Imprès des de Indymedia Barcelona : http://barcelona.indymedia.org/
Independent Media Center
Notícies :: globalització neoliberal
Anticapitalismo, paro y tecnología
29 ago 2016
anticapitalismo, revolucion industrial,revolucion social
Se afirma que la tecnología, debido a su pretendida multiplicación de la productividad, crea paro. Calculan que la “cuarta revolución industrial”, eliminará 7 millones de empleos en 2016-2020 en los 17 países más desarrollados. Es el mismo argumento que, desde el utopismo “social”, desarrolla el marxista Paul Mason en “Postcapitalismo. Hacia un nuevo futuro”. Según él, la tecnología de la información hará inviable la continuidad del capitalismo. De ahí que el futuro sea el “postcapitalismo”… Poco hay de nuevo en ello, pues ya se dijo algo parecido de la máquina de vapor, el ferrocarril, la electricidad, la robótica y algunos sistemas técnicos más.

Mason arguye que el nuevo producto tecnológico, por sí mismo y sin necesidad de la intervención consciente -en forma de revolución- popular, llevará primero a una situación difícil por el elevado paro y otras distorsiones (en la cual se debe usar la renta básica como paliativo) y luego a un desenlace delicioso y magnifico, el fin del capitalismo.

Argumenta que el orden capitalista es negativo pero que la tecnología creada por él, simple capitalismo en la forma de tecnología, resulta magnifica. Se trata de “ayudar” a la tecnología a desembarazarse de la envoltura capitalista para que con su supuesta altísima eficacia instaure el Reino de Jauja de la abundancia para todos.

Descendamos a la prosaica realidad. No es verdad que la tecnología, en general, incrementa la productividad del trabajo. Lo hace en algunas ocasiones pero no es lo habitual, si se tiene en cuenta la totalidad del proceso productivo y se consideran los colosales costes ocultos que origina, en gran medida por los daños inmensos que infringe a los seres humanos y a la naturaleza.

La tecnología es, en lo principal, de aplicación a las cuestiones militares y sólo secundariamente a la producción. Esto es mostrado para los iPhone y otras invenciones de Steve Jobs por Mariana Mazzucato en “El Estado emprendedor”. El desarrollo tecnológico real (aunque no el que fantasean los tecnófilos “sociales”), proporciona poderes crecientes al bloque de dominación, desde la manipulación de las mentes en “la sociedad de la información” hasta la intervención represiva policial-militar.

La argumentación de que la tecnología es en sí misma y a fin de cuentas “positiva”, o al menos “neutral”, choca con la experiencia de los últimos trescientos años. En pocos casos acrecienta realmente la productividad, y su aplicación en las empresas se suele deber a la busca por los patronos de procedimientos para incrementar su control y poder de mando. Si se da un aumento de los rendimientos es por ésa sobre-constricción que suelen introducir las nuevas tecnologías, no por ellas mismas. Hay pocos sistemas tecnológicos que al mismo tiempo eleven la eficacia del trabajo y hagan a éste más libre, par creativo, más compañeril, más humano.

Una sociedad sin capitalismo, o sea, libre, autogobernada y autogestionada, lo primero que ha de hacer es poner fin al trabajo neo-esclavo actual, realizando una revolucionarización del acto y quehacer laboral para que recupere su condición de libre obrar de sujetos libres. Eso bajará necesariamente la productividad, considerando además que la meta de una sociedad libre no es la abundancia material sino la plétora de bienes inmateriales y espirituales, en primer lugar la libertad.

Un orden social postcapitalista no tiene como uno de sus fines la abundancia, y por tanto no necesita de tecnologías opresivas. Eso no debe llevar al rechazo absoluto de la técnica y los sistemas productivos complejos, pues éstos se dividen en intolerables, que deben ser eliminados, tolerables con reformas, a alterar en un sentido positivo, y aceptables más o menos tal como están. Por tanto, la fobia a la tecnología es inadecuada. Pero mucho peor es la creencia en que el futuro de la humanidad depende de esta u otra “revolución tecnológica”, pues la tecnología es un medio o instrumento que sirve a unos fines globales y se impregna irremediable de la naturaleza última de éstos.

En lo inmediato hay que señalar que lo que multiplica el paro no es la supuestamente fabulosa capacidad de las tecnologías de la información (lo que Mason olvida demostrar porque es indemostrable, en general, una engañifa) sino la competencia entre los países. Por ejemplo, Alemania al ser más desarrollada se apropia de lo decisivo de la producción fabril, creando paro y subempleo estructural en los países más débiles de la UE.

Lo único que está en condiciones de poner fin al desorden productivo que padecemos es la revolución, no la “liberación” de la tecnología creada el capitalismo. Mason crea falsas ilusiones con sus formulaciones mecanicistas, economicistas y deterministas, a fin de cuentas tecnófilas. Es la calidad de los seres humanos, y la calidad de las relaciones que establecen entre ellos, lo que determinará el futuro, muy por delante de la técnica y la productividad. Su “anticapitalismo”, como sucede con todos los de su credo ideológico, es una forma de mega-capitalismo. Al poner en el centro la abundancia material se hacen propagadores de lo más decisivo de la ideología burguesa. La tecnología del capital, por si misma, conserva, reproduce y fortalece el conjunto del sistema, al ser no sólo su efecto sino también su causa. Al mantenerla mantiene la totalidad. Esto suele suceder a quienes se “olvidan” de la revolución.
Mira també:
http://esfuerzoyservicio.blogspot.com.es/2016/08/paro-y-tecnologia.html

This work is in the public domain

Comentaris

Re: Anticapitalismo, paro y tecnología
29 ago 2016
Joder, estoy de acuerdo con Felisuco, puta bida tete.

Efectivamente, es importante acabar con la mentira de que la tecnología "nos libera del trabajo" y también de su contrapartida negativista: que la tecnología genera paro (nos libera del trabajo que, hoy por hoy, necesitamos).

Pero Felisuco nunca cambiará, y después de una interesante afirmación con la que estoy de acuerdo no argumenta lo necesario, y se centra en hablar de espiritualidad de pandereta y vagedades.

De poco sirve afirmar esto si no va a ser más que una pedrara, igual que mañana te viene a hablar del contubernio anti-hetero o demás populismos fascistas.

Así que cuando tenga un ratillo me pongo a argumentar porqué pienso yo que la tecnología no genera paro, sinó más bien al contrario.

Saludos.
Re: Anticapitalismo, paro y tecnología
30 ago 2016
Pues sí, hay quien dice que la tecnología nos libera del trabajo, igual que hay quien dice que la tecnología genera paro. A favor de las segundas hay que decir que al menos reconocen que vivimos en una sociedad donde el chantaje del trabajo asalariado resulta fundamental. Hablar de no tener trabajo como una liberación resulta entre ingenuo y perversamente interesado.

Sin embargo, independientemente de que se vea como algo bueno o malo, ambas afirmaciones comparten la idea de que el progreso tecnológico elimina progresivamente la necesidad de trabajar, imaginando en el horizonte una sociedad de personas tumbadas en una hamaca tomando un daiquiri mientras robots camareros los atienden y donde cualquier trabajo laborioso es realizado por máquinas; o si se quiere una sociedad donde una minoría de personas se enriquece a costa del trabajo generado por máquinas mientras una mayoría de la población vive en la miseria y está de más.

No voy a negar que la llegada de tecnología especializada a un lugar de trabajo específico tiene como consecuencia directa el aumento de productividad (si es que no meten la pata, que a veces sucede). Tampoco voy a negar que un empresario desea minimizar sus gastos, aumentar su margen de beneficio y que, por lo tanto, intentará tener el menor número posible de empleados, que estos sean lo más prescindibles que pueda y pagarles lo mínimo posible. Todo eso es cierto, pero del efecto de la tecnología en un lugar de trabajo concreto no se puede deducir lo que sucede a una escala mayor.

De entrada, debemos puntualizar que en una sociedad Capitalista la eficiencia en la producción se aprovecha para aumentar la cantidad de lo que se produce y nunca para mantenerla igual a menor coste. Como sabemos, a través del proceso de producción-comercio-consumo se consigue la acumulación de poder por parte de la minoría capitalista (en cualquiera de las tres fases). Dicho de otro modo, a la práctica el Capitalismo siempre producirá todo lo que pueda, así que si la tecnología permite producir de forma más eficiente, usará esa eficiencia para producir más, nunca para reducir la cantidad de trabajo.

Pero eso no es todo. Si lo fuera, cabría aceptar que las idas y venidas del Capitalismo (épocas de bonanza, crisis) harían que a igual situación siempre habría menos trabajo. Pero no es así. Lo cierto es que el progreso tecnológico juega un papel fundamental en la transformación del trabajo, y no en su eliminación.

La tecnologia que se integra en los lugares de trabajo es una mercancía más. Una mercancía que se produce, con la que se comercia y que se consume. La fabricación, gestión, manutención y deshechado de esa tecnología requiere un trabajo y genera, a su vez, acumulación de poder por parte de los capitalistas que explotan ese nicho de mercado.

Así que mientras por un lado hay una empresa que compra tecnología para hacer más eficiente su producción, cosa que puede —o no- traducirse en despidos y paro, por otro lado hay otra empresa que se lucra y que "genera empleo", otro tipo de empleo, y muchas veces en otro lugar.

Pienso sinceramente que el Capitalismo no nos quiere parados, no nos quiere sin trabajo. Nos quiere empleados y productivos, pero no de cualquier manera. Quiere que cada vez tengamos trabajos de peor calidad. El Capitalismo usa el paro como algo circunstancial que tiene su función: un parado rebaja progresivamente su exigencia con las condiciones laborales así que el paro debe existir y oscila entre mucho y poco dependiendo de si nos encontramos en un periodo de reajuste de las condiciones laborales o no.

Solemos analizar la cuestión del trabajo a nivel estatal, en lugar de mundial, por lo que a veces se genera la ilusión de que "hay poco trabajo", cuando lo que sucede es que hay poco trabajo de cierto tipo que se realiza en cierto lugar del mundo, y en unas condiciones que el Capitalismo está en disposición de rebajar. Esto hace que las trabajadoras de ese lugar del mundo esten en el paro, hasta que en un futuro se produce un reajuste de asignación laboral a ese territorio y un montón de trabajadoras desesperadas por producir estan dispuestas a aceptar unas condiciones laborales muy inferiores para realizar otro tipo de trabajo, o incluso el mismo, reformulado.

La tecnologia en el mundo laboral juega un papel importante posibilitando estas cosas, y frecuentemente es el impulsor de esos cambios. Podríamos hablar también de la relación entre trabajo y demografía, pero creo que ya me he enrollado mucho y la idea que quiero transmitir se entiende.

Un saludo.
Sindicat Terrassa