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Perú: Educación y Derechos Humanos
19 des 2015
A PROPOSITO DEL LIBRO “EDUCACION EN DERECHOS HUMANOS”
PERU: EDUCACION Y DERECHOS HUMANOS*

A PROPOSITO DEL LIBRO “EDUCACION EN DERECHOS HUMANOS”

Mauricio Quiroz T.**

Quisiera iniciar afirmando que el libro de Juan me ha encantado, el libro de 222 páginas, lo encuentro sabroso, es como comerse un cuy chactado en nuestro ande; por esa razón, luego de la lectura del mismo, traslado dos preguntas al autor que es necesario dilucidar: uno, porqué la globalización es el mayor obstáculo a los derechos humanos en el mundo; y, la otra, porqué en el pueblo hay apatía, fatalismo y resignación religiosa para defender los derechos humanos; trilogía que recojo del padre Lansierss (1) refiriéndose a nuestras actitudes con respecto al peso de la “violencia estructural”. Dicho esto paso a comentar el libro.

Sabemos que la clase dominante en un país o en el mundo piensa que los derechos humanos son una cojudez, para recordar las infelices palabras de un miembro de la curia peruana (2), pero lo grave es que no solo lo piensa sino que los ha desnaturalizado por completo avasallándolos e inutilizándolos conforme es de verse en la forma como se trata a quienes consideran como enemigos de su orden, de su civilización; así pues, a los hermanos islámicos a quienes los pueden detener en cualquier lugar y confinarlos en esa cárcel cuartelaría que es Guantánamo sin derecho a casi nada (3).

Pero sin ir muy lejos esto ha pasado en el Perú durante la guerra antisubversiva contra los miembros del PCP o pasó en países como Uruguay, Chile, Brasil, Bolivia, Argentina hace algunas décadas. En el país por ejemplo, hasta hoy se desconoce dónde se enterró al Comandante del MIR Luis De la Puente Uceda o desde otra orillas en la última guerra interna, también se desconoce dónde está enterrada Augusta La Torre, esposa del jefe del PCP (4). Y eso pasa también con el caso de la matanza de Putis, donde hasta hoy no se criminaliza a quienes desde el Ejército mataron a cerca de 150 campesinos (5).

Y se agrava en el país, pues el desprecio por los derechos humanos es tal, que se tolera que, con la incorporación de la figura fascistoide “detención preventiva” y sin acreditarse la culpabilidad o la flagrancia del delito te confinan a una cárcel como acontece con varios luchadores sociales anti mina tales como Goyo Santos, Pepe Julio Gutiérrez, por señalar los nombres de altos dirigentes del pueblo en Cajamarca y en el Valle del Tambo. O cuando criminalizan las luchas populares coaccionando no solo a los dirigentes de las organizaciones del pueblo sino hasta a las propias autoridades municipales o regionales a quienes se les tilda de terroristas o corruptos para acallarlos y detenerlos mientras que los verdaderos delincuentes que saquean el país están libres y hasta postulan a la Presidencia de la República.

Los que transitamos por la ciencia social sabemos que esta situación tiende a agudizarse especialmente ahora que se inició el periodo “de las vacas flacas” en la economía peruana por acción de la economía norteamericana con la subida de la tasa de interés pues la especulación bursátil arrastrará a los países del tercer mundo en casi su totalidad con economías coloniales dependientes totalmente del imperialismo, que irán a periodos de mayor crisis; Así pues, en el Perú de hoy tenemos un déficit fiscal de 44,000 millones de soles y aún así se regala cerca de 400 millones a instituciones educativas superiores privadas mediante Becas de estudios masivos mientras se sigue sumergiendo a más de 200,000 maestros con sueldos famélicos inferiores a los 1,200 soles mensuales del cual casi las 2/3 partes están empeñadas a instituciones bancarias y financieras.

Y justamente para que tengamos una fortaleza de donde asirnos, por donde defendernos, el esfuerzo del profesor Juan Contreras con este libro “Educación en Derechos Humanos” es encomiable pues no solo nos brinda una seriación histórica sino también sociológica de los derechos humanos como su nominalización en los pactos sociales de los Estados y de los organismos que aglutinan a los países como la ONU o la OEA. Aunque soy pesimista de que realmente estos organismos pueden hacer algo de valía en Derechos Humanos especialmente en el corto plazo, como aconteció con el caso del asesinato del Profesor Saúl Muñoz o el de Genaro Villegas (6) que muy bien reseña la obra que hoy comentamos y que comprobó que las llamadas modernas y efectivas leyes antiterroristas peruanas del fujimontesinismo eran leyes que violentaban los pactos internacionales de derechos humanos del cual el país es signatario.

Y Juan, no solo ha sido vasto en presentarnos esa seriación de derechos humanos- de primera, segunda, tercera y cuarta generación, que concierne a los derechos humanos en la era digital (acceso al internet, etc.)- sino que facilita al profesorado como al ciudadano común y corriente una valiosa herramienta para adentrarnos ya en el conocimiento, ya en el aprendizaje o ya en la enseñanza de los derechos humanos. Aunque confieso que soy renuente a usar esa acepción ya que el surgimiento de ellos, como reconoce Juan, ha sido una herencia colectiva, pero del colectivo en movimiento, del movimiento social, de la lucha de clases de los pueblos, y más bien debiéramos emplear y constitucionalizarlo como “derechos del pueblo” pero eso ya es otro tópico que en algún momento habrá que debatir, especialmente en el seno del pueblo y su intelectualidad.

Hay una parte que considero importante también en el libro de Juan, fuera de las menciones gratas al “respeto a la otredad” o al Perú de “todas las sangres” de José María Arguedas que rescata Juan, y es la referencia que hace a la teoría kantiana de la dignidad, sobre la que Juan esboza una base significativa de los derechos humanos. Así nos señala que la “dignidad humana resulta ser la comprensión del valor intrínseco de la persona; es la condición que constituye a la persona como un fin en sí mismo, no un medio. Solo la persona puede erigirse sobre el resto de los seres vivos que no son hombres, como los animales, y proceder con total libertad.”.

O cuando siguiendo la ruta kantiana de la palabra dignidad, que descansa en la distinción entre lo que tiene un precio o lo que tiene un afecto, que lo equipara con la dignidad. O cuando nos señala que en el reino de los fines todo tiene un precio o una dignidad Y QUE AQUELLO QUE TIENE PRECIO PUEDE SER SUSTITUIDO POR ALGUN EQUIVALENTE, Y LO QUE SE HALLA POR ENCIMA DE TODO PRECIO Y, POR TANTO NO ADMITE NADA EQUIVALENTE, ESTO TIENE UNA DIGNIDAD, QUE SERIA LA PERSONA.

Hasta aquí Kant y llego yo también, reiterándoles la invitación de leer el libro. Es significativo, palabra tan grata a nosotros los maestros, como decía José María Arguedas, y que se emplea en la teoría constructivista.

Pero nada de lo que hagamos sobre los derechos humanos debe quedarse en el mero conocimiento o en la mera enseñanza o aprendizaje sino la cultivamos, como rescata también Juan usando unas palabras de Fernando Savater sobre el cultivo de la “ciudadanía”; pues las salvajadas que hacen la clases dominante contra los derechos humanos no puede ser rebatida solamente en las ciencias del espíritu como señaló Weber sino en el reino de la materialidad, como enseño Marx en su Tesis sobre Feuerbach: las armas de la crítica no pueden sustituir a la crítica de las armas.

Lima, Diciembre del 2015

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*     Texto a partir del comentario presentado el día de la presentación del libro del Dr. Juan Contreras Taype el Jueves 17 de diciembre en el Auditorio de la Casa de la Juventud de San Juan de Miraflores, cedido por la Municipalidad de dicho distrito.
** Sociólogo, Educador y Comunicador Social. Vicepresidente del Instituto Pueblo Continente.

Notas.
1.     Puede verse en el trabajo “Sendero Luminoso y los derechos humanos0: una lógica perversa que contagió al Perú” de Carlos Basombrío en el libro “Los senderos insólitos del Perú: guerra y sociedad, 1980-1995” editado por Steve Stern.
2.     Me refiero aquí a Monseñor Juan Luis Cipriani.
3.     Allí están para recordarnos la Ley Patriot, el Decreto Ejecutivo Nº 66, etc. que reseña correctamente el Prof. Juan Contreras en el libro materia de mi comentario.
4.     Ni siquiera los padres de ella saben dónde está enterrada conforme es de verse en la entrevista que les hicieron en el libro “Perú, los senderos posibles” donde señalan: “…la prensa ha especulado mucho sobre su muerte. Han querido establecer una división en el interior del partido, al decir que esa muerte fue fraguada o un suicidio o que Abimael, quien la amaba y admiraba, la mató. Hasta siembran patrañas inventando donde está enterrada. Todo eso es totalmente falso. Nosotros sabemos que nuestra hija cae como miembro de la guerra popular en el Perú. Cae en una circunstancia de lucha. Y algún día se sabrá dónde está enterrada”.
5.     Esta matanza hasta hoy sigue impune. Puede verse mi artículo “Putis: la matanza de campesinos por el Ejército” en:
http://argentina.indymedia.org/news/2014/12/869985.php

Jaime Antezana, el otro comentarista del libro del Prof. Juan Contreras, rememoró que él llegó a Putis en 1999 para desentrañar esta matanza detallando, conforme al relato de los lugareños, que a los campesinos masacrados les hicieron cavar su propia fosa.
6.     Casos reseñados en las págs. 57 al 60 del libro “Educación en Derechos Humanos”.

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Comentaris

Re: Perú: Educación y Derechos Humanos
19 des 2015
Perú?? això es barcelona, nano!
Re: Perú: Educación y Derechos Humanos
21 des 2015
i a barna no volem saber res de fora de barna. com a barna som super guays....
Sindicato Sindicat