¿Qué ocurrió relamente el 11 de septiembre de 2001?

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Comentari :: mitjans i manipulació : guerra
¿Qué ocurrió relamente el 11 de septiembre de 2001?
per lector	22 jul 2003
Presentación de una web que intenta responder (o no) a esta pregunta.
Quizá no podamos aún responder a esta pregunta. Pero hay una página web (www.11-s.net)que se está ocupando de mostrar lo incongruente de la versión oficial. Mientras tanto, las consecuencias de esta versión oficial son tremendas: guerras, destruccion de derechos civiles... www.11-s.net
Mira també: http://www.11-s.net/

Comentaris

Re: ¿Qué ocurrió relamente el 11 de septiembre de 2001?
per Jaime Richart richart ARROBA telefonica.net	23 jul 2003
En 5 Mayo 2003 yo escribÃa en Madrid.Indymedia lo siguiente con el tÃtulo de "Yo acuso", emulando a Emile Zola en el caso Dreyfus... Â¡YO ACUSO! 5 Mayo de 2003 "No creo en absoluto que haya alguien un poco conocedor de lo que es la condiciÃ³n humana y lo capaz que es el Poder de conducir los acontecimientos por donde le conviene, a quien no se le haya ocurrido que la propia AdministraciÃ³n estadounidense haya podido ser la autora de los "atentados" del 11-S. El hecho de no hacerse siquiera un comentario de puntillas en torno a esa hipÃ³tesis es que faltan "pruebas", y en asunto de tanta envergadura nadie se atreve a plantearlo a base de "indicios" simplemente. Lo que sÃ tengo claro es que si yo hubiera sido un personaje de la historia que me hubiera propuesto lo que planea la cÃºpula actual norteamericana acerca de su poder sobre el planeta para el futuro, hubiera ideado justamente lo acontencido el 11 de setiembre de 2001 para levantar sobre tan trÃ¡gico acontecimiento el resto del "plan". No es nuevo ni mucho menos en la Historia... La Historia estÃ¡ plagada de inmolaciones, sacrificios y perversiones semejantes. Pero como yo soy absolutamente libre, no dependo de ningÃºn redactor ni editorial, me adorna una edad en la que ya no se tiene ninguna prevenciÃ³n, e Indymedia.Barcelona me ha dado muestras ya de estar a unos niveles en mentalidad y asimilaciÃ³n muy por encima de muchos otros "media", reproduzco aquÃ el texto publicado en otro medio de similar naturaleza y alcance el 8 de abril de este mismo aÃ±o. "Esta es la gran ventaja de escribir "fuera" de los medios de comunicaciÃ³n convencionales y mÃ¡s o menos controlados por los demÃ¡s poderes. A diferencia de lo que ocurre cuando el redactor del periÃ³dico censura directamente al colaborador, sencillamente no le publica o es el colaborador quien se autocensura, aquÃ podemos, sin riesgo para nuestro futuro en el periÃ³dico ni nuestro futuro profesional, arriesgar conjeturas, hipÃ³tesis, afirmaciones y acusaciones. En este caso, Â¡yo acuso!... Porque han transcurrido un aÃ±o y siete meses desde el llamÃ©mosle percance del 11 de setiembre de 2001 en Manhattan. A partir de entonces han ocurrido muchas cosas, se han dicho miles de otras tantas desde la Casa Blanca y desde las Agencias de noticias norteamericanas, el brazo propagandÃstico de sus gobernantes. Todo ello hasta desembocar, primero en la ocupaciÃ³n militar relÃ¡mpago de AfganistÃ¡n y ahora en la que se estÃ¡ tramitando en Irak... La mentalidad del pueblo norteamericano, el que cuenta naturalmente, la del wasp (blanco, anglosajÃ³n y protestante) es una mixtificaciÃ³n de ingenuidad, vitalismo, ignorancia, engreimiento y sentimiento endogÃ¡mico que le lleva a desinteresarse absolutamente de todo lo que ocurra extra muros mÃ¡s allÃ¡ de sus mÃ¡s o menos 50 Estados. DirÃase que si los otros cuatro continentes y el cono sur fueran tragados por la aguas, ni se inmutarÃan... Lo demÃ¡s les trae sin cuidado. La vida allÃ vale mucho o no vale nada. No hay tÃ©rminos medios. Es eso, su insensibilidad ante todo lo que no ven, su falta de imaginaciÃ³n que la propaganda polÃtica y militar explota muy bien, lo que les sitÃºa en el epicentro de lo que piensa J. Pinatel: "la indiferencia afectiva es la Ãºltima condiciÃ³n para el paso al acto criminal". Por otra parte, esos mismos estadounidenses cuentan ahora con una AdministraciÃ³n de extrema derecha que les viene al pelo. La extrema derecha ya sabemos lo que significa. Y en el nÃºcleo, un presidente que ganÃ³ por unos cuantos cientos de votos y ademÃ¡s judicialmente, las elecciones. Un presidente visionario o iluminado, rodeado por un monipodio de padrinos del Chicago de los aÃ±os 30, que juegan al Monopoly mientras se descargan las bombas sobre la poblaciÃ³n iraquÃ. Cuantas mÃ¡s bombas caen sobre ella mÃ¡s sube la Bolsa y mÃ¡s se cotizan sus acciones... Y esto sÃ³lo es el aperitivo. Pero a lo que vamos: Todas estas condiciones de que se rodea la atmÃ³sfera zoolÃ³gica en el mundo en estos momentos apunta a una sola cosa. HECHOS: El 11 de setiembre de 2001 se produce un espectacultar atentado en el World Trade Center de Nueva York. Al mismo tiempo, se difunde la noticia de que otros atentados se han producido en el PentÃ¡gono y en otros dos lugares imprecisos. Pero salvo el que ha tenido lugar en las Torres Gemelas, nada se muestra de los demÃ¡s, a no ser fugaz y vidriosamente. Pues bien, en base a estos hechos, YO ACUSO: Ellos, la AdministraciÃ³n americana ha urdido, planeado y ejecutado el atentado del 11 de setiembre de 2001 sobre las Torres Gemelas. Desde aquÃ establezco los siguientes fundamentos en los que baso mi puntual acusaciÃ³n: 1Âº La precisiÃ³n milimÃ©trica de los impactos en las Torres produjo un resultado reducido a un desplome sobre su base que abarcÃ³ estrictamente a una zona muy definida y que parecÃa previamente predeterminada. Es decir, se tratÃ³ de un impacto que, lejos de producir un cataclismo en todos sus aledaÃ±os y entorno, como hubiera sido consecuencia lÃ³gica de un propÃ³sito tan espectacular como catastrÃ³fico, produce el efecto de una autÃ©ntica implosiÃ³n "controlada". De aquÃ se infiere: unos terroristas anÃ³nimos, de esa catadura y envergadura no prestan tanta atenciÃ³n a la precisiÃ³n, ni tienen ni el miramiento ni el â��detalleâ�? de evitar consecuencias mucho mÃ¡s devastadoras pudiendo haberlas provocado. 2Â° La contradicciÃ³n entre una ejecuciÃ³n precisa del atentado sobre las Torres y el fracaso estrepitoso en los otros supuestos objetivos, por definciÃ³n mÃ¡s fÃ¡ciles, como en el supuesto atentado contra el PentÃ¡gono. 3Âº La irrepeticiÃ³n de atentados. Un grupo terrorista tan singular hubiera repetido atentados similares, o los hubiera intentado. Sin embargo, han transcurrido casi dos aÃ±os y no ha vuelto a repetirse ni siquiera un solo amago en territorio americano. 4Â° La ausencia de imÃ¡genes nÃtidas de este supuesto atentado en el PentÃ¡gono y otros objetivos de lo que no se volviÃ³ a hablar ni a mostrar, que contrasta a asÃmismo con el "pase" un millÃ³n de veces de los dos impactos en las Torres Gemelas. Tan profusa propaganda y machaconerÃa nos recuerda al GÃ¶ering que dice en el Proceso de NÃ¼remberg despuÃ©s de la Segunda Guerra Mundial que â��una mentira repetida mil veces se convierte en verdadâ�?. El hecho no es mentira obviamente, pero sÃ lo es la opaca autorÃa sobre la que nada se ha aclarado limitÃ¡ndose la informaciÃ³n estadounidense a calificarla de â��terrorismoâ�? sin padres conocidos sino presuntos y a la medida de su conveniencia actual. 5Âª La hora en que se produce el atentado sobre las Torres Gemelas; las 8,30. Hora a la que sÃ³lo acuden prÃ¡cticamente personal de servicio y no los altos y trajeados ejecutivos. Dos mil quinientas personas son muy poco sacrificio comparado con lo que sobre Ã©l habrÃa de cimentarse: reconstrucciÃ³n sobre la mismÃsimo Zona Cero, el botÃn de los pozos petrolÃferos mÃ¡s ricos ya del mundo, y la reconstrucciÃ³n del paÃs reciÃ©n ocupado ahora de la que hablan casi con tanta avidez como del ropio petrÃ³leo iraquÃ que es a la postre el que ha de sufragarla. 6Âª La falta de pruebas sobre la autorÃa en este â��atÃpicoâ�? terrorismo. SÃ³lo ha habido imputaciones al aire: Ben Laden, Al Qaeda... o lo que se quiera relacionar en funciÃ³n de los objetivos perseguidos: primero la invasiÃ³n de AfganistÃ¡n, una acciÃ³n militar de puro â��entrenamientoâ�? y â��entretenimientoâ�?, luego la de Irak. Â¿QuÃ© no tengo pruebas? Â¿Las han aportado ellos? Â¿Se ha probado hasta ahora algo, con una mÃnima solvencia y consistencia quiÃ©nes hayan sido los ejecutores y quiÃ©nes pudieran estar detrÃ¡s? Â¿Han sido capaces de convencer a quienes no tienen la mentalidad norteamericana, simplista, endogÃ¡mica e influenciable hasta el paroxismo? No habiendo pruebas, a menos que demos por buenas las oficiales que sÃ³lo muestran indicios y acusaciones sin fundamento, yo formulo desde aquÃ mi propia teorÃa-impresiÃ³n con los ingredientes y razonable exposiciÃ³n de las conjeturas que mi entendimiento y sano juicio me permiten. AsÃ es cÃ³mo, desde mi punto de vista, efectivamente los indicios racionales de criminalidad en los atentados del 11 de setiembre de 2001 apuntan exclusivamente a los propios miembros de la AdministraciÃ³n Bush. Hay quien no tiene en cuenta mÃ¡s que las fuentes de informaciÃ³n de carÃ¡cter oficial dirigidas precisamente, sin ninguna dificultad para producir impacto, a la mayorÃa de la poblaciÃ³n; hay quien espera, para pronunciarse, a contrastar lo que le llega a medida que van desarrollÃ¡ndose los acontecimientos, efectuando al final una tarea de sÃntesis, asociativa y disociativa, que es lo que se reserva a los documentalistas, las revistas especializadas y la Historia del futuro; y hay quienes, en fin, por experiencia mÃ¡s que por ciencia desconfÃan, desconfiamos, de la deplorable condiciÃ³n humana cuando se desatan en ella las terribles pasiones de ambiciÃ³n y de poder sin lÃmite, y combinan,, combinamos, esa desconfianza con lo que desde la AntigÃ¼edad se llama â��la verdadera naturaleza de las cosasâ�?... En todo caso estarÃamos en el caso tÃpico de una palabra, nuestra palabra, la de quienes no tenemos mÃ¡s interÃ©s que la racionalidad, el orden, la moralidad y el humanismo mÃnimos para un mÃnimo orden en la sociedad mundial, contra la palabra de unos iluminados fuera de sÃ que, no habiendo dado muestra alguna de prudencia, de sensatez y de racionalidad no han hecho mÃ¡s que dar motivos para desconfiar de ellos desde que se apropiaron del Poder. ...Una palabra de gentes que, por si fuera poco, se han negado a unirse a los esfuerzos para luchar contra el cambio climÃ¡tico, para instituir un Penal Tribunal Internacional, para firmar Protocolos propios de un milenio que parecÃa orientado por fin a la esperanza. Una palabra de quienes sÃ³lo han dado pruebas de pensar en sÃ mismos, y a lo sumo pero exclusivamente, en los intereses de su paÃs. Una palabra absolutamente desvalorizada de quienes, al fin, han terminado sometiendo a tan monstruosa desproporciÃ³n de medios puestos para derrocar a un rÃ©gimen y el fin Ãºltimo de apoderarse por la fuerza del petrÃ³leo que pertenece a los invadidos... Una palabra, la suya, que sÃ³lo sale de desaprensivos, de insensibles, de desalmados y de cÃnicos". Inmediatamente, uno de los guardaespaldas de la ACP, kaejane, se echÃ³ encima. PidiÃ³ pruebas, hablÃ³ de antinorteamericanismo, y de que el antinorteamericanismo es peligroso... El bloquea la atenciÃ³n que este asunto suscita en buena parte de la gente que no estÃ¡ dormida y no cree en quienes tienen por oficio mandar matar y mentir... Hace un par de dÃas envÃo de nuevo esto, en vista de lo que estÃ¡ sucediendo meses despuÃ©s: PRUEBAS Y PRUEBAS... 22 julio 2003 Hace unos mes, los mÃ¡s listos y supersabios calificaron arrogante y despectivamente de â��conspiraparanoide" la tesis que mantengo, contenida en mi colaboraciÃ³n "Yo acuso", de que el 11-S es obra de punta a cabo de la propia AdministraciÃ³n estadounidense actual. Esa postura, la de atribuir al delirio o a la imaginaciÃ³n calenturienta de los que nos pronunciamos asÃ, es en general la de todos los colaboracionistas proamericanos que babean con lo americano. Se basan astutamente en que quienes hacemos tan rotundo aserto carecemos de pruebas... como si existiesen pruebas en contrario, y como si por la magnitud y consecuencias de tales hechos la carga de la prueba no correspondiese a los dirigentes de un paÃs donde ni los tornados ocurren por azar, donde todo estÃ¡ bajo control, donde lo inesperado sÃ³lo proviene del profundo espacio interestelar... Estamos asistiendo, meses despuÃ©s, al desmadejamiento de la madeja. Ahora, poco a poco, van saliendo a relucir las mentiras, los montajes, la tramas que habÃa tras las graves decisiones de llevar la guerra a AfganistÃ¡n y luego a Irak para invadirlos y ocuparlos. Estamos viendo cÃ³mo irrumpen nuevos elementos de juicio que subterrÃ¡neamente circulaban sin conocimiento de la opiniÃ³n pÃºblica, hasta culminar y asomar la punta del iceberg en el episodio de la muerte de D. Kelly; cÃ³mo los embustes, la fragilidad de las atronadoras acusaciones de los Bush, Rumsfeld, Powell, Blair y Aznar contra Bin Laden, S. Hussein, Al Qaeda... enlazan ahora como efecto â��necesarioâ�? con las amenazas a IrÃ¡n y Siria, Corea del Norte. Es de una transparencia diamantina que, aparte actos terroristas inconexos y aislados que casi todas las naciones compuestas de grandes espacios territoriales heterogÃ©neos entre sÃ sufren como tributo a una artificiosa polÃtica territorial a menudo contra natura, el hito del atentado a las Torres Gemelas es el pilar sobre el que se levanta toda la infame polÃ®tica pseudorevanchista, neocolonialista, neoconservadora, globalizadora e imperialista de la AdministraciÃ³n Bush en Asia y en el resto del mundo. AsÃ pues, ya estÃ¡ bien de ingenuidades: Â¿No valÃa la pena sacrificar aquel 11 de setiembre a 2.000 personas, casi todas ellas ciudadanos de segunda, para alzar sobre sus tumbas el edificio del ordine nuovo que los anglosajones, con la ridÃcula colaboraciÃ³n de un polÃtico aventurero espaÃ±ol y otro italiano, estÃ¡n empeÃ±ados en instalar a la fuerza en el planeta? Acaso ese giro de 180Â° que se estÃ¡ intentando dar a la Historia del futuro, sin tener que esperar a lentos procesos evolutivos, Â¿no explican y hasta justifican sacrificios en el fondo mÃnimos, de los que tantas consecuencias se derivan y tanta rentabilidad se obtiene? Desde luego tengo que decir que si yo fuera un iluminado, como lo son todos estos desalmados, no hubiera concebido otro modo mejor y mÃ¡s convincente para llevar a cabo mis delirios de dominio y mi afÃ¡n de prorrogar por un tiempo el way of life de mi naciÃ³n. Â¿Pruebas? Estamos listos si para los decisivos momentos de la Historia hay que aportar pruebas. La mayorÃa, por no decir todos ellos, todos los momentos culminantes y sobre todo los que cambian el rumbo que llevaba la Historia del mundo o de un paÃs, hay que esperar aÃ±os, dÃ©cadas o siglos para conocerlos. JamÃ¡s alguno de ellos se ha prestado a una comprensiÃ³n y una lectura lineal de su gÃ©nesis, desarrollo y ejecuciÃ³n en el momento en que se desarrollan. Los contemporÃ¡neos, como el marido cornudo, son los Ãºltimos en enterarse de lo que realmente pasa en el mundo, y son ajenos a los fenÃ³menos de honda transformaciÃ³n y alcance mientras se estÃ¡n produciendo. Lo que ocurre con esto, como con otras muchas cosas, es que la inteligencia humana, esa que miden los laboratorios, estÃ¡ muy por debajo de la intuiciÃ³n, la fina perspicacia y el conocimiento de la naturaleza de las cosas, del individuo y de la sociedad humana que tienen la experiencia, la hondura de pensamiento y la naturalidad del pastor de ovejas... Frente a la fuerza bruta y la manu militari no hay nada quÃ© hacer. La Ãºnica manera de contraatacar pacÃficamente a los actuales rufianes es hacer lo que estÃ¡ haciendo ahora gente que ha arriesgado su vida, como D. Kelly, institutos mediÃ¡ticos superserios, como la BBC, y, los consabidos y ruines (aunque en estos casos utilitarios) fines electoralistas, como el partido demÃ³crata en Estados Unidos que ataca. Poner en evidencia, desenmascararar, descubrir sus trucos, sus malas artes, su felonÃa y su depravaciÃ³n es el mejor y quizÃ¡ Ãºnico mÃ©todo para hacerles salir de su madriguera. Y, como quien miente una vez miente ciento, debiera empezarse por recelar pÃºblicamente, a bombo y platillo, por todos los medios polÃticos y mediÃ¡ticos, de lo ocurrido el 11-S. SÃ³lo asÃ, acorralÃ¡ndoles, cercÃ¡ndoles, atosigÃ¡ndoles; sÃ³lo sometiÃ©ndoles lentamente al tercer grado para resaltar la estridencia de sus mentiras, podrÃan llegar a vencÃ©rseles y el mundo recuperarÃa su pulso normal.