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Notícies :: globalització neoliberal : ecologia : educació i societat : amèrica llatina : dones
Notas sobre el derecho al aborto, la natalidad y los cambios en Cuba
05 abr 2017
Aquí dejo un texto interesante por el mar de contradicciones que se plantean en torno al aborto.

¿Madres de la nación? :: Rapera cubana canta contra el aborto en el Festival de Viña del Mar 2017, justo cuando en Chile luchan por legalizarlo
Este año morirán aproximadamente 80 mil (http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-09502011000) mujeres no debido a guerras, hambrunas, accidentes o desastres ambientales; morirán a causa de abortos clandestinos. Otros cinco millones de ellas ―entre las cuales estarán 800 mil latinoamericanas― tendrán hospitalización como consecuencia de interrupciones de embarazos, quedarán estériles o sufrirán alteraciones reproductivas o de otro orden de salud biológica durante el resto de su vida, causadas por abortos en condiciones inseguras. En efecto, 20 millones de abortos ―cerca de la mitad de la cifra anual― son practicados en todo el mundo en escenarios inadecuados o son auto-inducidos. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS)(http://www.telesurtv.net/telesuragenda/El-aborto-como-derecho-20160810-0), el 12 por ciento de las muertes maternas en América Latina y el Caribe, se debieron a ese tipo de abortos. A pesar de esas cifras, que podrían reducirse drásticamente a través de políticas públicas, el aborto legal y seguro es sumamente escaso.

El asunto se ha analizado desde perspectivas disímiles, que involucran contenidos políticos, socioeconómicos, sanitarios, demográficos y religiosos. A la fecha, el cariz del debate se enfoca, en parte importante, en términos de derechos. En el 2016, por primera vez el Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas(http://gaceta.es/noticias/onu-reconoce-aborto-derecho-humano-12022016-14) consignó explícitamente que el aborto es un derecho. En ese orden de cosas, se ha argumentado que cuando las mujeres se ven limitadas a tomar decisiones autónomas con respecto a su reproducción, se restringe un catálogo importante de derechos humanos relacionados con la autodeterminación, la libertad, la salud, la reproducción de situaciones de mayor desventaja social a las cuales arriban algunas mujeres que afrontan una maternidad no planificada o deseada, las potenciales desventajas laborales en contextos de franca mercantilización del trabajo, o, incluso derechos a la libertad religiosa: “no se puede obligar a que las mujeres cumplan con leyes basadas en doctrinas de fe”. Si usted no quiere abortar, no aborte; es una de las tesis de movimientos pro-legalización del aborto, pero de ello no puede derivarse regulación alguna del conjunto social.

La politización del debate sobre el aborto desde los Estados se ha relanzado con el anuncio del gobierno boliviano(http://internacional.elpais.com/internacional/2017/03/13/actualidad/1489) de la discusión, en el Congreso, de nuevas causales para la práctica legal del aborto en ese país; entre ellas, la pobreza extrema. El hecho es inédito. Hasta el momento, en los países donde el aborto no es legal en cualquier caso, las causales de despenalización suelen ser alguna(s) de las siguientes: violación, peligro para la vida de la madre y/o del feto, inviabilidad fetal, incapacidad mental. Pero Bolivia pone el dedo sobre una de las llagas: las mujeres pobres tienen más posibilidades de morir durante abortos clandestinos y las mujeres pobres tienen menos posibilidad de afrontar la maternidad. La investigación feminista ha documentado este particular. Como ha señalado la académica y militante feminista Silvia Federici (https://marxismocritico.com/2013/11/22/crisis-domestica-reproductiva-per/), en Estados Unidos, mujeres negras y pobres corren el riesgo específico de ser despedidas por estar embarazadas; en Italia, las madres solteras que solicitan algún tipo de ayuda a los servicios sociales se arriesgan a perder a sus hijos y que éstos sean dados en adopción. En América Latina, las mujeres con hijos, las mujeres negras o indígenas, tienen muchas menos posibilidades de ser contratadas o mantener sus empleos. En realidad, podrían listarse muchos ejemplos.

La lucha por los derechos reproductivos ha sido central en las agendas feministas, sobre todo desde mitad del siglo XX. Sin embargo, el asunto no se localiza “solo” en las agendas de los movimientos feministas ni ha encontrado oposición histórica solo en los movimientos religiosos calificados como “pro-vida”. Los Estados han intervenido sistemáticamente en los cuerpos de las mujeres, bajo el argumento de las “necesidades de la nación”.

Desde finales del siglo XVII se registra una preocupación estatal, refrendada por las burguesías nacionales europeas, por regular la reproducción social y biológica del cuerpo nacional. En lo adelante, ello alcanzaría todas las geografías estatales y se asentaría en la convicción ad hoc de que somos las mujeres las reproductoras de las naciones, biológica, cultural y simbólicamente. Ese rol se ha naturalizado hasta tal punto, que la responsabilidad del Estado con sus ciudadanos se ha trasmutado en derecho del Estado de intervenir en el cuerpo de las mujeres y su reproducción biológica. A las mujeres se nos ha instado a parir los soldados de la patria, la mano de obra para el desarrollo, y hemos debido, también, dejar de parir cuando el crecimiento demográfico se ha entendido como causa del estrangulamiento de las economías nacionales y como perjuicio para la nación.

Tal como argumenta Nira Yuval-Davis, en circunstancias históricas específicas, algunas o todas las mujeres en edad reproductiva “serán exhortadas, a veces sobornadas, y otras veces obligadas, a tener más o menos niños”. En efecto, así ha sucedido. A inicios de los 2000, por ejemplo, en Japón el gobierno recompensó monetariamente a las familias por hijo que tuvieran en edad escolar, y se exhortó a la natalidad a través de la publicidad televisiva, alegando el bienestar de la nación, en un contexto de temor por el decrecimiento poblacional. En otras geografías, como Australia, el llamado ha sido “poblar o perecer”. En otros lugares se ha hablado de “madres heroínas”, de las responsabilidades de las mujeres en la “carrera demográfica”, o de que las mujeres no tienen derecho a abortar a los “defensores de la nación”.

La cuestión ha estado indexada a argumentos “raciales” que han promovido la reproducción de ciertos grupos y no de otros. A inicios del siglo XX, Theodore Roosevelt alegó que la esterilización voluntaria de las mujeres blancas de “buenas familias” era “un pecado cuya pena es la muerte nacional, el suicidio de la raza”. Planteos y políticas en esa línea tuvieron lugar en la Bulgaria de los 1990, o en la Alemania nazi. En sentido contrario, en 1927 la Corte Suprema de Estados Unidos sostuvo la constitucionalidad de una ley de esterilización involuntaria en Virginia, y en numerosas ocasiones se han descrito prácticas contemporáneas no oficiales dirigidas a la esterilización de personas con necesidades especiales. En países de elevado crecimiento demográfico, el control de la población ha tomado la forma de esterilizaciones masivas sin consentimiento a mujeres que se someten a cesáreas, etc. (Yuval-Davis 2004). [1]

De otro lado, parte de las reivindicaciones de las mujeres y del incipiente movimiento feminista a inicio del siglo XX se amparó en su “maternización”; las mujeres requirieron, desde sus roles como madres, sus derechos de ciudadanía. Las madres de la nación con responsabilidad biológica y cultural frente a la patria, constituyeron un sujeto político importante en la historia de los feminismos y desde ese lugar construyeron agendas sobre la protección social, su participación política y su participación económica. En sentido contrario, durante la segunda post-guerra(http://www.fuhem.es/ecosocial/noticias.aspx?v=9544&n=0), se produjo una desafección de las mujeres hacia la cuestión de la reproducción sobre todo en Europa, y la maternidad tuvo un proceso de des-idealización frente a la masacre y el horror de la guerra.

Con las referencias anteriores he querido llamar la atención sobre el hecho de que cualquier discusión sobre los derechos reproductivos de las mujeres necesita tomar en consideración los discursos y prácticas de las políticas nacionales. El aborto está estrechamente relacionado con el control de la reproducción en sus diferentes formatos.

Cuba, el aborto y las madres de la nación

En las últimas semanas, se ha relanzado en Cuba un debate sobre la natalidad y el aborto en diversos espacios y a propósito de diversas razones. El tema cantado por la cubana Danay Suarez en el Festival de Viña del Mar(https://paquitoeldecuba.com/2017/03/01/rapera-cubana-contra-un-derecho-d) en 2017, que incluyó una referencia de desacuerdo con el aborto basada en su fe religiosa, capitalizó la discusión sobre su polémica participación en el certamen. Ello se debió, entre otras razones, a que el suceso tuvo lugar en el contexto chileno, donde se libra una prolija y aguda lucha en torno a la legalización del aborto como derecho, y donde los colectivos feministas cuentan con la furibunda oposición de sectores conservadores de la política y la moral. A propósito del evento, se registraron en las redes sociales debates sobre el derecho al aborto en Cuba.

Asimismo, intelectuales y militantes feministas se han pronunciado sobre lo que consideran indicios polémicos en torno a un tema ―el aborto― consignado como un derecho para las mujeres cubanas. Esas voces esperan contener cualquier posibilidad de cambio al respecto, y desnaturalizar lo que reconocen como una verdadera conquista.

Por otra parte, la prensa estatal cubana(http://www.granma.cu/cuba/2017-02-09/estimulo-a-la-natalidad-entre-el-de) anunció recientemente la aprobación de una serie de Decretos Leyes y Resoluciones ―publicadas en la Gaceta Oficial― que aspiran a estimular la natalidad en el país. Entre ellos, la extensión de los derechos de licencia de maternidad y paternidad a los abuelos y abuelas, la disminución de los pagos en las guarderías estatales, la disminución de los impuestos por ingresos personales a las mujeres que trabajan en el sector privado y sean madres, etc.

Ciertamente, como es conocido, el escenario demográfico(https://cubaposible.com/bienestar-social-en-cuba-i/) cubano es preocupante, de cara a la economía nacional y para las políticas públicas en sus diferentes despliegues. Sin recambio poblacional desde hace décadas, con las tasas de natalidad más bajas de la región y altas tasas de emigración, con una elevada esperanza de vida y un acelerado envejecimiento poblacional, es inminente el estímulo a la natalidad ―junto a otras medidas― que garantice, a mediano y largo plazo, la fuerza de trabajo necesaria en los campos económicos del país. Sin embargo, y frente a las alertas recogidas por diferentes voces de la sociedad civil cubana, considero relevante mirar el asunto desde la complejidad que él informa y, también, como requerimiento de análisis feministas en el espacio público de la Isla. A continuación, punteo algunas de las alertas que pueden tenerse en cuenta para encarar esos desafíos:

1. En primer lugar, es necesario que el pensamiento feminista cubano ―el que existe y el que pueda construirse― acompañe la formulación e implementación de las políticas estatales de estímulo a la natalidad. Ello es necesario para que las mismas sean igualitariamente aplicadas y no deriven en una farsa que eventualmente excluya, por ejemplo, a las mujeres que trabajan en el sector privado de la economía y que muchas veces quedan sujetas a políticas “privadas” de regulación de los mundos del trabajo, en desmedro de sus derechos de maternidad o sus derechos laborales en general. No basta con que se disminuyan los impuestos personales; es necesario que se hagan cumplir y se amplíen las normativas laborales garantes de derechos especialmente para quienes trabajan en el sector privado, y también para todas las trabajadoras.

2. En segundo lugar, y sin negar lo bienintencionadas y bien-pensadas nuevas medidas de estímulo a la natalidad, es necesario un pensamiento feminista que desde la sociedad civil observe lúcidamente las derivas de estas y otras políticas ―esto es, sabiendo que ellas encarnan una línea histórica de intervención de los Estados en los derechos reproductivos de las mujeres― y que, al mismo tiempo, construyan agendas sociales y políticas que integren otras áreas de demandas por la equidad de género, como las débiles infraestructuras del cuidado, por ejemplo.

3. En tercer lugar, entiendo que la observación de las políticas de estímulo a la natalidad es imprescindible para asegurarnos que, en ningún caso, ellas deriven hacia la restricción del derecho al aborto consignado en Cuba, y hasta el presente acompañado de exitosas campañas de educación sexual. A la fecha, el derecho al aborto es innegociable.

4. Por último, considero que lo dicho antes conduce hacia una pregunta relevante sobre cómo las mujeres “entramos” en el proceso de “actualización” de la economía y la política social cubana. ¿Cómo madres de la nación? ¿Cómo reproductoras de la fuerza de trabajo? La respuesta puede ser positiva, sin que ello suponga, al menos como está planteado en este momento, restricción de derechos. Sin embargo, la política se trata de repensar, todo el tiempo, el balance de fuerzas, las rutas de inclusión y de exclusión. Por tanto, el derecho de las mujeres a decidir si queremos ser madres o no, cuántos hijos tener, y cuándo, es solo uno de los asuntos de una potencial agenda feminista en Cuba. Las demandas que la integren ―algunas cumplidas, algunas ausentes, y algunas por construir― darán fe sobre nuestros roles ejercidos y deseados en la comunidad nacional realmente existente y en la que podamos continuar construyendo en lo adelante.

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Nota: [1] Yuval-Davis, Nira. 2004. Género y Nación. Lima: Flora Tristán.

Ailynn Torres Santana - Cuba Posible

This work is in the public domain

Comentaris

Re: Notas sobre el derecho al aborto, la natalidad y los cambios en Cuba
05 abr 2017
Buenas Aliss:

Una opinión. Marx se enfrentó radicalmente a Malthus por su receta de erradicar la pobreza erradicando a los pobres. Así cualquiera. Quienes dicen que son socialistas, comunistas o marxistas y apoyan esa receta de eliminar la pobreza erradicando a los pobres, por la cómoda vía de la eutanasia de la promoción del feticidio (que ha significado no menos de 2500 millones de pobladores humanos en el planeta) para reducir la población depauperada, son falsos comunistas. Eso no es socialismo ni es revolucionario, es exactamente lo mismo que hace el capital cuando pasa la primera fase de la urbanización. Es malthusianismo.

En cuanto a la bioética, con independencia de quienes desde la religión piensan que la vida humana es "sagrada", aqui se oculta que existen personas no religiosas, hombres y mujeres, que piensan que la vida humana merece un respeto. Desde luego, plantear una revolución social en la que las personas pueden no respetar la vida de otras personas, que dependen de ellas, pero solicitan a los cuatro vientos que se respeten sus derechos de protección, ha dado el resultado de paises llenos de viejos y de burgueses, y en revoluciones que no son revoluciones, sino geriátricos ¿habrá ahora la misma bioética con los viejos que antes ha habido con los fetos? Hagan sus apuestas.
Re: Notas sobre el derecho al aborto, la natalidad y los cambios en Cuba
06 abr 2017
No sé en qué estraño y curioso país vives, en el que a las personas de más edad, no se las mata de una manera u otra. A veces, la atención médica es la eutanasia oficial y aceptada por esos grandes defensores de lo que llaman "vida", pero ejecutan de múltiples maneras a las personas vivas.

Hablas de "feticidio" y relacionas ese término con la pobreza, como si el aborto fuese cosa de "pobres" y las mujeres burguesas y adineradas no abortasen. Es absurdo lo diga Marx, Malthus o lo diga quien lo diga.

Niegas el feminicidio, o por lo menos intentas menospreciarlo, pero destacas el "feticidio". No es una casualidad que el aborto sea una de las pocas decisiones que la mujer puede tomar sobre su cuerpo.Tampoco es una casualidad que, personas que dicen respetar la vida, se olviden la la vida de las mujeres, tomen la decisión que tomen, decidan tener un hijo o hija no deseado, o decidan abortar.

Recuerdo muy bien a las mujeres ¿burguesas?, sí, y también a las que formaban parte de la aristocracia y la derecha más rancia, como nos hablaban, a las mujeres trabajadoras de lo maravilloso de dar vida a un ser y tener hijos e hijas que trabajaran en su servicio domestico, pues sus posesiones se extendían cada vez más, y necesitaban a personal esclavizado para que cuidara sus posesiones y las mantuvieran en condiciones y a pleno rendimiento, cuando ellas, sus maridos terratenientes y sus hijos, hijas e invitados, fueran en verano, en invierno, a la cacería o simplemente a admirar sus extensiones.

Hablas mucho de burguesía, pero no te das cuenta de tu percepción eurocéntrica completamente burguesa y hegemónica.

Quienes consideran la vida humana como "sagrada", parten del mismo error que quienes decís ser "no religiosos" y respetar la vida humana, como si las mujeres que toman la decisión de abortar no la respetasen.

Para la lógica médica, el embarazo no empieza con la concepción, sino antes. Es decir, toda mujer que ovula, está en una fase del embarazo. Y es por eso que los embarazos se cuentan por semanas, porque empieza a contar desde la semana que la mujer ovula.

Cuando os interesa recurrís al método científico, al materialismo dialéctico, a la razón..., y cuando no, a todo lo contrario. Lo vuestro no son argumentos, sino prejuicios e ideología. Criticáis a la mujer que decide abortar porque "atentan" contra la vida de un "ser humano". Si deciden parir, pero no aceptan vivir con el padre del bebé y criarlo ellas solas, también les criticáis. Si deciden gestar para otra mujer que no puede, es que se venden a la burguesía y atentan contra la clase obrera. Criticáis todo lo que proviene de las mujeres, llamándolas burguesas aunque sean indígenas y/o trabajadoras. Cuando no, somos interclasistas, o no somos revolucionarias, y no es que yo vaya a decir lo contrario, pero aceptaría esa crítica de alguien que está viviendo la revolución, no de alguien que nos recuerda lo mal que lo hacemos las mujeres y que todo son errores, falta de conocimientos, etc... Vosotros no apeláis al "pecado", pero sí a algo que se le parece y que tiene la misma finalidad, el sentimiento de culpa.

Sí, es cierto que las mujeres que queremos transformar nuestras vidas con la construcción de un mundo sin estructuras jerárquicas, sin roles de poder de alguien sobre alguien, con relaciones de autonomía colectiva, etc..., tenemos que revisar muchas cosas que no hemos hecho bien, que nos hemos equivocado, que se pueden hacer mejor...; pero tampoco es una casualidad que casi siempre las críticas provengan de hombres, que no se exigen lo mismo a ellos. Es decir, nos libramos de la autoridad privada, para tener que asumir la autoridad pública...

¿De dónde sale esa autoridad moral desde la que te sitúas? ¿Eso es marxismo, lucha de clases, revolucionario, anticapitalista...? ¿Por qué será que percibo tu sentimiento colonial? ¿Por qué será que me resuena, como decía Pichón, que las mujeres no somos todavía humanas completas porque no estamos lo suficientemente "civilizadas" y sí "asalvajadas". Los colonizadores, frente a los y las indígenas, clavaban la cruz en el suelo y proclamaban la evangelización y conversión al cristianismo. Los que os llamáis "no religiosos", ya no lleváis la cruz, pero sí que os creeis en posesión de "la palabras de dios", de la única "verdad".

No voy a decicarle ni un segundo a insistir para convencerte que abortes, porque no busco acólitos para iglesia alguna. Simplemente respetaré tu decisión desde el segundo 0,00000...1 que tú empieces a respetar la mia, la de las mujeres. Hasta que no empiece esa millonésima de segundo elevada a la enésima potencia, tu opinión empieza a sonarme como un disco rayado, como una letanía religiosa y aborrezco los dogmas. Te diré que por lo general, quienes estamos de acuerdo con el aborto, no intentamos convencer a nadie, sean mujeres, hombres o lo que sean, para que aborten. Si una mujer, una compañera, se queda embarazada sin buscarlo, y decide llevar su embarazo adelante pese a todas las dudas por toda la pobreza y vida de miseria que le espera a esa nueva vida, circunstancias que he vivido en varias situaciones, esa mujer y compañera tiene todo nuestro apoyo. Si la decisión es la de recurrir al aborto, como también ha sucedido en otras ocasiones, nuestro apoyo a su decisión ha sido igual de incondicional porque sabemos que cuando una mujer pasa por esas circunstancias, no lo hace con un cuerpo de fiesta.

Banalizas lo que se refiere a todo lo que concierne con nuestra lucha por resistencia a las múltiples opresiones patriarcales. Muchos, hasta negáis que exista patriarcado alguno. Para esos sólo son nuestras fantasías..., estamos fuera de toda realidad...

Las ideologías del odio, todas ellas proclamas "a favor de la vida" de los fetos, pero apoyando la pena de muerte contra las personas. Todas esa ideologías, ya no utilizan los discursos "tradicionales" Todo racista tiene "un amigo negro". Todo misógino utiliza los testimonios de una mujer para justificarse y encubrir sus ideas... Pero frente a toda esa "ingeniería de maquillaje", siempre hay un poso hediondo que hace que no se pueda ocultar el odio que subyace por debajo. Y es que el odio no se puede encubrir porque siempre busca, de una manera u otra, salir a la superficie, mostrarse en la complicidad de los demás.

Te diré, que desde que, con mis compañeras, he asumido el dejar aquí materiales de opiniones diversas, incluso sin compartirlas, han habido muchas respuestas de lo más reaccionarias justificando lo injustificable. Rn ocasiones la dialéctica ha sido un todos contra una, descalificar a la mensajera como sea... ¿Sabes?, ante esos comentarios desproporcionados, absurdos o reaccionarios, tú, que has hecho apología de "justicia", "equidad", etc..., nunca has tenido ni una sola palabra sobre ellos. No me interpretes con lo que no digo. No estoy diciendo que no me has defendido. Para eso no te necesito ni a ti, ni a ninguno de los que responden o comentan... Sois bastante "cerrados". Ante escritos de otras personas, me respondéis a mi como si tuviese más responsabilidad que la de compartirlo. No es un intercambio de opiniones sobre el texto, sino sobre mis palabras, lo que soy o no soy..., como si eso tuviera la menor importancia o fuera relevante. Y sí, yo he entrado también en ocasiones en ese juego...

En mi opinión, lo más interesante de Marx, es que en su etapa más experta y viendo el camino en el que se había desarrollado, dijo que él no sería marxista... Lo que dijo Marx es una cosa y lo que dice el marxismo, las diversas interpretaciones de lo que dijo Marx, es otra muy otra.

Apoyarse en Marx, Bakunin o cualquier otro es solo un recurso argumentativo, no una "verdad revelada". Hacéis un culto casi religioso a las palabras de los que reconocéis como "visionarios". La capacidad de análisis podrá ser muy lúcida, pero nunca verdad única, científica..., pues incluso esa ciencia que tanto se idolatra, cambia, y donde antes las moléculas se desplazaban hacia la derecha superior, hoy lo hacen hacia el centro lateral derecho, pero mañana, seguramente, ni se desplazarán y seremos nosotras quienes estamos en movimiento.

Tal vez ahora empecéis a verme como una "relativista" radical, pero sólo acertaréis en lo de radical. El otro término, sería más cercano al de escéptica que, cada nanosegundo, reconsidera sus palabras y pensamientos y se reafirma o deconstruye en ellos.

Desde el momento en que empecéis a demoler todos los estereotipos que tenéis sobre nosotras, tal vez ese sea el preciso momento en que nosotras también caminemos hacia la demolición de los que hemos heredado o construido sobre los hombres o cualquier otro ser vivo...

Hasta entonces, pregúntate qué papel juegas tú en esa "guerra de sexos" que os habéis inventado para encubrir la violencia de las partes de arriba de la estructura patriarcal, hacia las de abajo.

Sí, los hombres trabajadores también estáis sometidos a violencias, pero no vienen desde abajo... La diferencia es que muchos os sentís a gusto en el lugar que habéis asumido. Porque hay algo que tengo claro, no se nace opresor u opresora...

PD.
Agradezco que no hayas aludido a la cuestión de los derechos humanos y toda esa monserga de la ONU, justificaciones de las burguesías y las socialdemocracias para legitimar la opresión de clase... Hablar de derchos humanos en este mundo donde te desaparecen, te maltratan, abusan, asesinan, te prostituyen de mil y una maneras..., es de honda hipocresía, pero hay quien recurre a Marx para legitimar sus palabras, y quien lo hace a la ONU, los derechos humanos, etc...
Re: Notas sobre el derecho al aborto, la natalidad y los cambios en Cuba
07 abr 2017
SIEMPRE te responde el mismo, tipo,no hay "varios",que no te estafen!,saludo.
Re: Notas sobre el derecho al aborto, la natalidad y los cambios en Cuba
07 abr 2017
Buenas Aliss:

Si es una revolución sin niños, no es mi revolución.

Agur
Re: Notas sobre el derecho al aborto, la natalidad y los cambios en Cuba
07 abr 2017
Lo que no es una revolución, es que alguien te imponga que debes hacer. El sexo no es reproducción, y ¿qué te hace pensar que no van a haber niños y niñas? Eso se lo podrías decir al gobierno chino.

De nuevo negando complicidades porque en tu revolucionario mundo, las mujeres no podrán decidir sobre si quieren gestar o no su embarazo.

Las mujeres que somos pro aborto, no somos abortadoras compulsivas. Se nota en tus opiniones, por mucho que las adornes de dialéctica marxista, ese punto de necesidad de control sobre las mujeres.

Mientes cuando dices que "si no hay niños no es tu revolución". Ciertamente, a lo que te refieres es a que, "si hay aborto, no es tu revolución".

Ya te comenté que abortos van a haber, incluso con prohibiciones, pues hay madres de hijos e hijas, que han tenido abortos espontáneos sin buscarlos, y la pretensión de acusar a esas mujeres como homicidas involuntarias, es de una ignorancia dogmática.
Re: Notas sobre el derecho al aborto, la natalidad y los cambios en Cuba
07 abr 2017
Buenas Aliss:

Si quereis el decrecimiento social lo veo legitimo, lo que ya no veo legitimo es el IMPERIALISMO DEMOGRÁFICO, explotando a los hijos e hijas de mujeres y hombres de otros paises que si han generado nuevas generaciones de vida, con el objetivo de aumentar vuestras propiedades personales y estados de "bienestar", que, como vimos, no alcanzan a los fetos, que a saber en que basurero arrojados por las "solidarias revolucionarias". Si no quieren tener hijos que no los tengan, nadie les obliga a tenerlos, pero si los tienen que no los maten. Pero además encima pretendan traerse los hijos e hijas de otros y otras para explotarlos.
Re: Notas sobre el derecho al aborto, la natalidad y los cambios en Cuba
08 abr 2017
Justo por eso mismo, ultimo, a lo que te refieres. Son los estados y sus iglesias, quienes, bajo mandatos de los capitales, promueven las políticas de natalidad que, aunque no puedan oponerse al aborto, lo mantienen en esas condiciones de "matricidio" (por seguir tu línea sensacionalista) para disuadir, con los graves riesgos de muerte o consecuencias irreversibles para la salud de las mujeres.

Te he hablado de tu falta de complicidad y de nuevo se hace evidente al constatar que, desde un análisis que podría decir, bastante acertado, lanzas tus prejuicios contra las mujeres culpabilizandolas, en vez de señalar la responsabilidad de las oligarquías con sus estados, gobiernos e iglesias.

Ahí tienes a Cuba en el dilema de estimular la natalidad, valorando la posibilidad de "abortar el aborto". ¿Y ante todo eso que dicen las mujeres cubanas, que no sean la voz de su amo?

Y tranquilo, si tan preocupado estas por qué no desaparezca la pobreza, quiero decirte que es una visión simplista pensar que facilitar el aborto en condiciones a las capas sociales más pobres, es una estrategia para erradicar la pobreza. Esta existe por la lógica estructural de la estructura jerárquica de clases, y las necesidades de las clases altas. La pobreza se erradica, no con la prohibición o legalización del aborto, sino con justicia social y reparto de riqueza. Y en eso el aborto no tiene nada que ver, y si el capitalismo y el patriarcado y su sistema de clases.

Hablas de "respetar la vida", pero seguro que tú comes, y lo que comes tuvo vida. Si a lo que te referías, poniendo de mi parte un poquito de complicidad, es a la vida humana, con el aborto no se interrumpe ninguna vida humana, sino un embarazo que todavía no lleva ese tipo de vida hasta que pasa un tiempo, pues el embarazo debe "madurar" para que esa vida sea tal humana. Por tanto, quien aborta no tiene hijos o hijas para después matarlas, sino que se anticipan al hecho de tenerlos. Y dentro de las formas para no tener hijos e hijas, además de las formas anticonceptivas, también están las de interrupción, que además tienen sus tiempos, precisamente para respetar la vida que empieza a asumir su humanidad.

En parte, recurres a fórmulas parecidas a la iglesia de la ciencia logia que, al margen de sus intereses y disparates, dicen cosas que pueden ser muy acertadas, pero su sensacionalismo al difundirlas, echa para atrás y las anula.
Re: Notas sobre el derecho al aborto, la natalidad y los cambios en Cuba
08 abr 2017
Buenas Aliss:

No estás integrando bien los datos. He señalado que FALTAN ahora 2600 (más exacto 3000) millones de pobladores humanos en el planeta a causa del empleo de la destrucción de seres humanos en embrión. Son datos rigurosamente documentables, no caprichosas invenciones de un supuesto misógeno (quede claro: para mi los principales responsable de la increible masificación del aborto somos en muy gran medida los hombres y nuestro estupido egoismo machista, aunque en segundo lugar ante las fuerzas intergénero del capitalismo y la socialdemocracia), pero son datos realmente devastadores que conviene no ocultarse a uno mismo. Por ejemplo, si consideras que la población humana somos 7000 millones de personas en 2017 y que los embriones abortados han sido en las últimas cuatro décadas 1600 millones, que hubieran tenido una media mundial de dos hijos por pareja, son tres mil millones de personas que faltan en 2017, - 800 millones de mujeres, por cierto - a confrontar con los 7000 habitantes que tiene el mundo, en medio no de una crisis de superpoblacion sino en una feroz crisis demográfica en el norte del planeta. UNO DE CADA TRES humanos han sido erradicados por esta plaga capitalista, burguesa y machista. Bueno, ¿tu crees que un vacio de tal magnitud y su enorme dolor puede ser ninguneado y ocultado a las generaciones futuras? No es creible.

La impresionante cubana Danay Suarez es una muestra de todo el dolor oculto tras la inconsciencia 'consciente' del aborto, dolor no evidenciado pero que tiende a emerger como angustia real, en relación con esta práctica supuestamente "consciente" y libremente decidida. El grito de Danay es solo el principio de lo que va a venir en mil formas. El trauma que lleva dentro lo está vehiculizando por medio de la religión, pero no es falsa ni manipulada por ello, no es un producto de 'viva la gente' hecho en plástico y videoclip, por el contrario ha sido capaz de arriegar su carrera profesional para alertar a otras chicas sobre la gravedad de la decisión de destruir un feto humano, su 'hijo del amor que no nació'. Hay muchas, cientos, millones, decenas quizás, sino cientos de millones de mujeres que tienen un malestar tan grande o más que el de Danay, no expresado, y terminaran por creer que el responsable de tanto dolor han sido el movimiento feminista y el marxismo, en lugar de la acumulación de capital y las falsificaciones de abos movimientos históricos. Pero no ha sido así. En realidad, no había que "planificar las familias", como soltaba la ONU, la OMS, los estados capitalistas interesados (incluyendo los del capitaliso de estado) y la socialdemocracia internacional, habia que haber planificado la Economía Política del Capital y los medios de producción social. El resultado de este fruade histórico tan descomunal, que nada tiene de marxista ni tampoco de feminista (la lucha por el privilegio de las mujeres a abortar en concretas condicones si es justa) ha sido horroroso. Y me alucina que tu, Aliss, no lo percibas todavía.

Termino, mira Aliss, la revolución cubana quebró por el aborto. La natalidad no hay que fomentarla ni reprimirla, hay que respetarla. La tenemos que respetar hombres y mujeres, colectivos y fuerzas sociales reales, y no se la puede respetar sin aclarar la verdad pura y dura, horrible en ocasiones de reconocer, de que el feto es suyo mismo, aunque dependa de la madre y su compañero y entorno social. Y que el estado y el capital, que ya lo sabíamos, pero TAMBIÉN la Revolución, sino sirven para defenderle en lo que se le puede y se le debe defender, merecen ser destruidos hasta sus mismas raices. Solo eso, y un último apunte, el aborto trivializado, como "solución" para resolver problemas de terceros y sociales amplios, - que no como Privilegio de la mujer, que no "derecho" - es la mayor vejación que se le ha hecho a las mujeres en el último siglo y medio. Esta es mi opinión, informada y vivida.

Agur
Re: Notas sobre el derecho al aborto, la natalidad y los cambios en Cuba
11 abr 2017
Es curioso, pero a mi me parece que quien “no integra bien los datos”, no soy yo.

Hablas con doble moral según te conviene, la que ahora es “impresionante cubana Danay”, en otro contexto seguro que sería una “socialdemócrata”, “dogmática religiosa” o cualquier otro calificativo. Es “impresionante” porque coincide en la defensa de lo que tú crees. Porque lo que expones, no son más que creencias, pues no existen los “seres humanos” que tu dices, sino especulaciones sobre lo que hubiese podido ser si…

Arremetes contra la ciencia médica, cuando contradice tus creencias: Entonces es una ciencia al servicio de la burguesía o una religión de la aristocracia… Supongo que la rapera Danay es la trabajadora que las que estamos a favor del aborto, nunca alcanzaremos ser. Dices que se juega su “carrera profesional”, cuando el mercado católico, es uno de los más grandes, lucrativos y poderosos. Ahí parece que el capitalismo no interviene y que es cosa de dios.

Pero dejemos tu doble rasero para juzgar y vayamos a lo que dices, a las cantidades que tanto exhibes, y veamos cómo les encuentro una relación con esas ideas.

Cuando hablas de miles de millones de “pobladores humanos”, en referencia a lo que has llamado “feticidio” (cómo te gusta jugar con las palabritas), partes de un mundo falso por idealizado. Partes de un mundo productivo al que aspira el neoliberalismo. Es un mundo idealizado en el máximo rendimiento reproductivo.

Eso habla de cuál es tu ideología, tu pensamiento sobre el que construyes tus lógicas y discursos.

Decía que partes de un mundo idealizado, pero no solo de ahí, sino también de un mundo en el que la hospitalización y la medicalización, han intentado llevar a su máxima expresión la reproducción de seres humanos de esas clase trabajadoras que tanto anhelas, pero que son las que necesitas para regenerar las plus valías y los beneficios.

Si retrocedes en tu tiempo, años atrás, tal vez en la época de tus abuelas o bisabuelas, seguramente las familias eran mucho más numerosas por algo que se llama suprevivencia. Había que tener mucha descendencia por diversos motivos, porque se necesitaban manos para las tierras, los animales, los campos, pero también porque los que no morían al poco de nacer, ya ni nacían, y los que superaban los primeros años, debían de sortear todo tipo de enfermedades, muchas de ellas causadas por la malnutrición.

Eso es algo que aún hoy en día, en el país en el que me nacieron, sigue sucediendo a otra escala.

Tú haces un planteamiento desde la máxima reproductividad, algo que es tremendamente antinatural. La clínica y la medicación han trastocado la naturaleza, e incluso, gestaciones que si se dieran de manera natural, el propio organismo abandonaría su desarrollo, llega la clínica y sus farmacéuticas, para evitar perder “mano de obra” con la excusa de las vidas, que es la misma excusa que utilizas.

Como comprenderás, ni la burguesía ni la aristocracia tienen problemas de malnutrición, otros sí que tienen, como la sobrealimentación, el consumo de sustancias o la extrema riqueza, pero a la hora de la reproducción, somos las mujeres de las clases más populares, las que si no tenemos fuerzas y alimentos probablemente nos veremos abocadas a una vida de enfermedad. Si la mujer no es saludable, es muy probable que en la gestación surjan complicaciones en el desarrollo del feto, eso si no pone en riesgo la vida de la mujer.

Desde tu lógica de máxima productividad reproductiva, la naturaleza no cuenta, como tampoco cuentan los procesos naturales de los cuerpos de las mujeres que gestan. Para ti sólo importa el cigoto, el embrión, el feto…

¿Cuántos bebés has visto que han nacido, por intervención clínica que luego han sido como vegetales hasta que al cabo de unos años han muerto? Bebés que no debían de haber nacido nunca, y que al nacer sólo han sufrido y han hecho sufrir por la desesperación.

Claro, Danay la rapera cree en dios, y tal vez una circunstancia como esa hasta la llegue a considerar como un castigo divino. Ella no habla de ningún dolor oculto. De lo que habla, como tú, es de un dolor inventado desde la nada… o desde un sentimiento de culpa que, como creyente, lo necesita para ganarse el cielo, y para ello debe de conseguir salvar a ese mundo pecador, así su alma, ella, podrá entrar en el paraíso cuando muera. Su desgarro es falso porque a ella no le arrancan nada. Habla desde ahí, no desde otro lado. Y lo más fascinante es que tú te reconoces en eso, aunque luego lo desmientes diciendo que hay personas que “no creen…” De entrada ya crees que matan a seres humanos.

Lo mejor que podéis hacer, es dejar de salvarnos. Hacedlo vosotros si lo que buscáis es el paraíso. Alguna ya nacimos en el mismo infierno, y ya no le tenemos miedo. Cualquier cosa que pase, siempre será mejor.

Hablas tal y como lo haría un directivo de cualquier multinacional de este sistema neoliberal. Desde un perspectiva de productividad y máximos beneficios. Siempre pendiente de cuantificar y comparar cifras, buscando las mayores para dirigir la atención allá donde te concierne. Tu planteamiento productivo y reproductivo, es el de la especulación. Tratas a los fetos como cuantificación de mercancía, como pérdidas y ganancias…, eso sí, siempre para la clase trabajadora que, curiosamente, aún no sabemos cuál es para ti, pues cuando conviene, pones como referentes a mujeres burguesas o raperas “conscientes” que hablan por profesión de fe, confundiendo la “consciencia” con la “conciencia”.

Luego concluyes diciendo que “la revolución cubana quebró por el aborto”, “la arma de destrucción masiva”. Hoy no te voy a discutir lo de “revolución”, ni te voy a cuestionar el régimen de “castas” de esa revolución, sino a recordarte algo muy, muy obvio… Cuba lleva demasiados años con un bloqueo importante que podría haber quebrado a cualquier país. El que la migración y la prostitución hayan sido importantes fuentes de ingreso, algo tendrán que ver en los índices de natalidad y en el envejecimiento de la población. A tu país le sucede algo parecido. En breve, con la tremenda corrupción y saqueo del dinero público, no habrá fondos para tantas personas trabajadoras jubiladas que, por intervención de la clínica y la medicalización, han alargado su esperanza de vida. No es una coincidencia que Cuba tenga un sistema sanitario que ya lo quisieran muchas democracias europeas, y la verdad, el ritmo de trabajo caribeño, tampoco exige la productividad neoliberal. ¿Tener hijos e hijas para la escasez, o para la nación? La “revolución” no quiebra, lo que quiebra es el país, el estado.

A donde quiero llegar, es que sin decirlo, estás defendiendo la vida artificial de los conservantes y colorantes estatales, en detrimento de la natural. Sí, en esta última hay un mayor índice de mortandad, pero las personas que sobreviven no son zombies del consumo de todo, ya sean pastillas, ordenadores, móviles, etc…

Inventas millones de seres humanos que nunca existieron porque nunca llegaron a nacer. Y podrás dramatizar todo lo que quieras, pero tus especulaciones son falsas. Los millones de seres humanos que sí que nacieron y existieron, y fueron masacrados, exterminados, extinguidos…, esos que sí que fueron reales, pienso que poco o nada te importan. Antepones un embrión que no ha nacido, a la vida de una mujer que está muy viva y que por eso toma sus decisiones. Le pretendes privar de su decisión, para que se desarrollen tus embriones para la nación.

Hablas del aborto como “solución”, cuando sólo tú lo planteas así. Al referirte a él como un “privilegio”, demuestras lo distante emocionalmente que estás de cualquier mujer que toma esa determinación, como si fuera de gusto. Tu opinión “informada y vivida”, me da a mi que ni es más informada, ni más vivida que cualquiera otra. En ocasiones pones en evidencia de que ni la has vivido, sólo la has interpretado con el “rosario” de tus creencias formadas en los prejuicios morales.
Re: Notas sobre el derecho al aborto, la natalidad y los cambios en Cuba
12 abr 2017
Buenas Aliss:

En tu respuesta veo todavía más doctrina socialdemócrata, mucha más, pero de hace 30 años, como si no hubieramos visto y padecido en estas décadas de hegemonía reformista. La defensa del abortismo en base a la "liberación de la mujer" es hoy insostenible.

Hoy, Aliss, nos dice Beatriz Gimeno, una importante jerarca feminista estatista socialdemócrata, que el derecho al aborto no necesita “ni causa ni explicación” para ser ejercido. El misterio de la santísima trinidad tampoco, pero este explica un dogma, que se cree o no, en el caso del abortimo socialdemócrata, “sin causa ni explicación” ¿cuál es el dogma? Te cuento:

-Jaime es una cargo importante en un ayuntamiento por parte de un partido político. Gana mucho, tiene mujer y tres hijos y una reputación importante. Se echa una amiga con la que se va al hotel a amarse, entre reunión, familia y pleno. Y ella finalmente queda embarazada. Jaime ve peligrar su familia, perfectamente monogámica, y presiona a su amante para que aborte. Y ella aborta. Problema solucionado y ¿todos contentos? ¿por qué no tiene ningun medio de defensa ese feto masacrado? ¿quién ha salido beneficiado de ese aborto sin causa ni explicación?
¿ese archienemigo llamado El Patriarcado? Da igual, el abortismo se ejerce sin causa ni explicación, y punto pelota.

En China en cambio, se establece la política de un solo hijo (Al menos, todo hay que decirlo, el decreto alcanza a todas las mujeres y no solo a las mujeres sin recursos). El derecho al aborto no está delegado, lo ejerce directamente el estado. Y nada, 400 millones de fetos son masacrados, con el agravante de que los paisanos, ante esa presión, primero miran si va a ser niña o niño, y si es niña lo abortan, aunque sea ilegal, finalmente lo transgreden y ya está. Otro caso de abortismo sin causa ni explicación.

En los últimos años, a un ritmo anual de 100.000 fetos han sido abortados en el estado español, - sin causa ni explicación se nos dice- justo cuando el “mercado católico” ha dominado a través del gobierno del PP. Y sus votantes, perfectamente católicos, le han seguido votando, incluso cuando se desdijo de su promesa de reformar la ley del aborto, y para cuando termine su mandato se habran abortado un millón de fetos bajo su jurisdicción, sin causa ni explicación.

Mi opinión. Me hablas de “neoliberalismo”, yo hablo de Acumulación de Capital. En la Ley General de Acumulación de Capital Marx afirma lo siguiente:


"(…), no sólo la masa de los nacimientos y defunciones, sino también la magnitud numérica de las familias se halla en razón inversa a la cuantía del salario, es decir, de la masa de medios de vida de que disponen las diversas categorías de obreros. Esta ley de la sociedad capitalista sonaría a disparatada entre salvajes, e incluso entre los habitantes civilizados de las colonias. Es una ley que recuerda la reproducción en masa de especies animales individualmente débiles y perseguidas."


Pues bien, Federica Montseny lo tenía claro, yo también. El aborto es un privilegio de las mujeres ante el machismo y el riesgo mortal, y al feto hay que defenderle de las fuerzas del capital, ante las cuales es el eslabón más débil. En el Hemisferio Norte, esa lucha se perdió, y los números y serias circunstancias que envuelven a esa práctica, tu ya has decidido desconocerlas, tabién para Suramerica y África, yo no.

Agur

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