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lecciones del terremoto en Ecuador
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per Raùl Crespo Correu-e: rcpuma061@yahoo.com (no verificat!) |
27 abr 2016
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Tremendo problema para el gobierno la reconstrucción ¿o sera para el otro gobierno que llega? |
Lecciones del terremoto en Ecuador.docx (16,75 KiB) |
Lecciones del terremoto en Ecuador.
-Lección uno.- la consciencia que tomo el pueblo de su fuerza y capacidad para organizarse en solidaridad dejando de lado diferencias políticas y sociales, no puede ser una tendencia temporal cada vez que hay que unirse. Pueblos que se encuentran para compartir y construir juntos, nos dimos cuenta que dependemos los unos de los otros para sobrevivir ante las tragedias naturales o políticas.
El pueblo se organizó de manera espontánea para ayudar a sus hermanos costeños, solicitaron donaciones y transporte para llegar a los damnificados utilizando desde el principio las redes sociales ante la sumisión de los medios oficiales y el miedo de los medios privados que esperaban el primer pronunciamiento del gobierno.
El liderazgo en la solidaridad y en la unidad del pueblo está en la “peligrosa sociedad civil”. Esta solidaridad y unidad exige que la democracia cambie y que el presidente Correa y gente de su gobierno moderen la expansión de su ego. Un baño de humildad y otro de sencillez es necesario porque ya nada podrá ser como antes del terremoto no solo por el desprendimiento, entrega de los bomberos ecuatorianos y de la región, militares, policías, funcionarios, y voluntarios trabajando sin descanso para ayudar a los heridos, buscar sobrevivientes o ayudar a quien lo necesitara, esta experiencia golpeo los corazones de 15 millones de ecuatorianos. El pueblo se dio cuenta que solo el pueblo salva al pueblo, es la expresión más pura de solidaridad.
Los damnificados una semana después se ponen de pie para reconstruir sus ciudades y pueblos uno al lado del otro haciéndolo con amor, amistad, esfuerzo, ternura, fuerzas que impiden quedarse encerrado en el lamento, hay que sentir amor propio e indignación suficiente para exigirse una transformación personal y colectiva.
Esta tragedia es una oportunidad para que los ecuatorianos cambiemos nuestra vida mejorando la educación y el conocimiento trasmitido a los niños y jóvenes por lo material que promueve indiferencia social y son los defectos esenciales para todas las éticas desarrolladas, no se puede producir actos morales a partir de las buenas intenciones, hay que multiplicar hábitos en lo que lo difícil lo hagamos fácil, es la percepción que debemos trasmitir desde una moral superior a la que practicábamos.
-Lección dos.- “El mejor fiscalizador de la construcción es un terremoto” lo dice en la revista Vistazo el ex director del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional “es el examen final que se aplaza 20 o 50 años pero cuando llega pone en evidencia en que se falló”.
“En construcción Ecuador es más parecido a Haití que a Chile. Haití quedo destruido tras el terremoto del 2010 de 7 grados con 300.000 muertos, dos meses después en Chile, un terremoto de 8,8 grados en la escala de Richter produjo 525 muertes y menos del 20% de las viviendas destruidas”.
En el año 2007 en Pisco, Perú, un terremoto de 7,9 grados destruyo más de 90.000 viviendas, dejo en carpas a más de 500.000 damnificados y menos de 600 muertos.
Ni Perú ni Haití, reconstruyeron la totalidad de las viviendas destruidas después del terremoto, todavía hay gente que vive en carpas, Chile si recupero su estructura habitacional y económica, Ecuador está por verse.
Inmediatamente después del terremoto el gobierno solicito ayuda a expertos en geología, hidráulica e ingenieros civiles para que evalúen represas, viviendas, carreteras, puentes y deslizamientos de tierra; lo primero que detectaron los ingenieros civiles y arquitectos es un patrón de destrucción de casas en los barrios más pobres donde la construcción es informal, se construye irrespetando normas básicas “deficiente construcción es el veredicto”.
Factores prevenibles que las autoridades no consideran. “El país tiene 4.6 millones de viviendas de estas 3 millones están en grave peligro de ser afectadas por los sismos” lo dice la Cámara de la Construcción de Quito”.
Por el año 1977 en la Escuela Politécnica Nacional se desarrolló una reunión en donde después del análisis de más de un mes con expertos colombianos y mexicanos se determinó que entre un 60 a un 80% de las viviendas de Quito se vendrían abajo tras un sismo superior a los 7.5 grados con un epicentro en la serranía del país.
La cuestión del dinero, la complicidad de las autoridades municipales, la indiferencia del ministerio de la vivienda, la ignorancia de los constructores y dueños de las viviendas por no realizar una construcción con su debido calculo estructural, diseño, buenos materiales de construcción por el abaratamiento de costos más la corrupción de quienes otorgan la licencia para construir el inmueble pasa desapercibido hasta que llega el terremoto, concluye Yépez.
La poderosa estructura del gobierno no logro prevenir los daños causados por el sismo especialmente en la informalidad de las construcciones en un país de altísima sismicidad.
-Lección tres.- La utilización de las redes sociales por parte de los ecuatorianos, igual que lo han hecho habitantes del resto del mundo para auto convocarse, cumplieron un papel determinante no solo para informar del terremoto mucho antes que los informes oficiales sino para organizar la ayuda, y que con ella aflore la solidaridad y la unión de las sociedades en torno a los afectados por el sismo.
-Lección cuatro.- casi 72 horas después y tras la visita del presidente Correa, a las provincias afectadas por el terremoto recién se pudo apreciar la organización del gobierno que puso orden en la administración de las donaciones y orden interno en cada ciudad y pueblo afectado por el movimiento telúrico con el apoyo de militares, policías, funcionarios y voluntarios; al final se aprecia y se aplaude una buena labor en la gestión del gobierno en los 12 sitios más afectados por el movimiento telurico.
-Lección cinco.- El burocratismo producto del centralismo dibuja una telaraña que frena una pronta ayuda inicial. El vicepresidente Jorge Glas, desde el día viernes estaba visitando algunas zonas de Manabí por las inundaciones, el sábado condujo la sabatina desde Montecristi a menos de 20 kilómetros de Manta, sin imaginar el terremoto que acechaba a los manabitas, en la noche cerca de las 22 horas informo del terremoto y la primera cifra de 28 muertos.
La secretaria de Gestión de Riesgos fallo cuando minimizo estudios realizados desde los años 90 sobre posibles terremotos en la zona de Manabí, que la revista Vistazo público en tres oportunidades.
Desde 1990 la revista Vistazo empezó a alertar del peligro “antes de 1999 se espera un terremoto de 7.7 grados al norte de Manabí” escribió.
En 1995 la revista publico otro anuncio de una catástrofe anunciando estudios de geólogos. En agosto de 1998 se produjo el terremoto de Bahía de Caraquez, de 7.1 grado en la escala de Richter.
“Es cuestión de tiempo” fue el último reportaje sobre un terremoto de la revista Vistazo de marzo del 2010, y el tiempo se cumplió el 16 de abril a las 18:58 con una duración de 58 segundos cuyo epicentro se situó en 0,371 grados norte y 79,940 grados oeste a 19.2 kilómetros de profundidad entre los cantones Muisne y Pedernales, provincias de Manabí y Esmeraldas.
Días después del terremoto la página web del Ministerio Coordinador de Seguridad informaba que “el país está preparado para el fenómeno del Niño y una posible erupción del Cotopaxi y que la Secretaria de Riesgos esta fortalecida para estas contingencias”.
La revista en su última edición de este mes cita a Charles Francis Richter, sismólogo estadounidense quien en 1937 desarrollo una escala para medir terremotos, visualizo que “los movimientos telúricos aunque impredecibles con exactitud son recurrentes en el tiempo” Cita como ejemplo al temblor de Papallacta, “que se lo considera un asunto de cambios climáticos”.
-Lección seis.- El terremoto saco lo mejor de las instituciones del gobierno que también aprovechan para actualizar la desgastada imagen del presidente Correa, al publicar besos y abrazos con algunos damnificados con las casas derrumbadas como telón de fondo. Es una sed de poder que transforma al político en tirano, al funcionario en arrogante y al ciudadano en súbditos.
Lamentable que el presidente Correa y su gobierno no respondan a la necesidad de una inteligencia colectiva para abordar la reconstrucción.
Pienso que la resiliencia en la reconstrucción no solo es la capacidad de las comunidades, empresas y sistemas de una ciudad para sobrevivir, adaptarse y crecer con independencia de las tensiones e impactos graves que pudieran experimentar; la resiliencia también significa prevención y manejo integral para la población más desprotegida y pobre, para eso se necesita trabajar de la mano de los alcaldes les guste o no al gobierno porque ellos también realizan auto gestión para líneas de crédito, beneficios tributarios y porque conocen a su gente para impulsar el turismo, importante para la economía de la provincia y del Estado.
¿La reconstrucción estará a cargo de los ministros o de los alcaldes y prefectos? Lo urbano corresponde a los municipios, las carreteras, hospitales, escuelas, colegios, universidades, puentes, son responsabilidad del gobierno y las carreteras interiores de las provincias a las prefecturas.
Más de un 95% de las viviendas, hoteles, supermercados y otros negocios son inversión privada que no todas están aseguradas y, las grandes empresas de Manta, sufrieron poco daño gracias a Dios; deben o deberían estar aseguradas, pero, más allá de a quien corresponda hay que edificar ciudades resilientes.
-lección siete.- El presidente Correa desperdicio otra oportunidad de recuperar su liderazgo a los niveles de aceptación del 2014, uniendo a la gente sin importar a que cuadro político o clase social pertenece. Debería verse al lado de los empresarios, alcaldes, pelucones, al lado de la oposición pero no lo hizo, pudo más su egocentrismo, rodeado de sus ministros y guardaespaldas fue mayor su petulancia presidencial que está lejos de un líder y más lejos de un jefe de estado ante una calamidad tan fuerte.
Nuevamente demostró su prepotencia en vez de la grandeza de un líder y nuevamente enseño estar enamorado del poder que lo aleja de la unidad del país, no quiere darse cuenta que su política de divide y vencerás hace rato que no funciona porque el pueblo le perdió el miedo y la consideración.
-Lección ocho.- En los centros de acopio de Quito, la gente dice, “ojala que estas ayudas vayan a los damnificados” la enorme desconfianza de una parte importante de la población con los recursos que llegaron o que se están recaudando vayan a las poblaciones afectadas es mayúsculo, incluso, el aporte de un día de sueldo sería mayor si se lo hace de manera voluntaria pero administrado fuera de las manos del gobierno porque la gente sabe que el gobierno necesita dólares como sea.
El pueblo está dispuesto a asumir, no le queda de otra, el 14% del IVA pero exige que el gobierno elimine el derroche desde las sabatinas que cuestan 30.000 dólares, el piponazgo en algunos ministerios, secretarias y coordinaciones también que los asambleístas ganen el sueldo básico por un año más viáticos y que lo recaudado vaya a una cuenta diferente de la del fisco, hasta ahí llega la desconfianza Sr. Presidente Correa, que duro y que lamentable decirlo.
Los fondos económicos no pueden en nombre de la reconstrucción ir a parar a la caja fiscal por la desconfianza existente de que estos recursos sirvan para cubrir las necesidades de dólares que tiene el gobierno.
Tiene la oportunidad de abrir otra cuenta ética, moral, política y científica Sr. Presidente Correa ante la desconfianza en usted y especialmente en Alianza País en cara de los gobernadores, coordinadores, directores, ministros, esta cuenta seria la independencia de la solidaridad y en la independencia de los habitantes de Manabí y Esmeraldas, para que reconozcan plenamente la vía de la solidaridad necesaria para la reconstrucción de su vida con la ayuda de Dios, de la mano de la fe, por el camino de la resiliencia.
Raúl Crespo. |
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