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Anàlisi :: corrupció i poder
Vidas paralelas: Evo Morales y Pablo Iglesias (I)
22 oct 2014
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Los nueve años que lleva como jefe del gobierno de Bolivia Evo Morales proporcionan enseñanzas, e incluso advertencias, de cuál va a ser, más allá de la demagogia, el electoralismo y las patrañas politiqueras, la ejecutoria de Pablo Iglesias y su formación mediático-institucional, Podemos, ya un partido político más.

También es útil estudiar esta cuestión para evitar que muchos de quienes hoy apoyan a Podemos dentro de unos años se presenten en público, compungidos y lacrimosos, diciendo, “¡Me engañaron!, ¡Nos engañaron!”, como ahora hacen una parte de los que respaldaron a Morales y su partido, presentados antaño como emancipadores de los pueblos indígenas de Bolivia y agentes de una “revolución institucional” de fabulosas consecuencias...

Nadie es engañado si previamente no se autoengaña y no demanda ser engañado.

Aquéllos que hoy se suman al montaje Podemos están contrayendo una responsabilidad colosal, que se les ha de exigir ahora y en el futuro, pues hay que poner límites a la frivolidad y el victimismo, al epicureísmo político y la fobia a la verdad.

Hace años, cuando Morales era un sindicalista poco conocido que hacia carrera política a base de reformismo socialdemócrata, racismo antiblanco, etnicismo de guardarropía y verborrea izquierdista, una minoría muy reducida pronosticamos que tras su proyecto y programa se escondía un plan de las elites del poder en Bolivia para engrandecer el capitalismo, destruir la naturaleza, fortalecer al Estado (en particular al ejército), sobredominar a las clases trabajadoras y desintegrar a las comunidades indígenas. No fuimos escuchados.

El buenismo y el autoodio, los sentimientos de culpa histórica y la interiorización masoquista del racismo antiblanco, impedían que personas y colectivos europeos bienintencionados se percatasen de que el proyecto de Morales era, en lo más principal, un calco del que había realizado el franquismo para liquidar al mundo rural tradicional popular aquí, esta vez dirigido contra las comunidades indígenas de Bolivia.

Mi libro “Naturaleza, ruralidad y civilización” describe aquella operación, que en España realizó el fascismo de Franco y que en Bolivia está efectuando una formación política de izquierda supuestamente indigenista, que se dice “anticolonialista”, “antiimperialista” y “anticapitalista”…

Han pasado los años y los hechos muestran que Morales es un instrumento del capitalismo, el imperialismo y el Estado boliviano contra el mundo indígena, el medio ambiente y las clases modestas. Ahora ya son pocos los que desde posiciones “radicales” defienden a Morales y su partido, el MAS (Movimiento Al Socialismo). Hoy su línea es calificada de “neo-liberal”, Bolivia de “la China andina” y su política hacia los pueblos indígenas de “caricatura”.

La dura represión policial de las protestas campesinas e indígenas que su gobierno realiza en el verano y otoño de 2011, el enfermizo gusto por las infraestructuras faraónicas, la devastación medioambiental a colosal escala en la selva amazónica, el apoyo a la soja transgénica, su plan para introducir la energía nuclear y la generalización de Internet en las comunidades indígenas, para globalizarlas, aculturarlas y desintegrarlas como tales, han enfriado el entusiasmo de muchos.

Quien llegó perorando contra el capitalismo, Morales, es ahora más defensor del capitalismo y el mercado que nadie. Su meta es el desarrollo económico a cualquier precio. Se jacta de que Bolivia está creciendo al 5% anual y olvida los costes, sociales, culturales, ambientales, históricos, étnicos, éticos, espirituales, en lo referido a las libertades populares y a la calidad de la persona, etc., bienes y valores todos que son sacrificados al desarrollismo.

El economicismo de Morales ha hecho crecer los beneficios de las grandes empresas, así como los ingresos fiscales del Estado, con lo cual el poder del capitalismo privado y el capitalismo estatal, o estatocapitalismo, es hoy mayor que nunca en el país. Por eso, entre otras causas, el pueblo tiene menos libertad.

Para envilecer y mejor oprimir a las clases modestas Morales aplica una política de sobornos y corruptelas, en la forma de “ayudas” estatales, con los que ha logrado comprar a ciertos sectores populares, a las que enfrenta con otros, subordinando el pueblo a la instituciones y degradando a éste, desde comunidad que se autosostiene a populacho que depende monetariamente del ente estatal.

La transformación del pueblo en populacho, que es el meollo de las “políticas sociales” de izquierda, daña la capacidad de aquél para ser por sí mismo, para afirmarse, resistir y combatir. Le hace sumiso y dócil, transformando a la persona en un asistido y en un dependiente, en una criatura propiedad del Estado, en un ser nada. Morales utiliza los tres elementos constitutivos del despotismo que recomienda Maquiavelo, la mentira, la violencia y el soborno.

El desarrollismo de Morales es de tal magnitud que en las últimas elecciones la clase patronal boliviana le ha preferido al otro candidato en pugna, el empresario Samuel Doria, subsidiando ya de manera abierta su campaña, y hasta el FMI se ha felicitado en 2014 por el actuar de la izquierda gubernamental en Bolivia, mientras que el BM respaldó a Morales en 2012 por el trato que daba a las multinacionales.

Esto significa que es más capitalista que los propios capitalistas, hasta el punto de que se le califica en la prensa boliviana de “benefactor con los empresarios”. Todo indica que la izquierda es la mejor expresión de la derecha, hoy la opción favorita del gran capital, que la está utilizando en numerosos países para expandir a la gran empresa y constituir unas clases trabajadoras desmovilizadas y pasivas. Lo está haciendo, además de en Bolivia, en Brasil[1], Chile, Ecuador, Venezuela, Cuba, etc. Y lo desea hacer en España, con Podemos.

(Continuará)

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[1] Una parte de las peores agresiones medioambientales, saqueo de materias primas y ataques institucionales a los pueblos indígenas de Bolivia lo están realizando entidades y empresas brasileñas, unas estatales y otras privadas, dirigidas por los sucesivos gobiernos del Partido de los Trabajadores de Brasil, la formación izquierdista que lleva años desarrollando el capitalismo en ese país.
Mira també:
http://esfuerzoyservicio.blogspot.com.es/2014/10/vidas-paralelas-evo-morales-y-pablo.html

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Comentaris

Re: Vidas paralelas: Evo Morales y Pablo Iglesias (I)
23 oct 2014
Vidas paralelas: Evo Morales y Pablo Iglesias (II)

Lo más repudiable de la ejecutoria de Morales es su política hacia las comunidades indígenas. Ha agredido ambientalmente sus territorios, con grandes infraestructuras y una intensa actividad expoliadora de recursos primarios, mercantilizando el marco de existencia de aquéllas[1]. Las ha enfrentado unas con otras y dividido interiormente, favoreciendo a minorías que se están transformando en nueva burguesía indígena y explotando a los que antaño fueron sus iguales. Las está aculturando, atrayéndolas a la dependencia del Estado, rompiendo las tradiciones ancestrales de autoabastecimiento y vida autónoma conforme a sus propios valores, fundamento de su mismidad y pervivencia.

http://esfuerzoyservicio.blogspot.com.es/2014/10/vidas-paralelas-evo-mor
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