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Notícies :: globalització neoliberal |
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Ilusiones independentistas
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per Aritxulegi |
14 nov 2015
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Os quiero señalar un muy brillante, ilusionado e ilusionante artículo de Joxemari Olarra aparecido en Gara, http://www.naiz.eus/eu/iritzia/articulos/la-independencia-es-el-futuro, donde la expectación independentista de un estado para Euskal Herria, el Estado Nabarro, se presenta con toda su vívida y positiva fuerza a pesar de los progresivos compromisos españoles del nacionalismo vasco en general. Sobre todo del que ha sobrevivido más de 150 años con ilusiones y discursos por desgracia algo semejantes, desde Sabino Arana pasando por Ibarretxe o el impresentable Urkulu.
Lo que se dice popularmente, “vendiendo la moto” independentista |
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Mirar este bonito ejemplo de la ilusionante redacción de Olarra:
“La independencia no es solamente un derecho que nos corresponde como nación, sino que hoy en día se ha convertido en una necesidad imperiosa para poder desarrollarnos como país y como personas. España es un lastre que nos impide alcanzar los niveles de desarrollo y bienestar a los que podríamos acceder; perjudica la proyección exterior al ir bajo un paraguas casposo, desprestigiado y obsoleto; castra las iniciativas; eclipsa la cultura propia; nos embarca en proyectos que no nos benefician; nos mete en organismos inconvenientes para los vascos... y por si no fuera bastante, encima hay que subvencionarles con un «cupo»”.
(http://www.naiz.eus/eu/iritzia/articulos/la-independencia-es-el-futuro)
Es decir: un discurso estupendo y claro, que nos puede hacer olvidar que resulta escrito por un calificado miembro del Ex-MLNV socialista-revolucionario. En efecto, el escritor parece obviarse que hoy mismo siguen existiendo las mismas razones, apretones, imposiciones y violencias sistémicas que han justificado que muchos jóvenes y personas en general – entre las mejores de Euskal Herria, según siguen pensando algunos – lo hayan dado todo para salir del lodazal español, de su estructural totalitarismo y terrorismo de estado.
También después de algunos cambios de apariencia con esa “continuidad perfectiva” franquista llamada “Transición”, como ilustra hoy de forma diríamos casi algorítmica Iñaki Egaña en “Continuidad perfectiva”, http://www.naiz.eus/es/iritzia/articulos/continuidad-perfectiva
Pero, me parece, lo que más podría chocar de toda la admirable oda de Olarra a la independencia – adaptable desde luego a muchos pueblos colonizados por estados ajenos - es la total ausencia de unas mínimas referencias sociales. Es decir: sobre las contradicciones sociales de fondo de prácticamente cualquier nación actual. A propósito, por ejemplo, de la existencia de un gradual enriquecimiento de unas clases absolutamente minoritarias, y esto gracias al empobrecimiento, marginación, precarización, migración, alienación, trastornos físicos y mentales, violencias domésticas, etc, etc, etc, etc. de las mayorías sociales que padecemos y toleramos estas plutocracias. Plutocracias nacionales, estatales y globales, por supuesto.
Es decir que hablamos de un magnífico artículo independentista desde luego, pero de clásico corte socialdemócrata, como mucho. Donde lo social se queda en algo referencial solo para rifas y temporadas electorales, como se sabe. Lo que no contradice la actual deriva súper-reformista de Sortu-EHbildu-Abian etc. y que a lo mejor nos puede explicar esa progresiva substitución de las jóvenes fuerzas socialista-revolucionarias, las que llevaban la iniciativa política hace algunas décadas en el País Vasco, por esos sectores sociales intermedios, que a veces llaman “clase media”, empleados con contratos seguros, pequeños comerciantes, profesiones liberales, trabajadores cooperativistas y capitalizados, etc, etc, etc. que reflejan los típicos sectores metropolitanos europeos que logran sobrevivir, trabajar y consumir a la sombra del espantoso saqueo global oligárquico, con sus estados, sus TTIPs, OCMs, UE, ONU, etc, etc, etc.
Pero claro, si como respuesta a tal degradación ética y social, cada vez más difundida en los países “ricos”, y desde luego demasiadas veces acompañada por un creciendo fascista cada vez más organizado, desde el FN gabacho hasta los neo-nazismos del Este, al unísono dialéctico de la bárbara brutalidad fascista del Daesh-Isis, sin olvidar la bestialidad turca o israelí, decía, si como respuesta – y me perdonarán sus hinchas – nos quedamos en las abstractas sintetizaciones por ejemplo del otro día sobre la autodeterminación (en http://barcelona.indymedia.org/newswire/display/500302/index.php), muy poco podremos recuperar de estas savias independentistas, no sólo legítimas sino naturales y necesarias, para un cambio de rumbo global. También para esas clases “medias” más o menos adecuadamente colocadas – todavía, por ahora - en la maquinaria sistémica.
Un cambio de rumbo real, de fondo, es decir en las raíces del podrido sistema de valores, propiedad y desarrollo productivista y mercantil. Cambio que desde luego ninguna COP21 oligárquica nos facilitará.
¿Cuando abriremos los ojos, después del fracaso de Rio92, de Kyoto97 y de todos los demás montajes plutocráticos globales? |
Mira també:
http://www.naiz.eus/es/iritzia/articulos/continuidad-perfectiva
http://barcelona.indymedia.org/newswire/display/500302/index.php
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This work is in the public domain |
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Re: Ilusiones independentistas
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per ZA |
14 nov 2015
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El mayor punto de fuerza del poder económico global, o plutocrático como dices, se encuentra en la opresión y división muy bien controlada de la mayor parte de las miles de naciones del planeta por parte de un par de centenar de estados reconocidos por ellos, jugando a fondo y a nivel planetario con las diferencias y contradicciones internas de cada sociedad nacional, visto que los estados que las controlan, prácticamente todos, están precisametne sometidos a su poder "de facto".
Siendo desde allí donde se determinan las políticas migratorias, sociales, económicas y culturales que interesan al capitalismo global, en conjunción con las fuerzas sindicales y políticas estatalistas. |
