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¿De qué va esto del neoliberalismo salvaje?
11 des 2014
Muchos analistas y teóricos nos hablan sobre las claves para entender el neoliberalismo salvaje y cuando intentamos entenderlo, a veces nos parece que todavía no nos ha llegado, que estamos sometidos a los efectos de un mercado agonizante o a una crisis que afecta a grandes estructuras del sistema como las finanzas, las empresas y los estados y que sus efectos devastadores se dejan sentir en las instituciones.
Desde que empezó este asalto a reforma armada, penal, laboral, social y todas las demás variantes que acaban en “al”, como sexual, las asociaciones que se encargaban de disimular las graves carencias del sistema a través de su red de asistencia a personas en riesgo de exclusión, han visto mermadas sus subvenciones, y en lugar de afrontar la situación dirigiéndose a la raíz del problema, hacen lo que han hecho siempre, aparentar y desviar la atención hacia otras partes.

Se podría cuestionar lo que digo, pero no voy a extenderme en otras nuevas teorías de la “conspiración económica”, sino a relatar cuestiones que todxs podemos reconocer o comprobar por nosotras mismas, sin remitirme a ilustradas tesis u opiniones de pensadores teóricos y analistas de la economía mundial.

Para empezar, imaginémonos como “ciudadanxs modélicxs” que cumplimos con nuestros deberes pagando impuestos para que el estado cree las infraestructuras básicas. Aparte de carreteras y medios de comunicación, redes viarias, hospitales, escuelas, alcantarillados, instalaciones deportivas, redes de suministros para la alimentación, luz, gas, agua, zonas verdes, policías, ejércitos, cárceles, etc… Como veréis, algunas de estas instituciones podrían ser perfectamente prescindibles, pero no pretendo inventar un mundo, por el momento, sino ajustarme sin demasiado entusiasmo a lo que tenemos, o por lo menos decían que teníamos hasta no hace mucho.

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De esos impuestos, directos e indirectos de millones de personas, se construye lo público. Es decir, lo público son aquellos servicios básicos o fundamentales para la sociedad, la de ellos, no la nuestra. O sea, que todo eso lo pagamos a través de impuestos de todos tipos y colores.

Ahora bien, para poder pagar los impuestos, nos dicen que tenemos que trabajar, pero además hay que pagar impuestos por trabajar, o como ellos dicen, nos descuentan impuestos para que quienes se benefician de nuestro trabajo, nos paguen. Sí, nos descuentan una parte de lo que nos tienen que pagar por trabajar, e incluso aunque nuestros salarios sean de risa. Luego llega hacienda y nos dice que si hemos ganado al año por encima de cierta cantidad, tenemos que declarar a hacienda. Ahí, con independencia de que nos tengan que devolver dinero o tengamos que seguir pagando, marcamos una casilla en la que nos preguntan si queremos que una parte de nuestros impuestos por trabajar, vaya a la iglesia o a asuntos sociales… Vale, ellos ya tienen mi dinero y no me lo van a devolver y la iglesia ya lleva demasiados años robando a los pobres para dárselo a los ricos, vamos a marcar la casilla de asuntos sociales.

Imaginaos que salimos del trabajo…, sí, he dicho imaginaos, ya sé que no hay trabajo y que muchxs ni lo queremos, aunque lo necesitamos para otras cosas. Repito, imaginaos que salimos de ese trabajo que casi nadie tiene, ni quiere, y llegamos a la casa que estamos pagando de alquiler… Recordad que he propuesto la idea de “ciudadanxs modélicxs”, no de okupas… Insisto, llegamos a la casa que estamos pagando de alquiler y en el buzón nos encontramos las facturas del agua, la luz, el gas… Tampoco vale para este ejemplo pinchar la luz, el agua o el gas… Y en las facturas vemos que nos dicen que pagamos por el consumo y toda una serie de aranceles que casi nadie sabe de qué van. Y aquí me empieza a surgir la primera duda. ¿Pero no pagábamos impuestos de todo tipo y colores? ¿A qué viene volver a pagar, a parte del consumo, más aranceles? Además, hay compañías que cada año te cobran un recibo que le llaman de mantenimiento. ¿Entonces, para bqué sirve tanto impuesto y arancel si pago otra vez…?

¡Tranquilxs!, que doy alguna pista más. Imaginaos, repito, imaginaos…, que estáis hipotecadxs en la casa en vez de pagar alquiler… El banco no sólo te cobra el valor de la casa, sino también el valor del dinero que nadie ha visto, pero que dice que te ha prestado. Se supone que la casa es de “propiedad”. Pero pagar intereses no es todo lo que vais a hacer. Si recordáis, estáis pagando por todo varias veces y de diferentes maneras, pues bien, aunque la casa sea de “vuestra propiedad”, hay un impuesto de bienes inmobiliarios y otro más de valor catastral. Vamos, que aunque te creas que has comprado la casa y que todo se acabará cuando acabes de pagarle al banco su usura, estás equivocadx, pues alguien que no tiene nada que ver con la transacción de venta de la casa o de crédito hipotecario, te estará cobrando de por vida, dos impuestos por tener la propiedad de una casa. Y eso sin contar con otros impuestos colaterales, que van a aparecer con cuestiones de “alumbrado”, “basuras”, saneamiento”, “bienes suntuarios” o cualquier otro invento que a alguien se le ocurra…

A todo esto, impuestos de todas clases, colores y nombres, le tenemos que añadir los consumos, porque sí, somos así de consumistas (vaya, tiene las mismas letras que “comunista”) los “ciudadanxs modélicxs” y además, vamos a pagar los servicios universales y los transportes públicos, que como recordaréis, deberían de poderse pagar con impuestos y por tanto ser gratuitos. Pero recordad que todavía estamos en el capitalismo neoliberal, y de eso se trataba, no sólo de consumir hasta aburrirnos, sino de pagar las cosas varias veces. Otro ejemplo, ahora que se acercan estas fechas tan “intragables” de la “Novidá” (lo siento, es que tengo un polvorón en la boca y no me deja verbalizar), si hacemos memoria (¿y qué es eso de la memoria?, ¡algo de lo que ya nadie se acuerda…!), se adornaban las calles con arbolitos muertos, letanías musicales y luces como estrellitas de colores para que no pareciera todo tan muerto, pues al fin y al cabo, se trataba de un nacimiento, ¿no?. Todo ese maquillaje de felicidad falsa, lo ponían ellos con el dinero de nuestros impuestos. Nos lo podríamos ahorrar pero entonces alguien de su familia no haría negocio. Vale. ¿Qué pasa ahora?, pues que en muchos barrios son las asociaciones de comerciantes y puede que hasta vecinxs, quienes pagan la colocación de lucecitas, para estimular el consumo de sus productos. ¡Claro! Más consumo, más beneficios. Más estímulos para el consumos, muchos más beneficios. Así es el capitalismo neoliberal.

¿Pero entonces el salvaje? ¡No!. El salvaje no es ese que consume con un taparrabos de piel de oso hormiguero. ¡Rotundamente, no! El capitalismo neoliberal salvaje es aquel queeeeeeeeee… Vaya, creo que va a costar explicarme. Y bien, ahora que ya tenemos todos los servicios públicos, universales y todos los consumibles posibles pagados y repagados, hago un prepago de todo al tiempo que los empiezo a "desmontar", inutilizando los que tenían su función, (ni mejor, ni mejor, sólo su función..., o sea, mejorable) privatizándolo poco a poco y recortando servicios con largas listas de espera, así si lxs pacientes no se mueren, se curan y no precisan el servicio, y los más graves, si tienen pelas, aunque sean pocas, que se las gasten en la privada o si no, que no quieran tener una vida... Esta es sólo una fase incipiente. la compleja me va a ser más difícil explicar...

Imaginaos en el caso de una enfermedad chunga, de esas que duelen y matan..., y que tenéis unos ahorrillos. Imaginaos que yo soy el banco en el que tenéis esas perrillas, pero también soy del consejo directivo de la clínica privada que os va a llamar porque yo les he pasado los datos bancarios, es decir, que tenéis pelas que aún podéis gastar, os van a proponer poner fin a vuestra "agonía" por un "módico" precio muy parecido al que tenéis ahorrado. Eso sí, os hago firmar el consentimiento informado y ninguna responsabilidad en caso de que la operación salga de otra manera. Todo encaja...

Pero bueno, eso no es tan simple y sencillo, quizás si pongo un ejemplo lo entenderemos mejor.

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Imaginaos de nuevo que me invento una ordenanza en la que obligo a todo el mundo a dar dinero para poner iluminación en las calles, y os suelto un cuento diciendo que así por las noches, cuando os crucéis con unx amable vecinx, le veréis la cara, le reconoceréis y le podréis saludar. Maldita sea la gracia, con lxs vecinxs que tenéi, sólo os habláis en el ascensor, y además, siempre de lo mismo: el tiempo. Pero bueno, es una ordenanza y no os va a servir la excusa de no saludar porque estaba oscuro… Vais a pagar porque sí. Cuando ya tengo todo recaudado y a lxs morosxs les he partido las piernas para que paguen (para eso tengo policías, ejércitos y carceleros…, y algún que otro médico, psiquiatra o maestro), me demoro tiempo porque hay que hacer varios estudios de viabilidad y de sostenibilidad… Vuelvo a hacer otra recaudación, y esta vez los rompe piernas van a tener más trabajo que la vez anterior, pues hay más resistencia… Confirmo que hay una partida presupuestaria para comprar postes de madera de “bekuné africano” y posteriormente se cambia el material por unos postes “vulgaris” de aluminio “anonadado”, que es el más barato porque está un poco lelo. Además vuelvo a hacer otra recaudación porque me invento que el suelo no reúne la suficiente consistencia como para soportar el “vulgaris”. Esta vez me ha costado bastante más hacer la recaudación, y aparte de piernas, he tenido que romper algún brazo y bastantes caras… Ah!, por fin, ha llegado el verano y necesito tomarme unas merecidas vacaciones por el estresante trabajo y tanta responsabilidad, y por ello, aprovechando que hay “paga doble” (bueno, no es así, pero se supone que no se trabaja pero se cobra, quien trabaje y quien cobre por trabajar), repito con mucho más énfasis, APROVECHANDO LA “PAGA DOBLE”, hago una derrama para ir a supervisar la calidad del hilo de cobre para el tendido eléctrico, en una empresa de las Seychelles, que no se destaca especialmente por fabricar hilo de cobre, y de hecho no lo fabrica, pero es un buen motivo para que aparezca en la memoria de cuentas de la empresa, quiero decir, del estado…, ¿o era ayuntamiento?. Ah!, perdón, era sólo de una urbanización de vecinxs… A mi regreso, si es que regreso…, anuncio una importante colaboración comercial con las islas Seychelles y aprovecho para decir que allí no tienen hilo de cobre, pero sí unos maravillosos complejos hoteleros con piscinas, palmeras aguas cristalinas y fina arena, y que eso es lo que deseo para la urbanización y, por tanto, vuelvo a recaudar de nuevo, esta vez dejando algún muerto por el camino.

Cuando ya tengo la pasta, toda la pasta, toneladas y toneladas de pasta…, y con la excusa del acuerdo comercial con las Seychelles, hago otro viajecito a cargo de las “tarjetas black” y me voy con mucha pasta, quiero decir, con mucho equipaje…

Si regreso, tendré que anunciar una crisis financiera a escala internacional, que digo internacional, a escala universal y que el dinero recaudado y que estaba en valores de bolsa (de ahí lo de sacar el dinero en bolsas de basura…), ha tenido una fallida del sistema financiero, pero que los mercados tienen tendencia a recuperarse rápido y que mientras tanto, para no parar las “obras” (¿pero de qué obras hablo, si sólo hay una docena de postes que ya se han oxidado?), es necesario apretarse el cinturón, hasta que el sistema financiero se recupere, y con esa excusa, os pego un nuevo sablazo. Para esta ocasión llamo al ejército y lo coloco estratégicamente por las calles de la población, quiero decir, la urbanización.

Es importante que esta recaudación sea de un importe mayor, pues ya hay alguna baja por las defunciones de muertes repentinas de la anterior recaudación. En esta, empiezan a aparecer lxs desaparecidxs. Sí, ya sé que suena contradictorio o absurdo, pero aparecen lxs primerxs desaparecidxs…, familias enteras…, unas cuantas, y como nadie va a reclamar sus propiedades, pasan al estado, quiero decir, a la gestión del presidente de la nación…, vaya, de la urbanización. Y como hay mucho terreno, y se tienen que hacer obras para colocar los postes de aluminio oxidado, me invento que vamos a tener que traer un nuevo ramal de energía de un pueblo lejano o cercano, qué más da… (si tampoco nadie lo va a comprobar y si alguien lo intenta, seguro que desaparece…), y mando al ejército que empiece a cavar por las afueras de la urbanización, así puedo ir enterrando a lxs aparecidxs desaparecidxs, sin despertar sospechas. El gobierno mexicano no son más que unos aprendices a mi lado. Unas cuantas toneladas de cal y todos muy bien trituradxs y ahí tenemos un abono para vender tierras de cultivo a buen precio o un aeropuerto.

Vale, ya no me enrollo más, pero que sepáis que aún os iba a recaudar unas cuantas "derramas" más, y si no hay dinero, tranquilxs las derramas de sangre y de órganos se cotizan bien. Si no os los he quitado todavía, es porque no podría cobraros eternamente.

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Espero que nos vayamos situando en eso del neoliberalismo salvaje, porque lo mejor (lo mejor para mi) todavía está por llegar.

Cuando menos os lo esperáis, pero os lo estabais temiendo, anuncio que la bolsa no se recupera por culpa de vuestro afán desmedido de consumo, y digo afán desmedido, porque a estas altura ya no podéis consumir aunque queráis… ¡Y zas!, en toda la boca, proclamo la tercera república, o la independencia de la nación, digo urbanización, y propongo que esa es la solución para salir de estar crisis en la que nos habéis hundido a quienes nos hemos preocupado tanto de vosotrxs. Y además, señalo que la culpa de todo la tienen lxs extranjerxs, el islam, y la República Sergalí de Koruchistán, por la venta de productos financieros tóxicos y por la financiación de paraísos fiscales. Ah!, y que además, hay mucho “terroristo” suelto que sólo nos quieren hacer daño, especialmente la feministas radicales y las Panteras Negras, que aunque ya no existan, le da un tono de presagio más exótico a la amenaza. También aviso de que en otras urbanizaciones, algunxs de sus moradorxs se han convertido en zombies, y hay que mantenerse en alerta, no sea que nos contagien algún ébola. Por ello, sacrificaremos todas las mascotas, pues es bien conocido por los más eminentes científicos, que son las mascotas las que propagan el virus del zombie, y que de ahí parte la epidemia, y que además…, es femenina y negra…

Si con esto no os quedáis en casa, seréis presa fácil de lxs zombies que andan sueltxs. Si estáis localizables en casa, es más fácil hacer nuevas recaudaciones, partir más piernas, brazos y caras o otras desapariciones, que en este caso, se harán oficiales como devoradas por lxs zombies. Y cuando os creáis que ya nada peor os puede pasar, ja, ja, ja… Os sonará el teléfono insistentemente, y cuando preguntéis quién es, una amable y suave vocecita os explicará que es de una organización humanitaria o una ong y que hay mucha gente que lo está pasando mal…, muy mal, y que entre todas debemos de colaborar con lo que podamos, algo de dinero o de alimentos para lxs que no tienen nada y lo han perdido todo por culpa de lxs zombies. Os hablaran de manera que os sintáis chantajeadxs emocionalmente, apelando a vuestra humanidad (pero de qué hablan, si no os conocen de nada…!), y os tendrán colgadxs del aparato hasta que os comprometáis a aportar algo…, lo que sea…, para lxs pobres, eh! Si insistíis en que no podéis dar nada, pero se enteran de que tenéis móvil, o ordenador, o cualquier otra cosa de “valor”, entonces apelarán de nuevo a que lxs pobres no tienen nadie que les llame o chatee con ellxs porque no tienen móvil u ordenador y que sería una buena aportación de vuestra parte colaborar con lxs que no tienen nada… Al final cederéis en algo, la lavadora, el frigorífico, el coche, las joyas, el peluco, el zipo con la serigrafía del “Ché” Guevara… Y un día, mientras miréis la tele para ver qué ostias pasa en el mundo, algo que es imposible saber mirando una tele, sino, saliendo a la calle…, entonces me veréis en el telediario de la “no comida”, que enciendo un habano con el zipo del “Ché” Guevara, que voy en vuestro coche, y que todas las pertenencias o alimentos que habéis donado, están en una de las tiendas de mi cadena de grandes superficies de segunda mano, y lo mejor, es que la ong o la organización humanitaria, de las que también soy presidente, os ha propuesto también aportar dinero para alumbrar las oscuras calles de la urbanización, porque así podréis ver si vienen los zombies.

Para ir concluyendo, me presentaré en las próximas elecciones con una campaña anticorrupción, diciendo que lo que necesitamos es una mayor seguridad contra lxs zombies y el ébola en nuestra urbanización (la mía, claro), y un alumbrado digno para nuestras calles, que algunas asociaciones humanitarias y ong’s se comprometieron a hacer, y que no lo han hecho.

¡Mayoría absoluta…!, especialmente porque sólo me presento yo, y si alguien tiene pretensiones…, desaparece.

Va quedando claro lo del neoliberalismo salvaje. Si alguien no lo entiende, que lo diga y lx desaparezco, que hay que hacer también un poquito de eugenesia.

PD.
Aparte de la urbanización, el dinero de las Seychelles, todas vuestras pertenencias, las ong’s y las asociaciones humanitarias, también soy consejero de la Lehman Brothers y de una banca ética, del Santander, de Repsol mata, del fracking, de Oil & Company, de varios casinos en Las Vegas, del trasvase del Ebro, de hidroeléctricas varias, de gaseoductos internacionales y algunas empresas más de préstamos, navieras, automoción, AVE’s en China, cavas de cava, o diamantes de las minas de Sudáfrica… Pero nunca he sido presidente de Banca catalana, rey de espagna o virrey de la Generalitat.

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Comentaris

Re: ¿De qué va esto del neoliberalismo salvaje?
11 des 2014
Basat en fet reals, ho confirmo!

M'han trucat de la creu roja i la voluntària no m'ha demanat sang, aixó ho fan pels hospitals i els carrers, m'ha demanat diners o aliments i m'ha asegurat la voluntària, que no reben cap subvenció...

Seguramente deu ser alguna "zomboluntària".

http://elboenuestrodecadadia.com/2014/04/30/cruz-roja-y-caritas-lideran-/
Sindicato Sindicat