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El lerrouxisme, "triste marasmo", segons Anselmo Lorenzo
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per ... |
15 jun 2013
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El mismo Anselmo Lorenzo indicó que si bien la huelga general de Barcelona de 1902 "dio como una visión anticipada de la gran huelga general que transformará la sociedad humana", después,
"...cayó el proletariado en triste marasmo, empujado, sobre todo en Cataluña, por la mixtificación y desviación republicanolerrouxista, la persecución policíaco-gubernamental y el boicote (sic) burgués del pacto del hambre, tres plagas que han hecho estragos
entre el proletariado catalán y que han de desaparecer desvanecidas por ley natural del progreso" (179).
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(179) Vid. el prólogo de Anselmo LORENZO a la obra de José PRAT,La Burguesía y el Proletariado. (Apuntes sobre la lucha sindical), F. Sempere y Compañía, editores, Valencia, s. a.
*XAVIER CUADRAT:Socialismo y Anarquismo en Cataluña (1899-1911). Los origenes de la c. N. T. p. 106
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La demagogia lerrouxista había cosechado considerable éxito entre el proletariado barcelonés, principalmente entre los inmigrantes. Venía a ocupar parte del vacío dejado por el resquebrajamiento, traslado y colapso de la Federación Regional de Sociedades de Resistencia.
En la primera década del siglo, afirma Joan C. Ullman (223), Lerroux había obtenido el apoyo electoral de menos del veinticinco por ciento del total aproximado de cien mil obreros varones que residían en la Ciudad Condal. No obstante, son bien conocidos sus importantes éxitos electorales.
Lerroux, dice Ullman, "se aseguró la colaboración de una facción del movimiento anarquista de Barcelona. Recibió con los brazos abiertos a anarquistas tales como Luis Bertrán...".
Hemos apuntado también sus relaciones con Ignacio Clariá, establecidas ya en 1904...
Explica Ullman:
"Sólo en Barcelona los anarquistas encontraron un partido republicano simpatizante con su ideal de revolución violenta. Algunos de los que entraron en el Partido Radical lo hicieron porque eran oportunistas convencidos de que ofrecía más posibilidades para una carrera de revolucionario que el moribundo movimiento anarquista; otros lo hicieron porque eran idealistas que consideraban que un movimiento militante como el lerrouxismo era un vehículo más eficaz para llevar a cabo su deseada revolución. Cuando se hicieron radicales abandonaron el anarquismo, pero no su ideal de revolución" (224).
(223) Joan C. ULLMAN: La Semana Trágica, págs. 153-154.
(224) Ibíd., pág. 155
p. 124 |
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