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Notícies :: corrupció i poder |
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grupos en el exterior de pretendida “ideología anarquista y antisistema”, según afirma Instituciones Penitenciarias
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per publico |
12 feb 2014
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Sin embargo, según explica la asociación, Honorio Gómez es un preso “muy reivindicativo” que ha participado en varias campañas de denuncia de torturas y falta de asistencia médica dentro de los centros penitenciarios, junto con grupos en el exterior de pretendida “ideología anarquista y antisistema”, según afirma Instituciones Penitenciarias, sin enumerar actividad delictiva alguna. “Protesto todo lo que puedo, pero lo hago dentro de los límites de la legalidad”, expresa Honorio Gómez en el vídeo realizado por la APDHA. Al oponerse de esa forma, explica, “te cogen manía y te llevan a las peores galerías”. |
Por este motivo, Honorio está incluido en el fichero FIES (fichero de internos de especial seguimiento) y se le intervienen todas las comunicaciones orales y escritas. “Tener una ideología anarquista no constituye delito, por lo que esa restricción es una vulneración del derecho a la libertad ideológica”, afirma Maribel Mora. “Han intentado sobornarme con permisos, pero nunca me he dejado sobornar. No me he callado”, manifiesta Honorio. “Para ellos es más peligroso un boli que un cuchillo”, recalca.
La entidad entiende que los traslados de una persona “con conducta intachable e implicada en su reinserción” sólo se explican por su actitud reivindicativa, un comportamiento que puede ser utilizado como una “sanción encubierta”, que ha perjudicado a su salud y a su derecho a la dignidad humana. “Entendemos que existe una vulneración flagrante del derecho humano a la salud y a la vida de Honorio Gómez“, explica la APDH. Por este motivo la organización le ha dado apoyo jurídico para interponer una denuncia penal, “por posible delito de torturas”.
Desde hace dos años, los presos andaluces no disponen de asistencia jurídica penitenciaria debido a los recortes presupuestarios de la Consejería de Justicia. Por ello, y según explica la organización, “las situaciones de vulneración de Derechos Humanos en las prisiones andaluzas quedan impunes cada día por falta de un derecho básico en democracia como es el derecho a la defensa”
Honorio Gómez Alfaro tiene 45 años. La mitad de su vida, unos 25 años, los ha pasado en prisión, aunque en 2015 quedará en libertad. Desde que ingresó en la cárcel en 1996, Honorio ha denunciado en numerosas ocasiones torturas y malos tratos por parte de los responsables de Instituciones Penitenciarias, a pesar de que su conducta, según explica, ha sido correcta. Sus protestas sólo han contribuido a la privación de sus derechos dentro de los centros penitenciarios en los que ha estado, y según denuncia, le han imposibilitado ser operado en diversas ocasiones de sus graves dolencias.
La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA) ha apoyado a Honorio en la denuncia interpuesta por malos tratos y prevaricación por parte de varios responsables de Instituciones Penitenciarias, según la coordinadora general de la entidad, Maribel Mora, quien afirma que “no es un hecho aislado, sino que se vulnera el derecho a la salud de miles de personas presas en las cárceles andaluzas”.
Desde su ingreso en prisión, Honorio cuenta que ha sufrido varias enfermedades como la formación de piedras en el riñón, que le ha provocado frecuentes cólicos nefríticos y la enfermedad de Dupuytren, una dolencia que le ha afectado a la movilización de los dedos de la mano. Ha sido tratado por diferentes especialistas en hospitales públicos y en prisiones, que le han realizado diagnósticos, pruebas y han fijado fechas de intervención, con el conocimiento de los responsables.
En un vídeo realizado por la APDHA, Honorio explica que cuando la fecha de intervención quirúrgica se acercaba, se le trasladaba a otra prisión, un hecho que ha ocurrido en ocho ocasiones tras pasar por siete prisiones diferentes (Carabanchel, Herrera de la Mancha, Aranjuez, Soto del Real, Navalcarnero, Valdemoro y Sevilla II). Esto -explica- ha agravado sus dolencias y lesiones, en algunos casos irreparables, pues se ha llegado a la amputación de un dedo y parte del dorso de una mano debido a que la enfermedad estaba demasiado avanzada.
La APDHA le ofreció apoyo jurídico cuando llegó a la prisión de Sevilla II hace tres años. Tras las quejas al Juzgado y al Defensor del Pueblo Andaluz, consiguieron definitivamente finalizar las operaciones que Honorio necesitaba. Este caso de constantes traslados cuando se necesita atención sanitaria vulnera la Circular de Instituciones Penitenciarias 2/98, que dispone “la suspensión de los traslados cuando existan tratamientos o pruebas médicas pendientes”, y la ley general penitenciaria en su artículo 3.4. LOG, que establece “la obligación de la administración penitenciaria de velar por la vida, integridad y salud de las personas presas”.
TRASLADOS COMO “SANCIÓN ENCUBIERTA”
Ninguna de las condenas de Honorio han sido por delito grave ni violento contra las personas. Tampoco tiene sanción desde hace muchos años y está clasificado en segundo grado de tratamiento. En Sevilla II está destinado al módulo de respeto, es monitor de curso ocupacional de madera y el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria número 11 de Sevilla le concedió un permiso el pasado enero.
Sin embargo, según explica la asociación, Honorio Gómez es un preso “muy reivindicativo” que ha participado en varias campañas de denuncia de torturas y falta de asistencia médica dentro de los centros penitenciarios, junto con grupos en el exterior de pretendida “ideología anarquista y antisistema”, según afirma Instituciones Penitenciarias, sin enumerar actividad delictiva alguna. “Protesto todo lo que puedo, pero lo hago dentro de los límites de la legalidad”, expresa Honorio Gómez en el vídeo realizado por la APDHA. Al oponerse de esa forma, explica, “te cogen manía y te llevan a las peores galerías”.
http://www.andalucesdiario.es/ciudadanxs/para-ellos-es-mas-peligroso-un-/ |
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