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Anàlisi :: guerra
Israel va emprar Urani Empobrit a Gaza (Part 2)
28 jul 2014
Segona part traducció del francès informe acdn sobre utilització Urani Empobrit de part Israel a la Franja de Gaza
(Segona part)

6. La lección iraquí: el ataque a Forward Base Falcon
( 6. La leçon irakienne : l’attaque de Forward Base Falcon )
Puesto en línea el 27 de mayo del 2009
Dictadura de Saddam Hussein, guerra Irak-Irán de 1980 a 1988, genocidio químico de Halabja, guerra del Golfo de 1991, contaminación al uranio, bloqueo económico después de 1991, ataque en 2003 a cargo de la coalición orquestada por George W. Bush, ocupación extranjera y terrorismo: Irak es la tierra de todas las calamidades. Una de ellas parece, sin embargo, haber escapado a la atención general.
En efecto, a finales del 2006, intentamos en vano atraer la atención de los periodistas, de la opinión occidental (puesto que los países árabes gozaron de una mejor información), de la ONU y de la A.I.E.A., sobre un acontecimiento de una gravedad excepcional acaecido en Bagdad, acontecimiento que hubiese tenido que ser, en buena lógica, portada de la actualidad mundial provocando conmoción, hasta el punto de acortar, tal vez, la guerra de Irak que, continúa a día de hoy.
Acontecimiento «inaudito» en el doble sentido de la palabra: «sin parangón por su carácter extraordinario» y «que ha pasado desapercibido –ignorado, desconocido».
En el atardecer del 10 de octubre del 2006, la mayor base americana de Irak, la “Base avanzada del Halcón” (“Forward Base Falcon”), situada en las afueras al sur de Bagdad, prevista para albergar por lo menos a 3000 soldados y que se extiende a lo largo de 3 km, padeció un lanzamiento perfectamente dirigido a cargo de la resistencia iraquí. La AFP comentaba:
« Un depósito de municiones en una base americana de Bagdad fue destruido el martes por un ataque de mortero que provocó un enorme incendio y muy fuertes explosiones. (…) El personal civil y militar pudo ser evacuado de la base Falcon. El incendio provocó en la noche del martes al miércoles una sucesión de fuertes explosiones que sacudieron Bagdad sembrando el pánico en la capital iraquí. Responsables iraquíes aparecieron en la televisión para llamar a la calma y atajar la propagación de rumores sobre un ataque a Bagdad. “Al principio pensamos que se trataba de las explosiones habituales. Pensábamos que los americanos disparaban contra algo. Pero salí de casa y vi el incendio en la base”, declaró Abou Sajad, que vive cerca del campamento Falcon. “Las explosiones cada vez eran más fuertes, mis cristales volaron en añicos y los fragmentos de obuses volaban por todas partes”, añadió.»
El acontecimiento es enorme: cierto o falso, según varios testigos, habría provocado cinco rotaciones de aviones sanitarios militares marcados con una cruz roja, provocado más de 300 heridos hospitalizados, cuya lista nominal incluso fue comunicada, provocado más de mil millones de dólares en destrozos según un oficial iraquí que acudió sobre el terreno a la mañana siguiente… El ejército americano alcanzó a sofocar el asunto: a su entender sólo había un centenar de personas presentes en el lugar de los hechos, no hubo ningún herido, los potenciales del ejército no se habrían visto afectados. Sin embargo, después del acontecimiento ya nada será como antes. Por primera vez el presidente Bush reconocerá que Irak está tomando el camino del Vietnam; un general estima que los Estados Unidos están perdiendo la batalla de Bagdad; sobre el terreno, los atentados redoblan en intensidad; en noviembre, los Republicanos pierden las elecciones del « mid-term »; Georges Bush deberá enviar refuerzos a Irak…
Pero en Francia nadie está al corriente. El 11 de octubre, a las 2 de la madrugada, la cadena de televisión France 2 consagrará 13 segundos al tema en su «Diario de la noche», retomando las imágenes de AlJazeera. Pero durante el día del 11, ya no se hablará más del asunto. Ni una palabra ni en France 2 ni en los demás canales de televisión. Nada más en los medias. Nada en la prensa escrita, salvo en la página 6 de Le Monde en un escueto apunte y bajo un título que habla de otra cosa, tres líneas engañosas que dan a entender que se desconoce el origen del incendio. En todas partes se habla solamente de una única explosión: el ensayo nuclear norcoreano que, “afortunada” coincidencia, tuvo lugar dos días antes, el 9 de octubre, y alrededor del cual las agencias americanas mantienen el suspense. Tal vez la explosión no era nuclear, si bien… Tal vez hubo una segunda explosión, en la noche del 10 al 11 justamente… aunque finalmente…
Veamos. Las explosiones de Bagdad fueron tan espectaculares y presentaron tales características que, tras haber tomado conocimiento de los despachos detallados de las dos únicas agencias de prensa occidentales que se refirieron a las mismas (BBC y AFP), visionados varias veces los dos vídeos difundidos en Internet –uno filmado con zoom por la cadena catarí AlJazeera, el otro tomado también con zoom pero desde el interior del campus, por un marine americano-, tras haber descifrado la banda sonora de este vídeo, visionado todo lo que se puede encontrar en Internet como explosiones filmadas, interrogatorios a “expertos”, leído los testimonios iraquíes en el NET, repasado las vistas por satélite de GoogleEarth, examinada la totalidad a la luz de cuanto conocemos sobre las armas atómicas…, la cuestión planteada en YouTube por el vídeo de los marines nos parece lo más relevante: ¿algunas explosiones podrían proceder de armas nucleares tácticas (“tactical nukes”)? (1)
Para evocar la catástrofe radiactiva que sospechamos que de toda evidencia se produjo, entonces decimos, «seguro que había municiones al Uranio “Empobrecido”, puesto que la infantería, la caballería, la artillería y la aviación americanas disponen de ellas» empleando la forma hipotética e interrogativa. Estas precauciones de uso no hacen más que confortar la indiferencia o el menosprecio de quienes saben, antes mismo de haberse informado, o que rechazan lo insólito so pretexto que se sale de lo ordinario. Los periodistas franceses no manifiestan la más mínima curiosidad. Sólo uno ha reaccionado: sin haber siquiera mirado los vídeos, ha pedido, indignado… que no quiere recibir más nuestros correos. Pertenece a un periódico que dice ser de “investigación”.
Nuestros amigos «abolicionistas», por su parte, objetan:
• que los americanos no pueden ser tan imprudentes como para almacenar armas nucleares al alcance de la resistencia iraquí. Cuando lo han sido, sin embargo, a la hora de permitirle destruir el mayor stock de municiones de todo Irak en un simple lanzamiento de cohetes o de obús de mortero.
• que no tenían motivo alguno para traerlas a Bagdad. Lo cual equivale a olvidar que en el 2006 un ataque contra las instalaciones nucleares de Irán estaba a la orden del día y que sus preparativos estaban muy avanzados.
• que las armas nucleares son armas completamente aparte. Se olvida que la «Nuclear Posture Rewiew» de la administración Bush ha hecho de ellas ,desde el 2002, unas armas de batalla como las demás, y que una circular a los comandantes de campo concretaba esta nueva orientación confiándoles la decisión del uso de las armas nucleares tácticas.(2)
• que una única bomba nuclear explotando sobre Bagdad habría «evidentemente» destruido la ciudad. Con ello se ignora que ha existido en el arsenal americano la gama completa de armas nucleares, incluidas, desde los años 60 del Siglo pasado, «mininukes», cabezas nucleares de potencia reducida, equivalente a varias centenas, incluso decenas de toneladas de TNT: la más pequeña de ellas, nombrada «Davy Crockett» cuya cabeza nuclear MK54 equivalía a 10 toneladas de TNT solamente, era transportable con su tubo de lanzamiento por los soldados de infantería.
Otro ejemplo: el obús de artillería W-48. Con un diámetro de 155 mm, una longitud de 33,3 pulgadas, un peso oscilante de 118 a 128 libras, su potencia equivale a 72 toneladas de TNT. Explota según un mecanismo retardado, o al impacto, o por el efecto de una explosión de proximidad (proximity airbust) Más de mil ejemplares fueron fabricados, todos retirados del servicio en 1992 pero jamás destruidos pese a todo. Desde luego, no se puede descartar que este tipo de armamento no haya retomado el servicio dentro del marco de la nueva estrategia Bush-Cheney. En tal caso, el comunicado de la US Army señalando que en Forward Base Falcon, explotaron municiones y obuses, sólo se habría olvidado de precisar que algunos de esos obuses eran obuses nucleares. Tampoco se puede excluir que hayan sido almacenadas bombas en FBF en aras a su uso a cargo de la US Air Force. Pues en el 2006, unas 600 bombas nucleares táctica B61 (o MK61) están en servicio. Su potencia puede variar entre 300 toneladas de equivalente TNT a 150 toneladas. En total los Estados Unidos han producido unos veinte modelos distintos de explosivos atómicos cuya potencia es netamente inferior al kilotón.
No hay por consiguiente nada de absurdo a que armas nucleares tácticas americanas de potencia limitada hayan podido estar ubicadas en el mal momento y en el mal lugar. Pero las objeciones apuntan a exorcizar lo impensable: que bombas atómicas americanas hayan podido explotar nuevamente encima de una ciudad en guerra, como en Hiroshima y en Nagasaki. Ya que, suponiendo que este sea el caso, incluso si los americanos no deseaban su explosión, siguen siendo responsables de la misma: son ellos quienes las han traído al escenario de la guerra, con la intención de utilizarlas si fuese necesario. ¡Impensable! Por consiguiente, inútil de pensar en ello.
Se nos objetan muchas cosas, pero no se quieren observar los hechos: una serie de explosiones (por lo menos 8 en el vídeo de menos de 9 minutos) cuya potencia, el flash luminoso (que ciega el vídeo de AlJazeera) la forma (bola de fuego, «champignon»), el efecto incendiario y el efecto soplo (a 1,5 km del lugar, el marine que filma desde el interior de un búnker –como nos enseña el sonido de la banda- pierde el equilibrio y está a punto de ser arrastrado por la primera gran explosión) son sorprendentes. Pero únicamente el efecto radioactivo podría dar testimonio de la presencia de materiales escindibles (U235, Plutonium) de naturaleza militar –o la de uranio empobrecido.
Una investigación oficial se impone a nuestro entender. La solicitamos el 27 de diciembre del 2006 mediante el envío simultáneo de una carta al director de la AIEA, Mohammed ElBaradej y a los dos secretarios generales de la ONU (el anterior, Kofi Annan y el nuevo, Ban Ki-moon). Será rápidamente descartada: Pasado el día de año nuevo, antes mismo de haber recibido nuestra carta certificada, el secretario general adjunto de la ONU en materia de cuestiones de desarme, reaccionando a nuestro fax y correo, nos informa que la ONU lo ignora todo sobre este evento –pero sin decir nada acerca de una eventual investigación. Dos meses más tarde, un funcionario de la AIEA nos informa que el tema en cuestión no entra en sus misiones. Pero es la agencia de la ONU, sin embargo, la encargada de ocuparse de los asuntos de «energía atómica», jugando al perro guardián contra su uso militar… de inspecciona a Irak… por lo menos cuando se hallaba en manos de Saddam Hussein. A guisa de burla se nos sugiere que nos orientemos hacia las autoridades de Bagdad. La cuales, dependiendo totalmente en aquella época, por su propia supervivencia, de su «aliado» americano, se lo pensarían dos veces antes de plantear una cuestión tan descortés hacia el mismo.
Decidimos proseguir con la investigación por nuestros propios medios, incluso si son ínfimos. Una cadena solidaria de la cual la mayoría de los eslabones permanecerán siendo desconocidos para nosotros se pone en marcha para hacer salir de Irak un filtro de aire usado, de coche, recogido en Bagdad, para que nos sea entregado. Serán necesarios varios meses para que, por fin, llegue en octubre del 2007, a un laboratorio francés independiente capacitado para inspeccionar en espectrometría Gamma: la CRIIRAD. Será detectada la presencia de radionúclidos naturales: Plomo 210 (cadena del Uranium 238) procedente de la desintegración del Radón 222; Plomo 212 (cadena del Thorium 232) procedente de la desintegración del Thoron; pero también la de un radionúclido artificial: el Cesio 137. Este último, sin embargo, podría proceder de orígenes diversos: recaídas de Chernóbil, recaídas de ensayos nucleares atmosféricos posteriores a 1945… Habría dónde escoger.
La CRIIRAD no detectó uranio, lo cual no significa que no lo hubiera. No pudiendo ir más lejos en el análisis, confió, con nuestro consentimiento, una parte de la muestra a un laboratorio mejor equipado: SUBATECH, el Laboratorio de Física subatómica y de técnicas asociada de la Escuela de Minas de Nantes, el cual procederá a tientas, a un análisis con espectrometría alfa. Ninguna presencia detectable de plutonio. Pero esta vez, restos de Uranio 234, 235 y 228 serán localizados. Sin embargo, estos resultados no serán considerados concluyentes por Bruno Chareyron, el ingeniero de la CRIIRAD. Pueden ser debidos a la radiactividad del uranio natural. Sería menester retomar los análisis a costes nuevos, nos dijo, concebir un plan para un muestrario más extenso… Eso está fuera del alcance de ACDN: ninguno de nosotros dispone del tiempo ni de los medios para ir a Irak. Sólo el último análisis nos ha costado 500 €, absorbiendo la mitad de nuestras finanzas. Cifra a comparar con los contratos más modestos pasados por Boeing y la US Air Force para desarrollar la SDB1: 18, 5 millones de dólares, 80 millones de dólares… O bien a los gastos previstos para el conjunto del programa SDB: 4,27 mil millones de dólares, según una estimación del 2005. Los fabricantes de armas y sus adversarios no juegan en la misma división.
En enero del 2008, ya han transcurrido dieciséis meses desde el acontecimiento. Este asunto jamás ha existido para las opiniones occidentales ni tan siquiera para los «especialistas del desarme nuclear».
Bruno Chareynon sugiere que sean entrevistados testigos oculares, antiguos militares. Eso ya se ha hecho vía Internet. En el transcurso de nuestra investigación, efectivamente, militares americanos de regreso de « Forward Base Falcon » nos hicieron llegar a través de un amigo fiable un testimonio sucinto –no irán más lejos: tienen miedo- pero categórico: había, allí, almacenadas, armas al Uranio Empobrecido. Explotaron. Sin lugar a dudas, es lo que permite explicar las antorchas incendiadas deflagrando en los vídeos de ciertas explosiones. Explica, sobre todo, la diligencia con la que, allí donde el incendio se propagó con fuerza, el terreno fue totalmente despejado y la tierra rastrillada. Desde entonces, una parte del campamento, decapada hasta el substrato, permanece definitivamente desocupada. Hoy en día, el subsuelo pelado al norte del campamento de « Forward Base Falcon » sigue marcando con una mancha blanca la visión que GoogleEarth da de Bagdad.
Como si se tratara de una tierra maldita. ¿Sería la suerte que aguarda a algunas partes de la Franja de Gaza, ya tan privada de espacio?
A menos que algunos periodistas algo más curiosos que los demás se interesen por el expediente o que la US Army no lo desclasifique tal vez nunca se sepa qué tipo de armas almacenadas en la “base avanzada del Halcón” explotaron en Bagdad durante la noche del 10 al 11 de octubre del 2006. Por lo menos sabemos, gracias a los testimonios oficiosos que obran en nuestro poder, que contenían uranio empobrecido, que ha venido a sumarse al de los bombardeos de 1991 y 2993.
Los habitantes de Bagdad continuarán inhalando cada día un poco más de polvos radiactivos, en el silencio y la indiferencia generales a pesar de las inquietudes formuladas por una mujer, la Sra. Mishat Al Moumin, que había inaugurado el cargo de Ministro del Medio Ambiente.
27 de mayo del 2009
Action des Citoyens pour le Désarmement Nucléaire (ACDN)
7. Retorno a Gaza
Volvamos a la Franja de Gaza, enero del 2009. Como los Iraquíes, también los habitantes de Gaza padecen un bloqueo inhumano, y ahora una ofensiva aérea y terrestre. ¿Padecerán también la contaminación por uranio? Basándonos en la experiencia, esta vez hemos tomado la decisión de proceder de otro modo. Afirmaremos cuanto nos parece más que probable como si estuviéramos seguros de ello. Esto debería conmover a sectores de la opinión pública, incluso a algunos periodistas curiosos, lo cual podría conducir a ciertos responsables políticos a exigir una investigación oficial. Es más o menos lo que acabará ocurriendo...
El 4 de enero del 2009, publicamos un artículo titulado:
• Paralelamente a la ofensiva terrestre
• En Gaza, comenzó el genocidio al Uranio Empobrecido
( A Gaza, le génocide à l’Uranium Appauvri a commencé )
• con las bombas " GBU-39 " proporcionadas por los Estados Unidos
Será traducido y publicado en inglés el 6 de enero:
• It runs parallel with the ground ofensive
• In Gaza, Genocide by Depleted Uranium has begun
• using " GBU-39 " bombs provided by the USÓ
El artículo concluye: «Un verdadero crimen contra la humanidad se está pues ejecutando ante nuestros ojos. » Apela al presidente de la República Francesa, esperado en Egipto para el día siguiente, a que todo sea puesto en obra para hacer cesar este crimen, pero también a dar el ejemplo con la prohibición, en el ejército francés, de los armamentos que contengan uranio empobrecido y haciendo que sea prohibida su venta: "Francia debe hacer cesar este crimen contra la humanidad... Francia debe, finalmente, trabajar para la prohibición universal del armamento con Uranio Empobrecido."
Lo enviamos a numerosos órganos de prensa y a los medios de comunicación franceses, se lo comunicamos al ICBUW (Internacional Coalición to Bando Uranio Weapons) del que ACDN forma parte, lo difundimos ampliamente en el seno de la comunidad «abolicionista», «antinuclear» y «pacifista». A falta de interesar a los periodistas franceses - que no dirán esta boca es mía durante toda la operación «Plomo endurecido» y hasta el presente - el artículo será difundido en numerosos medios francófonos y anglófonos, contribuyendo así a alertar a una parte de la opinión pública, sobre todo, (¿puede ello sorprender a alguien?), entre los que son favorables a la causa palestina.
Por la mañana siguiente, el 5 de enero, se publica una nueva entrevista al Dr Mads Gilbert para PressTV, la agencia iraní, de la que nos enteramos en seguida.
El periodista le pregunta: « ¿Qué puede decirnos acerca de lo que encontró concerniente al uranio?» Él responde: «No puedo decirle gran cosa a propósito de lo que encontramos. Pero puedo decirle esto: la prueba existe de que los Israelíes utilizan un nuevo tipo de arma con un explosivo muy potente llamado DIME que utiliza una aleación de tungsteno. Estas armas tienen un enorme poder explosivo.»
¿Cabría pensar que el Dr. Gilbert lo ignoraría todo del uranio? Nos inclinamos por otra explicación: simplemente, no dispone de los análisis - ¿cómo hubiese podido en tales circunstancias? - que podrían aportar la prueba indiscutible de que la radioactividad a la que se refería desde el 31 de diciembre era debida a la presencia de partículas de uranio. Mientras tanto opta por no decir nada de eso y por atraer la atención sobre otro tipo de armamento no convencional del cual intenta subsanar sus estragos, el explosivo apenas conocido llamado DIME.
El 6 de enero, el ICBUW, para nuestra gran sorpresa, publica sin aviso previo un comunicado que desmiente a nuestro artículo y descalifica al Dr Gilbert. Es verdad que sus competencias en tanto que cirujano humanitario, familiarizado con los escenarios de guerra, no garantizan su omnisciencia. Será razón suficiente para poner en boca suya la afirmación de que «el tungsteno es radiactivo», cuando lo que él dijo exactamente es: «A largo plazo, estas armas tendrán un efecto cancerígeno sobre los supervivientes. Desarrollarán un cáncer, pensamos nosotros. Han habido muy pocas investigaciones sobre esta cuestión, pero algunas, llevadas a cabo entre otros en los Estados Unidos, desvelaron su tendencia elevada hacia provocar el cáncer.» ¡Decir del tungsteno, por consiguiente de DIME, que son cancerígenos, no es, sin embargo, lo mismo que decir que son radiactivos! ¿Se ha oído acaso decir nunca que el amianto era radiactivo ya que era cancerígeno?
Sea como fuere, nos pusimos en contacto con el coordinador del ICBUW. Los intercambios que tuvimos nos convencen de que sus motivos para dudar de la presencia de UE en la GBU-39 están muy lejos de hacernos cambiar de opinión. Pero la autoridad del ICBUW se impone en las demás organizaciones y siembra la duda sobre la seriedad de nuestra acusación – para el gran regocijo del lobby del UE (¡"hasta nuestros adversarios no se lo creen!"), al que le importa un rábano la suerte de los habitantes de Gaza.
8. El contexto global
En su informe sobre el Uranio Empobrecido en Iraq, Jean-François Fechino describió la situación como sigue:
« Los problemas del uranio empobrecido son a la vez competencia de los científicos (escalafón de la investigación nuclear) y de los militares.
« Los científicos son unos físicos y unos químicos habiendo adquirido, por lo general, una extensa práctica profesional así como una gran notoriedad. Para una gran mayoría de las poblaciones, son Hombres de Ciencia, que accedieron al Conocimiento. De este modo son considerados como responsables que no pueden mentir, tanto más cuanto que se apoyan en análisis a priori objetivos y avalados por expertos vinculados a agencias internacionales. Luego, ¿qué dicen los científicos? El uranio empobrecido no es verdaderamente un peligro ni para el medio ambiente ni para el Hombre, salvo muy raras excepciones en algunos aspectos de contaminación. Para el conjunto (o casi) de esta comunidad científica, el uranio empobrecido es del orden de un "40 % menos contaminante que el uranio natural".
« Los militares (utilizadores pero también investigadores del sector del armamento), basan sus conocimientos en los informes de investigaciones de los científicos (citados más arriba), Haciendo suyas sus afirmaciones. Mejor aún, en las diferentes fases de puesta en marcha de estos armamentos, ninguna precaución específica será utilizada (ni máscara de protección, ni combinación especial, ni descontaminación por duchas…) menos todavía durante las batallas que posteriormente a aquéllas. Los hombres, en efecto, manipulan sin precaución todas las cargas (obús de artillería, enganche de misiles a las alas de los aviones, transbordo de penetradores en los polvorines de los tanques, carga de las cintas de ametralladoras a bordo de los aviones), como si manipularan cargas clásicas.
« Estas actitudes, estos ademanes, reflejados por los medios de comunicación social, no podían por menos que venir a reforzar el sentimiento de seguridad de las poblaciones civiles y de sus responsables ante la opinión pública en general y poblaciones locales en particular. Un sentimiento tanto más profundamente arraigado en el espíritu del gran público en la medida en que los científicos tienen un discurso claramente tranquilizador cuando estos problemas son abordados.
«Además, los mismos medios de comunicación social están allí para “añadir cuanto sea necesario". Cuando vemos a los enviados especiales postrados ante un montón de escombros que desprenden todavía humo después de un bombardeo, sin protección, ¿cómo se puede alcanzar a advertir a las poblaciones civiles de los peligros que corren? Peligros que son invisibles, inodoros, sin sabor... A lo que cabe añadir que los resultados de estos peligros no son siempre visibles inmediatamente y que no ponen de manifiesto consecuencias físicas directas... Las contaminaciones procedentes del uranio empobrecido no son tan espectaculares como las bombas de napalm (la fotografía de una joven adolescente Vietnamita, andando desnuda, con la piel hecha trizas como consecuencia de un bombardeo americano con napalm fue una de las imágenes estelares que despertaron las conciencias mundiales y aceleraron el proceso de paz en Vietnam).
« Para el uranio empobrecido, no existe foto estelar alguna... Tanto más cuanto que estamos de lleno bajo el concepto de la "guerra limpia", mediatizada y orquestada con mano de hierro por los servicios de las relaciones públicas de los ejércitos americanos... Resulta pues fácil imaginar las dificultades que puede encontrar un ciudadano de a pié a la hora de contrarrestar y poner en tela de juicio las palabras de expertos, de científicos o de oficiales generales, por hacer solamente mención de estos primeros niveles jerárquicos. Qué puede representar el peso de una palabra aislada discurso aislado cuando, oficialmente, los expertos en cuestión afirman perentoriamente la casi inocuidad de dichos armamentos…».
9. Los efectos del Uranio Empobrecido
En agosto de 1996, la subcomisión de los Derechos humanos de las Naciones Unidas clasificaba las armas de uranio empobrecido entre las armas consideradas como generadoras de «efectos traumáticos excesivos», golpeando «indiscriminadamente a las poblaciones civiles» y causando «daños graves y duraderos al medio ambiente» según la Convención sobre Ciertas Armas Clásicas (CCAC), también llamada Convención sobre las armas inhumanas, adoptada en Ginebra por las Naciones Unidas el 10 de octubre de 1980 y entrada en vigor el 2 de diciembre de 1983. De igual modo que las armas de fragmentación, incendiarias, deslumbradoras, o las minas antipersona...
Sin embargo, a falta de un «protocolo específico adicional» en el seno de la CCAC, la resolución Nº 96-16 no tuvo ningún efecto concreto. Además, este tipo de armamento no entra en ningún protocolo internacional de declaración, de limitación o de prohibición de las armas nucleares estratégicas porque, aunque se trate de uranio, el hecho de que sea empobrecido en U-235, metal tipo de las armas nucleares, le permite escapar a los controles. De este modo, el único efecto concreto de esta clasificación de 1996, es que el uranio empobrecido desapareció del vocabulario militar, de los catálogos y de las reseñas de los fabricantes - pero no así de entre las armas fabricadas ni las armas en proceso de desarrollo. Y cuando un formulario aduanero se muestra demasiado indiscreto, los exportadores declaran gustosos el tungsteno en lugar del uranio.
Aunque su papel sea minimizado sistemáticamente, el UE es citado y ocupa un destacado lugar entre las causas posibles y acumulativas, del «síndrome de la guerra del Golfo», acumulando diversos síntomas y enfermedades. Este síndrome será oficialmente reconocido en lo sucesivo, en los Estados Unidos, como una realidad indiscutible. En efecto, el «Comité consultivo de investigación sobre las enfermedades de los veteranos de la guerra del Golfo» hizo entrega al Senado de los Estados Unidos y publicó en noviembre del 2008 en los medios de prensa del gobierno americano su informe final titulado «La enfermedad de la guerra del Golfo y la salud de los veteranos de la guerra del Golfo (Coordenadas científicas y recomendaciones)» El Comité, actuando bajo la responsabilidad del secretario a los Ex Combatientes (Secretary of Veterans Affairs) comprendía una quincena de especialistas, en su mayoría médicos. Su informe se extiende sobre 465 páginas. Reconoce que, sobre unos 700 000 militares americanos desplegados en el Sudoeste asiático en 1990-1991 durante las operaciones «Escudo del desierto» (Desert Shield) y «Tormenta del Desierto» (Desert Shield) conocidas bajo el nombre de «Guerra del Golfo» y de la ocupación que siguió, entre 185 000 y 210 000 cayeron enfermos. No indica el número de las defunciones a consecuencia de estas enfermedades o a otras como el cáncer, que golpearon, en su mayoría, a hombres o mujeres jóvenes. Un estudio publicado en febrero de 2008 por la secretaría de AC no halló diferencias de mortalidad significativas en los mismos. Pero el estudio al cual se refería había sido interrumpido en 1997. Hoy, según el Mayor Doug Rokke, más de 70 000 antiguos combatientes del Golfo murieron.
“Han transcurrido más de 17 años desde que los Estados Unidos y sus aliados liberaron a Kuwait de las tropas de Saddam Hussein durante la guerra del Golfo de 1990-1991. A pesar de la victoria rápida y decisiva de la operación «Tormenta del desierto», de los cerca de 700 000 militares americanos que habían servido durante la guerra, por lo menos una cuarta parte se vieron afectados, desde su repatriación, por una serie problemas de salud serios y persistentes. Los cuadros patológicos combinan típicamente dolores crónicos de cabeza, dificultades cognoscitivas, dolores múltiples, un cansancio inexplicado, diarreas crónicas, erupciones cutáneas, problemas respiratorios y otras anomalías. Este conjunto de síntomas, hoy conocido bajo el nombre de "síndrome del Golfo", no encaja con las explicaciones médicas habituales y los diagnósticos psiquiátricos persistentes, entre numerosos veteranos, desde hace 17 años. Los síntomas específicos pueden variar de un individuo a otro, pero un cuadro patológico de una constancia significativa ha podido ser extraído de los centenares de informes o de estudios de casos referentes a distintas poblaciones de veteranos de la guerra del Golfo, procedentes de distintas regiones de los Estados Unidos y de países aliados. ”(Op. cit., página 3, traducida y subrayada por nosotros.)
¡Más de uno de cada cuatro soldados americanos que enfermaron después del conflicto - y según otras fuentes también creíbles, cerca de uno de cada dos! ¡Millares de fallecidos a consecuencia de sus enfermedades! Esta hecatombe post-conflicto constituye un fenómeno único en la historia militar mundial.
En cuanto al papel del Uranio empobrecido, he aquí lo que dice el Informe (página 224):
« Uranio empobrecido - Una leve exposición al polvo del uranio empobrecido producida por el uso de municiones portadoras fue, pensamos, un caso ampliamente generalizado durante la Guerra del Golfo, mientras que las tropas más avanzadas padecieron la exposición más importante. Estudios recientes efectuados sobre animales pusieron en evidencia los efectos agudos de formas solubles de uranio empobrecido sobre el cerebro y el comportamiento, pero los efectos persistentes resultantes de exposiciones de corta duración y de nivel débil, del tipo de las padecidas por la mayoría de los veteranos de la guerra del Golfo, apenas han sido estudiadas. Existe poca información, procedente de la guerra del Golfo o de otros estudios de casos humanos, concerniendo a los síntomas crónicos derivados de la exposición al uranio, empobrecido o no. La exposición al uranio empobrecido en los conflictos posteriores a la guerra del Golfo, incluso durante los conflictos actuales en el Oriente Medio, no ha sido asociada en gran escala con cuadros de síntomas múltiples, lo cual sugiere que la exposición al uranio empobrecido no es probablemente la primera causa del síndrome de la guerra del Golfo. Continuamos no obstante interrogándonos sobre los efectos a largo plazo de las exposiciones al uranio empobrecido en mayores dosis, en particular en lo que atañe a otros aspectos de la salud.»
En suma, partiendo de este Informe, no se alcanza a saber prácticamente nada acerca del vínculo causal entre el uranio empobrecido y el síndrome del Golfo, dado que, por así decirlo, no ha sido prácticamente estudiado, pero sí que podemos decir a priori que no es su primera causa, aunque puede que un día se descubra que, a pesar de todo, éste sería el caso... Estas contorsiones intelectuales no alcanzan a enmascarar la embarazosa situación de la comisión oficial de investigación ante las conclusiones a las que ya llegaron numerosos investigadores independientes.
Por ejemplo Dan Bishop, doctor en química y presidente de la International Depleted Uranium Study Team (Colorado, USA), manifiesta que “estudios efectuados a varios veteranos de la guerra del Golfo mostraron que cada uno de ellos había absorbido una dosis inicial equivalente a 0,34 g de Uranio empobrecido, que permanecerá permanentemente en los tejidos de los pulmones. Esto corresponde a 4,3 millones de partículas de 2,5 micrones de diámetro. La actividad alfa para 0,34 gramos de UE es de 5,2 Becquerel (5,2 desintegraciones alfa por segundo, 160 millones de desintegraciones alfa al año), desembocando en una actividad total (alfa, beta y gamma) equivalente a 26 desintegraciones por segundo, u 800 millones de sucesos radiactivos al año.” Conocemos, obviamente, sin la menor duda posible las consecuencias sobre la salud de estos millones de «sucesos»: no pudiendo ser todos «subsanados», los daños causados a las células, los cortes cromosómicos, las alteraciones del ADN - todo esto debidamente comprobado en laboratorio, entre otros por los «recientes estudios efectuados sobre animales» a los que se refiere el Informe oficial citado más arriba - tienen por resultado la activación de síntomas de enfermedades (cánceres, leucemias, linfomas, diabetes, esterilidad, malformaciones fetales) que devienen irreversibles.
Sea dicho de paso que la población iraquí también paga las consecuencias del UE vertido en Iraq. Así, según el Dr Jawad Al-Ali, del Centro oncológico de Basora, los cánceres mortales en la región de Basora pasaron de unos 25 en 1988 a más de 600 en 1998. Las malformaciones de recién nacidos se multiplicaron y tomaron formas monstruosas.
Y en Gaza, ¿qué sucederá? En Gaza, la masacre continúa a pesar de la resolución 1860 del Consejo de seguridad de la ONU que exige el 9 de enero del 2009 un alto el fuego inmediato. Fortalecidos en nuestras conclusiones por las informaciones recibidas, a través de Jean-François Fechino, de una fuente a la que él considera fiable, ubicada en el aparato militar-industrial americano, publicamos el 14 de enero un segundo artículo que reproduce los datos conocidos hasta entonces por nosotros:
• Genocidio al Uranio Empobrecido en Gaza: el expediente
Esta publicación suscitará reacciones agudas.

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