|
|
Notícies :: dones |
Federici: feudalismo, capitalismo, patriarcado
|
|
per S. Federici |
03 jun 2015
|
- |
Por ejemplo, una diferencia muy grande entre el patriarcado del feudalismo y el patriarcado del capitalismo, es que en el primero, para las mujeres prevalecía un sistema de uso comunitario de las tierras, es decir, las mujeres y los hombres usaban las tierras. En Europa por ejemplo, las mujeres no fueron dependientes económicamente de los hombres, su alimentación no dependía de los hombres. Tampoco en la sociedad feudal estaba la diferencia del tipo de poder entre hombres y mujeres, que en la sociedad capitalista se generó. La relación desigual de poder entre hombres y mujeres en el feudalismo no tenía raíces materiales. La diferenciación venía, por nombrar dos casos, de la formas del uso de la violencia, porque los hombres hacían parte de los ejércitos del poder feudal, los hombres componían los ejércitos y las mujeres no; otro caso es el de la diferencia de poder que estaba justificada en la religión, pues ésta tenía una función de diferenciación.
(...) |
Mira també:
http://totamor.blogspot.com.es/2015/05/silvia-federici-lo-que-llaman-amor.html |
This work is in the public domain |
Comentaris
Marxismo e interclasismo pequeño burgues de género
|
per . |
04 jun 2015
|
Respeto más a los anarquistas, quienes realizan su crítica al marxismo abiertamente, sin esconderlo. La señora Federici no opera así, pretende hacer pasar por marxismo lo que es su negación radical, donde el marxismo sostiene que el motor principal de esta fase de la historia es la lucha de clases esta señora “corrige” poniendo subliminalmente que el motor principal de la historia es la lucha de géneros, lo cual es lisa y meridianamente falso, por eso se ve obligada a falsear.
Durante el feudalismo, como hoy, las mujeres, como los hombres, se dividían en clases sociales, una clase dominante explotadora, que se apropiaba de plusvalía, la clase feudal, compuesta por clero y señores feudales, y una clase dominada y explotada, productora de plusvalía, que entregaba en forma de tributos, diezmos, corveas y trabajo gratuito directo e indirecto, vida, servicios, los siervos, campesinado. Así que las mujeres se dividían en siervas y señoras, lo mismo que los hombres, entonces siervos y señores, hoy burgueses y obreros, y burguesas y obreras. La falsa unidad interclasista de las mujeres que pretende submeter la señora Federici lo hace en base a un conflicto atemporal de las mujeres con los hombres sobre la supuesta explotación en la reproducción social, a la que el reformismo feminista desnaturaliza en lo fundamental y falsea en lo históricamente determinado. Las madres están divididas en clases, sus hijos e hijas están divididas en clases, como lo están los padres, incluso los embriones están divididos en clases y tienen mayor o menor riesgo de ser abortados, mejor entorno y nutrición en relación con su clase social y su condición de población sobrante o no.
Los ejercitos feudales, lo que parece no saber la señora Federici, se componían de señores y siervos, los siervos iban a la guerra contra sus propios intereses, eso cuando la guerra no era una mera excusa para librarse de los sobrantes a los señorios de entre ellos. En cambio los señores iban a la guerra como oficio, como forma de vida, porque el poder de los señores se basaba en el empleo de la violencia para la dominación, para el recrecimiento de su propiedad, de lo que se lucraban, como hoy las mujeres burguesas, entonces las señoras feudales. Es embellecer la dominación de clase presentar un supuesto uso común de la tierra entre hombres y mujeres ocultando que los siervos y siervas tenían las tierras en común, en función de su obligación común de pagar tributos, diezmos, tasas, corveas y entregar servicios gratis, entre ellos el servicio militar para el señor feudal, cuya no realización incluía un severo castigo. La defensa del salariado y de la sociedad salarial, que, no lo olvidemos, directa e indirectamente mata a millones de hombres y mujeres, niños y niñas, en paro y subempleo o sobreexplotación, empleando una cobertura feminista para ello, sobre la base de una teoría de la supuesta libertad de las mujeres en una presunta revolución pro salarial a fines de la Edad Media es pura ideología pequeño burguesa, sobre la base falsa y antiproletaria del dinero sustancia del valor, y a la busca de legitimación HOY de la pequeña propiedad y los pequeños privilegios. |
Marxismo e interclasismo pequeño burgues de género
|
per . |
04 jun 2015
|
Respeto más a los anarquistas, quienes realizan su crítica al marxismo abiertamente, sin esconderlo. La señora Federici no opera así, pretende hacer pasar por marxismo lo que es su negación radical, donde el marxismo sostiene que el motor principal de esta fase de la historia es la lucha de clases esta señora “corrige” poniendo subliminalmente que el motor principal de la historia es la lucha de géneros, lo cual es lisa y meridianamente falso, por eso se ve obligada a falsear.
Durante el feudalismo, como hoy, las mujeres, como los hombres, se dividían en clases sociales, una clase dominante explotadora, que se apropiaba de plusvalía, la clase feudal, compuesta por clero y señores feudales, y una clase dominada y explotada, productora de plusvalía, que entregaba en forma de tributos, diezmos, corveas y trabajo gratuito directo e indirecto, vida, servicios, los siervos, campesinado. Así que las mujeres se dividían en siervas y señoras, lo mismo que los hombres, entonces siervos y señores, hoy burgueses y obreros, y burguesas y obreras. La falsa unidad interclasista de las mujeres que pretende submeter la señora Federici lo hace en base a un conflicto atemporal de las mujeres con los hombres sobre la supuesta explotación en la reproducción social, a la que el reformismo feminista desnaturaliza en lo fundamental y falsea en lo históricamente determinado. Las madres están divididas en clases, sus hijos e hijas están divididas en clases, como lo están los padres, incluso los embriones están divididos en clases y tienen mayor o menor riesgo de ser abortados, mejor entorno y nutrición en relación con su clase social y su condición de población sobrante o no.
Los ejercitos feudales, lo que parece no saber la señora Federici, se componían de señores y siervos, los siervos iban a la guerra contra sus propios intereses, eso cuando la guerra no era una mera excusa para librarse de los sobrantes a los señorios de entre ellos. En cambio los señores iban a la guerra como oficio, como forma de vida, porque el poder de los señores se basaba en el empleo de la violencia para la dominación, para el recrecimiento de su propiedad, de lo que se lucraban, como hoy las mujeres burguesas, entonces las señoras feudales. Es embellecer la dominación de clase presentar un supuesto uso común de la tierra entre hombres y mujeres ocultando que los siervos y siervas tenían las tierras en común, en función de su obligación común de pagar tributos, diezmos, tasas, corveas y entregar servicios gratis, entre ellos el servicio militar para el señor feudal, cuya no realización incluía un severo castigo. La defensa del salariado y de la sociedad salarial, que, no lo olvidemos, directa e indirectamente mata a millones de hombres y mujeres, niños y niñas, en paro y subempleo o sobreexplotación, empleando una cobertura feminista para ello, sobre la base de una teoría de la supuesta libertad de las mujeres en una presunta revolución pro salarial a fines de la Edad Media es pura ideología pequeño burguesa, sobre la base falsa y antiproletaria del dinero sustancia del valor, y a la busca de legitimación HOY de la pequeña propiedad y los pequeños privilegios. |
|
|