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Anàlisi :: globalització neoliberal : ecologia |
Último artÃculo del Unabomber
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per Re-Evolución! Correu-e: anticivilizacion@hotmail.com (no verificat!) |
06 ago 2003
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"Golpear donde duele", escrito del Unabomber desde la cárcel.
www.anticivilizacion.cjb.net |
Golpear donde duele.
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Por Ted Kaczynski "Unabomber"
1. El propósito de este artÃculo.
El propósito de este artÃculo es discernir un principio muy simple del conflicto humano, un principio que los oponentes del sistema industrial parecen pasar por alto. El principio es que en cualquier forma de conflicto, si quieres ganar, tienes que golpear a tu adversario donde duela.
Tengo que aclarar que cuando hablo de “golpear donde dueleâ€? no me tengo porqué referir necesariamente a un golpe fÃsico o a cualquier otra forma de violencia fÃsica. Por ejemplo, en el debate oral, “golpear donde dueleâ€? significará expresar los argumentos donde la posición de tu rival es la más vulnerable. En las elecciones presidenciales, “golpear donde dueleâ€? significarÃa ganar a tu oponente los estados que más votos electorales tengan. Aún asÃ, en la discusión sobre este principio utilizaré la analogÃa con el combate fÃsico, porque es más gráfico y claro.
Si un hombre te golpea, no puedes defenderte golpeando en respuesta a su puño, porque de esta manera no puedes dañarle. Si lo que quieres es ganar la pelea, tú tienes que golpearle donde le duela. Esto quiere decir que tienes que ir detrás del puño y golpear las partes sensibles y vulnerables del cuerpo del hombre.
Supón que un bulldozer propiedad de una industria maderera ha estado destrozando los bosques cercanos a tu casa y tú quieres que esto se pare. Es la pala del bulldozer la que desgarra la tierra y derrumba los árboles, pero será un pérdida de tiempo dar mazazos a la pala. Si dedicas mucho tiempo, un dÃa de duro trabajo en la pala con la maza, puedes tener éxito en conseguir hacerla inservible. Pero en comparación con el resto del bulldozer la pala no es relativamente cara y es fácil de reemplazar. La pala solamente es el “puñoâ€? con el que el bulldozer golpea la tierra. Para vencer a la máquina tienes que ir por detrás del “puñoâ€? y golpear a las partes vitales del bullodozer. El motor, por ejemplo, puede ser estropeado con muy poco esfuerzo y tiempo por métodos bien conocidos por muchos radicales.
Llegados a este punto debo aclarar que no estoy recomendando que cualquiera dañe un bulldozer (a no ser que sea de su propia propiedad). Nada en este artÃculo debe ser interpretado como recomendación de actividades ilegales de cualquier tipo. Soy un prisionero, y si alentase a cualquier actividad ilegal este artÃculo ni siquiera hubiese sido permitido que saliese de la prisión. Uso la analogÃa del bulldozer sólo porque es gráfica y clara y porque será apreciada por los radicales.
2. La TecnologÃa es el objetivo.
Es sobradamente reconocido que “la variable básica que determina el proceso histórico contemporáneo es proveida por el desarrollo tecnológicoâ€? (Celso Furtado). La tecnologÃa, sobretodo, es responsable de la situación actual del mundo y controlará su desarrollo futuro. De este modo, el “bulldozerâ€? que tenemos que destruir es la propia tecnologÃa moderna. Muchos radicales son conscientes de esto, y por lo tanto creen que la tarea debe ser eliminar el sistema tecno-industrial por entero. Pero desafortunadamente han prestado poca atención a la necesidad de golpear al sistema donde duele.
Destrozar McDonald´s o Starbuck´s es carente de sentido. No es que me importe un bledo McDonald´s o Starbuck´s. Me es igual que alguien los destroce o no los destroce. Pero no es una actividad revolucionaria. Aún en el caso de que todas las cadenas de comida rápida del mundo fuesen eliminadas el sistema tecno-industrial sólo habrÃa sufrido una mÃnima herida como resultado, pues puede sobrevivir fácilmente sin las cadenas de comida-rápida. Cuando atacas McDonald´s o Starbuck´s, no estás golpeando donde duele.
Hace algunos meses recibà una carta de un joven de Dinamarca que creÃa que el sistema tecno-industrial debÃa ser eliminado porque, como el decÃa, “¿Qué ocurrirÃa si seguimos por este camino?â€? Al parecer, de todas maneras, su forma de actividad “revolucionariaâ€? era asaltar granjas de animales criados para hacer abrigos de pieles. Como forma de reblandecer el sistema tecno-industrial, esta actividad es inútil. Aun cuando los animalistas (“animal liberationistsâ€?) triunfarán en eliminar la industria peletera completamente, ellos no serÃan capaces de dañar en absoluto al sistema, porque puede funcionar perfectamente sin las pieles.
Estoy de acuerdo que encerrar animales en cajas es intolerable, y el poner fin a tal práctica es una causa noble. Pero hay muchas otras causas nobles, como la prevención de accidentes de tráfico, proveer refugio a los sintecho, el reciclaje, o ayudar a la gente mayor a cruzar la calle. No obstante nadie es tan tonto como para confundir esto con lo que son actividades revolucionarias, o para imaginarse que pueden hacer algo para volver más débil al sistema.
3. La industria maderera es un objetivo secundario.
Para poner otro ejemplo, nadir en su sano juicio cree que nada como la salvajidad (“wilderness�) real puede sobrevivir por mucho tiempo si el sistema tecno-industrial continua existiendo. Muchos ambientalistas radicales están de acuerdo que esto es la causa y la esperanza para el colapso del sistema. Pero en la práctica todo lo que están haciendo es atacar la industria maderera.
Ciertamente, no tengo ninguna objeción a su ataque a la industria maderera. De hecho, es una causa que siento en mi corazón y me siento feliz por cada logro que de los radicales tienen contra la industria maderera. Además, por razones que necesito explicar aquÃ, creo que la oposición a la industria maderera debe ser un componente de los esfuerzos para deshacernos del sistema.
Pero, por sà mismo, atacar a la industria maderera no es un camino efectivo de trabajar contra el sistema, en el supuesto, que no parece probable, de que los radicales triunfen en parar todas las talas en todas partes del mundo, esto no harÃa que el sistema se derrumbase.
Y no sobrevivirÃa permanentemente la naturaleza salvaje. Antes o después el clima polÃtico cambiarÃa y la tala se reanudarÃa. Aun cuando la tala nunca vuelva a empezar; habrÃa otras caminos a través de los cuales la naturaleza salvaje se destruirÃa, y si no se destruyese se volverÃa mediocre y domesticada. La minerÃa y la explotación de minerales, la lluvia ácida, los cambios climáticos, y la extinción de especies destruyen la naturaleza salvaje; la naturaleza salvaje también es domesticada a través del ocio turÃstico, el estudio cientÃfico y la gestión de recursos, y entre otras cosas el electronic tracking of animals, la obstrucción de rÃos, las piscifactiorÃas, y plantando árboles genéticamente manipulados.
La naturaleza salvaje sólo puede ser salvada permanentemente mediante la eliminación del sistema tecno-industrial, y no puedes eliminar el sistema mediante el ataque a la industria maderera. El sistema sobrevivirÃa fácilmente a la muerte de la industria maderera porque los productos de madera, siendo muy útiles al sistema, pueden ser remplazados si es necesario con otros materiales.
En consecuencia, cuando atacas a la industria maderera no estás atacando donde duele al sistema. La industria maderera es sólo el “puñoâ€? (o uno de los puños) con el cual el sistema destruye la naturaleza salvaje, y, como en una pelea a puñetazos, no puedes ganar golpeando al puño, tienes que ir detrás del puño y golpear a los órganos más sensibles y vitales del sistema. Mediante acciones legales, por supuesto, como protestas pacÃficas.
4. Por qué el sistema es resistente
El sistema tecno-industrial es excepcionalmente resistente debido a su autollamada estructura “democráticaâ€? que es lo que lo hace flexible. Porque los sistemas dictatoriales tienden a ser rÃgidos, las tensiones sociales y la resistencia puede crecer en ellos hasta el punto donde se hace daño y se debilita el sistema pudiendo llevar esto a una revolución. Pero en un sistema “democráticoâ€?, cuando la resistencia y las tensiones sociales crecen peligrosamente el sistema retrocede lo suficiente, transige lo suficiente, para hacer aminorar las tensiones hasta un nivel seguro.
Durante los 1960 la gente empezó a estar concienciada con la polución medioambiental, sobretodo porque lo olible y visiblemente sucio que estaba el aire de nuestras ciudades principales estaba empezando a poner a la gente fÃsicamente incómoda. Surgieron muchas protestas suficientes como para que se estableciese la Agencia de Protección Medioambiental y se tomarán otras medidas para aliviar el problema. Por supuesto, todos sabemos que nuestros problemas medioambientales están muy, muy lejos de ser resueltos. Pero se hizo lo suficiente de forma que las protestas públicas amainaran y la presión sobre el sistema se redujo por una serie de años.
Atacar al sistema de este modo es como golpear una goma. Un golpe con un martillo puede hacer añicos el hierro fundido, porque el hierro fundido es rÃgido y quebradizo. Pero puedes golpear con fuerza una goma sin dañarla en absoluto porque es flexible: cede antes de la protesta, lo justo para que la protesta pierda su fuerza e Ãmpetu. Entonces el sistema rebota hacia atrás.
Asà pues, para golpear a sistema donde duele, tienes que seleccionar causas en los que el sistema no pueda retroceder, en las cuales tenga que luchar hasta el final. Lo que necesitas no es transigir con el sistema sino una lucha a vida o muerte.
5. Es inútil atacar al sistema en términos de sus propios valores.
Es absolutamente esencial atacar al sistema no en términos de sus propios valores tecnológicamente orientados, sino en términos de valores que son contradictorios a los valores del sistema. Mientras atacas el sistema en términos de sus propios valores, no estás golpeándole donde duele, y permites al sistema que desinfle la protesta cediendo, retrocediendo
Por ejemplo, si fundamentalmente atacas a la industria maderera sobre las bases de que los bosques son necesarios para preservar los recursos de agua y las oportunidades de ocio, entonces el sistema puede dar cancha para rechazar la protesta sin comprometer sus propios valores: el reclamo del agua y el ocio están son completamente consecuentes con los valores del sistema y si el sistema retrocede, esto es si restringe la tala en nombre de los recursos de agua y ocio, entonces él sólo habrá hecho una retirada táctica y no sufre una derrota estratégica para su código de valores.
Si tú impulsas las causas victimizantes (tales como el racismo, sexismo, homofobia, o la pobreza) tú no estás retando a los valores del sistema y ni siquiera estás forzando al sistema a retroceder o a transigir. Estás directamente ayudando al sistema. Todos los más sabios proponents del sistema reconocen que el racismo, la homofobia, y la pobreza son dañinos para el sistema, y es por esto por lo que el sistema combate estas y formas similares de victimización.
Las “Sweatshops�(maquiladoras), con sus bajos salarios y sus miserables condiciones de trabajo, pueden traer beneficios a ciertas corporaciones, pero los sabios proponents del sistema saben muy bien que en su totalidad funciona mejor cuando los trabajadores son tratados decentemente. Convirtiendo las maquiladoras en una causa, estás ayudando al sistema, no debilitándolo.
Muchos radicales caen en la tentación de centrarse en cuestiones no-esenciales como el racismo el sexismo, o las “sweatshops� porque es fácil. Toman una causa a la cual el sistema puede proporcionar un compromiso y de las cuales pueden conseguir apoyo de gente como Ralph Nader, Winona La Duke, los sindicatos, y todos los otros reformadores rosas. Tal vez el sistema, bajo presión, vaya a retroceder un poco, los activistas podrán ver resultados visibles de sus esfuerzos, y tendrás la ilusoria satisfacción de que han conseguido algo. Pero en realidad no habrán logrado absolutamente nada en pos de eliminar el sistema tecno-industrial.
La causa de la globalización no es completamente ajena al problema tecnológico. El paquete de medidas económicas y polÃticas llamadas “globalizaciónâ€? promueven el crecimiento económico y, en consecuencia, el progreso tecnológico. Aún asÃ, la globalización es una causa de importancia marginal y no un objetivo bien elegido por los revolucionarios. El sistema puede dar cancha a la causa de la globalización. Sin renegar de la globalización como tal, el sistema puede realizar reformas para mitigar las consecuencias económicas y medioambientales de la globalización para calmar la protesta. En caso de apuro, el sistema incluso se puede permitir renegar por completo de la globalización. El crecimiento y en progreso continuarÃan de igual modo, tan solo que un poco más lento. Y cuando luchas contra la globalización no estás atacando los valores fundamentales del sistema. La oposición a la globalización es motivada en términos de conseguir los trabajadores salarios decentes y defender en medioambiente, ambas cosas son coherentes con los valores del sistema. (El sistema, para su propia supervivencia, no puede permitir que la degradación medioambiental vaya demasiado lejos). En consecuencia, luchando contra la globalización, no golpeas al sistema donde realmente duele. Sus esfuerzos pueden promover reformas, pero son inútiles al propósito de deshacerse del sistema tecnoindustrial.
6. Los radicales deben atacar al sistema en los puntos decisivos.
Para trabajar efectivamente de cara a eliminar el sistema tecno-industrial, los revolucionarios deben atacar los puntos del sistema a los cuales el sistema no puede permitirse dar cancha. Deben atacar los órganos vitales del sistema. Por supuesto, cuando uso la palabra “atacarâ€?, no me estoy refiriendo al ataque fÃsico, sino solamente a las formas legales de resistencia y protesta.
Algunos ejemplos de órganos vitales del sistema son:
A. La industria eléctrica. El sistema es completamente dependiente de la red y la energÃa eléctrica.
B. La industria de la comunicación. Sin comunicaciones rápidas, como el teléfono, la radio, la televisión, el e-mail, y demás, el sistema no podrÃa sobrevivir.
C. La industria de los ordenadores. Todos sabemos que sin ordenadores el sistema podrÃa colapsarse rápidamente.
D. La industria de la propaganda. La industria de la propaganda incluye la industria del entretenimiento, el sistema de enseñanza, el periodismo, la publicidad, las relaciones públicas, y mucho de la polÃtica y la industria de la salud mental. El sistema no puede funcionar a no ser que la gente sea lo suficiente dócil y conformista y tenga las actitudes que el sistema necesita que tengan. Esta es la función de la industria de la propaganda, enseñar a la gente el tipo de pensamiento y comportamiento.
E. La industria biotecnológica. El sistema todavÃa no es (por lo menos que yo sepa) fÃsicamente dependiente de los avances biotecnológicos. No obstante, el sistema no puede dar cancha a la causa contra la biotecnologÃa, la cual es una causa crÃticamente importante para el sistema, como explicaré en un momento.
Otra vez: Cuando atacas estos órganos vitales del sistema, es esencial no atacarlos en los términos de sus propios valores, sino en términos de valores inasumibles por los del sistema. Por ejemplo, si atacas la industria de la energÃa eléctrica sobre las bases de que contamina el medioambiente, el sistema puede calmar la protesta desarrollando métodos más limpios degenerar energÃa. En el peor de los casos, el sistema podrÃa incluso cambiar enteramente hacia la energÃa solar y eólica. Esto reducirÃa grandemente el daño medioambiental, pero no pondrÃa un final al sistema tecno-industrial. Ni representarÃa una derrota para los valores fundamentales de sistema. Para lograr algo contra el sistema tienes que atacara toda la generación de energÃa eléctrica como materia de principio, en el sentido de que la dependencia a la electricidad hace a la gente dependiente del sistema. Este es un terreno incompatible con los valores del sistema.
7. La biotecnologÃa debe ser el mejor objetivo para el ataque polÃtico.
Probablemente el objetivo más prometedor para el ataque polÃtico sea la industria biotecnológica. Aunque las revoluciones son generalmente llevadas a cabo por minorÃas, es muy útil tener algún grado de apoyo, simpatÃa, o por lo menos aquiescencia de la población general. Conseguir este apoyo o aquiescencia es una de las metas de la acción polÃtica. Si concentras tu ataque polÃtico en, por ejemplo, la industria de la energÃa eléctrica, puede ser extremadamente difÃcil conseguir apoyo alguno fuera de una minorÃa radical, porque la mayorÃa de la gente son reacios a cambiar su estilo de vida, especialmente son reacios a cualquier cambio que les cree incomodidad. Por esta razón, pocos serán los que de buen agrado dejen la electricidad.
Pero la gente no se siente todavÃa que dependen de la biotecnologÃa avanzada, como se sienten dependientes de la electricidad. Eliminar la biotecnologÃa no cambiará radicalmente sus vidas. Por el contrario, es posible mostrar a la gente que el desarrollo continuado de la biotecnologÃa transformará su estilo de vida y eliminara los viejos valores humanos. Asà pues, en combatir la biotecnologÃa, los radicales podrán ser capaces de movilizar en su propio favor la natural resistencia humana al cambio.
Y la biotecnologÃa es una causa en la cual el sistema no se puede permitir perder. Es una causa en la cual el sistema tendrá que luchar hasta el final, que es exactamente lo que necesitamos. Pero -para repetirlo una vez más- es esencial no atacar en los términos de los propios valores del sistema, sino en términos de valores inasimilables por los valores del sistema. Por ejemplo, si atacas a la biotecnologÃa, ante todo sobre las bases de que puede dañar el medioambiente, o que los alimentos genéticamente modificados pueden ser malos para la salud, entonces el sistema puede y amortiguar -y lo hará- tu ataque comprometiéndose -por ejemplo, introduciendo supervisiones incrementadas de los investigaciones genéticas y siendo más rigurosas en las pruebas y en la regulación de los cultivos genéticamente modificados. La inquietud de la gente amainarÃa y la protesta se marchitarÃa.
8. Toda la biotecnologÃa debe ser atacada como una cuestión de principios.
Asà que, en vez de protestar contra uno u otra consecuencia negativa de la biotecnologÃa tienes que atacar toda la moderna biotecnologÃa como principio, con argumentos como (a) que es un insulto a todas las formas de vida; (b) que almacena demasiado poder en las manos del sistema; (c) que transformará radicalmente los valores humanos fundamentales que han existido por miles de años; y similares fundamentos que son contradictorios con los valores del sistema.
En respuesta a este tipo de ataque el sistema tendrá que plantar cara y pelear. No puede amortiguar tu ataque echándose atrás hasta un punto lejano, porque la biotecnologÃa es demasiado central en la totalidad de la empresa del progreso tecnológico, y porque retrocediendo el sistema no estarÃa haciendo sólo una retirada táctica, sino que estarÃa sufriendo estratégicamente una derrota en su código de valores. Esos valores estarÃan minados y la puerta estarÃa abierta para ataques polÃticos más profundos que podrán romper por los fundamentos del sistema.
Ahora bien, es cierto que la House of Representatives de los Estados Unidos votaron para prohibir la clonación de seres humanos, y al final algunos congresistas incluso dieron el acertado tipo de razones para prohibir esto. Las razones que leà estaban enmarcadas en términos religiosos, pero pienses lo que pienses de estos términos religiosos que las envolvÃa, estas razones eran tecnológicamente razones no aceptables. Y eso es lo que cuenta.
De este modo, el voto de los congresistas sobre la clonación humana fue una auténtica derrota para el sistema. Pero fue solo una muy, muy pequeña derrota, por el estrecho ámbito de la prohibición -solo una pequeñÃsima parte de la biotecnologÃa quedaba afectada- y porque en el futuro próximo la clonación de seres humanos va a ser poco práctico para el sistema, de todas maneras. Pero la acción de la House of Representatives sugiere que este puede ser un punto donde el sistema es vulnerable, y un ataque generalizado en toda la biotecnologÃa podrÃa inflingir un severo daño en el sistema y sus valores.
9. Los radicales no están atacando todavÃa efectivamente a la biotecnologÃa.
Algunos radicales atacan a la biotecnologÃa, tanto polÃtica como psÃquicamente, pero hasta donde conozco ellos exponen su oposición a la biotecnologÃa en términos de los propios valores del sistema. Esto es, su principales quejas son los riesgos de daños al medioambiente y los perjuicios para la salud.
Y no están golpeando a la biotecnologÃa donde duele. Para usar una con el analogÃa de combate fÃsico otra vez, imagÃnate que tienes que defenderte contra un pulpo gigante. No serÃas capaz de combatirlo efectivamente cortando la punta de los tentáculos. Tienes que golpear en su cabeza. Por lo que he leÃdo de sus actividades, los radicales que trabajan contra la biotecnologÃa no hacen más que cortar las puntas de los tentáculos. Ellos intentan persuadir a los campesinos corrientes, individualmente, para que se abstengan de plantar semillas manipuladas por ingenierÃa genética. Pero hay muchos miles de granjas en América, asà que eso de persuadir individualmente a los granjeros es una vÃa extremadamente ineficiente para combatir la ingenierÃa genética. SerÃa mucho más eficiente para persuadir a los investigadores cientÃficos contratados para el trabajo biotecnológico, o a ejecutivos de compañÃas como Monsanto, para que abandonen la industria biotecnológica. Los buenos investigadores cientÃficos son gente que tiene un talento especial y un entrenamiento extensivo, asà que son difÃciles de remplazar. Esto mismo es cierto para la cima de los ejecutivos de las compañÃas. Persuadiendo para dejar la biotecnologÃa a unos pocos de estas personas se harÃa mucho más daño a la industria de la biotecnologÃa que persuadiendo a miles de granjeros a no plantar semillas modificadas por ingerÃa genética.
10. Golpear donde duele.
Es debatible si estoy en lo cierto o no pensando que la biotecnologÃa es la mejor causa donde atacar polÃticamente al sistema. Pero está fuera de toda duda el argumento de que los radicales de hoy están gastando gran parte de sus energÃas en cuestiones que tiene poco o ninguna relevancia para la supervivencia del sistema tecnológico. E incluso cuando aciertan en las causas correctas, los radicales no golpean donde duele. Asà que en vez de boicotear la próxima cumbre de comercio mundial con su carácter rabioso contra la globalización, los radicales deberÃan emplear algún tiempo en pensar como golpear al sistema de forma de que realmente le hiera. Por métodos legales, por supuesto.
Traducido por Re-EVOLUCIÓN!, grupo de anarquÃa verde, Coruña junio del 2003.
Original publicado en Green Anarchy Nº 8 (Eugene, Oregon, USA) con el tÃtulo “Hit where it hurtsâ€?.
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Comentaris
un text força interessant però complicat
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per Nacil |
08 ago 2003
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Crec q x entendre aquest text s'ha de canviar una mica els punts de mira que el sistema ens ha inculcat i això, tot-hi q és necessari, és difícil ja que tots hem nascut, crescut i viscut en aquests valors.
Per canviar el món, comencem de zero!! |
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