Imprès des de Indymedia Barcelona : http://barcelona.indymedia.org/
Independent Media Center
Comentari :: amèrica llatina
Socialismos del siglo XXI, sueños pasajeros
12 jul 2016
Masa desencantada por la desilusión socio-económica de estos procesos.
Socialismos_del_siglo_XXI.docx
Socialismos del siglo XXI.docx (19,02 KiB)
Socialismos del siglo XXI, sueños pasajeros.

Los socialismos del siglo XXI dejaron pueblos fracasados después de una ilusión de cambio. ¿Cómo humanizar la derrota? ¿Cómo podemos hacer de la frustración una teoría que nos permita comprender a la izquierda política?

Estos procesos fallaron como modelos económicos a seguir, la propaganda no fue suficiente, la crisis y el descalabro se impusieron e invitaron a la derecha a volver.

Las utopías permiten soñar con los socialismos que ofrecen igualdad dentro de su indiscutible verdad filosófica de virtudes mágicas que chocan con la falta de ética de los funcionarios y con el conformismo e individualismo de la gente. Estas las maldades que evitan un cambio social son realidades que se encargan de desmentir las utopías.

Los socialismos del siglo XXI, a la larga, se transformaron en esperanzas pasajeras, imitación barata de una revolución por sus contrabandos ideológicos que desfiguraron los partidos y movimientos de izquierda. Resultaron ser gobiernos caducos con respecto a la economía política.

Temporalmente los gobiernos socialistas ofrecieron hechos y resultados por sus obras públicas y sociales cuando había dinero para gastar. También ofrecieron alegrías y tristezas, esperanzas y desilusiones, verdades y verdades a medias cuando manifestaban conspiraciones, complots, magnicidios, etc.

La demagogia y la manipulación siempre resultan atractivas pero al final la realidad se impone.
Una de estas realidades que impulsaron el fracaso de los socialismos del siglo XXI es, el desconocimiento del capitalismo y de la evolución del neoliberalismo en los mercados globales, hicieron que estos gobiernos conduzcan mal la economía política.

Los deslumbrantes éxitos sociales alcanzados que de ninguna manera significan reducciones de la desigualdad y de la inequidad, les hicieron suponer que electoralmente son imbatibles.

Economías de crecimiento rápido acentuaron esta arrogancia, después, situaciones externas como el derrumbe del precio del petróleo, la caída de precios de las materias primas, la apreciación del dólar, etc. En algo menos de dos años destruyeron la fuerza política de estos gobiernos porque ya no pueden gastar al gusto.

Subir y crear impuestos, sostener el aparato público, mantener los subsidios, gastar más de lo que el Estado produce los llevo al desastre fiscal.

Por ese contrabando ideológico se prefirió adquirir deuda pública al 7% de interés en vez de al 2% en Ecuador, refleja entre otras razones el espejismo de estos socialismos del siglo XXI. Nos hace ver las diferencias macro entre la Alianza del Pacifico y el ALBA por ejemplo y el desinterés regional para participar como bloque en la globalización.

América Latina tiene un déficit fiscal del 3.5% y una deuda pública del 37% del PIB. Según la CEPAL estos índices poco variaran en el 2016 por la pérdida de ingresos por el valor del petróleo y las materias primas, motor de la economía Latinoamericana.

Desde el año 2014 la deuda pública paso del 33 al 37% en lo que va del año. Los incumplimientos tributarios en la región ascienden al 2.6%     del PIB regional y 4.3 puntos por el impuesto a la renta.

Las utopías socialistas de los siglos XIX y XX trataron de cristalizarse en el siglo XXI, en sus diferentes variables buscando simplificar la economía social pero parecen que llegaron demasiado tarde no solo por la crisis económica mundial que tampoco es producida solo por la crisis energética o por la pérdida de valor de las materias primas, esta crisis es manipulada desde China y por los intereses geopolíticos al afectar bloques financieros como los BRICS y el G20 sancionado a Rusia, Irán o interviniendo en Brasil, Venezuela, Argentina y en otras regiones de la tierra que, sumado a la manipulación del mercado petrolero, la crisis de la zona euro y por los costos económicos provocados por los desastres naturales y los cambios climáticos ahondan la crisis económica mundial.

Los socialismos del siglo XXI, una década después, no tienen horizonte y algunos de ellos ya sin alternativas como los casos venezolano, brasileño, argentino y ecuatoriano; sus pueblos recorren desiertos de utopías e ideales. En el desierto del conocimiento no se puede sembrar una ideología económica, productiva, laboral y cultural que de luz y no tinieblas.

Los líderes de estos procesos engreídos, narcisos y tontos petulantes, no quieren darse cuenta del daño que ocasionaron a las revoluciones sociales. Los súbditos se cobijaron bajo la temporal popularidad de estos presidentes, masas ingenuas e ignorantes porque siguen a personas en vez de procesos de cambio.

Saturados de justificaciones trágicas, estos líderes ciegos por inmadurez mental producido por los dogmas, prepotentes y cínicos se enamoraron del poder, ahora, su poder es frágil ya que ningún engaño dura para siempre.

El carisma de algunos de estos líderes, la demagogia empleada, el consumismo derrochador inculcado a la gente, por supuesto que tiene un encanto y atraen a las sociedades ignorantes que no logran descifrar el equilibrio entre el desarrollo del proceso y el crecimiento social para practicar la igualdad y la equidad económico-social en una solidaridad libre y justa.

Sosteniendo la división y la polarización la crítica es absorbida y desvirtuada. La crítica no gusta al poder porque la crítica es novedosa, actual; la crítica es inconformista y evita la domesticación de la población.

Al no promover la alternabilidad en el poder no inyectan conocimiento ni ideología y lo peor de todo es, que no se practica ni la ética ni la moral, sus directivos son los mismos enclenques mentales que no quieren perder su influyente poder.

La derecha gobernando en Argentina, el NO en el referéndum a Evo Morales en Bolivia, el terremoto y la crisis económica-política en Ecuador, la suspensión por 180 días a Dilma Rousseff en Brasil, la no renovación del partido comunista en Cuba , la nueva oleada migratoria de cubanos hacia Estados Unidos, el acercamiento entre Washington y la Habana, la corrupción que salpica a todos los gobiernos socialistas perseguidos esta vez por las derechas que no desean perderse de la cacería de brujas y la Alianza del Pacifico creada por EEUU que aglutina a México, Chile, Perú y Colombia que controlan más de un 35% del PIB regional hablan de la desigualdad del mercado entre uno y otro bando.

Los mexicanos renovaron con el FMI el acuerdo del año 2009 por 88.000 millones de dólares para solventar riesgos externos y volatilidad financiera que pudieran afectarlos, sitúa a México como un gran contrapoder para las izquierdas en la región.

El 14 de diciembre del 2004 los presidentes Fidel Castro y Hugo Chávez, fundaron La Alianza Bolivariana de los Pueblos (ALBA) En el 2011 el Tratado Constitutivo de UNASUR entro en vigor el 24 de octubre como miembro observador de la Asamblea de Naciones Unidas.

En el año 2012 UNASUR expulso a Paraguay, por la destitución de Frenando Lugo el 23 de junio de ese año, antes el ALBA nada pudo hacer para restituir en el poder a Manuel Zelaya, destituido por un golpe de estado.

Por estos días el Secretario General de la OEA, Luis Almagro, está empeñado en sancionar a Venezuela, mediante la utilización de la carta democrática que sacaría de la Organización de Estados Americanos al representante de Caracas, sin que el Tratado Constitutivo de UNASUR que dice “puede intervenir ante cualquier amenaza que ponga en riesgo la legitimidad del poder y los valores democráticos”. Por supuesto que cada situación es diferente por la interpretación que se dé como por la soberanía de cada país para resolver sus asuntos internos, es decir, estamos como antes de los socialismos del siglo XXI.

Raúl Crespo.

This work is in the public domain

Comentaris

Re: Socialismos del siglo XXI, sueños pasajeros
13 jul 2016
Este, que al parecer sigue llamándole latino a todo un continente machacado desde hace siglos sobre todo por latinos, no entiende que "los socialismos del siglo XXI, una década después, no tienen horizonte"
por la simple razón de que lo de "socialista" se entiende como capital-socialista. Con el abandono del análisis social científico y la transformación del trabajo de Marx, por ejemplo, en una ideología más, llamada en este "marxismo".

Además, "alternativas como los casos venezolano, brasileño, argentino y ecuatoriano" no son para nada alternativas radicales, realmente socialistas, libertarias y comunistas, sino parches adapatados a los sistemas y regimenes políticos imperiales.

Además, afirmar que en "el desierto del conocimiento no se puede sembrar una ideología económica, productiva, laboral y cultural" demuestra que este no entiende la diferencia entre ideología - lo que Marx mismo combatió con todas sus fuerzas - y teoría, que es una herramienta indispensable, imprescindible, para cualquier avance social; y no hablemos de luchas de clases!
Sindicato Sindicat