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Notícies :: criminalització i repressió
Asociaciones y medios de comunica antiprohibicionistas responden en bloque al PP
06 ago 2003
Asociaciones y medios de comunica antiprohibicionistas responden en bloque al PP
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Asociaciones y medios de comunica antiprohibicionistas responden en bloque al PP
Enviado por: clubfumeta el Miércoles, Agosto 06, 2003 - 07:14 AM Zona

Expertos en cannabis juzgarán los efectos en la salud pública de la prohibición. Acusan a �ngel Acebes de querer resucitar la censura y los delitos de opinión.
Recientemente Gonzalo Robles ha presentado la última encuesta escolar sobre el consumo de drogas. El aumento del consumo de cannabis y la disminución de la percepción del riesgo se disparan un año más. Cualquier funcionario que hubiera fracasado tan estrepitosamente habría sido cesado hace tiempo, parece que al delegado del gobierno para el plan nacional sobre drogas no se le exige que sea eficaz, tan solo que aplique con rigidez una política de salud pública basada en prejuicios morales.

Al delegado del gobierno le gusta achacar la ineficacia de su gestión a los


demás: la falta de compromiso de los padres y los educadores, las revistas


cannábicas, las tiendas de cultivo, etc., por excusas que no sea. El pasado


año tuvo la ocurrencia de dirigirse al fiscal antidrogas porque le parecía


que no había claridad en la cobertura legal de tiendas y revistas del


sector. En respuesta a la consulta efectuada por Gonzalo Robles, se publicó


en febrero de 2003 un extenso y sesudo trabajo doctrinal por el Fiscal del


Tribunal Supremo Fernando Sequeros Sazatornil titulado " La venta de


semillas de cannabis, de equipos y materiales para su cultivo, así como su


propaganda, como actos con trascendencia penal", en el cual se contesta todo


lo contrario a lo que pretendía, pues señala la perfecta legalidad de


tiendas de cultivo y revistas cannábicas. Después de la respuesta de


Sazatornil quedó claro que el vacío no estaba en la ley, si no en los


conocimientos legales de Gonzalo Robles.





A pesar de la desinformación sistemática y las leyes coercitivas, los


consumidores de cannabis han sido capaces de organizarse para colapsar el


círculo del mercado negro, adulteración, mafia, mentiras y corrupción que


caracteriza al tráfico de hachís. Puede hablarse en este sentido de una


"experiencia española", basada en ciudadanos que cultivan marihuana de buena


calidad para el autoconsumo, se informan en los medios que consideran


pertinentes y se abastecen de material en tiendas que pagan sus impuestos y


donde se respeta la legalidad. A no ser que se quiera beneficiar a la mafia


del narcotráfico no se deberían impulsar retrocesos en esta experiencia.





Criminalizar de esta manera a un nuevo sector de la economía es una actitud


de totalitarismo temerario. Se ponen todo tipo de trabas a la importación de


productos legales desde otros países de la CEE y a su distribución en


España, se exige el cumplimiento de unos principios legales ambiguos, de


casi nula aplicación en muchos otros sectores del comercio, la agricultura y


la industria, en lugar de facilitarles la labor como empresarios que


dinamizan la economía y fomentan el autoempleo.





Mas parece que el acoso intensivo no se considera suficiente. En vista de


que la ley no se adapta a sus deseos apuestan por cambiarla. El ministro de


interior �ngel Acebes, en un alarde de incoherencia, anunció la creación de


un grupo de expertos que estudiará la adopción de medidas que podrían


incluir "una modificación legislativa" para acabar con la "manipulación"


sobre la inocuidad y beneficios del cannabis y "perseguir" a quiénes "lanzan


ese mensaje".





Este espectáculo de "difama que algo queda" es el resultado de poner la


salud pública en manos del ministro de interior, más interesado en las


instrucciones de Bush que en una verdadera política sanitaria. Resulta


absurdo perseguir la apología del consumo cuando el consumo es legal y nada


tiene que ver con el tráfico de estupefacientes, figura que sí está


tipificada como delito.





¿Dónde ha quedado aquella campaña de "+ información - riesgos que patrocinó


el PNSD?, ¿Consistía en resucitar a la inquisición para tomar medidas contra


los colectivos que están difundiendo auténtica información veraz, seria,


científica y contrastada?. Así se mantienen las imposiciones morales como la


prohibición del cannabis, encendiendo hogueras, ejercitando la censura y


acusando al hereje de delitos de opinión.





Ya que no cesan las agresiones a los defensores del cannabis desde los


Ministerios de Interior y Justicia, todos los sectores que apostamos por su


normalización anunciamos la creación de la Comisión del Cannabis. El grupo


estará formado por un conjunto de expertos multidisciplinar, científico y


riguroso, que analizará la actual situación de indefensión producida por la


aplicación de leyes prohibicionistas, ajenas a lo que demanda la ciudadanía.





Mas información en www.cannabiscafe.net <http://www.cannabiscafe.net>;





Suscriben este comunicado








FAC Federación de Asociaciones Cannabicas


AICC Asociación de Internautas del Cannabiscafe


AMEC Asociación Madrileña de Estudios del Cannabis


ARSECA Asocaciación Ramón Santos de Estudios del cannabis de Andalucía


SECA Sociedad de Estudios del Cañamo de Aragón


Tricoma Aragón


AECM Asociación Española por el Cannabis como Medicamento


PCLYN, Partido Cannabis por la Legalización y Normalización


ACOGROS Asociación de Comerciantes de Growshops de Andalucía


ACECA. Asociación Central del Cáñamo


Gremi de Comerciants de Productes Etnobotanics


Cañamo


Yerba


La Maria,


Canal Caña.





Anexo: Informe jurídico


¿APOLOG�A DEL CANNABIS?








Durante los últimos meses se ha propuesto en dos ocasiones por parte del


Plan Nacional Sobre Drogas y el Ministerio del Interior la persecución legal


por vía penal de lo que se ha denominado como "apología del cannabis".





Así, Gonzalo Robles alega la existencia de una "clara cultura de apología


del consumo" de cannabis. "Hay una promoción de la cultura del cannabis",


dijo, aseverando que "hay gente que fomenta el consumo y hay tiendas que


permiten la venta de semilla y todos los instrumentos para el cultivo", y


donde "se dan claras explicaciones de cómo se puede ir hacia el


autoconsumo". El Señor Robles opinaba asismismo que "no había claridad"


sobre la cobertura legal de tiendas y revistas.


Recientemente, �ngel Acebes, Ministro del Interior anunció la creación de un


grupo de expertos que estudiará la adopción de medidas, que podrían incluir


"una modificación legislativa", para acabar con la "manipulación" sobre la


inocuidad y beneficios del cannabis y "perseguir" a quienes "lanzan ese


mensaje".





Por su parte, y en respuesta doctrinal a la consulta evacuada por Gonzalo


Robles, se publicó en febrero de 2003 un extenso y sesudo trabajo doctrinal


por el Fiscal del Tribunal Supremo Fernando Sequeros Sazatornil titulado "


La venta de semillas de cannabis, de equipos y materiales para su cultivo,


así como su propaganda, como actos con trascendencia penal", en el cual se


da una respuesta jurídica sin fisuras a la posibilidad de persecución legal


planteada por el mencionado Delegado del PND, y ahora nuevamente por el


Misnistro �ngel Acebes, de acuerdo con la legislación nacional e


Internacional sobre consumo y tráfico de cannabis.





En cuanto a la llamada apología del cannabis, hay que decir que


jurídicamente la apología se define en párrafo segundo del artículo 18 del


Código Penal en estos términos:


"Es apología, a los efectos de este código, la exposición, ante una


concurrencia de personas o mediante cualquier medio de difusión, de ideas o


doctrinas que ensalcen el crimen o enaltezcan a su autor. La apología sólo


será delictiva como forma de provocación y si por su naturaleza y


circunstancias constituye una incitación directa a cometer un delito" .





En lo referente al cannabis, el Fiscal del Tribunal Supremo entiende que "


la provocación que recoge el art. 18 CP como instrumento para incitar a la


perpetración de un delito, a través de la imprenta, la radiodifusión o


cualquier otro medio de eficacia semejante que facilite su publicidad,


además de no cumplir los condicionamientos normativos como apología respecto


al consumo de drogas, carece técnicamente en el caso debatido del menor


sentido su posibilidad de aplicación, en la medida en que precisamente el


consumo ilegal de drogas no es delictivo, constituyendo, en cualquier caso,


conforme a las reglas de la lógica, una aporía: la posibilidad de estimarse


como delito la provocación a través de la publicidad, con el fin, a su vez,


de promover, favorecer o facilitar el consumo ilegal de aquéllas."





Es decir, no puede perseguirse por apología el consumo o cualquier cultivo


de cannabis, puesto que el consumo de cannabis así como el cultivo para el


propio consumo nunca es una actividad delictiva, a diferencia del tráfico,


castigado penalmente como es sabido.





Siguiendo con el trabajo expuesto "La referencia al destino para el


autoconsumo de la droga cultivada, frente a su preordenación al tráfico


constituye, una vez más, la clave para la catalogación definitiva de la


entidad de la conducta desplegada por el agente y, en consecuencia, para la


determinación de la necesidad, o no, de su reproche penal."





En cuanto a la posesión "en modo alguno se comparte la tesis doctrinal de


que toda cantidad relevante de droga deba tener necesariamente como destino


su tráfico, al eliminar ab initio la alternativa de su posibilidad de acopio


para el autoconsumo, aprovechándose la oportunidad de una adquisición a la


baja de la misma con el fin de abaratar su coste, como opción aplicable a


cualquier otra decisión previsora efectuada con racionalidad."





La única conducta punible, no respecto al consumo, si no a la venta de


semillas se define en estos términos "únicamente cuando el vendedor de


semillas de cannabis se concierta con el adquirente, o asume la


determinación de éste de destinar aquéllas a un cultivo preordenado a su


tráfico, podría incurrir en responsabilidad penal como coautor en la


comisión de un delito contra la salud pública del art. 368 CP en su


modalidad de drogas que no causan grave daño a la salud pública, quedando


erradicados del mismo los demás comportamientos instrumentales facilitadores


del consumo de la planta."





Así, existen sin duda usos legales e ilegales del cannabis, que básicamente


se distinguen por ser actos destinados al consumo o al tráfico. La


existencia de una cultura del consumo del cannabis nunca podrá ser


perseguida ni como delito ni en forma de apología, puesto que el acto


consumir drogas, ya sean legales o ilegales, nunca es delito.





Sobre la rigurosidad de la información acerca de la planta de cannabis y las


consecuencias de su consumo, es cuestión que entra en la esfera de la


libertad de pensamiento, ideología y el derecho a la información. La


información acerca de los efectos tanto perjudiciales como beneficiosos del


cannabis está constatada por alrededor de 5.000 años de uso de esta planta


por la humanidad, información que parece suficiente para contrastar su


veracidad. Aún así tampoco estás conductas de "opinión" e "información"


implicarán reproche penal alguno.
Mira també:
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