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Proletarios de todos los países, ¿quién lava vuestros calcetines?
23 mar 2017
Sobre el trabajo doméstico, las mujeres y el capitalismo

[Traducido por Agintea Hausten. Publicado en el nº 6 de la revista INCENDO Genres & Classes]
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El trabajo doméstico es presentado generalmente como un conjunto de tareas realizadas en el hogar donde su realización se reparte desigualmente entre los hombres* y las mujeres*. Estas últimas realizan de hecho la mayor parte. Una injusticia que denuncia la prensa (burguesa o militante) en marzo cada año. Por lo tanto, nosotras no vamos a quedarnos con la constatación de esta desigualdad ni a poner en fila las clásicas cifras mostrando la zafiedad de los hombres, sino a dar a dar algunos elementos para la reflexión.

Con la evolución de la sociedad y de las costumbres, la cuestión del trabajo doméstico puede parecer menos central hoy (que por ejemplo en los años 70). Las reflexiones feministas actuales priorizan la sexualidad, la reapropiación del cuerpo o del espacio público, las violencias contra las mujeres, las discriminaciones en el trabajo, etc. Vemos por tanto que la doble jornada caracteriza aún la condición de las mujeres. El trabajo doméstico ha sido fundamental desde el siglo XIX en la construcción social del género* femenino, pero también en el desarrollo del modo de producción capitalista. Queda por saber qué es hoy.

Problema de definición

Es difícil ponerse de acuerdo en una definición de trabajo doméstico (ya que marca un posicionamiento político, a veces muy polémico). El término trabajo se presta por otro lado a la confusión ya que, en nuestra sociedad, es la remuneración (generalmente sobre la forma del salario) la que permite identificar una actividad como trabajo1.

El trabajo doméstico está constituido de las tareas efectuadas en el seno del hogar y que los estadísticos dividen generalmente en tiempo doméstico (limpieza, cocina, colada) y tiempo parental (crianza)2. Unas definiciones, en particular las de ciertas feministas, que incluyen igualmente las tareas afectivas o de lazos sociales3, el cuidado de miembros inválidos de la familia, o el “servicio sexual”. Este trabajo, que concierno todo lo que toca a la reproducción*, es mayoritariamente realizado por las mujeres.

Desde los años 70, la corriente feminista radical (en la línea de Christine Delphy) mantiene un análisis materialista y riguroso de la relación entre hombres y mujeres, y sitúa en el centro de su teoría el trabajo doméstico. Según esta teoría, está en el centro de un modo de producción específico (el modo de producción doméstico, distinto del modo de producción capitalista), en el cual las mujeres (consideradas como una clase) son explotadas por los hombres (la otra clase), lo que explica su dominación. El trabajo doméstico es pues la actividad de las mujeres en el seno del hogar. Porque rechaza (razonablemente fuerte) todo esencialismo*, esta corriente se resiste a poner por delante en su explicación la cuestión de la crianza de los hijos.

Estas dos definiciones son problemáticas. La primera ya que deja de lado el carácter estructural del trabajo doméstico no viendo más que un desigual reparto a corregir. La segunda porque implica una definición circular insatisfactoria: el trabajo doméstico es el trabajo efectuado por las mujeres, las mujeres son las personas que efectúan el trabajo doméstico. Si esto deja de lado de hecho la cuestión del reparto de las tareas en el seno de la pareja heterosexual, ¿cómo caracterizar las tareas efectuadas por los hombres? ¿Y aquellas realizadas en una pareja homosexual? ¿Y en una familia homoparental? ¿Qué decir de la (muy) lenta evolución del reparto de tareas? ¿No habría que tenerla en cuenta en un análisis de esta relación social? Y si el trabajo doméstico no es una lista de tareas, esta definición omite igualmente las diferencias materiales objetivas entre burguesas y mujeres proletarias4. El problema es también que esta teoría no denuncia más que una explotación económica de la clase del las mujeres por la de los hombres, sin ver el carácter central de la reproducción (como fenómeno social) para el Estado y el capital.

Una invención del capitalismo*5

El trabajo doméstico aparece de hecho en ese siglo XIX que ve el desarrollo fulgurante del capitalismo. Antes del periodo industrial, la población era mayoritariamente rural y campesina. El hogar (la granja), donde vivía una familia generalmente extensa (padres, abuelos, niños, solteros, otras personas, criados, etc.), era una unidad donde producción y reproducción coincidían. La producción agrícola permitía la supervivencia de la familia y, si bien el reparto de tareas era sexuado (como en toda sociedad conocida) las actividades de hombres y mujeres eran complementarias e indispensables (por ejemplo los trabajos de fuerza reservados a los hombres, el huerto y la crianza a las mujeres). Esta sexuación* no implicaba una desvalorización y una invisibilización de las tareas femeninas.

Si una parte de la actividad de las mujeres ha tenido por centro globalmente el lugar de la vivienda, la mayor parte de las tareas que se realizaban ya no existen hoy. Se trataba principalmente de una producción material destinada al autoconsumo (ropa, velas, etc.)6. A la inversa, las tareas que hoy en día forman el núcleo duro del trabajo doméstico (cocina, colada, limpieza) eran muy marginales (limpieza de primavera, contadas coladas, etc.) y la crianza de los hijos era bastante sencilla (el niño era considerado y tratado como un adulto en miniatura)7.

El paso al modo de producción capitalista supone una ruptura espectacular con la situación inmóvil que prevalecía desde hacía siglos. Los trabajadores fueron progresivamente desposeídos de medios de producción y subsitencia (el trabajo asalariado y la mercancía devinieron la regla), lo que instituyó la separación entre el lugar de producción (esfera pública*) y lugar de reproducción (esfera privada*). Es una novedad importante.

En un primer momento (hasta la primera mitad del siglo XIX) el capital utiliza sin escrúpulos la mano de obra a su disposición (hombres, mujeres, niños) pero se hace evidente que ello pone en peligro la reproducción misma de la “raza de los trabajadores” (Marx). Cuando los obreros trabajan catorce horas al día (más el trayecto), viene bien que al llegar a casa la sopa esté preparada, la colada hecha y los niños alimentados. Las mujeres (con su tradicional función de reproductoras del grupo) se encuentran entonces asignadas al hogar que toma su forma contemporánea de lugar de reproducción de la fuerza de trabajo*. Es en este momento en el que nace el trabajo doméstico que va a caracterizar la construcción social de las mujeres a lo largo del siglo XX (carácter central en la vida, la educación en este sentido, noción de esencia, etc.).

La realización del trabajo doméstico por las mujeres es un triunfo para el capital. Engendra también un descenso del tiempo de trabajo necesario* y por tanto un descenso del valor de la fuerza de trabajo. La parte de trabajo excedente, la fuente de plusvalía, es por ello mayor. El tiempo de trabajo necesario es el tiempo que necesita el asalariado para producir lo necesario para su reproducción (su salario). Si nadie puede realizar “gratuitamente” el trabajo doméstico, o bien el salario deberá aumentar (pues se deberá gastar más dinero) e igualmente el tiempo de trabajo necesario, o el tiempo de trabajo deberá disminuir8.

Pero en el siglo XX el capitalism ha tenido progresivamente la necesidad de liberar a las mujeres de la esfera privada* para explotar su fuerza de trabajo. En la segunda mitad de siglo, las mujeres entraron masivamente en el trabajo asalariado (especialmente en el sector terciario). A esto correspondió la evolución del derecho y de la familia pero también la socialización de ciertas tareas del hogar y el desarrollo de los electrodomésticos (“Moulinex libère la femme”). Este es el fin del patriarcado, pero ciertamente no de la dominación masculina.

Desde su auge, el capitalismo a hecho frente a una contradicción de peso. Necesita que el trabajo doméstico sea realizado, pero tiene igualmente necesidad de la mano de obra femenina. Este hecho, que parecía no ser más que una necesidad coyuntural en los años 50, ha devenido una necesidad estructural para los países occidentales. El capitalismo puede intentar resolver esta contradicción:

Asalariando a las mujeres en detrimento de la realización del trabajo doméstico;
Asignándoles al hogar/trabajo doméstico, en detrimento del trabajo asalariado;
Combinando los dos y socializando una parte de las tareas. Este es el método más preciado, el del trabajo a tiempo parcial impuesto que permite articular, más o menos bien, producción y reproducción (en Francia, el 80% de los trabajadores a tiempo parcial son mujeres)
Reproducción de la fuerza de trabajo

El trabajo doméstico comprende last areas indispensableas a la reproducción de la fuerza de trabajo que son de hecho de dos tipos:

-aquellas necesarias a la reproducción cotidiana (cocina, colada, etc.)10;

-aquellas necesarias a la reproducción generacional (maternidad y crianza)

Las tareas destinadas a la reproducción cotidiana, si bien son necesarias, tienen hoy una importancia menos central que en el siglo XIX o en los años 50 ya que han aparecido nuevas tendencias: soltería, unión libre, familias monoaprentales, socialización o comercialización de ciertas tareas, etc. Pero la reproducción generacional sigue siendo central (aun cuando ocumpe menos tiempo en la vida de una mujer en 2012 que en 1950).

¿Un trabajo gratuito?

Contrariamente a lo que se entiende generalmente, el trabajo doméstico no es realmente gratuito. Su remuneración está incluida en el salario del marido, que no es el pago del trabajo efectuado sino el valor de la reproducción de la fuerza de trabajo (del trabajador y de su familia). Hoy en día, esta remuneración esta comprendida en los ingresos de la pareja (es difícil para una pareja vivir con un solo salario). Es la lógica del sistema la que quiere que no se remunerable… por segunda vez.

Esto caracteriza el trabajo doméstico (y la relación entre hombres y mujeres) y lo diferencia de la explotación capitalista11. Las mujeres no son las proletarias* y los hombres los patrones12; el contrato de matrimonio (cuando lo hay) no es un contrato de trabajo; el hogar no es la fábrica.

Este trabajo se realiza no en beneficio del marido (el cuál obtiene un beneficio material, particularmente de tiempo libre – y la garantía de su cuidado), sino del capitalista que ve así a sus proletarios reproducidos.

Es esta remuneración indirecta la que hace que el trabajo doméstico sea desvalorizado y no reconocido (invisible).

“Vamos, vamos, siempre tenemos algo que hacer”13

El trabajo doméstico es calificado a menudo de infinito. En efecto, cuando una innovación tecnológica permite eliminar una tarea (ganar tiempo), otra la reemplaza, en la considerable evolución de la forma del trabajo doméstico en el siglo XX14. La sociedad industrial, y después la sociedad de consumo a partir de los años 60, han modificado completamente la vida cotidiana y especialmente el trabajo doméstico (aparición y generalización de frigoríficos, aspiradoras, lavavajillas, comida industrial15, supermercados, etc.)

Podemos ver más casos: la necesidad de liberar a las mujeres del hogar para poder ploretalizarlas, el desarrollo de la sociedad de consumo (por ejemplo, de los electrodomésticos), etc. Pero nueveas tareas (en particular la gestión, la educación de los hijos, etc.) han aparecido y han reemplazado las precedentes16.

El trabajo doméstico tiene un carácter muy elástico. Cuando una mujer está asalariada, el número de horas de trabajo doméstico que realiza disminuye considerablemente en relación a una ama de casa (¿están sus hijos por tanto más sucios?). De la misma manera, una desempleada realiza menos horas de trabajo doméstico que un ama de casa ya que ella está dispuesta más hacia el exterior, tiene una vida social más desarrollada.

Hoy en día, muchas tareas pueden parecer completamente “inútiles” desde un punto de vista reproductivo (por ejemplo planchar los trapos o los monos de trabajo, limpiar bajo los sofás y detrás del frigorífico todas las semanas). El carácter infinito de esta lista de tareas muestra bien que no es exactamente una lista. El trabajo doméstico es la actividad de las mujeres en el seno del hogar la cuál está definida por su construcción social17.

Socialización de las tareas

Un gran número de tareas cotidianas han sido socializadas o mercantilizadas a lo largo del siglo XX (restauración del exterior del hogar, platos cocinados en el interior, pressing, etc.). El Estado también ha asumido la carga, o permitido, la socialización de otras tareas, como por ejemplo aquellas ligadas a la reproducción generacional: la educación pública, los comedores, guarderías, hospitales, casas de jubilados, etc.

De este modo, el Estado participa en la reproducción global de la fuerza de trabajo (Estado social, sanidad, educación, vivienda, etc.), evidentemente guiado por la búsqueda del beneficio económico y de la estabilidad social (y no por altruismo o filantropía). Por cierto, si la productividad de los trabajadores franceses está entre las más elevadas del mundo, el Estado de bienestar (o lo que queda de él) no esté probablemente ahí por nada. Es un medio para resolver el problema que plantean las mujeres al capital.

Cuestión de tiempo

Si el reparto entre hombres y mujeres de last areas en el seno del hogar es desigual, la desigualdad es anterior a la formación de la pareja. EN efecto, las mujeres solteras hacen más horas de trabajo doméstico que los hombres solteros (9h 20 de media)18 [ver la tabla de abajo19]. La diferencia pasa a 11h en una pareja (los hombres hacen menos y las mujeres lo mismo).

Además, cuando llega el primer niño, el tiempo de trabajo doméstico de las mujeres explota (el de los hombre disminuye más20). Les incumbe a ellas esta carga y esto se confirma y empeora con la llegada de más niños. La crianza transforma a una mujer ya de partida desigual.

Desde los años 60 hasta los 80, la participación de los hombres en las tareas domésticas aumenta, lo que se puede explicar por el creciente número de mujeres asalariadas.

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En efecto cuando los dos miembros de una pareja trabajan, remarcamos un ligero reequilibrio en el reparto de las tareas (menos razones “objetivas” para que sean las mujeres las que las realizan en su totalidad). A partir de los años 90, este aumento prácticamente se detiene. Parece pues que es sobre la crianza de los hijos sobre la que se apoya este reparto (las tareas de reproducción cotidiana pueden ser compartidas, desigualmente, pero las tareas de reproducción generacional incumben esencialmente a las mujeres).

Hay que señalar que la diferencia en el reparto de las tareas se reduce cuando el nivel de los salarios, especialmente el de las mujeres, aumenta21. Las hay que trabajan confiando a otras, generalmente mujeres de un rango social inferior, la realización de ciertas tareas. La cuestión de las clases* resurge (coste de la guardería de los hijos, de ayudas en la limpieza, etc.), pero la sexuación perdura.

¿Y los hombres en todo esto?

Los hombres son intermediarios en el control de las mujeres (de su vientre) Una de las prerrogativas que mantienen es habitualmente la realización del trabajo doméstico por parte de las mujeres22. Esto se transforma para ellos en tiempo libre (y les permite beberse unas cervezas viendo un partido en la tele)23.

Queda por saber qué hacen los hombres en el seno del hogar. Los estadísticos y ciertas feministas engloban así el bricolaje o la jardinería en el trabajo doméstico, lo cual no hacen las feministas radicales.

¿Es imaginable un reparto igualitario del trabajo doméstico? Esto puede parecer ciencia ficción ya que no está precisamente a la orden del día. Es menos probable que un reparto igualitario en número de horas conservando un reparto sexuado (los hombres la cocina y la colada, pero las mujeres la crianza de los hijos). Frente a una igualdad en número de horas, la definición feminista radical sería en parte socavada (ya que hay una evolución en el reparto). ¿Podríamos hablar siempre de trabajo doméstico? ¿De su fin? Más bien de una evolución o de una modificación de la relación social hombres/mujeres.

Mañana, la crisis

Un reciente informe de la OCDE24 preconiza desarrollar políticas que permitan un aumento de la tasa de actividad de las mujeres (considerada como una fuente de crecimiento económico futuro) y especialmente de asegurar un mejor reparto de las tareas domésticas en los hogares (particularmente el cuidado de los hijos).

El informe insiste sobre la necesidad de resituar rápidamente a las mujeres en el trabajo después del embarazo (que penaliza el trabajo y la evolución su carrera). De hecho esto concierno sobre todo a las más cualificadas y diploadas, ya que se trata de rentabilizar la inversión que representa su formación (hoy en Francia está en una media superior a la de los hombres). La fracción femenina de la clase capitalista puede escapar de ciertas tareas domésticas (gracias a las criadas) pero no al embarazo (aunque a más escala social se tienen menos hijos).

El Estado juega hoy un rol mayor en la reproducción global de la fuerza de trabajo, y los excesos del siglo XIX (riesgos para la reproducción de la “raza de los proletarios”) no son factibles.

Pero, ¿qué pasa con la puesta en cuestión del Estado de bienestar y las políticas de austeridad? En este mismo informe, la OCDE advierte a los Estados tentados por las medidas de austeridad, de reducir las inversiones en este campo (¡el trabajo del as mujeres es la llave del crecimiento!). Como se ve bien por ejemplo en Grecia, estas medidas afectan pesadamente a las mujeres, ya sea directamente (empleos femeninos en la función pública), o indirectamente (el Estado descargándose de ciertas tareas reproductivas sobre ellas): la reforma de las pensiones, ataques contra los servicios públicos y especialmente la sanidad (cierres de maternidades o centros de IVG en Francia), supresión de las ayudas a la dependencia (Gran Bretaña), medidas para el retorno al hogar (Hungría), etc. Sabemos por tanto que el capitalismo necesita el trabajo de las mujeres, particularmente en el sector terciario. Sabemos también que, en los años 70, las medidas puestas en marcha por el Estado (especialmente en Francia) en vista a reenviar a las mujeres al hogar han tenido un efecto marginal; aunque sufran más el paro, ellas permanecen el mercado de trabajo. ¡El modo de producción capitalista tiene un problema con las mujeres!

Trabajo doméstico y relación social

El trabajo doméstico es una invención del capitalismo y es definitorio de la forma que toma la relación entre hombres y mujeres en este modo de producción. Aunque haya evolucionado mucho, su rol permanece igual: la reproducción cotidiana y sobre todo generacional de la fuerza de trabajo.

Más allá de una reprobación moral ante una “injusticia” (la relación entre hombres y mujeres percibida como una desigualdad), algunos podrían tomar como accesoria la cuestión del trabajo doméstico. Es por tanto central, como lo hemos visto, en la construcción social de los géneros y en el modo de producción capitalista (así pues en la división del trabajo, la primera en darse). La revolución, de hecho, tendrá que superar la puerta del hogar y la esfera privada, para hacerlas volar en pedazos. Ya que es la revolución la que deberá hacer la limpieza.

1 Es también así porque, cuando escribimos que las mujeres “trabajan” habría que añadir en cada caso “a cambio de una remuneración”.

2 Los estudios estadísticos engloban en el tiempo parental no solamente los cuidados de los niños (baño, preparar, etc.) sino también los juegos, los mimos, paseos, lecturas no escolares, etc.

3 Delphy habla de “prestaciones de representación social” que conciernen especialmente a las mujeres de la clase capitalista.

4 Claude Alzon critica a Christine Delphy en particular sobre esta cuestión. Ver Claude Alzon, La Femme potiche et la femme bonniche, pouvoir bourgeois et pouvoir mâle, Paris, Maspéro, 1974, 128 p. Pone sobre la mesa las diferentes formas que toman la opresión de las mujeres burguesas y de las proletarias en los años 70.

5 Ver el artículo sobre el trabajo y la familia en el siglo XIX, p. 73

6 Además de un poco de trueque o de venta en el mercado. En consecuencia, sobre todo en el siglo XIX, algunos campesinos dedicaban una parte de su tiempo a la fabricación de productos que eran vendidos a los primeros industriales.

7 Sobre la aparición de las nociones de hijo y amor maternal ver Philippe Ariès, L’Enfant et la vie familiale sous l’Ancien Régime, Paris, Seuil, 1975, 320 p. et Elisabeth Badinter, L’Amour en plus, histoire de l’amour maternel, XVIIe-XXe siècle, Paris, Flammarion, 1981, 376 p.

8 Sobre este punto, ver, para aquellxs que tengan coraje, « Distinction de genres, programmatisme et communisation », Théorie Communiste, n° 23, mai 2010, p. 99-128.

9 Ver el artículo «Capitalisme, genres et communisme», p. 11.

10 Estas tareas deben ser hechas sea cual sea la situación, igualmente por un/una soltero/a

11 Además, el trabajo doméstico no produce valor, ni nada que sea intercambiable en el mercado (no podemos comparar el trabajo doméstico de las mujeres en el hogar y el trabajo asalariado de las mujeres limpiadoras)

12 Aunque Marx o Engels hicieron a veces, erróneamente, esta analogía.

13 Según Madame Lequesnois en la película de Etienne Chatiliez, La Vie est un long fleuve tranquille, France, 1988, 90 mn.

14 En los años 50, no había habitualmente ni agua corriente, ni gas, ni evacuación de aguas residuales, ni frigorífico, etc.

15 Chrstine Delphy explicaba a principios de los años 70 que si las parejas no compraban comida preparada era porque las mujeres cocinaban gratuitamente.

16 A advertir que en Occidente, por obligación de la ideología ecologista, asistimos a un retorno de ciertas prácticas (paño en lugar que pañal, lactancia) que, generalizadas, podrían retornar a las mujeres al hogar. Pero esto no parece concernir por el momento más que a los bobos (bohemes-bourgeoises). Ver Elisabeth Badinter, Le Conflit, la femme et la mère, Paris, Flammarion, 2010, 272 p.

17 Pero una construcción social tiene una utilidad y puede además evolucionar.

18 Si los hombres son unos guarros, no es su culpa, ¡es una construcción social!

19 Fuente : Premières synthèses, n° 11.1, marzo 2001

20 Por pereza o porque dedican más tiempo a su actividad profesional, según los puntos de vista.

21 La Provence del 21 de junio de 2009 describía una pareja en la cual, después del nacimiento de un niño, la madre mantenía su empleo de veterinaria y el padre renunciaba a su empleo (peor pagado) para quedarse de amo de casa. El hombre habla de su alegría de ocuparse de los niños y la casa. Este ejemplo muestra que la lógica económica predominara sobre la de la sexuación. Pero las mujeres ocupan mayoritariamente los puestos menos remunerados, y es lógico que sean ellas las que dejen de trabajar. Es un círculo vicioso ya que se debe a que pueden tener hijos que tengan puestos peor pagados e inferiores…

22 Parece difícil de explicar seriamente miles de años de dominación masculina por una búsqueda de “confort”.

23 También transforma el pollo crudo en pollo asado, los calcetines sucios en calcetines limpios, etc. Para algunas feministas, el “servicio sexual” forma parte del trabajo doméstico y de las ventajas que tienen los hombres. Este era formalmente elcaso en el que la violación conyugal era reconocida jurídicamente.

24 OCDE, Assurer le bien-être des familles, 2011, 275 p.

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Comentaris

Re: Proletarios de todos los países, ¿quién lava vuestros calcetines?
23 mar 2017
Pues en qué mundo vivís? Entre la gente joven esto no pasa. Salvo que hablemos de las madres, donde ahí tampoco escapan las chicas de ser igual de opresoras que los chicos
Re: Proletarios de todos los países, ¿quién lava vuestros calcetines?
23 mar 2017
Mayoritariamente las compañeras sentimentales de los hombres de más de 45 años,de ahi para abajo x un igual diria yo,pero si ha sido el lastre patriarcal pasado de padres y incluso madres a hijos
Re: Proletarios de todos los países, ¿quién lava vuestros calcetines?
23 mar 2017
En Europa y mundo occidental,claro en el resto del mundo las mujeres siguen esclavizadas al mantenimiento,servicio y deseo del hombre esta claro.
Re: Proletarios de todos los países, ¿quién lava vuestros calcetines?
24 mar 2017
"El mismo de antes"
Tienes razón al plantear una diferencia de "mundos", pero déjame decirte que en occidente las formas de opresión continúan bajo los maquillajes de las políticas de "igualdad", es decir, si aplicamos políticas de igualdad, podemos seguir manteniendo las desigualdades. Las fuerzas de seguridad de los estados y sus carceleros, jueces y fiscales, todos reciben cursos de "derechos humanos" para así justificar el abuso y la impunidad.

No nos engañemos, este no es el mejor mundo posible.

También es cierto que las madres han jugado un papel importante en la educación, no menos que los padres, pero os dejo la reflexión de si ambos lo han jugado desde el mismo sentimiento, desde la misma emoción.

Gracias por vuestros comentarios. Son un claro reflejo de lo que acabo de comentar. Hay quienes creen, porque así se siguen justificando, que el patriarcado es cosa del pasado, como la dictadura, pero luego, no hacen más que señalar el actual sistema como continuador del viejo dictatorial, sin embargo, en cuanto a patriarcado se refiere, niegan cualquier continuidad.
Re: Proletarios de todos los países, ¿quién lava vuestros calcetines?
24 mar 2017
Bueno ALiss ya sabes quien es el otro,el de siempre...
nada que objetar a lo que dices.un companyero.
Re: Proletarios de todos los países, ¿quién lava vuestros calcetines?
25 mar 2017
Gracias compañero por tus palabras de apoyo y comprensión.

Como mujer, y puedo decir lo mismo de un reducido grupo de compañeras, no tenemos ninguna intención de negar nuestra responsabilidad en la situación actual, y es por ello que nos hemos propuesto varios frentes, uno de ellos es el de compartir textos, afines y no afines, para el debate y reconocernos en qué lugares estamos.

Es una construcción para la organización colectiva y afín sobre cuestiones básicas. Lo hacemos como mujeres, pero no como feministas, pues no nos sentimos identificadas con la diversidad de colectivos feministas, aunque sí con el anarcofeminismo, del que tampoco queremos hacer propaganda o proselitismo. Somos mujeres y madres trabajadoras, algunas con estudios universitarios, pero no ejercen como universitarias, sino como mujeres y compañeras que comparten sus aprendizajes, decepciones y desengaños, como hacemos todas, pues aunque no todas hayamos ido a la universidad, nuestra curiosidad y necesidad de aprender y buscar entre los interrogantes, no nos ha impedido la auto formación al respecto.

No todas somos de Europa, no todas somos blancas, no todas hemos participado en colectivos feministas, no todas somos aconfesionales..., si todas somos trabajadoras precarias y nos sentimos luchadoras por caminar hacia la inalcanzable anarquía

No somos un colectivo, sino una afinidad colectiva. Y de momento no necesitamos un nombre que nos identifique a todas, pero a veces, más de las que nos gustaría, lo echamos en falta, aunque eso también nos genera ciertas contradicciones.

El "otro, el de siempre", no lo conozco personalmente, pero tampoco me preocupa. El solito se va "alienando" con sus comentarios y los pone públicamente en evidencia. Sería más difícil y preocupante, alguien con tendencia ocultadora de sus ideas. La izquierda, en casi todas partes, ha dado cobijo a las actitudes patriarcales. Ahora parece que intenta deshacerse de ellas o de parte de ellas, pero eso, como todo, está por ver.

Salud!, compañero
Re: Proletarios de todos los países, ¿quién lava vuestros calcetines?
25 mar 2017
Salut, compañera desde Catalunya os animamos a que continueis vuestra lucha x que tambien es nuestra lucha,romper cadenas de estados opresores de pueblos,de patriarcados opresores de mujeres y hijos, de politicas capitalistas opresoras de trabajadoras/es y hacia un futuro esperanzador mejor que el actual,por el ecologismo y la lucha de liberación animal, por el comunismo libertario y el socialismo por la autodeterminacion de los pueblos, por el internacionalismo,un abrazo, visca la terra
Re: Proletarios de todos los países, ¿quién lava vuestros calcetines?
25 mar 2017
Comentario CENSURADO:
codi: 'INSULT AL MITJA I ALS USUARIS'

"¿quien ha construido las casas, los puentes, las carreteras, los tuneles, los automoviles, los barcos, los aviones, los helicopteros, los telefonos, las telecomunicaciones, las grandes infraestructuras, las mayores obras de arte, la gran música, la mejor literatura, la filosofia, la inmensa mayoria de los avances de la ciencia, la industria, la tecnologia, el conocimiento? Si hombres fueron la inmensa mayoria de quienes se han dejado el pellejo y la salud intentando cambiar el mundo, por mejorar las condiciones de vida de la poblacion, por enfrentarse al fascismo...
Y si a los turistas se les cobra el doble en muchos paises por visitar monumentos o viajar por un pais extranjero; si a las familias numerosas se les hace descuento, si a los minusvalidos o a los jubilados se les cobra la mitad, si existen los impuestos al capital improductivo...
A LAS FEMINISTAS HABRA QUE PLANTEARSE COBRARLES EL TRIPLE CADA VEZ QUE COMPREN ALGO HECHO POR HOMBRES!"
ese es el otro" el de arriba
26 mar 2017
anarcofacha.png
charlatan.png
ese es el "otro" y tiene un nombre aunque el lo niega, su apodo es acracio y es anarcoespañolisto, muy facha,machista y un embustero y timador, igual se hace pasar x mujer, que por anarquista catalan etetcetc....su unico objectivo es echar mierda sobre todo lo que huela a catalán, como buen españolazo que es él supuestamente todo eso si bajo la cobertura y pintura de "negro"
Re: Proletarios de todos los países, ¿quién lava vuestros calcetines?
26 mar 2017
Después de leer la historia oficial del franquismo que ha escrito "anar a Sans", me ha recordado las siguientes canciones, que las disfrutes:
https://m.youtube.com/watch?v=ssleTNKcQxo

https://m.youtube.com/watch?v=N5FNZoT-DMc
Re: Proletarios de todos los países, ¿quién lava vuestros calcetines?
26 mar 2017
jijijij, que buenos!! jijijiji pal akracio van dedicados!!
Re: Proletarios de todos los países, ¿quién lava vuestros calcetines?
26 mar 2017
Buenas Aliss: De nuevo, haces una aportación que merece una crítica.

¿Confia o compra?

Destaco: “Hay que señalar que la diferencia en el reparto de las tareas se reduce cuando el nivel de los salarios, especialmente el de las mujeres, aumenta. Las hay que trabajan confiando a otras, generalmente mujeres de un rango social inferior, la realización de ciertas tareas.” Esas mujeres “que trabajan” ¿confian? realmente el trabajo doméstico a otras mujeres… ¿por qué no decir “asignan”, “endosan” o, como sería coherente con la realidad y con todo el resto de la lógica materialista del análisis, COMPRAN la fuerza de trabajo de otras mujeres “de rango social inferior”? Confiar es participar de un mismo fin. Así, esta redacción sugiere que la vendedora de fuerza de trabajo comparte el mismo fin que la trabajadora contratante dueña de un “hogar”, a saber; realizar las tareas domésticas de su hogar. Pero claro, cabe preguntarse ¿qué interés puede tener una mujer de un “rango social inferior” en participar de ese fin que es la realización del trabajo doméstico del "hogar" de otra persona, sea femenina o no? Realmente, ninguno en especial... En realidad, una persona que decide comprar la fuerza de trabajo - con valor de uso de 'trabajos domésticos' - de otra persona simplemente tiene que hacerlo a una persona de “rango social inferior” que no tenga dinero (una proletaria), pues las personas de su clase no quieren realizar este tipo de trabajos ni siquiera para si mismas. En Francia el supuesto “rango social inferior” que vende ese tipo de fuerza de trabajo poco potenciado se compone oficialmente de 589.900 personas, aunque el número real será mucho mayor. Pues bien, esas personas de "rango social superior" que "confían ciertas tareas domésticas" parece que ya han logrado su conciliación laboral-familiar en Francia:

No concierne a todas las mujeres

“Devetter y Rousseau sostienen que las medidas de incentivo del consumo de servicio doméstico no democratizaron el acceso sino que beneficiaron mayoritariamente a los hogares con mayores ingresos. Claramente, el Estado prefiere no diferenciar entre las "ayudas destinadas a públicos vulnerables" (personas mayores dependientes, por ejemplo) y los gastos fiscales a favor de los "servicios de confort". Esto facilita la justificación de los recursos públicos utilizados. Según la comunicación oficial, la voluntad de democratizar la demanda está asociada a la necesidad de conciliación entre vida familiar y profesional de todas las mujeres insertas en el mercado de trabajo. Sin embargo, las medidas propuestas no conciernen a todas las mujeres, sino a las mujeres de clases medias y medias altas.”.(1) Lo que queda en pie es que "a mayores ingresos mayor igualdad de género, y a menores ingresos menor igualdad de género". La igualdad de género tiene pues un coste, tambièn la movilidad social ascendente. Y ese coste lo paga una clase social, el proletariado, (mujeres y hombres, mayores y menores, homosexuales y heterosexuales, y personas de todos y cualquier color u origen, inmigrados o nativos) a otra clase social y su bloque social de apoyo de "clase media", incluso lavando los calcetines de las mujeres de “rango social superior”. Y si, has acertado, precisamente a las mismas a las que se nos decía en otra aportación tuya que, ademas, tenemos que apoyar para que obtengan "puestos importantes en las grandes empresas". Pregunto, en esta Generización de las Contradicciones Sociales ¿donde queda la lucha por la emancipación del proletariado? y ¿a quién beneficia y a quien perjudica el feminismo de clase media que la impulsa? Agur =========================== (1) La paradoja francesa: el empleo doméstico como política contra el desempleo Devetter, François-Xavier y Sandrine Rousseau. 2011. Du balai. Essai sur le ménage à domicile et le retour de la domesticité. Ivry-sur-Seine:Raisons d'agir [141 pp.]* Lorena Poblete http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0123-885X2013000100022
Re: Proletarios de todos los países, ¿quién lava vuestros calcetines?
27 mar 2017
(a)narcos.feministas del mundo, uníos (& daros prisa en victimizar, gimotear, lloriquear, culpar, insultar & patalear mucho y bien, que en pocos años se os acaba el chollo):

http://www.elperiodico.com/es/noticias/sociedad/cientifico-pone-cerebro-
Re: Proletarios de todos los países, ¿quién lava vuestros calcetines?
27 mar 2017
INSISTIR en las diferencias entre hombre y mujer es el mejor apoyo al patriarcado que podreis hacer! Si que existen, pero no importan o pesan tanto como nuestras igualdades. Solo podemos ganar al patriarcado en un conjunto de los generos y demás preferencias sexuales! Sabeis cuantas personas se implican hoy dia en el "trabajo domestico"? El articulo me parece de un siglo atrás pero puede que me equivoco, aunque encaja perfectamente en el discurso de la Generalitat y de la "isquierda" y eso ya me hace sospechar nada bueno. Consiguien que hay mal rollo por todas partes, la mujer siempre es la victima de todo, y el "patriarcado" son todos los hombres en conjunto. Pues vaya mierda de discurso! (Mis calcetines me las lavo yo, como el resto de mi ropa; me cocino mi comida, limpio la casa etc.) donde está el problema? Los problemas empiezan en la educación separada de niños y niñas, y siguien creciendo cuando por falta de consciencia y por ignorancia falta el respeto a lxs demás; "chistes" racistas, sexistas, series de televisión, revistas estupidas, trabajos estupidos y innecesarios, categorizaciones estupidas de preferencias sexuales (hetero, bi, homo, lesbo, gay...) y de "pertencia" a diferentes generos (hombre, mujer, trans...). Hay que luchar contra ésta estupidez que se extiende en el planeta a toda velocidad promovida por gobiernos, ong's y colectivos de toda pinta! Que viva la Anarquia!
Re: Proletarios de todos los países, ¿quién lava vuestros calcetines?
27 mar 2017
Supongo que comprenderás que no puedo hablar acerca de los significados de las palabras que los autores y/o autoras del texto proponen, y que al igual que tú, sólo puedo presuponer o interpretar.

No sé porqué todavía me sorprende que tus interpretaciones vayan siempre en el mismo sentido. ¿Tan difícil es para ti la complicidad, o es que en ciertas cuestiones la niegas sistemáticamente?

Supongo que tus respuestas obedecen a tus “convicciones” y por ello siempre buscar jerarquizar algo. Pues bien, déjame hablarte de mi interpretación, probablemente muy equivocada.

Cierto que nos hablan de un “mercado laboral” en las lógicas liberales, y nos quieren hacer creer que todo depende de ello. En ese “mercado” se COMPRAN servicios en los que hay muchas personas que VENDEN su fuerza de trabajo. Pero también hay quienes más que comprar una “mercancía” o "una fuerza de trabajo", lo que buscan es una persona que le inspire “CONFIANZA”, de manera que no se compra por “oferta y demanda”, sino porque SE CONFÍA EN UNA MUJER para determinadas tareas que no se le pueden confiar a un hombre.

Entendería una crítica a la transmisión y continuidad de valores y roles, pero también es cierto que pocos hombres están dispuestos a asumir estas tareas.

Hablas de “rango social inferior”, supongo que por esa manera de concebir jerarquías y subclases dentro de las clases y por los prejuicios que proyectas a menudo hacia las mujeres trabajadoras, que independientemente del trabajo que realicen, no son clase trabajadora "superior" o "inferior".

Por un lado te lamentas que las mujeres trabajadoras “no van a las manis”, y por otro que para trabajar, tengan que confiar el trabajo doméstico a otras mujeres, como si eso fuera solo una cuestión entre mujeres y ahí, el hombre, padre y morador de la misma casa, no pintara nada. Para ti, eso parece que es responsabilidad exclusiva de la mujer. Todo un detalle.

Ahora te contaré una experiencia de una compañera trabajadora que, a causa de un accidente y una intervención médica, tuvo a su pareja una temporada con movilidad muy limitada, y ella se tuvo que hacer cargo de todo.

Decidieron hablar con una amiga para que temporalmente realizara algunas tareas domésticas compartidas, hasta que su compañero se recuperara. Esta amiga a la que pedían ayuda, no tenía “trabajo fijo” y recurría habitualmente a hacer trabajos domésticos o acompañamientos a personas mayores o como canguro u otras tareas de este tipo y esas eran sus principales fuentes de ingresos.

Entre las amigas llegaron a un acuerdo de tiempo que podía dedicar, una. y tareas que quería que se hicieran, la otra. Ambas acordaron la retribución económica.

Con este quiero remarcarte que buena parte de esos trabajos no se realizan bajo términos contractuales, sino como libre acuerdo de responsabilidades y compromisos. Y ahí vuelve a aparecer la confianza.

Las mujeres que “contratan” a otras mujeres para las tareas domésticas, no todas COMPRAN. Las mujeres que se dedican a las tareas domésticas como medio de supervivencia, no todas son asalariadas. En no pocas ocasiones, son acuerdos entre mujeres trabajadoras. Yo misma he hecho trabajos domésticos en viviendas de otras personas que me conocían, y he sido asalariada como responsable de un equipo de diseño en una empresa, y no soy una persona distinta cuando trabajo en un lado, que cuando lo hago en el otro, porque el trabajo no me define como persona. Lo que cambia es la tarea, la forma contractual, la responsabilidad que se adquiere, pero sigo siendo una trabajadora y lo que me define es la responsabilidad y mi actitud frente a las circunstancias.

Esa idea de las “subclases” es muy propia de la división del trabajo que hace el capitalismo liberal y que establece diferentes categorías laborales.

En todo caso, la consideración de “inferior” se la das tú.

Los trabajadores y trabajadoras, por ejemplo, COMPRAMOS pan en comercios de personas que no son de “rango social inferior”. Ahí también estamos comprando una mercancía que se ha elaborado con la venta de la fuerza de trabajo de quienes producen y elaboran el pan en el horno, y parece que, para ti, por poder comprar el producto de su fuerza de trabajo, ya los conviertes en personas de “un rango social inferior” y por tanto, tú eres "superior" a ellas.

Lo que supongo que sucede, es que pretendes decir que todas las mujeres que CONFÍAN en otras mujeres para las tareas domésticas, son de clase media o media alta o alta…, y que esas no confían, sino COMPRAN. Tú sabrás a qué te refieres, pero lo que a mi me parece sobre tu apreciación, es que ignoras interesadamente los contextos o la adquisición de patrones burgueses de clases trabajadoras con aspiraciones o las necesidades puntuales. Así como también prefieres ignorar el porqué, en una mayoría de ocasiones, acaban siendo las mujeres quienes se encargan de buscar a alguien que les inspiren CONFIANZA, cuando en las casa también hay hombres. ¿Debo suponer que si fueran ellos quienes buscaran esa ayuda, no actuarían en base a la confianza sino al “rango social inferior”?

Siempre me hablas de que intento confundir, pero yo presiento que quien intenta crear esa confusión eres tú con ciertas interpretaciones que casi siempre van en la misma dirección.

Dices que en otro lugar he planteado un texto que reclamaba para las mujeres puestos de responsabilidad en las empresas. Das a entender que quien escribe ese artículo, una mujer militante de Herritar Batasuna, no tiene sentimiento de clase, y que debe ser poco menos que una burguesa o neoliberal o socialdemócrata. Desconozco lo que es, no la prejuzgo, pero sí intento interpretar lo que dice desde la complicidad de clase, la mia.

Si te dijera que las cárceles no han sido pensadas para las mujeres, desde tu manera de razonar, enseguida interpretarías que reclamo cárceles pensadas para mujeres, pero lo cierto es que cuando digo eso, lo hago como denuncia del sistema carcelario, no para reformarlo, sino para acabar con su manera de concebir el encierro y el castigo. Y la denuncia lo que expresa, es que hay un fundamento patriarcal a la hora de concebir los roles y los castigos. Para esa lógica, muy parecida a la que tú has expresado, las mujeres no tienen capacidad para subvertir la ley. Y esa es una de las razones por las que no se concibieron las cárceles pensando en ellas, sino en quienes eran activos, los hombres.

Sucede que la realidad se puede ocultar durante un tiempo, pero no toda la vida, y ahora ya piensan en cárceles en las que se pueda “conciliar” la vida familiar, encerrando a hijos e hijas menores de 3 años, que ni tan siquiera han tenido uso de razón como para subvertir ley alguna. Y nadie reparará ese tiempo de encierro.

Esa es tu lógica, si una mujer visibiliza la desigualdad y señala un síntoma, automáticamente tu respuesta es invisibilizarlo para acusar a la mujer que lo ha puesto en evidencia, desviando la atención de lo que se denuncia. Te importa muy poco que te explique cómo interpreto esas palabras, diciendo que también el trabajo se concibió desde esa perspectiva patriarcal del encierro y el castigo, y las mujeres no tuvieron cabida en ello, y por lo general fueron relegadas al espacio doméstico, aunque siempre han habido mujeres que se han resistido a ello. Y para esas, se reservó lo peor.

Tampoco reflexionas sobre que esas mujeres trabajadoras que se dedican al trabajo doméstico, en casas ajenas, si se les ofrecieran otros trabajos probablemente lo aceptarían. Precísamente yo abandoné el “circuito” de ese trabajo doméstico, con el ingreso de otras migrantes mucho más precarizadas que yo, aunque algunas tenían más estudios.

Si vives en este mundo, y te apartas por un momento de tus peculiares percepciones, reconocerás que, ya vivas en un edificio de pisos en Bilbao, Madrid, Valencia, Sevilla…, Barcelona, y si eres de clase trabajadora, seguramente en el bloque en el que resides también está contratada una mujer para el servicio de limpieza de la “comunidad”. Lo más probable es que dicha mujer sea migrante. ¿La consideras de “un rango social inferior” al tuyo?

¿Por qué no hacéis la limpieza entre todos los vecinos y vecinas? Es también una tarea doméstica y las personas que la realizan no son “inferiores” a ti, son también trabajadoras, a veces asalariadas, y que pagáis entre todos los vecinos y vecinas, independientemente sea el piso de tus padres o vivas de alquiler…

Lo que sucede es que hay unas clases sociales que sí que consideran a esas personas de “rango social inferior”, pero no son las trabajadoras, sino las clases medias o medias altas. Y si hay alguien de clase trabajadora que tiene ese sentimiento, será porque es una persona despreciable.

En la otra cuestión, si algo “queda en pié”, no es lo que tú expresas. No es que “a mayores ingresos mayor igualdad de género”, esa es otra interpretación capciosa e interesada para arremeter contra los planteamientos feministas y contra las mujeres y la igualdad de género. Para las políticas de género es muy fácil elaborar críticas argumentadas y no interpretaciones tan falaz como la que haces.

El texto dice que incluso las ayudas sociales no revierten en las mujeres que más las necesitan, sino en las clases sociales más acomodadas, como las medias y medias altas, prolongando así la desigualdad y ampliando la brecha entre las clases sociales. Es decir, lo que tiene coste es la desigualdad, y no la igualdad que tú dices.

No sé a ti, pero a mi esto me parece una crítica importante a todo ese tipo de políticas, y además fundamentada.

No todo el feminismo es de clase media, y cuando te digo esto, quiero recordarte que no me considero feminista.

PD
Para el tonto de “ester vilar” que no ve el bosque.
Ja, ja, ja, ja… A quien se le va a acabar el chollo es a los misóginos como tú. Dicen que esas muñecas no aguantan el maltrato, y si te golpean, no podrás denunciarlas por “violencia de género”, sólo reclamar a la garantía, pero como ya estará maltratada, ni tan siquiera te van a devolver el dinero.

Seguro que su "inteligencia artificial", es infinitamente más inteligente que la tuya.

Aquí te dejo una noticia que los pechos de la muñeca hinchable “no te dejaron ver”.
http://www.elperiodico.com/es/noticias/opinion/no-apetece-follar-pasa-al
Re: Proletarios de todos los países, ¿quién lava vuestros calcetines?
28 mar 2017
Aliss, en la notícia que has penjat del "periódico", hi ha aquest paràgraf al final:

"Decía san Agustín, por experiencia propia -había tenido una vida intensísima y luego devino célibe- que «el deseo carnal consentido se vuelve hábito; el hábito no combatido se vuelve necesidad».

El sexo no es una necesidad -nadie se muere por no tener sexo-, pero en nuestra sociedad se estimula, se consiente y alimenta continuamente."

Crec que expressa molt clarament el nucli del teu pensament moralista i acomplexat, que després adornes per dissimular-lo.
Re: Proletarios de todos los países, ¿quién lava vuestros calcetines?
28 mar 2017
Para "bbbbbbbbb..."
Cielo, estás matando a la mensajera. Esas son palabras de Lucía Etxebarria, y que haya dejado el link de su opinión, no significa que la comparta completamente, y lo he hecho en respuesta a algo concreto. En vez de preguntarme, me juzgas. ¿Quien tiene un pensamiento moralista y acomplejado que prejuzga...? y además, por lo que dijo San Agustín, como si eso tuviera algo que ver conmigo.

Al margen de tus prejuicios moralistas y acomplejados, ¿tienes alguna opinión para contrastar, acerca de lo que es el sexo?

Lucía no ha tenido miedo para dar su opinión y/o equivocarse. Tú no la das. Por eso te hablo de "prejuicio acomplejado".

Para "anti-patria-rcal".
Sólo estoy de acuerdo contigo en lo de "INSISTIR" en las diferencias, pero eso no significa negarlas, no señalarlas, no denunciarlas, no visibilizarlas, etc...

Personalmente no me construyo desde lo que hacen los hombres y no se concibe que lo hagan las mujeres. Hay cosas que hacen los hombres que ni me importan, ni me interesan hacer. Pero sí que esta sociedad, llena de prejuicios patriarcales, que no consiente que las mujeres, las y los indígenas, las y los migrantes y todas aquellas personas que son objeto de una mayor opresión, decidan por sí mismas que es lo que quieren y no quieren hacer.

La mayor estupidez que se extiende por el planeta, no es la que señalas, sino la reacción que se manifiesta frente a las luchas contra las opresiones. Lo que apuntas, no es más que un desesperado intento de integrar en este sistema, la falsa percepción de la igualdad. Cambiar lo básico para que todo continue igual.

Los conflictos sociales no se pueden analizar reflexionando en como afectan solo a los hombres. Tampoco en cómo afectan solo a las mujeres. De ninguna manera se debe de analizar viendo cómo afectan solo a hombres y mujeres. Somos mucho más que todo eso...

Toda esa proliferación de etiquetas identitarias, existen porque no se reconocen más que como "interferencias" o 2efectos indeseables" de la única verdad blanca, occidental, ciudadana...
Re: Proletarios de todos los países, ¿quién lava vuestros calcetines?
28 mar 2017
No te dejes estafar quien te comenta en catalan es el mismo misogeno de siempre.
Re: Proletarios de todos los países, ¿quién lava vuestros calcetines?
28 mar 2017
"Personalmente no me construyo desde lo que hacen los hombres y no se concibe que lo hagan las mujeres."

Doncs jo crec que és prou evident que sí que ho fas.

I si poses un enllaç com a referència que diu una animalada tan gran com remetre's a l'església católica per dir que el sexe no s'ha de consentir, és la teva decisió fer de missatgera d'aquest missatge en concret.

Molt il·lustratiu l'exemple que dónes més amunt:

"Decidieron hablar con una amiga para que temporalmente realizara algunas tareas domésticas compartidas, hasta que su compañero se recuperara. Esta amiga a la que pedían ayuda, no tenía “trabajo fijo” y recurría habitualmente a hacer trabajos domésticos o acompañamientos a personas mayores o como canguro u otras tareas de este tipo y esas eran sus principales fuentes de ingresos.

Entre las amigas llegaron a un acuerdo de tiempo que podía dedicar, una. y tareas que quería que se hicieran, la otra. Ambas acordaron la retribución económica.

Con este quiero remarcarte que buena parte de esos trabajos no se realizan bajo términos contractuales, sino como libre acuerdo de responsabilidades y compromisos. Y ahí vuelve a aparecer la confianza."

Aquest és el somni i així parla tot petit-burgès: és una qüestió de "confiança", et confio el meu negoci, no cal que et faci un contracte ni et posi totes les hores (ni te les cotitzi!), és sempre un "libre acuerdo de responsabilidades y compromisos", és a dir, la tiranía de qui paga sobre qui treballa. I quan hi ha reclamacions pel mig, llavors es trenca aquesta "confiança" i el petit burgès plora perquè l'esclau ha trencat la confiança que havia depositat en ell. Plora un mica i després l'acomiada.

Dues persones acorden que una treballi per l'altra a canvi d'una remuneració. Això és treball assalariat i això és un contracte, encara
que sigui verbal. Sabràs que el treball assalariat és una forma d'explotació (encara que en aquest cas la facin dones). Canviar-li el nom a les coses no fa que canvii la seva realitat material.

Però no, com que ho han fet dues dones i eren amigues teves, llavors és una altra cosa, és confiança. No fas més que embellir una forma de treball precari, dient-li "ajuda".

L'ajuda i la solidaritat no es paguen, i si es paguen no són ajuda ni solidaritat. Negoci d'una banda i explotació de l'altra.

"x aliss": missògen ho devia ser Sant Agustí i l'església catòlica, més aviat.
Re: Proletarios de todos los países, ¿quién lava vuestros calcetines?
28 mar 2017
Aliss, cada vez te pareces mas a la Iranzu Varela, la histerica que hace esos mamotretos para http://blogs.publico.es
y que explica sin tan siquiera abrir la boca por qué la tasa de natalidad en Euskadi es la mas baja del mundo, por qué en las vascongadas no se empareja ni dios y por qué follar en Bilbao no es 'pecado' sino 'milagro'...
http://www.youtube.com/watch?v=yr1A8w-O-Gc&list=PL_TQLyNxacHv14eD91rEFnc
Hala pues! Chicos & chicas a 'disfrutar' con el 'autoservicio queer' porque, como todo el mundo sabe, la 'inminente' revolución nos llevará al goce y al extasis!
Re: Proletarios de todos los países, ¿quién lava vuestros calcetines?
28 mar 2017
Por lo que leo, basas tus “argumentos” en “creencias”. Crees eso, crees lo otro. No soy creyente, y como todo creyente tienes tus dogmas, y así lo manifiestas.

Aunque alternes el catalán y el castellano, en otros post, tus creencias no adquieren más fuerza. en ambos idiomas crees.

Lo que no crees, es lo que te explico. No te reclamo fe, pues te lo explico y argumento. Y te digo que no me construyo desde lo que hacéis los hombres. Sí que denuncio algunas de las cosas que hacéis, pero no porque las quiera, sino porque las considero un abuso o un exceso. Ya lo he explicado en varias ocasiones, pero voy a insistir de nuevo en ello. El hecho de señalar que en el sistema penitenciario norteamericano, en proporción con la población, hay un porcentaje inferior de personas blancas encarceladas que de negras, no significa que quiera que encarcelen a más personas blancas, y que liberen unas cuantas negras, que eso es lo que interpretarías desde tu limitada manera de interpretar, sino lo que denuncio es el sesgo racial carcelario y el sistema de racismo institucional de los Estados Unidos.

En tu caso, más allá de tus errores, lo que señalo es tu misoginia, no que quiera ser como tú.

Pese a que expreso que me importa más lo que quiero hacer yo que lo que hacéis vosotros, dices que “crees que es evidente” que sí que me miro en lo que hacéis vosotros. Tu “crees”, lo dices, y no tienes que demostrar nada más. “Palabra de dios”, versículo 4 anexo 2 del evangelio según “b” en versión catalán.

Tus respuestas son del mismo tipo del “¡Y TÚ MÁS!”

Si pongo un enlace, ya te lo he explicado porqué, solo es preciso que no me leas como tu enemiga. ¿Recuerdas lo de la confianza? Lo que sí que es evidente, es tu desconfianza. No es necesario que des tu opinión. Ya se sobreentiende.

Vuelvo a explicártelo de otra manera, aunque sé que todo lo que diga lo vas a volver a utilizar en mi contra. Eres tú en todo caso quien se está mirando en mi, no yo en ti.

Ante un comentario que ponía un enlace sobre un robot sexual para hombres y con apariencia femenina, le he respondido con un link cuyo titular dice “No me apetece follar, ¿pasa algo?” ¿Recuerdas que he hablado de la “inteligencia artificial” y que no se iba a dejar maltratar? Ah!, ¿no me digas que eso es lo que te ha molestado?

¿Sabes…?, no conocí a “San Agustín” para saber si era misógeno, pero fíjate el nivel de tus razonamientos que confundes a San Agustín con la iglesia católica. Y esa es una de las cuestiones que he expresado infinidad de veces. Ni contextualizáis, ni os importan los matices, ni las sensibilidades, ni las diferencias. Para ti, vosotros, todo es blanco o negro, o lo que es lo mismo, las feministas son todas burguesas e interclasistas, y si se es mujer, aunque no sea feminista, y os contradice, pues lo mismo.

Por cierto, por si no te has dado cuenta, Lucía y San Agustín no están diciendo lo mismo. Él habla de Necesidad, y ella dice que no lo es. En mi opinión, y ahora sí que me puedes criticar lo que digo, me atrevería a decir que San Agustín no habla de sexo, sino de genitalidad, y de ahí el desacuerdo de Lucía.

Sobre lo de mi amiga, casi me has “convencido” por tu gran experiencia en trabajo doméstico y porque seguro que conoces mejor que yo a mi amiga. Y ante tal nivel de conocimiento no puedo argumentar nada razonable. Lo que sí que te puedo decir es que no tienes ni idea de lo que es una persona que trabaja de manera asalariada, pues confundes a quienes lo hacen por cuenta propia, autónoma, con asalariadas.

Sí que tienes razón en la cuestión de los contratos, pueden ser de palabra. Pero no concibes que la relación no sea sólo socioeconómica, pues niegas la ayuda mutua. Interesante.

Luego dices que la ayuda y la solidaridad no se pagan, pero desde tú lógica conviertes esa afirmación en un sinsentido al negar que pueda existir algún apoyo económico a una causa, a un compañero o compañera, por solidaridad o por ayuda mutua, simplemente porque hay dinero de por medio.

He dicho “ayuda”, porque cuando una persona se encuentra desbordada, superada, tal vez debería de pedir ayuda. Y lo que no sería justo, es decirle a alguien que te ayude con el encargo de unas tareas, durante un tiempo, sin valorar su dedicación y tiempo de alguna manera. Y esa valoración se puede hacer de muchas formas, y una es la económica de libre acuerdo. Y es por eso que digo que en ese caso no hay relación contractual. Y sí, lo digo porque es mi amiga y porque sé cómo se realizó el acuerdo, y no fue en el marco del mercado laboral, la oferta y la demanda, sino en el de la amistad y el mutuo apoyo. Ahí no había un mercado que determinara las condiciones de la relación laboral, porque no se establecía desde dicha relación y mucho menos precaria. Y esa confianza no solo es por la amistad.

Curioso que me discutas esto, sobre lo que tienes nulo conocimiento, y te calles que en el bloque de viviendas en el que vives, sí que hay una mujer, probablemente migrante, asalariada. Pero claro, esa es “tu asalariada” y no cuenta y tampoco te importa si su condición es o no es precaria. Tu pagas y tienes derecho a exigir, y su situación laboral no es tu problema.

Y por lo que habéis comentado, la deberéis de tratar desde vuestro “rango social superior”, puesto que si a ella la concebís como “inferior”, es que os sentís “superiores” porque “os lava los calcetines”

Por cierto, sigues evitando explicar qué es para ti el sexo…
Re: Proletarios de todos los países, ¿por qué le llaman 'género' cuando debieran decir 'sexo'?
29 mar 2017
Eso daria para un hilo nuevo, pero como anticipo, diria que es todo lo contrario a lo que 'cree' la Varela cuando explica por youtub como es "el ligar" segun 'los machunos':
http://www.youtube.com/watch?v=_3QCKLJJ9jw
o como es "el porno" según las feministas:
http://www.youtube.com/watch?v=dixl7t0tOBU
Re: Proletarios de todos los países, ¿quién lava vuestros calcetines?
29 mar 2017
"Y te digo que no me construyo desde lo que hacéis los hombres. Sí que denuncio algunas de las cosas que hacéis"

Segons tu els homes "fem coses", tots... molt bé. És normal que la Lucía Etxebarría i Sant Agustí et puguin servir de referents.

"pero fíjate el nivel de tus razonamientos que confundes a San Agustín con la iglesia católica"

Entendria que m'ho diguéssis si l'hagués confós amb un astronauta o amb una espècie del regne vegetal, però crec que ensenya bé el nivell precisament dels teus raonaments.

"Lo que sí que te puedo decir es que no tienes ni idea de lo que es una persona que trabaja de manera asalariada, pues confundes a quienes lo hacen por cuenta propia, autónoma, con asalariadas."

Ets tú que no té ni idea de què és un fals autònom i de que el principal problema immediat de les companyes, encara que no només, és precisament la falta de reconeixament ple del seu treball com a assalariades (per exemple, la falta de subsidi d'atur). En el cas de la teva amiga, ni tan sols la cobertura estándar de la Seguretat Social...

Et fas la il·lusió de que en la relació contractual que descrius no hi ha intervingut el "mercat" però si la majoria de treballadores que netegen cases ho fan, és perquè no troben una altra feina millor remunerada en aquest mercat o per completar la que tenen perquè no dóna de sí ni per arribar a final de mes. Així que el mercat intervé, i molt, en la determinació de la remuneració del teu acord de "confiança".

Sento dir-te que potser sí que sé de què parlo, en contra del que presuposes, i he ajudat (d'aquesta ajuda sense cobrar que tu no enténs i no creus "justa") a diverses companyes (i també companys, que n'hi ha més dels que et penses) que treballaven ja sigui directament a una casa o bé netejant un blocs de pisos, a defensar les seves condicions i a (intentar) organitzar-se col·lectivament. També et puc dir que en un nombre molt elevat de casos, l'empresària és una dona i la clienta també.

"Luego dices que la ayuda y la solidaridad no se pagan, pero desde tú lógica conviertes esa afirmación en un sinsentido al negar que pueda existir algún apoyo económico a una causa, a un compañero o compañera, por solidaridad o por ayuda mutua, simplemente porque hay dinero de por medio."

Ets tu la que converteixes una veritat ("la solidaritat no es paga") en un sense sentit, desde la teva "lògica" (per dir-li d'alguna manera).

Una cosa és donar diners a una caixa de resistència o a una lluita, recolzar econòmicament una lluita per tal que tiri endavant. Una altra cosa completament diferent és contractar algú, que és el que fa la teva amiga i (pitjor) el que tu defenses que és "ajuda mutua". Això no té res a veure amb la solidaritat ni l'ajuda mutua.

"He dicho “ayuda”, porque cuando una persona se encuentra desbordada, superada, tal vez debería de pedir ayuda. Y lo que no sería justo, es decirle a alguien que te ayude con el encargo de unas tareas, durante un tiempo, sin valorar su dedicación y tiempo de alguna manera. Y esa valoración se puede hacer de muchas formas, y una es la económica de libre acuerdo."

Quan una companya, un familiar, una amiga em demanen ajuda, no els cobro; ni pago als altres quan demano ajuda i suport. Vivim en una societat mercantil i hi ha un fotimer de coses que no podem evitar haver de comprar (normalment, vendre'n només en venem una, la força de treball) però és repugnant introduir una relació mercantil en l'ajuda mutua i la solidaritat, que és el que defenses.

Per últim, és una fantasia molt habitual en alguns usuaris d'indymedia pensar que tothom que li respon és la mateixa persona, suposo que és una manera de protegir-se psicològicament. Tranquila, amb el temps veuràs que no és així i ho superaràs.
Re: Proletarios de todos los países, ¿quién lava vuestros calcetines?
30 mar 2017
Uff!, vaya fiasco, pues va a ser que tienes razón. No recordaba que tú conocías mejor a la amiga de mi amiga, y que fuíste tú quien le asesoró en la cuestión “laboral”.

Lamentablemente para tu opinión, las personas asalariadas y las autónomas no tienen el mismo régimen de seguridad social. Primera pifia.

Las personas que están dentro del régimen autónomo, son ellas las que se cotizan su atención médica, no quien las contrata. Segunda pifia.

Los “falsos autónomos”, tú sabrás a qué te refieres, pero no conoces a la amiga de mi amiga para insinuar nada. Tercera pifia.

Confundes San Agustín con la iglesia católica. Un grano de arena no hace desierto, una gota de agua, tampoco hace un mar. Confundes la parte con el todo. Si es así como lo analizas todo, la sigues cagando.

Dices que has “ayudado”. Las ONG’s también ayudan, y los cascos azules. Se les llama ayuda humanitaria. No te voy a explicar la diferencia entre el apoyo mutuo y la ayuda mutua. Solo te diré que la ayuda mutua, tiene algo muy parecido al “quid pro quo”, y entre lo que dos amigas acuerden, tu opinión es intrascendente.

Tú más que ayudar, asesoras y desvarías. ¿Qué quieres decir con lo de que “en un número elevado de casos la empresaria es una mujer y la clienta también? Parece que te has perdido el principio, donde daba razones por las que en casi siempre es la mujer la que contrata el servicio doméstico. ¿Te suena la confianza?

No es nada extraordinario que haya mujeres empresarias de servicios de limpieza. A quien parece que le sorprende es a ti.

Sigues sin responder acerca de la mujer migrante que limpia en el bloque de pisos en el que vives.

Y como veo que te cuesta entender las cosas, quizás porque tú “crees” en muchas cosas. Te lo voy a explicar de nuevo. Los hombres hacéis muchas cosas, camináis, veis el fútbol o vais a un concierto, os tomáis unas cervecitas, vais al trabajo si estáis trabajando, etc…, etc…, y de todas esas cosas que hacéis, algunas las denuncio… Sí, si eres un hombre, a no ser que estés en estado vegetativo, algo haces. Y eso que te cuesta tanto entender porque estás acostumbrado a los “misterios indescifrables” de las creencias, es bastante sencillo de entender si uno se quita las telarañas del cerebro.

Y sí…, en internet hay muchas fantasías habituales, pero tú no eres la mía. Puedes responderme en gallego, en euskera o en el idioma que te de la gana. Las tonterías, no se vuelven más ciertas cambiando los idiomas.

Mientras tanto, yo voy a ver si “lo supero”.
Re: Proletarios de todos los países, ¿quién lava vuestros calcetines?
30 mar 2017
Dice:

"¡El modo de producción capitalista tiene un problema con las mujeres!"

Fabulosa conclusión. La realidad es más bien todo lo contrario, las mujeres proletarias tienen un problema con el modo de producción capitalista... y va a ir a más.
Re: Proletarios de todos los países, ¿quién lava vuestros calcetines?
31 mar 2017
"Los hombres hacéis muchas cosas, camináis, veis el fútbol o vais a un concierto, os tomáis unas cervecitas, vais al trabajo si estáis trabajando, etc…, etc…, y de todas esas cosas que hacéis, algunas las denuncio… Sí, si eres un hombre, a no ser que estés en estado vegetativo, algo haces."

Molt bé Aliss, a part de tenir un pensament òbviament basat en estereotips segons els quals els homes miren el futbol i veuen cervesa..., és una bona síntesis de la base sexista del teu dicurs: "Sí, si eres un hombre, a no ser que estés en estado vegetativo, algo haces."

"Confundes San Agustín con la iglesia católica. Un grano de arena no hace desierto, una gota de agua, tampoco hace un mar."

S'ha de dir que la teva defensa de l'església catòlica, disculpa... de Sant Agustí (autor, entre altres coses, de "La bondat del matrimoni", "La santa virginitat", "La bondat de la viduïtat") t'ha quedat molt poètica.
Sindicat Terrassa