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Europa, entre la islamofobia y la inseguridad por las amenazas yihadistas
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per news massmierda |
10 gen 2015
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Yihadismo y xenofobia se retroalimentan y ponen en peligro el difícil equilibro en que se mueven los políticos para atajarlos sin ser acusados de populismo |
Madrid, (Efe/Rafael Molina).- La mayoría de los europeos viven estos días con desconcierto el auge de los movimientos islamófobos, cada vez más visibles, y, al mismo tiempo, las amenazas de los integristas islámicos, este miércoles hechas realidad en la masacre que ha sufrido el semanario Charlie Hebdo en París.
El atentado contra el medio satírico francés, en el que murieron al menos doce personas, y perpetrado al parecer por yihadistas, se produce apenas unos días después de que la opinión pública internacional pusiera su foco en las manifestaciones de tinte xenófobo que han llenado las calles de varias ciudades alemanas.
Se trata de los conocidos como "Patriotas europeos contra la islamización de Occidente" (Pegida), surgidos en la ciudad alemana de Dresde, extendidos por toda Alemania y que ya cuentan con filiales en países como Noruega y simpatizantes entre organizaciones de ultraderecha que proliferan en el continente.
Aunque el atentado en París no tiene en apariencia una conexión directa con esas protestas contra la inmigración musulmana, lo cierto es que los dos fenómenos, yihadismo y xenofobia, se retroalimentan y ponen en peligro el difícil equilibro en que se mueven los políticos para atajarlos sin ser acusados de populismo.
"Somos conscientes de que el clima social en Alemania se ha enrarecido", declaraba el titular del Interior alemán, Thomas de Maizière, a la vista de la capacidad de concentración de movimientos como "Pegida" y "Hooligans contra salafistas" ("HoGeSa").
Y aunque las autoridades aseguraban que "no hay peligro de una islamización" de Alemania, también reconocían que el fenómeno de la xenofobia va en aumento y se nutre del miedo de los ciudadanos, agobiados por la crisis y que creen que los inmigrantes acabarán con su cultura y lo que queda del malogrado estado de bienestar en el Viejo Continente.
Una idea que parece compartir, aunque desde la ficción, el escritor francés Michel Houellebecq, quien en su último libro plantea la posible llegada de un gobierno islamista a Francia en 2022, apoyado por los miles de musulmanes que viven en el país.
Al mismo tiempo, numerosas formaciones de ultraderecha aparecidas en Europa en los últimos años tratan de acercarse a estos movimientos xenófobos, lo que complica la situación política de un continente que se siente blanco del terrorismo islámico radical desde hace años.
No en vano, ciudades como Madrid, Londres o París, han sufrido algunos de los peores atentados yihadistas y todo el continente vive ahora en situación de alerta tras las graves amenazas que periódicamente lanzan los radicales del Estado Islámico (EI).
Esta organización terrorista, escindida de Al Qaeda y que actualmente controla vastas áreas de Siria e Irak donde ha fundado un califato, ha provocado la creación de una nueva alianza internacional, en la que participan varios países de Europa, para detener su avance.
Pero además, y mientras se lucha militarmente contra sus posiciones, los Gobiernos occidentales, y especialmente los de la Unión Europea, tratan de establecer estrategias conjuntas para evitar que estos yihadistas, muchos nacidos en el Viejo Continente, vuelvan para cometer atentados en sus países de origen.
Los servicios de inteligencia europeos creen que estos yihadistas retornados y otros que se radicalizan sin haber salido de Europa, pueden moverse en solitario y atacar de forma indiscriminada y causar el mayor daño posible.
El ataque terrorista contra Charlie Hebdo, que había recibido amenazas con anterioridad de los radicales islámicos, se ha producido después de que el semanario publicara unas caricaturas de Mahoma, cuya mera reproducción está prohibida por el islam.
Una tragedia que ha provocado consternación y horror en todo el mundo pero que, como efecto secundario, puede contribuir a alimentar los sentimientos islamófobos de algunos grupos en Europa.
Los islamófobos desafían a Merkel y vuelven a marchar en Dresde
Unas 18.000 personas, mil más que en la anterior cita, han acudido al llamado de Pegida con lemas antiinmigración
Dresde. (EFE/Gemma Casadevall).- El movimiento "Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente" (Pegida) marchó hoy de nuevo por las calles de Dresde, impasible a las condenas de la canciller alemana, Angela Merkel, y a las contramanifestaciones organizadas en todo el país contra la xenofobia.
Unos 18.000 manifestantes -medio millar más que en la anterior cita- secundaron la nueva convocatoria de esta organización, bajo una lluvia gélida en este primer lunes de 2015, año que se abrió, para los alemanes, con la llamada de Merkel a la ciudadanía a no seguir las consignas xenófobas del movimiento.
"Tenemos un Gobierno extorsionado desde la izquierda", rezaba una de las pancartas desplegadas en la concentración, en una céntrica explanada de la capital sajona, mientras centenares de banderas alemanas, junto con las "Land" del este del país, ondeaban en esa fría noche.
"Exigimos respeto y tolerancia, también a nuestro pueblo", "Defendamos nuestras raíces judeo-cristianas" y "No a los abusos a la ley de asilo. No a la inmigración que nos desborda", eran otros de los lemas en carteles, de distintos tamaños y formatos, repartidos sobre un recinto acordonado por un poderoso operativo antidisturbios.
"Lutz Bachmann: ladrón, traficante de drogas, estafador y alemán", denunciaba, también sobre la explanada, una única pancarta "disidente", portada por Robert Schlink, un joven de Dresde, que pretendía denunciar al impulsor de Pegida, con abultado historial delictivo y durante un tiempo prófugo de la justicia en Sudáfrica.
"No, no les temo. No tengo por qué temerlos. Ellos deberían temerse a sí mismos, esa gente que no ha aprendido la lección de la historia, lo que trajo la dictadura nazi, la destrucción de todo Dresde bajo la aviación aliada", comentaba a Efe Schlink.
Con su pancarta a cuestas, el joven hacía frente a miradas insultantes e improperios: "Tú no has entendido nada, chico: nos están quitando el país, entre extranjeros, musulmanes, asilados y clase política vendida", le increpaba Helmut Blum, de 67 años, con su propia pancarta a cuestas: "Cerremos el grifo a los asilados".
Schlink era una especie de llanero solitario denunciando el pasado delictivo de Bachmann, conocido de sobras, en Dresde y en el resto de Alemania, sin que a sus seguidores parezcan inmutarse.
Entre los miles de seguidores de "Pegida" concentrados en la capital sajona habían desde matrimonios maduros a jóvenes del "bloque ultra" del club de fútbol local, el Dynamo de Dresde, ahora el tercera división. También algún que otro neonazi, bajo observación de los servicios de orden privado de los convocantes.
A unos 500 metros de distancia, unos cuantos centenares de contramanifestantes convocados por grupos de izquierda y organizaciones de ayuda a los asilados mantenían otra concentración, bajo el lema "Venid: tenemos que hablar".
"Dresde es un caso claro de miedo infundado al extranjero. Aquí hay menos del 1 % de población musulmana y muchos de los que ellos ven como extranjeros somos gente nacidos aquí", comentaba a Efe Khaldum Al Saadi, nacido en la vecina ciudad de Chemnitz y miembro de la organización "Dresde para todos".
La de hoy fue la undécima marcha de "Pegida" en Dresde, de nuevo en lunes, a imagen de las que en 1989 discurrieron por todo el este de Alemania, la Revolución Pacífica de la disidencia germano-oriental que precipitó la caída del Muro de Berlín, en 1989.
Las marchas de Pegida han ido creciendo semana a semana, hasta alcanzar la cifra de 17.500 participantes el pasado 22 de diciembre.
En paralelo se convocaron en otras partes del país manifestaciones de propósitos similares y con nombres parecidos -"Legida", en Leipzig, o "Bärgida", en Berlín-, aunque con mucho menos éxito de convocatoria.
Asimismo se multiplicaron las contramanifestaciones en todo el país, con el apoyo explícito del gubernamental Partido Socialdemócrata (SPD), Los Verdes y La Izquierda, en rechazo al racismo y al movimiento islamófobo.
En Colonia, el deán de la catedral, Norbert Feldhoff, ordenó apagar las luces del templo, en señal de desacuerdo con una marcha islamófoba en esa ciudad, mientras que en el mismo Dresde la planta de Volkswagen hizo lo mismo con la factoría.
"Apaguemos la luz a Pegida", pidieron los socialdemócratas a través de su cuenta oficial en la red social Twitter, animando a participar en esas contramanifestaciones.
Multitudinaria manifestación contra la islamofobia en Dresde
En la concentración a favor de un mundo abierto sin cabida para movimientos islamófobos había 35.000 personas
Dresde, (dpa).- Miles de personas salieron este sábado a las calles en la ciudad alemana de Dresde, en el este del país, para manifestarse a favor de un mundo abierto sin cabida para movimientos islamófobos como el recientemente creado Pegida. Un portavoz del gobierno del estado federado de Sajonia fijó el número de participantes congregados en la manifestación delante de la famosa iglesia Frauenkirche de Dresde en 35.000.
Esta manifestación, bajo el lema de "No permitiremos que el odio nos divida", fue la reacción a las concentraciones organizadas por el nuevo movimiento alemán islamofobo Pegida cada lunes en la ciudad. Políticos y analistas observan con preocupación el crecimiento exponencial de Pegida (acrónimo de "Europeos Patrióticos contra la Islamización de Occidente"), que esta semana -antes del atentado en París- reunió un récord de 18.000 asistentes en sus marchas de los lunes en la ciudad de Dresde. |
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Comentaris
Niña de 10 años se inmola y mata a 19 personas en atentado en Nigeria
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per Alá = mierda |
11 gen 2015
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La menor tenía una bomba adosada a su cuerpo, la que hizo estallar cuando el mercado de Maiduguri estaba colmado de visitantes
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El Mercurio / Chile 10 de enero 2015 - 04:14 pm
Al menos 19 personas murieron este sábado al estallar una bomba adosada a una niña de 10 años en un mercado muy concurrido de la ciudad de Maiduguri, en el noreste de Nigeria.
Hay “muchas víctimas: 20 muertos y 18 heridos, incluyendo la mujer kamikaze que se hizo estallar”, declaró Gideon Jubrin, el portavoz policial del estado de Borno.
“Su cuerpo quedó completamente destrozado”, explicó una fuente anónima, que señaló que el ataque tuvo lugar poco después de que la policía detuviera a otro supuesto terrorista en la misma zona.
No es la primera vez que los terroristas atentan en este mercado de Maiduguri; el 1° de diciembre dos bombas sucesivas causaron al menos 10 muertos.
El atentado se produce tan sólo dos días después de que cientos de personas fueron asesinadas por Boko Haram en el segundo ataque en menos de una semana a la localidad de Baga, también en el estado de Borno.
Aunque nadie ha reivindicado el atentado, todas las sospechas apuntan a la milicia radical Boko Haram, cuyo nombre significa en lenguas locales “La educación no islámica es pecado”, y autor de múltiples ataques en el norte del país.
La secta islámica, que lucha por instaurar un estado islámico en Nigeria, mantiene una sanguinaria campaña en el país, donde han muerto más de 3 mil personas en lo que va de año, según datos del Gobierno nigeriano.
fuente:
http://www.el-nacional.com/GDA/Nina-inmola-personas-atentado-Nigeria_0_5 |
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