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Notícies :: corrupció i poder
La deuda ilegítima
22 nov 2012
Más de la tercera parte de lo que debe el Estado español se lo han llevado, 300.000 millones de euros. Aventureros inmobiliarios, empresas constructoras, banqueros, políticos, la Iglesia o los futbolistas han “saqueado” al país
Uno de los temas del que los financieros y los políticos no quieren ni oír hablar es de la deuda ilegítima, sucia, irregular, ilegal o como se la quiere llamar, que corresponde exactamente a lo que se han llevado de la administración pública y de los particulares los especuladores financieros, promotores inmobiliarios, brokers de la bolsa y los políticos, aprovechando el boom económico y que ahora tenemos que pagar todos los españoles. A eso habría que sumar los datos del fraude o del “escamoteo” fiscal que practican los millonarios españoles, junto a la Iglesia Católica, los futbolistas. En total, más de un tercio de la deuda soberana actual, cifrada en cerca del billón de euros se considera “ilegítima”, en una palabra que corresponde a lo que todos esos personajes e instituciones se han llevado al estilo Iñaki Urdangarín.

Veamos algunos ejemplos:

La financiación de los aventureros inmobiliarios (entre 100.000 y 200.000 millones de euros)

Entre el año 2000 y el 2008, los grandes bancos privados españoles, se dedicaron a engordar artificialmente sus propias promotoras inmobiliarias para venderlas a aventureros que se hicieron millonarios comprando suelo rústico para posteriormente “huntar” a los Ayuntamientos y concejales para que se lo recalificaran y construir viviendas a precios desorbitantes, diez o doce veces más que su valor real. Uno de estos aventureros, Luis del Rivero y sus socios de una pequeña constructora, Sacyr, compraron Vallehermoso al Santander. Parte del dinero que pagó el constructor murciano salió del mismo banco en forma de crédito, y otra parte de las cajas de ahorro que hoy están en proceso de desaparición, precisamente por el peso de esta deuda. También parte de la deuda sucia de las cajas de ahorros y bancos se “gastó” en la compra del 30% de Repsol con la que Luis del Rivero quería coronar su imperio. En total, cerca de 10.000 millones de euros, que finalmente tendremos que pagar todos. Lo mismo que ocurrió con Luis Portillo, otro aventurero manchego, que adquirió la inmobiliaria a la Caixa y que acabó quebrandio y cargando su deuda sobre las cajas de ahorro. Lo mismo o parecido se podría decir de los Fernando Martín (Martinsa), Manuel Jove (Fadesa), Rafael Santamaría (Reyal Urbis) los Serratosa y Joaquín Rivero (Metrovacesa), que compraron la inmobiliaria de Tabacalera, privatizada), los hermanos Nozaleda (Nozar) y todo un grupo de “nuevos ricos” que hoy han perdido sus empresas o las tienen en quiebra o suspensión de pagos. La cifra de pérdidas que, han dejado principalmente en las cajas de ahorro, Cajamadrid y Bancaja (Bankia) entre ellas, ascenderán a no menos de 100.000 millones de euros si sumamos a grandes y chicos. Eso es más o menos lo que va a costar el “banco malo” que quiere hacer el Gobierno y en el que no quieren financiar las entidades privadas privadas. Algunos expertos consideran que si el suelo rústico comprado por estos aventureros inmobiliarios no se recalifica o se usa para otros fines, la deuda sucia por este concepto podría subir al doble.

La corrupción de los políticos: entre 600 y 1.000 millones de euros.

Una lista que circula por Internet da la cifra de 127 cargos políticos que están inmersos en graves imputaciones de corrupción, en muchos casos también por haberse beneficiado de la “burbuja inmobiliaria”. Hay otros muchos políticos, como el ex presidente del Congreso, que se han hecho ricos y nadie sabe como ha sido. La fortuna de Bono y de su mujer se cifra en más de un millón de euros, partiendo de un patrimonio prácticamente de cero. Las sospechas de corrupción comenzaron tras las primeras elecciones municipales y alcanzó enseguida a algunos alcaldes, como el de Vigo, el socialista Manuel Soto, que se defendió llamando fascistas a los periodistas que le preguntaban por su famoso chalet. Cerca de 250 personas, la mayor parte alcaldes y concejales, además de otros políticos, se encuentran imputadas actualmente en casos de corrupción en la Comunitat Valenciana No menos de mil y pico alcaldes y concejales de toda España podrían haberse llevado no menos de 600.000 euros por cabeza, lo que nos daría otros 600 millones de euros, tirando por lo bajo. Por supuesto, muy poco han sido juzgados, ninguno ha devuelto el dinero y la mayor parte siguen contando con el apoyo de sus partidos.

La financiación de los partidos a través del PGOU: entre 60.000 y 100.000 millones de euros

Bastaría con que una comisión de investigación interrogase a los miles de promotores inmobiliarios que han trabajado en los municipios españoles entre 1980 y la actualidad, para descubrir que por cada casa que construían tenían que dar un “impuesto revolucionario” a cada uno de los partidos presentes en el ayuntamiento en cuestión. Ese “óbolo” era, en el año 1998, antes de entrar en el euro, de 100.000 de las antiguas pesetas (600 euros actuales) que iban normalmente al PP y al PSOE, pero también a IU si tenía presencia municipal. En ese año, el precio de una casa de precio protegido iba de 10 a 14 millones de pesetas. Al subir los precios, la ”contribución” de los promotores a los partidos fue subiendo hasta llegar en algunos lugares a los 6.000 euros por casa., 18.000 euro en total para los tres partidos que el propietario tenía que incluir en la hipoteca que hoy sigue pagando.

Si echamos un cálculo de las viviendas que se han hecho en Madrid capital, por ejemplo, más de dos millones en diez años y ponemos una media de 6.000 euros por piso, veremos que los partidos se han llevado no menos de 12.000 millones de euros que, al principio, iban a financiar las actividades políticas y alas campañas electorales, pero que en muchos casos fueron directamente al bolsillo de políticos concretos. Si aplicamos la misma norma a los 10 millones de pisos que se han hecho en toda España durante los últimos veinte años la cifra se elevaría a los 60.000 millones.

El reparto del pastel de Fomento: entre 14.000 y 28.000 millones de euros

También las grandes constructoras, Esther Koplowitz (FCC), Florentino Pérez (ACS), Rafael del Pino (Ferrovial), los hermanos Entrecanales (Acciona), etc, se convirtieron en los verdaderos financiadores de los partidos políticos. Cada año, el ministro de Fomento de turbo, fuera del PP o del PSOE, tenía que repartir la tarta de las inversiones públicas, entre las ocho grandes y otras diez medianas que consiguieron tras muchos años de pelea entrar en la fiesta. La historia consistía en adjudicar las obras por un precio módico y año tras año, durante su construcción, el Ministerio aceptaba añadidos multimillonarios en los costes, que se reàrtían las empresas y el partido gobernante, además de los intermediarios. Cuando Esperanza Aguirre llegó a la Comunidad de Madrid tuvo que emplearse a fondo para que estas constructoras que pagaban, en tiempos de Gallardón, al gerente del PP nacional, lo hicieran al PP de Madrid, lo que explica mejor las diferencias que se produjeron desde el primer momento entre la lideresa y Rajoy.

La diferencia entre lo presupuestado y el coste real de la obra no sería imposible de calcular y todos los expertos lo colocan entre el 5 y el 10% del total. El presupuesto de inversiones de Fomento de 2011 fue 14.000 millones de euros, lo que nos daría un pago extra a las constructoras de entre 700 y 1.400 millones de euros en un año, si lo extendemos a los últimos 20 años, nos daría una “deuda sucia” entre 14.000 y 28.000 millones.

La financiación del fútbol: 6.000 millones de euros.

Baste recordar la operación de Gallardón, como presidente de la Comunidad madrileña, de permitirle a Florentino Pérez recalificar la esquina del Bernabéu, en pleno centro de la capital, y la Ciudad Deportiva, por la que el Real Madrid sacó cien mil millones de las antiguas pesetas (600 millones de euros) para pagar sus deudas. Los intermediarios del PP, el PSOE e IU del Ayuntamiento de Madrid se llevaron un buen pechizco. Si al “caso Bernabéu” se le sumasen todas las otras operaciones urbanísticas ligadas a los clubs de fútbol podríamos encontrar a donde han ido otros 5.000 millones de euros de dinero público utilizada para enriquecer a futbolistas, intermediarios, directivos y toda la panda que se mueve en torno al “deporte nacional”. A ello habría que sumar las cifras millonarias que a través de las deducciones de Hacienda concedió a los grandes fichajes: los Zidane, Figo, Ronaldo, Ronaldinho, etc, para que aceptaran venir a España

El IBI de la Iglesia: 100 millones de euros.

Uno de los temas más discutidos hoy en las redes sociales es el por qué la Iglesia Católica española no paga el IBI por los más de 70.000 edificios que tiene en propiedad en España y que siguen aumentando gracias a que los sucesivos gobiernos de Aznar y Zapatero le han permitido seguir registrando monumentos como la Mezquita de Córdoba o el Cerro de los Angeles en Madrid. El monto total de lo que la Iglesia “evade” por este impuesto suma unos 5 millones de euros al año, que si lo multiplicamos por 20 años, nos darían 100 millones de euros.

El fraude fiscal: 70.000 millones de euros al año

Los sucesivos gobiernos españoles siempre hablan del fraude fiscal en términos muy generales, que calculaban en 2009 en unos 70.000 millones de euros al año, culpando en la mayor parte de los casos a la “economía sumergida” y a los ciudadanos que no pagan el IVA, pero la realidad es que, según denuncian los propios inspectores de Hacienda, loo más fácil de perseguir sería a los grandes defraudadores que bien, a través de fórmulas ilegales como la “fuga de capitales”, bien por medio de argucias legales, escamotean al erario público no menos de 10.000 millones de euros al año. Esso nos daría una cifra de no menos de 200.000 millones de euros defraudados en los últimos veinte años por los millonarios españoles.

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