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Su libertad también en nuestras manos. Libertad Antúnez Becerra
20 feb 2015
José Antúnez Becerra, es un hombre que lleva encarcelado casi toda su vida. Apenas tuvo tiempo de vivir en libertad. José Antúnez Becerra, es un preso de la España franquista que actualmente se encuentra encarcelado en Catalunya, en la prisión de Brians II y en huelga de hambre desde el 23 de Enero.
De su lucha antifranquista se podría comentar su activa participación en la Coordinadora de Presos en Lucha (COPEL), desde la que organizó momentos como la conocida fuga de La Modelo de los 45, pensada para dejar la cárcel sin presos.

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En el 2004 fue señalado como una de los responsables del motín de Quatre Camins, en el que un responsable de esa prisión resultó gravemente herido como consecuencia de un continuado abuso y violencia contra los presos y sus familiares. Por su participación en ese motín, fue condenado a más de 19 años de prisión, siendo objeto de malos tratos, abusos y palizas como represalias de los carceleros, circunstancia que denunció, pero que no prosperó porque su denuncia desapareció misteriosamente.

Las denuncias de otros presos consiguieron llevar a juicio a los carceleros por las torturas y abrieron la remota posibilidad de que la condena por el motín de Quatre Camins, se viera sustancialmente modificada, pero el resultado condenatorio del juicio contra los carceleros, no sólo dejó una sensación agridulce. sino que evitó entrar en la idea de esa necesidad de autodefensa frente al abuso generalizado de la institución carcelaria.

El sistema de prisiones catalán y del estado español, así como las instituciones directa o indirectamente relacionadas, amparan la tortura y el maltrato en cualquier recinto, espacio o circunstancias de privación de libertad. Por ello, José Antúnez apoyó la campaña de Cárcel=Tortura con sus denuncias y realizando huelgas de hambre para reclamar su derecho a la libertad.

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Desde el pasado 23 de Enero, Antúnez Becerra ha iniciado otra huelga de hambre. La anterior la abandonó por razones de salud y porque la prisión se comprometió a realizarle un Programa Individualizado de Tratamiento con el fin de concederle permisos de salida, incumpliendo el contrato firmado, al tiempo que sancionaba a Antúnez para justificar dicho incumplimiento.

Jamás una cárcel reinsertó a nadie. A lo sumo, domesticó a quienes se creyeron reinsertados. La única propuesta de verdadera reinserción para Antúnez Becerra, es la que han aportado sus familiares de adopción y sus amigos y amigas.

A las tres semanas de iniciar la huelga de hambre, Antúnez fue llevado al hospital penitenciario de Terrassa, un hospital carcelario cuyo Director es el carcelero que resultó gravemente herido en el motín de Quatre Camins, que como responsable en aquel momento del departamento de seguridad de la cárcel, fue el principal promotor de los abusos que se cometieron y que dieron lugar a esa respuesta del grupo de personas presas que participaron en el motín.

Es preciso destacar que tras el motín, las versiones oficiales ocultaron lo que sucedía habitualmente en la prisión, desviando su responsabilidad en los abusos, hacia la violencia de una supuesta organización de presos que traficaba con droga en la prisión y que fue descubierta en un intento de entrada de sustancias “ilegales”. La voz y el testimonio de las reivindicaciones de los presos que salieron en primer lugar por alguna emisora de radio, fueron silenciadas e ignoradas. Este contexto de impunidad e encubrimiento, no es diferente al que recientemente estuvo en boca de todxs tras la emisión del documental sobre el 4F.

Lxs carcelerxs mienten, y sus cómplices, médicxs, psicólogxs, psiquiatras, educadorxs, asistentes sociales, directorxs y subdirectorxs de prisiones, así como cualquier responsable político de la institución carcelaria, también mienten. El nivel de corrupción en el estamento carcelario y en la joya de la corona penitenciaria que es el trabajo en prisión, es equiparable al de la corrupción generalizada de políticos, financieros y empresarixs de consejos directivos de multinacionales o entidades bancarias.

Además, la cárcel se ha destacado como uno de los sistemas más efectivos para el control social, la represión de colectivos disidentes o la destrucción de identidades resistentes y refractarias al sistema carcelario o al sistema político y económico que nos gobierna. Frente a toda rebeldía, el sistema antepone sus diferentes sistemas de control social para neutralizar o eliminar toda resistencia que le supone algún peligro para su continuidad.

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El engaño del sistema carcelario es el mismo engaño del sistema político, social, económico y cultural, y está enquistado desde el pensamiento neoliberal y la estructura patriarcal.

Apoyar a quienes luchan y denuncian las injusticias en cualquier lugar, es imprescindible. No es más injusto lo que sucede a nuestro lado o lo que se produce a cientos o miles de kilómetros. No existe la solidaridad hacia unxs si se excluye hacia otrxs. Los crímenes en las vallas de Melilla, no son más sangrantes que las desapariciones o el feminicidio en México, ni menos que los suicidios o las torturas en las comisarías, las cárceles o centros de menores. Una muerte si nos afecta directamente no es más cierta que otra que se produce a cientos de kilómetros de distancia o que es ocultada. La conciencia no tiene fronteras o muros frente a los que debe detenerse. Por eso no se puede ignorar la lucha de una persona presa como Antúnez por su libertad, como tampoco se puede mirar hacia otra parte cuando el estado asesina, encierra o desaparece a quienes luchan en cualquier parte del mundo. Sus muertes, sus desapariciones, sus secuestros y encierros, es una agresión y un atentado contra todas las personas que luchan contra este sistema, y no las podemos ignorar. Es preciso apoyar las luchas por la libertad del pueblo kurdo y todos los pueblos que reivindican su autonomía. Es preciso apoyar las luchas contra el despojo de las tierras a los pueblos indígenas. Es preciso apoyar a los compañeros y compañeras que son encarceladas porque hacen de la lucha contra este sistema y todas sus opresiones, una lucha cotidiana. Es preciso apoyar todas las luchas contra las estructuras de dominación y control social. Es preciso apoyar la resistencia contra las instituciones que pretenden tutelarnos y alienarnos con el bálsamo subvencionado. Es preciso apoyar a quienes golpean directamente a las entrañas de este sistema, y también a quienes le sueltan un guantazo en plena cara. Es preciso apoyar a quienes utilizan otros medios que nosotrxs no utilizaríamos, entendiendo que no hay fines que puedan justificar todos los medios, pero que todos los medios pueden ser necesarios. Huelgas de hambre como las que realizan compañeros y compañeras presas, envíos de faxes, hasta otro tipo de acciones que señalen o visibilicen circunstancias y responsables, son necesarias. Eso…, y jamás olvidar quienes son los que nos oprimen.

Libertad a Antúnez Becerra
Libertad para nuestrxs compañerxs y todxs lxs presxs políticxs por luchar contra la opresión y explotación de este sistema.

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Sindicato Sindicat