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Entrevista :: immigració : dones
“Las izquierdas relativistas postlaicas europeas han sacrificado los derechos universales de las mujeres”.
09 oct 2016
“Las izquierdas relativistas postlaicas europeas han sacrificado los derechos universales de las mujeres”. Marieme Hélie Lucas, entrevistada por Charlie Hebdo
Angélique Kourounis entrevistó hace unos meses a la veterana revolucionaria socialista argelina, internacionalmente reconocida por su defensa del feminismo republicano laico, Marieme Hélie Lucas, para Charlie Hebdo.

Marieme Hélie Lucas es la fundadora y excoordinadora internacional de la red solidaria Women Living Under Muslim Laws [Mujeres bajo las leyes musulmanas]. También se halla en el origen y es actual coordinadora de la red internacional Secularism is a Women’s Issue [El laicismo es cosa de mujeres].

Angélique Kourounis: Usted traza un paralelismo entre la imposición forzosa del velo islámico y los recientes consejos ofrecidos a las mujeres por las autoridades alemanas. ¿Por qué?

Marieme Hélie Lucas: Ambos responsabilizan a las mujeres de las violencias que sufren, ya por dejar a la vista un mechón de pelo, ya, simplemente, por haber osado poner un pie en el espacio público.
Yo querría recordarle a este respecto que una emigrada iraní en Francia ha prestado testimonio ante la Comisión Stasi sobre el daño psicológico causado a las niñas obligadas a cubrirse con velo en Irán [el testimonio es de Chahdortt Djavann, y se publicó con el título ¡Abajo los velos! en un libro editado por Gallimard en 2003], y cómo eso las afectaba duraderamente al hacerse a la idea de que ellas eran responsables de cualesquiera pulsiones sexuales incontroladas de los hombres.
Ese testimonio fue importante, porque por vez primera se consideraba el velo, no desde el punto de vista de los derechos de las mujeres, sino de los de las niñas: como un atentado a su integridad psíquica.


Usted sostiene que el integrismo es el fascismo de Oriente Próximo.

Luego de los 90, en Argelia se califica el integrismo musulmán como fascismo.
“Islamo-fascismo” o “fascismo verde” no son locuciones inventadas por la extrema derecha xenófoba, sino por los demócratas argelinos que combaten al FIS [Frente Islámico], al GIA
[Grupo Islámico Armado] y a otras organizaciones por el estilo.
Yo vengo subrayando desde hace más de 20 años los puntos comunes de convergencia ideológica entre nazismo, fascismo e integrismo musulmán, pero también podrían añadirse los integrismos hinduista, judío o budista.

Todos creen pertenecer a una raza superior procedente de un pasado mítico que les daría el derecho y aun el deber de eliminar físicamente a cualquier Untermensch: judíos, comunistas, gays, deficientes mentales; a esa vieja lista vienen a añadirse ahora los kafir, es decir, los infieles.

Todos son procapitalistas, estimando los integristas musulmanes que la caridad es la respuesta adecuada a la existencia de unas diferencias de clase queridas por Dios.

Todos quieren ubicar a las mujeres en el lugar que según ellos les es propio: la iglesia (aquí, la mezquita), la cocina y la cuna.

Es urgente salir de la pura negación, reconocer la naturaleza política ultraderechista del integrismo musulmán: y es absolutamente imprescindible que sea la izquierda quien lo diga alto y fuerte con nosotros, los antiintegristas, a fin de no dejar a la extrema derecha xenófoba el monopolio del ahora prácticamente goza con su discurso estigmatizante de “los musulmanes”, lo que terminará tarde o temprano con pogroms anticobrizos.
Un sueño para los integristas, que apenas conceden valor a la vida humana y que verían en ello una oportunidad de oro para reclutar y acrecer sus tropas.


¿No observa usted un paulatino deslizamiento semántico de “árabe” o “magrebí” a “musulmán?
¿No es peligroso?

Es pernicioso calificar religiosamente, sin haberles jamás preguntado si son o no creyentes, a personas que viven en todo el mundo, principalmente en Asia y en África (el Oriente Próximo no representa numéricamente sino una ínfima minoría de los presuntos musulmanes del planeta). Es ignorar la masa de agnósticos y de ateos, y es atribuirnos a la fuerza una identidad religiosa que muchos de nosotros rechazamos, incluidos no pocos creyentes. Hacer de una “fe” una “raza” es lo que sufrieron los judíos, ¡y ya se vio con qué costes!
Ahora está en vías de pasarles a los presuntos musulmanes… ¿Y usted me pregunta si es peligroso?

Además, para la izquierda preocupada por la suerte de los emigrantes, la recalificación en éstos en términos religiosos tiene consecuencias políticas: hasta los años 70, los trabajadores emigrados a Europa hacían frente común para obtener mejores condiciones de trabajo; luego, fueron fragmentados conforme a su supuesta pertenencia religiosa. ¡¿Cómo no darse cuenta de que esto ha traído consigo el debilitamiento de las luchas sociales?!
El despiezamiento y atomización de la emigración ha llegado tan lejos, que las organizaciones de derechos humanos hablan ahora, como si eso fuera de suyo, de “derechos humanos musulmanes”, de “derechos humanos sijhs”, de “derechos humanos hindúes”… Ni en una pesadilla podría yo haber imaginado tamaño retroceso generalizado de la universalidad de los derechos humanos y de la laicidad.
Con su silencio sobre la naturaleza política de la extrema derecha religiosa integrista, la pos-izquierda relativista se ha convertido en caldo de cultivo del integrismo musulmán en Europa, y muchas organizaciones de derechos humanos se han prestado a ofrecerles una plataforma política que les permite presentarse únicamente como víctimas de las violencias del Estado y aun –y ya es el colmo— ¡como defensores de esos derechos!


¿Diría usted que la posición relativista de las izquierdas europeas post-laicas sobre este asuntos está significando un retroceso en los derechos de las mujeres?

¡Desde luego! Porque esas izquierdas sostienen en general el “derecho al velo”, antes que el derecho a no llevar velo; el derecho a la protección de las propias creencias religiosas, antes que el derecho a ser ateo; o sus prácticas religiosas, antes que la aplicación de nuestros derechos universales. etc...
Se trata aquí de tomas de posición políticas y de opciones de solidaridad ignominiosas, de las que, espero yo, algún día tendrán esas izquierdas que rendir cuentas ante la Historia.

El gran miedo a “desligarse de las masas” que siempre ha acompañado a la izquierda, les hace aquí dejar de lado un fenómeno de envergadura creciente: la visibilidad de los agnósticos y de los ateos en contexto musulmán, así como el hecho de que cada vez más jóvenes y mujeres osan exigir la laicidad en nuestros países.
La creación de numerosos consejos de exmusulmanes en los países europeos y en otros lugares, el hecho de que en Europa y en Norteamérica sean mayoritariamente mujeres procedentes de la emigración mal llamada “musulmana” quienes crean y dirigen organizaciones feministas por la laicidad [1], el coraje político de un sinnúmero de blogeras bangladeshíes, sauditas o palestinas que, por proclamar su ateísmo ante el mundo entero, pagan con su libertad, si no con su vida la defensa del derecho universal a la libertad de pensamiento.
¡Ya es hora de que todas las izquierdas abran los ojos!


Nota [1]: Es el tema del último libro de Marieme Hélie Lucas:
The Struggle for Secularism in Europe and North America : women from migrant descent facing the rise of fundamentalism [La lucha por el laicismo en Europa y en los EEUU: mujeres de ascendencia inmigrante ante el auge del fundamentalismo].


Marieme Hélie-Lucas :

veterana revolucionaria socialista argelina, internacionalmente reconocida por su defensa del feminismo republicano laico.

Fuente:
https://charliehebdo.fr/blaspheme/la-gauche-a-sacrifie-les-droits-des-fe/

Traducción:
María Julia Bertomeu , Mínima Estrella
Mira també:
http://www.sinpermiso.info/textos/las-izquierdas-relativistas-postlaicas-europeas-han-sacrificado-los-derechos-universales-de-l

Comentaris

Re: “Las izquierdas relativistas postlaicas europeas han sacrificado los derechos universales de las mujeres”.
10 oct 2016

http://www.lavanguardia.com/local/barcelona/20161010/41883676028/mujer-y
Re: “Las izquierdas relativistas postlaicas europeas han sacrificado los derechos universales de las mujeres”.
10 oct 2016

https://actualidad.rt.com/actualidad/219969-pelea-television-egipto-golp
Re: “Las izquierdas relativistas postlaicas europeas han sacrificado los derechos universales de las mujeres”.
11 oct 2016
El dia que la UEFA prohibí els burquinis als estadis
MIQUEL PUJOL MELCHOR 08.09.2016 10.00 h 1131  0 12 0 1
Si algú té interès en conèixer la meva opinió sobre aquest culebró canicular que sortosament ja va de baixa, sí, aquest de les dones que sembla que vagin vestides de surfista però en realitat van de terroristes, doncs no tinc cap problema en dir-li. Prohibir el burquini em sembla una mesura intel·ligent si del que es tracta és d’aturar la proliferació del radicalisme islàmic. De fet, és tan intel·ligent com prohibir les estelades als estadis per tal d’evitar el creixement de l’independentisme. En realitat faig broma. Em sembla una mesura intel·ligent si el que es vol és col·locar en la centralitat política un agradable “xoc de civilitzacions” i desplaçar així les agres polèmiques que podrien pertorbar la pau social i l’harmonia territorial dels pobles d’Europa. Per tant, com a persona d’esquerres i independentista, rebutjo que es prohibeixi que la gent vesteixi com vulgui.

I no és per por a que em diguin islamòfob, Maryam Namazie. Aquest podria ser un motiu plausible, però no és real en el meu cas. A la teva entrevista,esgrimida entre d’altres per gent a qui l’alliberament de la dona li ha suat la polla tota la vida; esgrimida per gent que rebutja el burquini perquè volen gresca amb els més foscos de pell i perquè creuen que les dones tenen l’obligació de desfilar en pilotes davant seu com bestiar mentre ells creuen les cames dissimulant la tenda de campanya; en aquesta entrevista dius que no podem deixar la laïcitat en mans de l’extrema dreta. Ens dius “esquerra post-laica”. Mira, jo no sé què pensa l’esquerra francesa del tema, però et puc dir que l’esquerra catalana té una agenda política definida i de cap manera desitjo que sigui alterada per polèmiques artificials al gust del bloc atlàntic i de, oh casualitat, l’islamisme radical.

No m’interessa que les musulmanes deixin d’anar a la platja. No m’interessa donar aire als victimistes religiosos. No m’interessa que un treballador desconfiï d’un altre treballador per qüestions de creences sobrenaturals, ni m’interessa que la dreta sociològica catalana deixi de banda la causa independentista per posar-se a seguir l’Anglada o l’Albiol de torn, sense tenir en compte el posicionament d’aquests en la qüestió nacional catalana. I és que l’odi al moro uneix, Maryam. Desperta atavismes indesitjables.

Ens dius “esquerra eurocentrista”, perquè suposadament no tenim en compte les dones que lluiten contra el hijab al món islàmic. I això és mentida. Una dona que desafia la llei islàmica compta amb la meva solidaritat, per suposat! Però la meva solidaritat no pot arribar als extrems de crear conflictes ètnics al meu país. Una dona que no vol portar vel a Catalunya no rep la mateixa repressió que als països musulmans. Allà pot enfrontar-se a presó o a la lapidació, aquí com a molt a la repulsa de la seva família. Si la família o la comunitat religiosa a la qual pertany s’extralimita i intenta coartar-li la llibertat, llavors estic a favor de que l’estat empri tota la força al seu abast per garantir la normalitat. Això entenc jo per laïcitat.

En aquest país imperfecte, amb tanta feina pendent, hi ha dones que porten vel i dones que rebutgen portar-lo. Hi ha dones que trien estimar d’altres dones i dones que tenen por a estimar d’altres dones i es fan monges. Hi ha dones que dediquen la seva vida a buscar un príncep blau, fracàs rere fracàs, i que no s’han plantejat que potser no el necessiten. Hi ha dones que es depilen i dones que passen de torturar-se periòdicament encara que se les miri malament. No som del tot lliures, per suposat. La família, els amics, la publicitat, el decòrum i la mateixa religió sovint ens fan acceptar com a irrenunciables una sèrie de pautes socials que potser no ens fan feliços. Però la situació de les dones aquí, neixin en la família que neixin, no és la situació de les dones al món islàmic. Així que no podem legislar pensant en el que allà no es pot fer. No caiguem en l’islamocentrisme.
Sindicato Sindicat