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Notícies :: antifeixisme
Sin reacción en los juzgados ante denuncias policiales falsas
21 jul 2014
Archivan los casos de atestados falsos en las movilizaciones.
El pasado 4 de febrero, la Audiencia Provincial de Barcelona condenó a dos años de cárcel y al pago de una multa de 1.500 euros a dos agentes de los Mossos d’Esquadra. Su delito: falsificar un atestado policial, en abril de 2010, que provocó que los servicios sociales le quitaran a una mujer la custodia de su hija, de dos meses de edad, durante ocho meses. No es una condena habitual.

El atestado policial ha ido subiendo peldaños hasta convertirse en una prueba válida para los tribunales
El atestado policial tiene, según la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LEcrm), la categoría de una simple denuncia, pero, en la práctica, derivada de la jurisprudencia del Tribunal Constitucional desde 1981, ha subido peldaños hasta ser valorado por los jueces como una prueba válida por encima de la presunción de inocencia, siempre que el agente de policía ratifique en el juicio la información detallada en el atestado.

“La cuestión fundamental es que el atestado no es una prueba, es sólo una denuncia. Su valor es muy parecido al de la denuncia de un particular”, explica Jesús Villegas, magistrado y secretario general de la Plataforma Cívica por la Independencia Judicial, quien puntualiza que algunos datos objetivos, como fechas, horas y lugares, “sí pueden llegar a ser una prueba tras pasar el examen crítico del juez y de la defensa”. Por su parte, el testimonio de un policía ante un juez “sí es verdad que tiene una presunción de veracidad, lo que es un error”, señala.
Un delito con pena de cárcel

Mientras la práctica judicial ha revalorizado la información prestada por la policía, las condenas a agentes por presentar atestados falsos son poco frecuentes. El Código Penal recoge en su artículo 390 la falsedad de documentos oficiales por parte de funcionarios públicos como un delito con una pena de tres a seis años de cárcel e inhabilitación de dos a seis años, mientras contempla la presentación de denuncias falsas, también atribuible a los atestados policiales falsos, con un castigo de seis meses a dos años de prisión, cuando se acuse de un delito grave, y con multas de 12 a 24 meses y de tres a seis meses cuando la denuncia acuse falsamente de delitos menos graves o faltas.

El objetivo de conseguir que se castigue al policía que testifica en falso aún sigue pendiente

“A veces te encuentras atestados imprecisos o erróneos, y ahí no se comete ninguna ilegalidad. Es distinto cuando el atestado se hubiera hecho mal a sabiendas, cuando se haya mentido o falseado”, explica Villegas, quien opina que este último caso “ocurre poco”. Los procesos judiciales llevados contra activistas y participantes en movilizaciones sociales se muestran menos benevolentes con la actitud policial. “El primer detenido de la Acampada Sol, el 17 de mayo, fue acusado de dar patadas y puñetazos a la policía, pero los vídeos que se grabaron ese día muestran que esto no fue así”, explica Eric Sanz de Bremond, uno de los abogados que participan en el colectivo Legal Sol. Tras este caso, las acusaciones dirigidas por agentes de la policía contra manifestantes, a los que se acusa con el “paquete tipo” de delitos de desobediencia, desórdenes y atentado contra la autoridad, se han convertido en la tónica de cada manifestación.

Una persona fue imputada de atentado contra la autoridad en las protestas contra la reforma laboral de febrero de 2012, aunque, en un vídeo de La Sexta, se ve cómo es detenida por la policía tan sólo por gritarles que son “unos violentos”. Otra pareja detenida por la UIP fue acusada de impedir una detención que, como se ve en un vídeo, ocurrió a varios metros de distancia. En otra, varios manifestantes fueron acusados de quitarle el casco a un policía durante las manifestaciones de la Marcha de la Dignidad del pasado 22 de marzo, mientras que, otra vez, un vídeo muestra que fue un compañero del cuerpo que le estaba atendiendo en el suelo quien le quitó el casco. En otro proceso, el fiscal pide 21 años de prisión para tres personas por los altercados de la huelga del 14 de noviembre de 2012 en Logroño, a pesar de que una de ellas estaba en su puesto de trabajo, a 40 kilómetros de la ciudad, en el momento de los hechos. Son algunos de los casos en los que se ha demostrado la falsedad del atestado policial a través de las imágenes grabadas durante las movilizaciones o por otras pruebas objetivas. “Mi opinión es que, con los delitos de atentado a la autoridad, era la palabra del policía contra tu palabra, y si no tienes otras pruebas era difícil librarte. Ahora todas las personas tienen teléfonos móviles con cámara. Creo que la mentalidad y dinámica de los cuerpos de seguridad del Estado no se ha adaptado aún a esta situación y mienten como si no hubiera grabaciones”. A pesar de que el uso de las tecnologías como prueba ha llevado a que muchas denuncias policiales contra manifestantes se archiven, el objetivo de conseguir que se castigue al policía que testifica en falso aún sigue pendiente.

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Comentaris

Re: Sin reacción en los juzgados ante denuncias policiales falsas
21 jul 2014
A ver en que quedamos la Audiencia Provincial condena y otros juzgados no lo hacen, o sea que nos guste o no la justicia a veces funciona y no es a la carta.

Otra cosa es que compartamos sus leyes o no.
Re: Sin reacción en los juzgados ante denuncias policiales falsas
21 jul 2014
"...nos guste o no la justicia a veces funciona..."

A veces parece que funciona para demostrar que no hay justicia. Lo único que sucede, es que, para encubrir los sistemáticos abusos, en alguna ocasión remota, y muy de tanto en tanto, hay algún fallo en contra de la policía, pero ni en esa ocasión, la justicia es justa.

A otra parte con el rollo garantista..., nos guste o no nos guste.
Re: Sin reacción en los juzgados ante denuncias policiales falsas
21 jul 2014
Mejor un tribunal estalinista, por supuesto... así dejamos seguro a un lado el rollo garantista...
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