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Anàlisi :: educació i societat |
El Aula Esclava: una Máquina de producir Fascismo
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per Agustin Antunez Corrales Correu-e: antunez_aA ARROBA uma.es (no verificat!) Telèfon: 952131669 Adreça: Campus de Teatinos, Málaga |
15 set 2012
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La idea del aula esclava como máquina de producir fascismo, me vino a la mente en medio de una clase en un aula esclava de la UMA, el curso pasado, y así se la solté al alumnado. Aula esclava es aquella con bancas esclavas, es decir, atornilladas al suelo, quizás el símbolo más evidente y humillante de la escasa democracia que hay en las universidades. El aula esclava es un atavismo desarrollado con la educación militar prusiana en el XVIII, que deja de tener sentido en el XXI. |
Agustin participa en: Iniciativas de Sostenibilidad Medioambiente y Autogestión (I.S.M.A.)
El Fascismo es función de la Incomunicación. La (in) comunicación dirigida, unidireccional, 1.0, crea una pantalla donde se refleja la imagen del Dictador o de las escasos dirigentes que copan los medios de masas, que son idolatrados o criticados. Da igual. Lo importante es que no se hable de otra cosa. El pensamiento único es el pensamiento dirigido y programado para ser pensado en exclusividad. La pantalla es similar a la del Show de Truman. Separando en regiones disyuntas lo que en la realidad física constituye un solo territorio conjunto.
cerebro-cuerpo-ecosistema constituyen una unidad de percepción, funcionamiento y acción en coevolución permanente, en acoplamiento estructural.
La Linguística Ecosistémica es una linguística inclusiva, que abarca tres escalas o enfoques complementarios: el de la linguística centrada en el cerebro (Linguística del Cerebro), el de la linguística centrada en el cuerpo (Linguística del Cuerpo) y el de la linguística (des) centrada en el ecosistema (Linguística Ecosistémica).
El Aula Esclava es la burbuja del Show de Truman. ¿Tenemos derecho a que las aulas universitarias se incorporen al mundo exterior? ¿Tenemos derecho a que las aulas universitarias se incorporen a la revolución tecnológica? ¿Tenemos derecho a que las aulas universitarias se incorporen a la revolución científica? ¿Tenemos derecho a que las aulas universitarias se incorporen a la revolución social? ¿Tenemos derecho a que en las aulas universitarias se cumplan la Carta de los Derechos Humanos y las Constituciones de los estados? ¿Tenemos derecho a que todos los ciudadanos/as de las aulas universitarias sean considerados ciudadanos/as de pleno derecho? ¿Tenemos derecho a debatir en las aulas universitarias el por qué no se debate en las aulas universitarias? ¿Tenemos derecho a debatir en las aulas universitarias sobre el analfabetismo funcional y/o inactivismo político que alimentan las aulas esclavas?
En los sistemas de comunicación 1.0, como la clase magistral, el uno representa al docente, el cero al "cero a la izquierda" que representa el alumnado oyente. Un hablante, una masa oyente.
Pensar Hablar Leer Escribir Actuar.
Las aulas esclavas no enseñan a nada de eso. A los 20 minutos la atención se disipa. Es como si cada lección dijera exactamente lo mismo: "Muchachito, si quieres sobrevivir, como yo, como "esclavo de lujo", sé obediente, no pienses, no hables, no leas, no escribas, no actúes..."
El Aula Esclava y la Clase Magistral son atavismos del pasado. Surgen con fuerza, en coevolución con el nacimiento ( y militarización) de los primeros estados modernos europeos (Prusia) Ver "La Educación Prohibida". Luego la obediencia rígida al aula esclava que observamos hoy día es fruto de esta coevolución entre Educación y Estado. Sin aula esclava, el estado deja de ser Estado (opresor).
Cualquier niño de la calle, no domesticado en las aulas esclavas, es capaz de hablar en público con mucha más soltura que muchos flamantes doctores...
En un aula esclava el cerebro es el profesor (en un estado, la camarilla dirigente), el cuerpo es la biomasa del alumnado (en un estado, la biomasa del pueblo), y el ecosistema es desde nuestra piel en adelante, es decir el aire, las bancas, las paredes del aula, el Power Point, los zapatos, las cortinas que oscurecen el aula..., y más allá, es decir, más allá de los cristales, persianas y cortinas y puertas, los pasillos de la facultad, el bar, los jardines, la calle, los árboles, las hormigas, las chinchirrinas...
En principio, pues, el aula esclava y la clase magistral, como monodieta casi exclusiva, constituyen el mundo de la (in) comunicación 1.0. Vamos a tratar de caracterizar ahora otros mundos tan reales y posibles como el mundo 1.0
El mundo 2.0, correspondería al predominio del cuerpo (entero). Un cuerpo inclusivo que abarca al cerebro en su seno, pero no al ecosistema. La comunicación 2.0, que caracteriza al aula 2.0 es una comunicación antropocéntrica, donde se estimula y practica la participación (social) más allá de la del profesor (individual). Las sillas son móviles y pueden ser colocadas en grupos pequeños de discusión, donde participa toda la comunidad-aula.
El mundo 2.0, siguiendo con el simbolismo utilizado más arriba, sería el aula 1.1, donde cada "uno" representa a un participante de la comunidad-aula, comunicando y actuando en igualdad con sus iguales (1.1.1. ...) . Las actividades posibles y reales en las aulas 2.0 son literalmente de una diversidad infinita. Si cada participante en la comunidad-aula es único y singular, mientras más diversidad de prácticas de aprendizaje estén a su disposición, más fácil será el aprendizaje.
El mundo 0.0 completa el círculo, al incluir explícitamente al ecosistema. Cada uno de estos "ceros", ahora representa a cada participante de la comunidad-aula-ecosistema (0.0.0. ...). El cero (circulo) nos representa así, a cada una de nosotras, en interacción e integración con el ecosistema (frente al 1.1.1. ... donde solo éramos individuos en el seno de una especie). El aula es en sí un ecosistema, como también lo es nuestro cuerpo, o nuestro cerebro. Pero el aula 2.0 sigue siendo un sistema cerrado, pues de los millones de especies en el planeta, solo contiene, o parece contener, a una. Un aula 0.0 es inclusiva con el ecosistema, deja de ser un sistema cerrado para pasar a ser un sistema abierto, en comunicación explícita con el ecosistema, más amplio e inmediato, que incluye al aula en sí.
El aula 2.0 convierte en asamblea entre iguales a la comunidad-aula.
El aula 0.0 convierte en comunidad biológica a la comunidad humana, social, antropocéntrica, del aula 2.0.
La comunidad-aula deja de ser así individualista y antropocéntrica, al pensar, hablar, leer, escribir y actuar, más allá de mí, y más allá de nuestra especie.
Pero en el ecosistema hay algo más que especies biológicas, hay paisajes enteros que envuelven y construyen la realidad de nuestras ciudades, que nada serían sin ellos. Por ello el aula 0.0 es un aula ecosistémica, en comunicación con el mundo, en especial con el más cercano, el que envuelve al centro de estudio, el barrio, la ciudad, la cuenca hidrográfica, los montes...
Resulta curioso que las universidades menos democráticas terminen siendo las más democráticas. El taboo que ha terminado rodeando al aula circular, o aula en "U", nos permite comprobar la existencia de disonancias cognitivas, que así pueden ser exploradas y superadas. En las universidades de élite, las clases suelen ser pequeñas, en círculo y alrededor de una mesa. El M.I.T ha invertido cuantiosos recursos para diseñar un aula participativa y al mismo tiempo comunicada por internet. En ciertos congresos se empieza a observar una actividad, más participativa que las clásicas comunicaciones orales o escritas, llamada "Talking-Circle", donde los participantes debaten, reflexionan y se comunican en un círculo donde las distancias entre participantes son equidistantes. La expresión "Talking-Circle" está tomada literalmente de las comunidades indígenas y de sus asambleas. Lo que observamos, pues es un renacer de viejas costumbres en la comunicación "de alto estanding", en las instituciones de élite. Si miramos en la sociedad, más allá de los actos ceremoniales característicos del representacionismo, nos encontraremos que la comunicación cara a cara en un círculo, es de lo más frecuente que existe. En un Bar, pueden convivir en armonía muchas conversaciones al mismo tiempo, sin interferencias entre sí. En la calle automáticamente tendemos a formar un círculo cuando nos encontramos con alguien.
Nos vendieron la crisis como un problema económico, y ahora venimos a ver que la crisis es en el pensar, más allá del dinero, recreando así una "Economía de Coste Cero", o Zeronomics, o Ceronomía, donde florecen cantidad de posibilidades alternativas en el pensar, hablar, leer, escribir y actuar.
Más bien al contrario, como en nuestro caso, en el aula esclava, cuya liberación no exige inversiones económicas. ¡Un solo destornillador sería capaz de causar estragos! Lo que si nos exige es volver a valorarnos. Volver a valorarnos como lo que somos. Seres vivos nacidos en la conversación, que es el vivir convivir. Volver a valorar el capital natural del aula, al completo. La astucia del enfoque solidario aplicado en Finlandia en las aulas, de "ayudar al que menos sabe", es un enfoque podríamos decir plenamente egoísta, pues al nivelar el saber de todos los alumnos/as, lo que consigue es empoderar a todos y cada uno de los participantes de la comunidad-aula, pues todos pueden sacar más provecho, para ellos mismos, ahora que antes.
La Clase Magistral es un atavismo.
"Un Quiste llamado Cerebro".
El cerebro (humano) está dejando de ser un Quiste, algo aparentemente aislado del cuerpo y del mundo. "Un Quiste de Lujo" podríamos decir, pues el cerebro (humano! por supuesto!) era considerado como el centro, el altar, lo más sublime, de la creación. Y en realidad, cuando un neurocientífico habla en esos términos tan platónicos e idealistas, es porque su propio cerebro ha perdido buena parte de su contacto con la realidad, más allá del cerebro (izquierdo), con el cuerpo, y con el ecosistema, que incluye a todos los cuerpos y todos los cerebros. El solipsismo tan rampante que observamos, ya cada vez menos, en las neurociencias centradas en el cerebro, es fruto de científicos cuyos cerebros estaban igualmente alejados de la realidad y del mundo en su pensar, hablar, leer, escribir y actuar.
Así, la "cerebrización" de la sociedad culta, a través de la idolatría de determinados centros (de poder), como el cerebro, o el ADN, indudablemente ha actuado como un dispersante, provocando que buena parte de la atención, de la sociedad culta, se centre principalmente en ellos, disminuyendo así las posibilidades de pensar de otra manera, de otras cosas, como el cuerpo, o los ecosistemas, que así pierden relevancia, convergiéndose en un reduccionismo tan peligroso, que condujo a un siglo XX marcado por los fascismos, y que provocaron una reacción radical por parte de Husserl y de la Fenomenología, aportando las bases de análisis y de superación del Conductismo y del representacionismo.
Mientras haya aulas esclavas, las universidades, pues, seguirán siendo bastiones del Fascismo. Pero cuidado que aquí, curiosamente, "no hay malos ni buenos", sino que "todas estamos en el mismo barco". En el Chamanismo, el único enemigo eres tú mismo. Y si la historia nos ha llevado hasta aquí, hasta el aula esclava, como estructura minimalista de reproducción del Fascismo, Conductismo y Representacionismo, es para que además comprendamos "de un plumazo" nuestro inconsciente colectivo.
Pues por mucho que se haya criticado hasta ahora al sistema educativo dominante, estas críticas, si bien iban inconscientemente dirigidas hacia el aula esclava y dirigista, en general han sobrevolado por encima del aula esclava, pero no han descendido hasta ahora hasta la descripción pormenorizada del aula esclava, hacia la descripción de los procesos que tiene lugar en el aula esclava, y hacia las enormes posibilidades de un aula universitaria, donde las bancas esclavas son sustituidas por sillas de pala de configuración libre, y donde la diversidad de aprendizajes tiende al infinito, como ha puesto de manifiesto durante años la Educación Alternativa, que ahora tiene la honrosa oportunidad de "entrar por la puerta grande" en la Educación Formal.
La moribunda universidad 1.0, tiene así la oportunidad de enmendarse y renacer, y de camino ponerse al día de los avances 2.0 que se están dando en las Enseñanzas Medias. Estos avances en escuelas e institutos se dan en dos escalas. Por un lado afectan al trabajo colectivo en el aula. Por otro afectan a internet y a su uso participativo en las aulas. Así, estaríamos hablando de dos enfoques 2.0. Por un lado el "cuerpo a cuerpo" en el aula, donde los conocimientos y aprendizajes se comparten entre todas las participantes de la comunidad-aula. Por otro lado, esa otra mecha que supone internet, al saltar en tiempo real las barreras físicas del aula, y ponernos en comunicación con otras aulas, grupos, paisajes y experiencias.
El aula en U y conectada permanentemente con internet, es decir doblemente participativa, doblemente 2.0, es una oportunidad única, para que las universidades salgan por fín de su letargo, y se incorporen al mundo, a la sociedad y al territorio del que forman parte. Y esta transición no cuesta dinero, sino que solo requiere el despliegue de nuestra imaginación y creatividad.
Es verdad que muchos profesores puede que "no estén por la labor", que acostumbrados durante décadas (su tiempo escolar incluido) al aula esclava y clase magistral, les sea imposible cambiar "de la noche a la mañana". Los profesores suelen afirmar que los grupos de aula son muy grandes, y por tanto hace falta más profesorado, lo que significa más dinero.
La crisis ha traído mucho paro. En circunstancias especiales, es necesario adoptar medidas especiales. Hay al mismo tiempo un 60 % de fracaso escolar (en España). Si es necesario acompañar al profesor en esta transición, con más personas en el aula, estas personas pueden provenir de la Educación Alternativa o de la Educación Formal. También piensan los profesores que en las aulas 2.0 ellos tienen que trabajar más. Y no es así. Trabajan mucho más ahora, invirtiendo casi todo su tiempo en clases magistrales, mientras el resto de la comunidad-aula permanece pasivo. Poner a trabajar en grupo al alumnado no trae más trabajo al profesor, sino menos, pues su papel deja de ser de director, para pasar a ser el de guía. La transición en las aulas, de la que estamos hablando, no es más que una de las fichas de dominó que van cayendo en cascada una detrás de otra casi sin esfuerzo. Las universidades son, o eran, la columna vertebral de la sociedad (del conocimiento). Si las universidades quieren recuperar ese rol, aún están a tiempo...
¿donde está ese destornillador? |
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