la existencia de un estado ideal que sea necesario restaurar.

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Respondiendo a tu pregunta, me gustaría destacar la importancia de la memoria histórica, especialmente en cuanto a la necesidad que hay hoy en día de un análisis explícitamente anticapitalista. “La llamada acumulación originaria” es uno de los capítulos más importantes de El capital, precisamente porque desenmascara la expropiación, injusticia y violencia que marcaron el inicio del capitalismo y que, aunque pudiera parecer que ya no es así, siguen en el centro del proceso capitalista. A finales del siglo XX, el complejo penitenciario industrial comienza a mostrar el grado en que las sociedades capitalistas continúan basándose en ideologías racistas y coloniales a la hora de fabricar tecnologías de violencia, reflejo, a su vez, de la violencia histórica ligada a la esclavitud y a la colonización.

-Has hablado de nuestra problemática reacción automatizada con que a menudo respondemos al crimen y al delito, recurriendo a las instituciones jurídico-policiales, en vez de diseñar soluciones desde dentro de la comunidad. En el caso concreto de la violencia sexual, abogas por la autodefensa, lo cual nos lleva al tema de las mujeres y la violencia. En ¿Están las prisiones obsoletas?… haces referencia a la “necesidad de cuestionar las premisas imperantes según las cuales la única relación posible entre las mujeres y la violencia implica que las mujeres sean víctimas”. ¿Qué opinas del uso disuasorio y disciplinandor de la violencia feminista como mecanismo dirigido a defendernos a nosotras mismas? ¿Qué es la autodefensa feminista para ti?

–Davis 5Siempre he tenido un cuidado especial en la manera en que utilizo el término “violencia”. Como estudiosa de la teoría crítica, siempre me recuerdo a mí misma que las herramientas conceptuales que decido utilizar podrían estar haciendo un trabajo que, en realidad, contraviene lo que pretendo expresar. Así, pues, trato de no equiparar “autodefensa” y “violencia contra el agresor”. Y mi apuesta por la formación en autodefensa se inserta en un contexto más amplio, basado en un análisis que vincula la violencia misógina con los sistemas de dominación de raza, género y clase, dentro de una estrategia que pretende purgar nuestras sociedades de toda forma de explotación y violencia.

-En Mujeres, raza y clase (Akal, 2004) desmontas el mito del violador negro y explicas que “fue una invención claramente política”, propaganda construida con el fin de consolidar y justificar los linchamientos, como método de “contrainsurgencia” destinado a evitar que los negros alcanzaran sus derechos. El pasado fin de año asistimos al despliegue de este mismo mito en Colonia, en este caso en los cuerpos de hombres “de apariencia árabe o norteafricana”, en un nuevo ejemplo de “purple washing” o utilización de una supuesta defensa de las mujeres para criminalizar a los solicitantes de asilo y a los residentes ilegales, de una manera que parece estar lanzando el mensaje de que “a nuestras mujeres sólo las podemos violar nosotros”. ¿Cómo interpretas esta utilización de los derechos de las mujeres (velo, violador negro, opresión de las mujeres afganas) para otras cruzadas?

-En su libro Arrested Justice: Black Women, Violence, and America’s Prison Nation (La justicia bajo arresto: mujeres negras, violencia y la nación prisión de América), Beth Richie expone los peligros de confiar en tecnologías de criminalización como supuestas soluciones a los problemas de la violencia de género. Su argumento es que el movimiento antiviolencia predominante en Estados Unidos dio un giro peligrosamente equivocado cuando comenzó a apoyar la represión policial y el encarcelamiento como principales estrategias destinadas a proteger a las “mujeres” de la violencia masculina. Era fácilmente previsible que quienes más estarían el punto de mira de estas iniciativas destinadas a garantizar la seguridad de las “mujeres” serían los hombres de comunidades ya sometidas a una hipervigilancia de la policía y que ya contribuían de manera desproporcionada al incremento de la población penitenciaria.

Resulta, sin embargo, que el uso generalizado de la categoría “mujer” escondía una racialización clandestina operativa dentro de esta categoría, según la cual “mujeres” en realidad significaba “mujeres blancas” o, aún más concretamente, “mujeres blancas acomodadas”.

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El caso de Colonia y el discurso sobre el violador árabe, que pretende consolidar aún más las representaciones colonialistas de los hombres árabes como agresores sexuales, nos recuerdan la importancia de las teorías y prácticas feministas que cuestionan la instrumentalización racista de los “derechos de las mujeres” y enfatizan la interseccionalidad de las luchas por la justicia social.

-En las últimas décadas, hemos experimentado lo que Nancy Fraser define como “desacoplamiento de las llamadas ‘políticas identitarias’ de las políticas de clase”, en lo que se ha convertido en una lucha por el reconocimiento, en lugar de por la redistribución, con un desplazamiento del sujeto colectivo hacia uno individual(ista). Tú, en cambio, siempre has defendido las “comunidades de lucha”, al considerar que “las comunidades son siempre proyectos políticos”. ¿Qué opinas sobre las políticas identitarias y cuáles son, en tu opinión, las luchas y los proyectos políticos que deberían situarse en el centro, en la actual era de hegemonía neoliberal?

-Lo que encuentro más problemático de las políticas identitarias es la manera en que las identidades muy a menudo se naturalizan y no son consideradas como un producto de la lucha política, de modo que no se sitúan en relación con las luchas de clase y antirracistas.

Davis 6Recientemente, el movimiento trans, por ejemplo, se ha convertido en un importante territorio donde luchar por la justicia. Con todo, hay una diferencia fundamental entre las representaciones dominantes de las cuestiones trans, que habitualmente hacen hincapié en la identidad individual, y los movimientos trans interseccionales, que consideran que tanto la raza como la clase son elementos fundamentales en las luchas de las personas trans. En vez de centrarse en el derecho de la persona a “ser” él mismo, ella misma, o ell@ mism@, estos movimientos trans afrontan la violencia estructural (en manos de la policía, la prisión, el sistema sanitario, el sistema de la vivienda, el ámbito laboral, etc.) que las mujeres trans de color tienen más probabilidades de experimentar que ningún otro grupo de la sociedad. En otras palabras, luchan por unas transformaciones radicales de nuestras sociedades en contraposición a la asimilación en un estado de cosas determinado e inamovible.

-Continuando con el tema de la identidad, por lo que dices sobre la interseccionalidad, entiendo que apuestas por una confluencia de luchas (Ferguson, Palestina), más que por una conjunción de identidades diferentes, diversas y múltiples, en un momento en que gran parte de las defensoras de las políticas interseccionales afirman y naturalizan las identidades, en vez de cuestionarlas, ignorando a menudo el contexto material e histórico que rodea estas identidades. ¿Cómo entiendes la interseccionalidad y en qué términos resulta productiva hoy en día?

-El concepto de interseccionalidad, tal como yo la entiendo, tiene una genealogía muy interesante, que se remonta al menos al período de finales de los años 1960 y principios de los 1970. Como ahora no puedo entrar en gran detalle, me limitaré a mencionar alguno de los elementos fundamentales que me gustaría destacar: la creación de la organización Alianza de Mujeres Negras, como respuesta a la voluntad de plantear un debate sobre cuestiones de género dentro del Comité de Coordinación Estudiantil No Violento (SNCC), principal organización juvenil del Movimiento por la Libertad del Sur.

La Alianza planteaba que no era posible entender el racismo en toda su complejidad sin incorporar un análisis del sexismo y, para sustentar esta tesis, en 1970 Fran Beale escribió un artículo que tuvo gran difusión, titulado Double Jeopardy: To Be Black and Female (Riesgo doble: ser negra y mujer). Poco después de la publicación del artículo, de resultas del hecho de tener conocimiento de luchas como las de las mujeres puertorriqueñas contra la esterilización forzosa, la Alianza de Mujeres Negras se convirtió en Alianza de Mujeres del Tercer Mundo y publicó un periódico titulado Triple Jeopardy, en referencia al racismo, el sexismo y el imperialismo. Aquello implicaba una militancia sobre el terreno que abordaba de manera simultánea el racismo, la misoginia y la guerra imperialista.

Es con el espíritu de aquellos esfuerzos intelectuales orgánicos de comprender las categorías de raza, género y clase como elementos conectados, entrelazados y entrecruzados que entiendo actualmente los conceptos feministas de interseccionalidad.

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-En un ciclo de conferencias recientemente celebrado en el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona, con el título La frontera como centro. Zonas de ser y de no ser (migra y colonialidad), la representante del partido Indigènes de la République Houria Bouteldja afirmó lo siguiente: “No sé quién es blanco, pero la policía francesa lo sabe perfectamente. Nunca se equivoca a la hora de decidir a quién discriminar y a quien apalear”. Igualmente, la feminista vasca Itziar Ziga, en una entrevista en Argia, decía que “soy una mujer porque es así como he sido violentada física, afectiva, económica y simbólicamente… Proclamo que soy mujer, pero no por lo que tengo entre las piernas”. En estos dos casos, el sujeto se define políticamente para/desde el locus de opresión y, por tanto, de lucha. En este sentido, ¿qué es para ti ser mujer y qué ser negra?

-Ambas categorías se han ensanchado y expandido más allá de cualquier límite que hubiera podido imaginar en anteriores fases de mi vida. De modo que, si pretendiera aferrarme a modos de ser históricos, continuaría sintiéndome obligada a basarme en definiciones políticas del género y la raza en ambos casos, tal y como planteas en tu pregunta, tanto desde el punto de vista de las estructuras de dominación y sus ideologías asociadas como desde el punto de vista de los movimientos colectivos que buscan desmantelar estas estructuras y hacer frente a estas ideologías.

Al mismo tiempo, siempre he insistido en la prioridad de la práctica radical por encima de la identidad pura y simple. Importa más qué haces para facilitar la transformación radical que cómo te imaginas que eres. Y, claro, como ya he indicado, las categorías de género y raza, al igual que la sexualidad y la clase, sólo son significativas dentro de unas interrelaciones más complejas.

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-En relación con el panorama político estadounidense, has destacado “el reto de complicar el discurso”, en vista de que “la simplificación de la retórica política facilita la adopción de posturas extremistas”. En los últimos años, en Europa, hemos sido testigos de la aparición de la autodenominada “nueva política”, que se opone a “los de arriba”, con miras a provocar una “revolución democrática” por la vía de la “revolución de las sonrisas”. ¿Qué significa para ti la democracia en esta era del populismo despolitizador y de los significantes vacíos?

-Está claro que los que nos situamos a la izquierda en Estados Unidos, y no sólo a la izquierda, sino también en algunos círculos conservadores, asistimos totalmente estupefactos a la creciente influencia de Donald Trump, el cual se está aprovechando la atracción que importantes sectores de las comunidades de clase trabajadora blanca sienten por este tipo de retórica política simplista, extremista y de tendencia fascista. Esto también ocurre con la peligrosa atracción hacia personajes y partidos de extrema derecha que está habiendo en Austria, Francia, Polonia y otros lugares de Europa, crisis masiva de los refugiados -la cual pone de manifiesto el impacto que la historia de esclavitud y colonialismo de Europa sigue teniendo-, ha hecho prosperar el populismo de extrema derecha, alrededor del racismo antinegros y antiinmigrantes, y ha reactivado la islamofobia, con espectáculos que traen a la memoria racismos del pasado.

No será posible hacer frente al populismo de extrema derecha y generar un diálogo sobre futuros democráticos -enfoques sustantivos y transformadores que desplacen el foco político de la representación neoliberal del individuo hacia las necesidades y aspiraciones de las comunidades-, si no somos capaces de construir movimientos potentes contra el racismo y la xenofobia en el mundo.

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-Preguntada por tu posición ante las elecciones presidenciales de Estados Unidos, recientemente has destacado la necesidad de un partido nuevo. ¿Por qué motivo? ¿Qué tipo de partido tienes en mente? Como ex candidata a la vicepresidencia por el Partido Comunista de Estados Unidos, ¿qué similitudes y qué diferencias con el PC debería tener este partido nuevo? En cuanto a su programa, ¿consideras que sigue vigente el Programa de 10 puntos del Partido de las Panteras Negras? ¿Y cuál sería la base electoral de este nuevo partido?

-La política electoral norteamericana lleva muchos años siendo rehén del sistema bipartidista. Tanto el Partido Demócrata como el Republicano están absolutamente encadenados al capitalismo. Necesitamos una estructura política alternativa que no capitule ante las estructuras empresariales, sino que represente, en primer lugar, las necesidades de los trabajadores, de la gente pobre y de las personas de color. Esto es evidente desde hace muchos ciclos electorales, y cuando hace muchos años participé de manera directa en la política electoral, como candidata a la vicepresidencia por el Partido Comunista, fue precisamente para visibilizar esta necesidad de declarar la independencia respecto al sistema bipartidista.

Dada la respuesta que ha obtenido Bernie Sanders, ha quedado claro que hay un número considerable de personas que quieren una alternativa al capitalismo. Cada vez más gente está reflexionando seriamente sobre la necesidad de un partido que represente la clase trabajadora, los movimientos antirracistas, las cuestiones feministas y LGBTQ, las reivindicaciones contra la guerra y la justicia medioambiental.

En cuanto al Partido de las Panteras Negras, está claro que el Programa de 10 puntos está profundamente arraigado en las condiciones históricas de mediados del siglo pasado, pero, al mismo tiempo, todos y cada uno de sus puntos tienen un profundo vínculo con luchas radicales contemporáneas.

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-Continuando con las Panteras Negras, fueron pioneras en su política de womanism, que puso la lucha por los derechos de las mujeres al mismo nivel que la lucha de clases y racial, apoyó el derecho al aborto, organizó cuidados de niñas y niños durante sus reuniones, fomentó el modelo tradicional africano de familia extensa en contraposición a la familia nuclear burguesa, el diario del partido estuvo dirigido por mujeres, y hasta un 70% de su militancia era femenina. ¿Cómo se logró todo ello, más allá de que los hombres estaban siendo asesinados o encarcelados? ¿Qué lecciones pueden sacar los movimientos de liberación, y especialmente las feministas de estos movimientos, de la experiencia del Partido de las Panteras Negras?

-En realidad, no debería sorprendernos excesivamente saber que la mayoría de militantes de las Panteras Negras eran mujeres, de la misma manera que no deberíamos sorprendernos por el papel fundamental que las mujeres jugaron dentro del Movimiento por la Libertad del Sur. Lo que sí resulta sorprendente es que medio siglo más tarde sigamos cautivos de visiones históricamente obsoletas sobre el liderazgo carismático masculino.

Históricamente, los paradigmas asociados al liderazgo de las mujeres -desde Ella Baker hasta Ericka Huggins- han tendido a enfatizar el liderazgo colectivo por encima del individualista. Los jóvenes de los actuales movimientos radicales están priorizando el liderazgo de las mujeres, el liderazgo queer y el liderazgo de las colectividades.

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-Como fuiste alumna de Marcuse, me gustaría hacerte una pregunta que él ya planteó en su Un ensayo sobre la liberación: “¿Cómo puede (el individuo) satisfacer sus necesidades sin ( …) reproducir, a través de sus aspiraciones y satisfacciones, su dependencia de un aparato explotador que, al satisfacer sus necesidades, perpetúa su servidumbre?”. En otras palabras, ¿cómo podemos liberarnos de la mercantilización de nuestros sentimientos?

-A estas alturas, no estoy segura de si es posible eludir completamente las consecuencias del deseo mercantilizado, ya que es esa la naturaleza del deseo contemporáneo; el capitalismo ha invadido hasta tal punto nuestras vidas interiores que nos resulta extremadamente difícil separar capitalismo y deseo. Sin embargo, creo que sigo la tradición filosófica de Marcuse cuando afirmo que deberíamos tratar de desarrollar una conciencia crítica sobre las maneras en que, en parte, estamos implicados en la propia reproducción del capitalismo, a través de la mercantilización de nuestros sentimientos. Es a través de este tipo de reflexiones negativas que podemos empezar a vislumbrar posibilidades de liberación.

-Durante tu visita al País Vasco estuvimos hablando sobre la importancia del arte y la literatura como esferas donde expandir los límites de lo inteligible, desmontar los paradigmas del sentido común hegemónico, confrontar la camisa de fuerza de la verosimilitud, derribar el monopolio de la realidad y traducir, dar forma y ensayar nuestras nociones políticas. ¿Cómo se concreta todo esto?

-Especialmente ahora que la posibilidad de liberación parece ser descartada por las mismas luchas políticas que pretenden mostrarnos vías hacia futuros mejores, podemos aprovechar lo que Marcuse llama “dimensión estética” y Robin Kelley, “sueños de libertad” o “imaginación radical”. Lo que el reino del capitalismo ha sofocado completamente es nuestra capacidad colectiva de imaginar una vida que no esté repleta de mercancías. Es por esta razón que necesitamos el arte, la literatura, la música y otras prácticas culturales, para educar nuestra imaginación de manera que consiga liberarse de las restricciones impuestas por la privatización.

-Durante aquella visita, te organizaron un concierto de homenaje en Bilbao, donde hiciste mención de una canción preciosa de Nina Simone titulada I Wish I Knew How It Would Feel to Be Free (Ojalá supiera qué se siente al ser libre), y que dice así: “I wish I could break all the chains holdin’ me, I wish I could say all the things that I should say, say ’em loud, say ’em clear for the whole ’round world to hear” (Ojalá pudiera romper todas las cadenas que me retienen, ojalá pudiera decir todo lo que debería decir, decirlo todo bien alto, decirlo para todo el mundo lo oiga) .¿Qué significa ser libre para ti, y cuáles son las cadenas que tenemos que romper?

-Recordé esa canción de Nina Simone no tanto porque quisiera dar a entender que medio siglo o más después yo tenga una respuesta definitiva a la cuestión subyacente a su anhelo de saber qué es sentirse libre, sino más bien porque seguimos rigiéndonos por este deseo de poner nombre y experimentar la libertad. En los Estados Unidos este objetivo nos resulta mucho más complicado hoy en día que a mediados del siglo XX. De hecho, parece que, cuanto más nos acercamos a lo que originariamente habíamos imaginado como “libertad”, más nos damos cuenta de que se trata de algo mucho más complicado, de algo con un alcance mucho mayor.

Maria Colera Intxausti*

*Entrevista publicada el 8 de abril pasado en www.diagonalperiodico.net

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Comentaris

Lo Fijo y Particular sobre lo Universal y Móvil
26 abr 2017
Buenas Aliss:


El conjunto de la entrevista a esta señora es muy enriquecedora, y tiene aciertos y aportaciones muy importantes. Hay sin embargo un grave punto de sombra.


Destaco:


- “los que nos situamos a la izquierda en Estados Unidos, y no sólo a la izquierda, sino también en algunos círculos conservadores, asistimos totalmente estupefactos a la creciente influencia de Donald Trump, el cual se está aprovechando de la atracción que importantes sectores de las comunidades de clase trabajadora blanca sienten por este tipo de retórica política simplista, extremista y de tendencia fascista.”


Esto es, a Angela le sorprendió el auge de la política autoritaria, antiigualitaria y fascista de Trump en amplias fracciones de la clase obrera estadounidense. ¿Por qué le sorprendió, teniendo en cuenta su sofisticación intelectual, alta formación, probada veteranía y aparente dominio del marxismo? Porque pone en un plano de igual potencia política a la posición de clase que las circunstancias étno-nacionales y la condición de género. Es decir, subestima la contradicción principal, la de clase.

Incluso aquí se sabía del agudo aumento de la mortalidad por consumo de opiáceos, hipertensión y suicidio, paralelo a la proletarización e incremento del desempleo, en la fracción de clase obrera, - en vías de ser sobrante y en reproletarización acelerada pero autoestimada como clase media -, de etnias blancas del Medio Oeste de los EEUU.

Lo Fijo y Particular, - condición de género y circunstancia étno-nacional – permite un florido análisis de las diferencias y las opresiones, cada vez más detallado, pero lo Universal y Móvil, las clases, impone esfuerzos de profundización y de superación de la unilateralidad subjetiva de la propia identidad, y obliga a estar siempre en alerta crítica para captar el movimiento histórico real.

Angela subestima la contradicción de clase, y por eso se vio sorprendida por algo que para los marxistas no ha sido ninguna sorpresa. En contraposición, el ayer mingundi pero hoy magnate capitalista 'self made man', Jack Ma sostiene lo siguiente:


-“ Jack Ma augura "décadas de dolor" para el mundo. (...) En los próximos 30 años, "el dolor del mundo será mucho mayor que su felicidad", asevera el fundador de Alibaba. La sociedad debe prepararse para décadas de agitación social y dolor mientras se adapte a los cambios que trae Internet a la economía global,(…) hay que cambiar los sistemas educativos de manera radical y aprender cómo trabajar con robots para ayudar a suavizar el golpe que causarán la automatización y la economía de Internet.(1)”.


En esta línea, otros dicen, no sin base, que en los próximos 30 años va a haber más cambios que en los últimos dos mil. En todo caso, desde 2010 al parecer se están introduciendo en el aparato productivo mundial cada año el mismo número de robots industriales que había en todo el mundo en 2008, en medio de otros numerosos procesos de transformación radical de la producción, la reproducción, el urbanismo y la socialidad. Y este es el proceso, netamente capitalista, que alienta, en último análisis, los procesos de proletarización y reproletarización de masas, planetario, al que estamos abocados, y afecta nuclearmente a todas las identidades estáticas. Pero esto no se ve en el análisis de Angela, - pues aun cuando sí hay sugerencias de una consciencia de ello quedan ocultadas entre lineas por el peso de su tendencia a leer la realidad desde lo fijo y particular, en la niebla causada por la desconexión de lo móvil y universal -, lo que perjudica seriamente a las partes acertadas e incluso brillantes de su aportación en el plano de las opresiones por identidad, que vemos en esta entrevista.


Agur

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(1)     Jack Ma augura "décadas de dolor" para el mundo.
https://actualidad.rt.com/actualidad/236783-jack-ma-alibaba-decadas-dolo
Re: “Raza, género y clase son elementos entrelazados”
26 abr 2017
Pues para ser negra, mujer y de clase obrera no le ha ido tan mal. Premios en la URSS, Honoris Causa, Catedras vitalicias, galardones en metálico, Royalties, canciones dedicadas a ella de los Rolling Stones, de John Lennon. En cualquier caso, mucho mejor que le fue a sus colegas de lucha varones, Eldrige, Bobbi o Malcolm. Porque a ellos, en vez de medallas, cátedras y galardones, les dieron una onza de plomo.
Re: “Raza, género y clase son elementos entrelazados”
26 abr 2017
Ja, ja, ja… La culpa fue del cha cha chá.

Sorprende como sorprende en tu país que haya clase trabajadora que apoye a la derecha y a la ultraderecha, y eso es una constante que he oído desde que estoy acá. Y esa sorpresa se produce sin que ninguno o ninguna de los y las sorprendidas, tenga ni la menor pretensión de hacer un análisis desde una visión racial/étnica o como mujer. ¿Porqué la sorpresa de Angela sí que se deba a la igualdad de esos planos de clase, género y raza y acá ni tan siquiera lo nombren.

Sobre esa mortalidad de la que hablas, es la primera “noticia” que tengo. Pero intentando ser un poco cómplice de tu comentario te diré, que en los USA está la asociación hegemónica de la “salud mental”, la que se inventa enfermedades y trastornos cada vez que revisa su manual, porque según dijeron las farmacéuticas ya hace años, el negocio no es vender medicamentos a los enfermos, sino a los sanos.

Precisamente se dice de los neurolépticos, que reducen la esperanza de vida de quien los consume, y se da la paradoja de que en USA, se medica a los niños y niñas con este tipo de fármacos desde hace años. De ahí se ha relacionado todos esos actos de jóvenes que, con armas, van a sus institutos a matar. Ya me dirás cómo concebir sobrantes a esos niños y niñas jóvenes que mueren en el tiroteo o que macabro plan está detrás de esas muertes. No es más que la reproducción de su sistema, de su país que va a bombardear poblaciones civiles en otras partes del mundo, concibiendo que se hace por la libertad del mundo, pero sin importar las muertes.

En cuanto a la robotización, ya hace años, creo que era Asimov quien advertía de ello. Pero se da la paradoja de que pensáis desde vuestro mundo. En el momento que esos robots los lleven a África o a cualquier otra parte que no sea vuestro mundo…, los veremos en los desgUaces y almacenes de chatarra porque el capital va a necesitar a mucha población blanca, para vigilar todas esas máquinas. Y espera a verlo, pero a mi no me sorprendería que hubiese máquinas “masculinas” llevando el peso y el control de otras máquinas “femeninas”, o bien estas últimas, destinadas al servicio doméstico.

Ten en cuenta que el dolor no va a ir en una sola dirección. Cuando lo único que puedes perder es la vida, suceden las peores catástrofes contra el capitalismo. Lo que hace Angela, es un análisis sobre la realidad, no hace ciencia ficción, ni predicciones de futuro. Es una investigadora marxista, no una echadora de cartas, ni pitonisa. Hay bastantes órdenes religiosas que llevan años prediciendo el fin del mundo, y también científicos…, pero ese fin, si tiene que llegar, ni tú ni yo lo veremos. El planeta tiene más recursos que todos nosotros, y cuando llegue su hora, no habrá robots que le sobrevivan.

PD.
Sr “caballero”, sigue usted dando signos de extrema ignorancia. Eldridge, no murió de onzas de plomo, sino de religión. Y Malcolm X, no era un pantera negra, ni su colega de lucha, sino un revolucionario musulmán. Quienes sí que murieron de plomo, fueron Martin Luther King Jr. y J.F.K., y ya ve, nada que ver con Angela de la que seguramente usted ignora casi todo sobre su vida y su supervivencia. No es la única pantera negra que ha sobrevivido a personas tan ignorantes como usted.

No sé como indymedia no le dedica la sección del ridículo, porque mire usted que ha dicho disparates. Podría decir que uno por comentario, y a veces hasta dos, y eso que por lo general no escribe más de cinco líneas. Eso sí, todos sus nicks son basura de lujo.
Re: “Raza, sexo, edad, religión, condición, conocimiento y clase son elementos entrelazados”
27 abr 2017
Cierto es que a Eldridge no lo mataron a tiros (aunque le pegaron unos cuantos); sí que murió su acompañante Bobbi Hutton en esa misma refriega. Como murieron Jonathan George y George Jackson, este último intentando escapar de la carcel con un arma que Angela Davis presuntamente le proporcionó. Ya tienes unos cuantos.

Malcolm X y Luther King Jr. obviamente no compartian su credo prosoviético y estalinista, pero compartian con ella lucha por la emacipación, una misma raza y condición social, por lo cual llamarlos 'sus colegas' no es tan espantoso.

Al cabo de los años, caida la URSS, aburguesada la población afroamericana, olvidada la lucha armada, solo ha quedado la 'cuestion de genero' para seguir viviendo de la moma, las subvenciones, las catedras, los viajes pagados. No está mal para ser negra, mujer, de clase media, etc. Aunque a Jane Fonda le fuera mucho mejor, ¿verdad?

Asi que estaré encantado de llevar una seccion del ridiculo y disparates en el IMC, siempre que Ud. señorita, tenga la bondad de acompañarme en estos debates tan 'trascendentales'.

Bonus track:
http://www.vice.com/es/article/la-ciencia-ficcion-feminista-es-lo-mejor-
Re: “Raza, género y clase son elementos entrelazados”
27 abr 2017
Sí, ya sé que las "estrellas" del ridículo, siempre suelen acompañarse de alguna "azafata" para que le distraiga al personal mientras él hace el mayor ridículo del mundo.

Y como tienes cierta obsesión con reiterarte, y aún no has salido de una y te metes en otra, te diré que no he dicho que sea "espantoso" llamarles "colegas", sólo te he aclarado que no formaban parte de la misma organización.

El ridículo que nos has regalado en esta ocasión, es otra muestra de tu infinita ignorancia con apariencia de que sabes de lo que hablas. Lo que dices sobre la muerte de George Jackson es justo "la versión oficial de sus asesinos", Debo "felicitarte" porque no podía ni imaginar que, además de transmisor del pensamiento misógino, lo seas de las versiones policiales y contrarevolucionarias.

"Al cabo de los años", esa es también la visión que la sociedad yanki más reaccionaria pretende dar hacia fuera.

De todo aquello, lo que ha quedado, no es solo "la cuestión de género". Todavía hay unos cuantos panteras negras en prisión, y quienes consiguieron entrar en las universidades, pues Angela no es la única pantera negra que está en la universidad, siguen con su lucha contra el sistema industrial carcelario de los USA.

Así que ella vive ahora una vida, pero para llegar hasta ahí, empezó una revolución. Tu has llegado hasta el mayor de los ridículos, desde tu enconada labor reaccionaria. No está mal para ser un hombre, europeo, blanco, misógino y con una tremenda afición a hacer el ridículo cada vez que escribes algo.

Enhorabuena, no está nada mal lo tuyo, sin subvenciones, ni cátedras, ni viajes pagados, pero seguramente con alguna pensión por parásito social declarado de utilidad pública por el estado.
Re: “Raza, género y clase son elementos entrelazados”
28 abr 2017

Lo primero, te pediria que evitaras la agresion verbal 'ad hominem', no vaya a ser que te confundan con una histerica agresiva, que no creo que seas. Argumentos, razones, expresiones, van más lejos que las ofensas y los insultos.
No entiendo, Aliss, por qué llevas al terreno personal lo que se supone debiera ser 'difusión de ideas' o 'comunicación alternativa' alejadas de los mass media dominantes.
Personalmente no tengo nada contra ti ni contra Angela Davie, que forma parte de mi educacion sentimental desde hace cuatro decadas.
Reconozco, eso si, que no me gustó que le dieran la medalla de oro de la URSS los mismos que habian aplastado la revolución de Praga; como tampoco me gustó que su militancia en el PC USA la llevara a postularse como candidata a la vicepresidencia. Prefiero mantener la imagen de Angela en las manis contra la guerra de Vietnam con su peinado afro y sus camisetas sin sujetador en la dorada California de los 60's. Pequeñas debilidades 'machistas' inofensivas, qué quieres... nadie es perfecto.
Decir que haya envejecido mucho mejor que sus 'colegas' es un halago y no una ofensa, pero -una vez mas- parece como si criticar sus veleidades estalinistas y su vocación feminocentrica sea sacrilegio en una web que defiende la libertad de expresion y en un apartado de comentarios ocultos que no leerá -casi- nadie.
Resulta controvertido que olvidados sus sueños de revolución marxista y alcanzado un grado de igualdad racial bastante aceptable, medio siglo después haya circunscrito su militancia (con su buen sueldo y sus regalias, obvio) en el ámbito de la emancipación feminista. Ahi no hay crisis ni problema de pasta, por lo visto. Seguro que su otrora amiguita Jane Fonda le suelta algunos cheques, porque ella y millones de feministas tienen la pasta por castigo. Basta echar un vistazo a facebook o los distintos medios 'mainstream' de pago.
Decía Dylan (otro que le dedicaba canciones a Angela Davis) que 'dime quién no es un parásito e iré a rezar por él'). Ni tu ni yo somos excepciones y no hará falta que venga a rezar nadie por nosotros:
En cuanto a tu calificativo de 'parasito social', me complace informarte que este parásito hace mucho tiempo que no cobra "pensiones de utilidad publica del estado", -aunque sí percibi el seguro de desempleo cuando me correspondia, que muchas vidas costó, mayormente masculinas, obtener ese derecho-. Al contrario me visto con la ropa vieja que reparte el Ejercito de Salvación y me alimento con las sobras de las Hermanitas de los Pobres. Ya ves, las mujeres siempre me trataron bien y por eso las respeto. Otra cosa son las feministas agresivas, sobre todo cuando tienen tantos secretos inconfesables que ocultar...
Re: “Raza, género y clase son elementos entrelazados”
28 abr 2017
Mira sr “caballero”, siempre me sales con la tontería esa del “ad hominen”, parece que la aprendiste ayer. Hablas como si tu no fueras hacia lo personal. ¿Te suena aquello de “lo personal es político”? Pues bien, todos tus comentarios, llevan insulto tras insulto. No me insultas directamente, lo haces indirectamente, Y eso también es insultar, aquí y en cualquier lugar.

Cuando dices que me pueden “confundir con una histérica agresiva”, aparte de las risas que me produces, también estás intentando insultarme indirectamente “ad hominen”. Lo que no puedes reclamar, es que te traten de la manera que eres un incapaz profundo de tratar a las demás personas. Tómate esta observación también “ad hominen”.

La diferencia es tu individualismo, que no individualidad. Tú insultas a Angela, pero en realidad me insultas a mi también, y no porque me reconozca o quiera ser como Angela, pues estoy convencida que no tendré ninguna oportunidad para parecerme mínimamente a ella. Te repito, ¿cuántos intentos de revolución has vivido? Entiende, por si no te queda claro, que es una pregunta retórica, sé la respuesta.

Cuando hablas de la hija de Trump, me trae sin cuidado, salvo cuando me compares con ella, que ahí me vuelves a insultar indirectamente “ad hominen”.

No soy como Angela. Ni nací en su época, ni estoy en su actual situación.

Cierto que los argumentos van más allá que las descalificaciones y los insultos, pero ni yo quiero ir más allá contigo; ni tú tampoco vas a ir más allá conmigo, …ni tampoco solo. Tú ya tienes tu “ejército de salvación”.

Si te digo que vuelves a mostrar tu ignorancia, no es por insultarte, te lo he argumentado y además intento mostrarte que, cuando haces alardes de saber de lo que hablas, es cuando más haces el ridículo porque lo que demuestras es tu ignorancia.

Sobre tus actitudes misóginas, para qué hablar. Hasta muchos de tus “nikcs” lo evidencian, y como te comenté, en mi no encontrarás complicidad para reírme de tus “gracias”. Te he avisado más de una vez que conmigo no te tomes esas confianzas. E insistes a la menor oportunidad. Y a eso le llamas 'difusión de ideas' o 'comunicación alternativa' , y me vuelves a insultar al pretender tratarme de estúpida. Eso no es más que el lamentable espectáculo de tertulianos de telebasura.

Hablas de que “percibiste el seguro de desempleo que te correspondía”. Claro… Que “costó muchas vidas…” Claro… No fue la tuya la que costó, sino la de hombres, mujeres, niños, niñas, y personas mayores de toda condición. Pero todas ellas de esa clase social de abajo…

Curioso, que cuando te digo que vivirás de alguna pensión, te sientes ofendido. Sí, ya sé que la ofensa también es por la provocación, lo reconozco, de “parásito social”; pero no solo por eso… Parece que la pensión no costó vidas… Parece que la pensión, no es un “derecho” que corresponda a alguien… Lo que quiero remarcar es cómo te justificas. Lo tuyo, es lo que te corresponde. Lo de los y las demás, especialmente si son feministas, eso es “chupar del bote”, sea lo que sea. No importa.

Pues a Angela si le dieron un premio, maldita sea por aceptar premios. Sea la URSS o el propio Bakunin… Ahora bien, Angela tiene también lo que le corresponde. Se comprometió en un proyecto revolucionario, por supuesto colectivo…, que si no prosperó, es porque ese proyecto fue “neutralizado” con “todos los medios posibles”, y cuando se trata de los USA, esos medios no son poca cosa.

A mi me desagrada en lo más íntimo que Angela haya formado parte del partido comunista. No simpatizo con los partidos políticos, ni tan siquiera los comunistas. También me desagrada que se postulara como candidata…, pero no soy ella. No estaba viviendo el momento que vivió ella como para juzgarla, y lo que sí que sé es lo que hizo antes y en parte lo que está haciendo ahora. Y por muchas contradicciones que pueda sentir, la primera es que no soy feminista y ella sí, tengo la suficiente capacidad para reconocerle el valor que tuvo antaño, y el que tiene ahora. Tú no vives en el corazón de la bestia.

Se me escapa la risa cuando te leo que dices “alcanzado un grado de igualdad racial bastante aceptable”. Y me río porque de nuevo vuelves a hacer el ridículo. ¿Acaso eres negro para saber lo “aceptable” que es el “grado de igualdad”? Es otra pregunta retórica, también sé la respuesta. Un blanco hablando le la “aceptabilidad” de los “grados de igualdad racial” que tiene la población negra en USA. Nos has salido también todo un colonialista.

Si leyeras lo que escribe otro pantera negra, que fue condenado a pena de muerte y que, como luchando la evitó, ahora han intentado de nuevo condenarlo a otra “pena de muerte”, Mumia Abu-Jamal, sabrías lo “aceptable” que es ese grado de “igualdad”. Es la igualdad de dispararle a un hombre negro desarmado y salir impune. ¿Has vivido en algún lugar de los USA aunque sea temporalmente?. De qué hablas.

En otro de tus comentarios anteriores me “acusabas” de hablar en nombre de todas las mujeres, y mentías. Cuando dices “grado de igualdad aceptable”, ¿en nombre de quién hablas? ¿Acaso ese “grado de igualdad” es “aceptable” cuando se sigue asesinando impunemente a personas negras?

Cuando escribí que cambiarais “patriarcado” por “racismo” en una frase, te faltó tiempo para escribir tu comentario “sarcástico”… Lo voy entendiendo. Te pasa con la cuestión “racial”, algo parecido a lo que te sucede con la cuestión de “patriarcal”.

Dices que “las mujeres siempre te trataron bien…”, y que por eso “las respetas”. Claro, las feministas no son mujeres a las que debas respetar, pues ellas, seguramente, quieren quitarte algo tuyo.

Mientes. Sí, mientes. Mientes cuando das a entender que lo que has dicho de Angela, es que “que ha envejecido mucho mejor que sus 'colegas’”. Lo que has dicho es que a ella no la asesinaron con una onza de plomo como a sus colegas (no le pusiste las comillas que ahora, sí le pones a los ‘colegas’), y por ello es culpable. Sí, culpable de sobrevivir.

Vuelves a mentir cuando dices que “personalmente no tengo nada contra ti ni contra Angela Davis”. Angela ya no te regala imágenes de “camisetas sin sujetador”. Ahora lo que ves es la feminista que también era antes, pero que “sus camisetas sin sujetador” no te dejaban ver. Esa es la “revolución” que tú veías, “camisetas sin sujetador”, no la mujer revolucionaria en todos los sentidos, cuyas camisetas, casi siempre, llevaban un mensaje que no era la rozadura de sus pechos.

En cuanto a mi…, decirme que “personalmente no tengo nada contra ti…”, ¿quién se lo puede creer? Me confundes continuamente con una feminista, cuando te digo que hablo por mi y como mujer y que mi afinidad es anarquista, no feminista. Y el desprecio que expresas siempre en contra de las feministas, también lo haces extensible a mi. Tú dices que no insultas…, pero ya te he puesto en otros comentarios los insultos que has utilizado para calificar a otras mujeres feministas y no feministas. Ni uno sólo era un argumento y sí un muestrario de los habituales insultos que utilizan esos hombres con “pequeñas debilidades 'machistas' inofensivas”, y que no es más que una expresión de su misoginia. Tu conclusión final era que soy como ellas, refiriéndote a los insultos. Es decir, cada una de ellas tenía su descalificativo pero yo era todos juntos. “Ad hominen”.

“Respetas”, eso es lo que dices, a las mujeres que no te contrarían. A las que no te rebaten, ni te cuestionan tu “autoridad”. A las que te alimentan… Si no recuerdo mal, una de las frases que los y las afroamericanas decía a los “cerdos” policías era algo así: “mi culo no es la terminación de tu bota”.
Re: “Raza, género y clase son elementos entrelazados”
29 abr 2017
OK. Me rindo. O mejor dicho, escapo. Net Scape.
Porque no creo que sirva de nada seguir discutiendo en este rincón perdido del ciberespacio, en plan verduleras (y perdón por la expresión, tan popular y tan machista ella) y sin llegar a ninguna parte. Te emplazo, eso sí, a nuevas entregas de este 'culebrón ideologico' mas adelante... esperemos que con la colaboracion estelar de '.', que siempre tiene alguna apostilla interesante que aportar. Algo que espero que los contumaces cibernautas del IMC BCN agradecerán y que le da un morbo que se traduce en hits y mayor audiencia, en plan 'serie-telefilm HBO'.

Como suelen hacer en los alienating media, para ir 'haciendo boca', la próxima entrega se titulará 'la cara oscura del feminismo' y ya va por el tercer capítulo.
Cualquier dia nos dan un Pulitzer o un Globe, o su equivalente telematico, Aliss...
Sindicat Terrassa