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Notícies :: antifeixisme |
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Simplemente decidir
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per A |
30 jul 2014
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Han aparecido dos textos sobre Catalunya y la intención de muchos catalanes de someter a referéndum el futuro político que deseen. Uno y otro se presentan con el aura de ser firmados por intelectuales. Ya la palabra intelectual, a secas, produce, salvo casos muy especiales, cierto rubor. Y si se leen los nombres de muchos de los que firman ambos manifiestos, de la vergüenza ajena se pasa a la risa. El primero de tales manifiestos podría tacharse de duro, opuesto a cualquier diálogo y rezumando españolismo. Solo le falta la pandereta, unas castañuelas o la voz en off de Esperanza Aguirre. El segundo quiere ser más moderado y saca de la chistera un conejo: el federalismo. Pero a los dos les atraviesa la misma idea que, a lo que parece, les tortura. Y no es otra sino evitar, sea como sea, el reférendum y una hipotética independencia. El horror a una decisión popular les duele en lo más profundo de su corazón. |
El primero es directo, descarado, y no reniega de su olor a naftalina reaccionaria. El segundo es vergonzante, bienpensante y con el cinismo de los que juegan al columpio que los deje en la orilla que, según las circunstancias, convenga. Puestos a escoger, y si a uno le obligaran a ello, mejor dar media vuelta y meter las manos en los bolsillos. El primero nos devuelve a la España casposa. El segundo es propio de seudoprogresistas, enchufados, bien relacionados con las subvenciones y enemigos de decir sí o no. La afirmacion o la negación solo la recorren cuando hay pista y la agenda estatal lo permite.
A un conocido filósofo australiano, por cierto, han debido invitarle para hablar de algo que le es tan lejano como a nosotros los canguros. Como es inteligente, no se detiene en la abundante doctrina positiva a favor de la autodeterminación ni en la base moral para que uno decida según sus intereses, sino que recurre a ejemplos que nada ejemplifican y a un supuesto sentido común. La confusa conclusión que saca tiende a defender al Estado español frente a Catalunya. Si de sentido común se trata, y sin olvidar el derecho o la moral, habría que recordar que la autodeterminación tiene su última raíz en la libertad de los individuos y no hay por qué entenderla de modo traumático. En ningún sitio está escrito o se dice que uno se marcha sin pactar antes las condiciones o dar lo que corresponda a cada una de las partes. Más aún, el ideal es que después de la separación las dos comunidades logren una relación más amistosa que la anteriormente existente. Como en una pareja que se separa y continúa con amistad y hasta con afecto. Pero para eso, que cada uno pueda escoger entre continuar unido o marcharse.
A los dos textos, en suma, les atraviesa el miedo a la decisión de Jordi, Juan o Aitor. Y disimulan ese miedo con especulaciones sobre el derecho que ellos dicen conocer, los males que se nos vienen encima, la rotura y el desgarro de España, la supremacía de la Constitución que, soberana, cobijaría toda soberanía, la importancia de un Estado de Derecho que o no saben lo que quiere decir o lo usan como un comodín que se sacan, cuando quieren, de la manga. Podríamos continuar, pero baste un botón. Al final, que no se decida, que la casa en la que habitan no se modifique mucho, no sea que peligren sus puestos y que su sana y clerical doctrina ampare a los españoles. A los que quieren serlo y a los que, aunque no lo quieran, hay que imponerles que quieran ser.
¿Necesitamos un tercer Manifiesto? No estará de más, aunque es difícil saber cuántos se apuntarían a él o lo espeso del silencio que lo rodearía. Porque, eso sí, los muy demócratas son expertos en cegar espacios de libertad. O quizás convendría dar la espalda a tanta palabra, huir de las tribus y ayudar, de hecho, a aquellos que están dispuestos a cometer el pecado de decidir. Y si de decir alguna palabra se trata, podría reducirse a esto: simplemente, que decidan. En un sentido o en otro. Solo una pregunta para acabar: ¿por qué hablamos de Catalunya y no de Euskal Herria? Me gustaría que alguien me respondiera, pero me temo que el único eco será el del silencio.
(ESTAN INTENTANDO PASAR PERO NO PASAN!) |
This work is in the public domain |
Comentaris
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Re: Simplemente trolear
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per Aixo ho decidiu per mi |
30 jul 2014
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mi decision: ¡menudo truño de post!
I posats a decidir.... podriem decidir
- l'abolició del treball asalariat
- l'abolicio de la mercaderia
- la expropiació dels bens acumulats pels rics, pels explotadors, per la Esglesia, per els fatxes
- l'abolicio de les lleis (menys les normes de transit)
- la destruccio dels exercits
- la propietat privada dels mitjans de produccio
- l'expropiacio del terratinents i dels banquers, com els pujolets. etc
PERO NO... aixo no toca.
nomes voldriem decidir si els simbols de la nostre oppressio haursn de tenir dues barres vermelles ... o quatre! |
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Re: Simplemente decidir
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per enrrrrraged |
30 jul 2014
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i sobre tot, la decisió sobre el nostre propi cos! |
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Re: Simplemente decidir
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per guifre |
31 jul 2014
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Està molt bé l'escrit. I sí, "això ho decidiu per mi", de tot això que vols decidir ho podem decidir, però clar que ara no toca. No perquè no sigui important o interessant, sinó perquè no hi ha una majoria social disposada a votar què vol. Si em parlessis d'altres preguntes, com les que es van fer al multireferèndum, doncs llavors ja serien figues d'un altre paner. |
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Re: Simplemente decidir
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per per l'això... |
31 jul 2014
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No, això no toca pq és anticonstitucional. Pagar el deute, en canvi és una obligació q acceptes com a bon espanyol q ets, x molt q facis veure q protestes i et queixes. Expropiar el pujolet? I t tant, però pq no comencem amb una hisenda pròpia q no passi el frau fiscal x alt? |
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Re: Simplemente decidir
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per cuando no querer, es poder. |
31 jul 2014
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No se trata de una INDEPENDENCIA, sino de otra “nueva” DEPENDENCIA. En este caso, decidir que otros decidirán por nosotrxs. Esa es la “nueva” dependencia, que a decir verdad, no es tan nueva, sino un cambio de escenario, pero con similar disciplina y los mismos personajes que, de lo bien que les ha ido, no están dispuestos a cambiar nada, sino a perpetuar esa corrupción generalizada de los privilegiados.
Esta decisión popular no duele, pues ni es decisión, ni es popular, pues no se han producido los debates previos para proponer qué es lo que queremos al convocar un acto de esta magnitud.
Tal y como sucedió poco antes de la mal llamada transición, la propuesta sobre el referendum de la “independencia”, no nos sitúa ante una encrucijada de caminos, sino en el mismo camino y además con los mismos autores y con los sucesores de aquella farsa.
Sí, comparto la opinión de que existe un movimiento pseudoprogresista abonado a la subvención estatal, y que frente a los recortes, han decidido hacer lo que hasta ahora habían renunciado: movilizarse. Y este movimiento, debido a su naturaleza más parasitaria, no pretende cambiar más que su condición de proseguir enchufado a la subvención, y a ser posible, conseguir un estatus de poder superior, de manera que los fondos públicos no se les cierren inesperadamente.
En la propuesta de referéndum, se evita insistir sobre la AUTODETERMINACIÓN y se decanta por la INDEPENDENCIA. Este mismo hecho debiera llevarnos a sospechar de las intenciones de muchos de sus promotores, que ni tan siquiera se atreven a hacer crítica sobre esta circunstancia porque a ellos ya le va bien el cambio de escenario y su ascenso dentro de la estructura de poder.
La AUTODETERMINACIÓN de Catalunya es incuestionable para quien sustenta sus convicciones revolucionarias, pero estos politicuchos, conocen demasiado bien el oficio del “trilero”.
Si de lo que se trata, es de DECIDIR, lo primero que se me ocurre sería preguntar ¿decidir qué…? ¿Se trata sólo de decidir el cambio de escenario sin otra implicación?. De esos interrogante que son uno, me surgen otros: ¿Decidir para qué? ¿Para dar otra nueva oportunidad a los mismos en un escenario distinto? ¿Para limpiar la imagen de corrupción de gran parte de sus promotores? ¿Este proceso va a reclamar la reparación del saqueo del bien común, o por el contrario, tal y como pasó con la Constitución, “perdonará” los “crímenes” anteriores y neutralizará su reclamación?.
Pero con esos interrogantes elementales, no pretendo ocultar los que cuestionarían las estructuras actuales de decisión y gobierno. ¿Cuál será a partir de ese referéndum, y tras la proclamación de la “independencia” de Catalunya, el papel del pueblo catalán y su participación activa en la toma de decisiones? ¿Cómo repensar la reestructuración demográfica y cómo se plantea la defensa del territorio?, y con este interrogante, no me estoy refiriendo a un posible ataque bélico del exterior, sino a las agresiones interiores a los espacios naturales de la expansión industrial, turístico, inmobiliario y empresarial, así como de la especulación en todos sus ámbitos.
¿Y qué decir sobre los modelos de educación, sanidad, producción, energéticos, de relación, familiares, de comunicación, de poder, etc…? ¿Podremos decidir para transformar sus estructuras capitalistas y patriarcales?
Todos esos imprescindibles debates han sido negados y silenciados con una única prioridad, la de un supuesto “derecho a decidir”, que tal y como está planteado neutraliza toda posibilidad para decidir lo fundamental, posponiendo cualquier iniciativa, hasta la consecución de ese cambio de escenario.
Por último, acerca del dilema porqué se habla de Catalunya y no de Euskal Herria, creo que con lo explicado, cada cual puede extraer sus conclusiones. Euskal Herria no va a ser más o menos “independiente” que Catalunya, pues su dependencia quedará igualmente reflejada que la catalana. Y en línea del mismo dilema vasco, podríamos preguntarnos sobre el porqué del silencio del resto de comunidades que han sido igualmente sometidas por la fuerza al estado español.
Sinceramente, y me duele ser tan escéptico, no existe ningún proyecto de autodeterminación de los pueblos, y eso cuestiona la legitimidad y la coherencia de esta propuesta de referéndum.
Por tanto no se trata de "simplemente decidir". NEGAR Y NO QUERER abordar las cuestiones fundamentales que nos afectan cotidianamente como pueblo y comunidad, es sustentar el mismo PODER. |
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Re: Simplemente decidir
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per decidir jjaaaaa, |
31 jul 2014
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que vamos a decidir, si aqui aqui auien manda es el fmi, el bce, y todos los politicos son marionetas que mueven los hilos de estos poderes, mas bien se trataria de resistir, ya era algo que se sabia en la barcelona de los 90 del siglo pasado, okupa y resiste, pero vaya vinieron los snobs pijopatrioteros a descubrirnos la patria, mira tu por donde estamos ahora, que no ves la diada que viene, que riete tu de las olimpiadas de berlin de 1936, un pueblo, una nacion un estado, y yo con estos pelos, que le den a españa y que le den a catalunya de paso, hartos de tanta tv3, moreneta, mossos y barca, asi que muerte al estado y viva la anarkia |
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Re: Simplemente decidir
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per decidir jjaaaaa, |
31 jul 2014
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que vamos a decidir, si aqui aqui auien manda es el fmi, el bce, y todos los politicos son marionetas que mueven los hilos de estos poderes, mas bien se trataria de resistir, ya era algo que se sabia en la barcelona de los 90 del siglo pasado, okupa y resiste, pero vaya vinieron los snobs pijopatrioteros a descubrirnos la patria, mira tu por donde estamos ahora, que no ves la diada que viene, que riete tu de las olimpiadas de berlin de 1936, un pueblo, una nacion un estado, y yo con estos pelos, que le den a españa y que le den a catalunya de paso, hartos de tanta tv3, moreneta, mossos y barca, asi que muerte al estado y viva la anarkia |
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Re: Simplemente decidir
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per tòpics |
01 ago 2014
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Que ara ens vulguin encolomar el pujolet als indepes és simptomàtic de com funciona el nacionalisme banal espanyol que tant afecta alguns anarquistes. Catalunya és la botiga, la barretina, el barça i el jordi pujol. España és diversa, és un univers en sí, conté variables i aspectes fins i tot contradictoris, en canvi catalunya és plana i simple. L'abstracció de catalunya que els pensen els espanyolistes que fem els indepes, no arriba a la sola de la sabata del reduccionisme que aplica l'espanyolisme a estudiar el nostre cas.
Que el FMI i el BCE decideixen sobre nosaltres està claríssim, i ho fan a través dela UE. Junt amb la Comissió europea formen la troica i maneguen el nostre destí en matèria econòmica. La simple independència política ens seria útil, doncs, com s'ha repetit fins a la sacietat (i per això ciu busca una tercera via, encaixar en alguna mena de confederació espanyola), una catalunya independent quedaria temporalment fora de la ue i hauria de renegociar la seva entrada a aquesta. ARA PER ARA TENIM AQUESTA SORTIDA. I ja estem veient com en realitat molts de vosaltres sou anticapitalistes de boquilla, el què us agrada és protestar i dir que tot és una merda, però quan teniu una oportunitat de replantejar les aliances supraestatals del lloc on viviu US CAGUEU. Ara que us anava bé la distri, o l'estudi de tatuatge o la kafeta krusti de torn hem de córrer el risc de caure en le tercermundisme? Doncs d'això es tracta trencar amb el sistema, d'assumir riscos, i la independència és una oportunitat per desestabilitzar, replantejar, refundar i constituir de nou. Si l'esquerra està unida podrà aprofitar la cojuntura, i això està clar que no us interessa. Cada dia us veig més amargats, sobretot des que l'hermano Pablo us està treient el lumpen que escolta extremoduro i que somniaveu que algun dia cauria a les vostres mans. |
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Re: Simplemente decidir
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per Neng |
02 ago 2014
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Tòpics (o eslóganes?):
"Independencia per canviar-ho tot"
"Dret a decidir"
"Ara es l'hora"
"Fem via"
I el teu "Ara per ara tenim aquesta sortida", no muy original pero cumple su función cohercitiva. Los mismos responsables del expolio a las clases populares te "ofrecen" una salida como única: la suya.
Tu salida consiste en el apoyo a la clase burguesa en su intento de asegurarse las estructuras de poder actuales y de conseguir ampliarlas con las nuevas que surjan del proceso soberanista. El proceso soberanista se resume en una lucha de intereses entre las distintas derechas: centrales y regionales. Tomar partido es fortalecer intereses que no son propios, es desgastarse en objetivos difusos, no definidos porque los que plantean el conflicto así lo quieren. Ni la ANC, ni Ómnium reconocen las diferencias de clase dentro de la gran nación catalana, es algo "natural", cotidiano e irrelevante al conjunto del proceso soberanista ("això ara no toca"). El futuro prometedor que venden se puede ver como el "beneficio del consumidor", aquello que esperas (ESPERAS, de esperar) conseguir al consumir determinado producto. Pura estrategia de marketing. Al no lograrlo continuas consumiendo hasta niveles enfermizos.... así funciona el mercado, lo importante es que no pares, lo difícil es obtener la satisfacción personal que deseabas.
La libertad pueden vendértela con un coche, unas zapatillas o una bandera, cambiará el producto pero la estrategia es la misma: venderte unos valores que desearías tener y que crees que los puedes obtener mediante el consumo.
El nacionalismo es la marca del siglo XXI |
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Re: Simplemente decidir
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per ja |
03 ago 2014
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el nacional catolicismo 8español es la peste iberica |
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Re: Simplemente CONSUMIR
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per Neng |
03 ago 2014
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Ni la Coca-Cola ni la Pepsi te van a quitar la sed. Escoger entre una de las dos, no es libertad de elección, es claudicar ante la estrategia comercial. La "respuesta favorable" del consumidor a la comunicación empresarial de la marca no es más que la sustitución de la propia identidad por la del producto, convirtiéndose así el propio consumidor en la marca. |
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