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Iñigo Lizarri - Por un nuevo iberismo
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per Iñigo Lizarri (Aberriberri bloga 14/07/10) |
11 jul 2012
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La idea de una República Confederal Ibérica no es nueva. Desde principios del siglo XIX en los albores de las revoluciones liberales tanto en España como en Portugal, organizaciones secretas liberales de la península intentaron inculcar el iberismo para establecer siete repúblicas federadas, de las cuales cinco estarían en España y dos en Portugal: La Lusitania Ulterior y la Lusitania Citerior.
A esta idea se fueron sumando, en la segunda mitad del siglo XIX, republicanos antimonárquicos y socialistas de la meseta, y a finales del siglo XIX y a principios del XX dicha idea tuvo largo predicamento por medio de ilustres personajes de la periferia que no siempre comulgaron con ideas de izquierda.
Si analizamos la historia de este iberismo vemos que han sido muchos los estados integrantes propuestos de esta federación llegándose a plantear hasta 18. Lejos quedan aquellos años. Y hoy tal vez en parte por todo aquello, o por un simple café con leche para todos con el que se han pretendido disolver los hechos diferenciales que justifican esa autonomía, nos quedan 17 autonomías, y una monarquía parlamentaria con un escudo del Reino de España con cuatro cuarteles y un entado. En ellos se representan en 1º lugar el Reino de Castilla, en 2º lugar el Reino de León, en 3º lugar la Corona de Aragón, en 4º lugar el Reino de Navarra y 5º lugar el Reino de Granada.
No toca hablar hoy de la falta de consentimiento de la unión, sino de la existencia de esos componentes en dicha unión, y la pervivencia hasta hoy de unas identidades diferenciadas. Veamos en 1º lugar a Castilla. Qué es Castilla lo sabemos. Y ahí donde se extiende lo que pudiera asimilarse a la misma constituye la España central donde el núcleo generador de lo que es hoy la unidad de España reside en Castilla. El Reino de León, el más antiguo de los reinos junto con el de Navarra, ocupó una vasta extensión del Norte de la península y el elemento más diferenciado de este Reino de León respecto a Castilla lo constituye sin duda hoy Galicia. La Corona de Aragón quien todavía en los mapas políticos oficiales de 1857 figura como la España incorporada o asimilada frente a la España Foral, que son las provincias del sur del País Vasco, que por aquel entonces nadie dudaba en incluir a Navarra (ver la imagen siguiente tomada de Wikipedia http://www.ciu.cat/media/6648.pdf).
De esta Corona de Aragón quien preserva el componente diferencial mayor es la comunidad Autónoma de Catalunya. En cuarto lugar tenemos al Reino de Navarra cuyo mayor exponente diferencial de lo que llegó a abarcar este viejo reino lo constituye como comunidad autónoma Euskadi. Por último tenemos en el entado al Reino de Granada que estaría representado por Andalucía entera, que constituye otra Comunidad Autónoma.
Doy por sentado que existe una España central por oposición a la una España periférica y en esta España central existe otra España nuclear que es Castilla. Mi pregunta es: ¿No se nos sugieren en esa periferia agrupaciones diferenciales que coinciden en número con esas unidades que representan el escudo del Estado Español? Y mi respuestas es sí.
Galicia es una nación, pero es parte de una nación más amplia que a cualquier extranjero sin perjuicios acierta a comprender su existencia. Galicia es parte de esa España verde, de esa región Gal-Astur-Cantábrica Leonesa, es la España verde. Uno ve a Catalunya y no puede dejar de verla como parte de una entidad mayor que son los Països Catalans que formaron la corona de Aragón, y uno ve a la Comunidad Autónoma Vasca y lo ve como parte de una entidad superior que fue la Vasconia y que quedó englobada en su día dentro del Reino de Navarra. Existe una continuidad cultural entre la Rioja y la Rivera de Navarra, entre la Llanada Alavesa y la Navarra central, al igual que existe una continuidad cultural entre Bizkaia, Gipuzkoa y la Navarra Atlántica. Por suerte también existe una unidad cultural andaluza que, por ser además política, está generando una conciencia que va a servir para potenciar los valores de aquella tierra y que hace que pronto la misma ocupe por derecho el mismo lugar que ocupan los otros territorios a los que se le han reservado los cuarteles de los escudos.
Cualquiera que haya reflexionado sabe que a lo que se tenga que llegar se llegará partiendo de lo que hay. Está el mecanismo del 145.2. de la Constitución y cabría pensar además en una supresión de la prohibición de federación entre comunidades autónomas sin perder su actual entidad, para lo cual bastaría con modificar el actual 145.1 de la CE que facilitaría que algunas de las actuales autonomías puedan avanzar hacía una cooperación permanente de largo alcance que les permitan la creación de unos organismos comunes tipificados. Tal vez así algún día fuéramos capaces de conformar, en la línea del Nuevo Estatuto Político, y de la filosofía de Galeuscat, un verdadero Estado Plurinacional, con esos 5 componentes diferenciados de la realidad política del Estado Español y que el centralismo jacobino lucha denostadamente por combatir.
Una persona sin prejuicios que llegara a Cataluña, continuase luego a Valencia y de allí cruzase Castilla pasando por Madrid hasta llegar a Portugal, comprobaría que las diferencias de Castilla respecto a Portugal no son mayores que la diferencias entre Castilla y Cataluña, y por extensión de los Països Catalans. A esta persona cabría hacerle una llana pregunta castellana: ¿Por qué Cataluña, a diferencia de Portugal es una simple Comunidad Autónoma de una España cuyo centro es Castilla? Claro que cabe también la pregunta inversa.
Hay más que sobradas razones, especialmente para los abertzales, para que el Estado Español reconozca el hecho plurinacional definitivamente y sin ambigüedades. También que las distintas comunidades de las naciones se federasen de común acuerdo, estableciendo sus propias reglas internas, y que el Estado pueda reconocer a esas federaciones de comunidades autónomas un verdadero carácter estatal.
La apuesta del nacionalismo ibérico por la plurinacionalidad se plasma muy claramente en Galeuscat, cuya Declaración Política del 2006 (clickar para leerla http://www.ciu.cat/media/6648.pdf), siguiendo la tradición de otras iniciativas del siglo pasado (la Triple Alianza de 1923 o la Galeuzca de 1933) se titula “Galeuscat, la alianza política a favor de un estado plurinacional”.
Desde luego no parece que sea esa la intención del jacobinismo español. En este sentido la diputada de Eusko Alkartasuna, Begoña Lasagabaster, recriminaba al gobierno Zapatero en julio del 2007 “la ausencia de avances hacia el Estado plurinacional en la legislatura“ y este mismo mes Urkullu declaraba al respecto de su propuesta de “pacto bilateral y más Estado Vasco” que su propuesta era una oferta plenamente “democrática” que otorga la capacidad de decidir al pueblo vasco y “simboliza el acuerdo entre iguales en un Estado plurinacional”.
Durante la historia ha habido diversas personalidades que han encontrado razones más que sobradas para que se creara una Confederación Ibérica, dados los vínculos en intereses comunes que comparten los pueblos y naciones ibéricas en Europa, y dados los vínculos e intereses que a niveles cultural, humano e histórico comparten al otro lado del Atlántico con Iberoamérica.
Hay que decir sin embargo, que España y Portugal pueden tienen historia sí, pero con miserias. No solo tienen las glorias de sus imperios sino que tienen genocidios y masacres a las espaldas de sus batallas y conquistas en Ultramar y de otros que ha realizado hasta recientes fechas en territorios peninsulares. Iberia es un nombre curiosamente más antiguo que el de Hispania y es un nombre que ha sufrido menos que Hispania el apropiamiento de su nombre parte de los Estados, y ha tenido en el lenguaje común un uso más geográfico (Península Ibérica) que político.
Según detalla Wikipedia, actualmente no hay ningún partido democrático que defienda este ideal iberista, pero existe un cierto movimiento iberista en algunos cargos del gobierno portugués y en un cierto porcentaje de la población. Una encuesta realizada en Portugal en 2006, concluyó que un 28% de los portugueses piensan que Portugal y España deberían ser un solo estado. De éstos, un 12% (42% de los favorables a la unión) situaría la capital en Madrid, frente al 16% (58% de los favorables a la unión) que la situaría en Lisboa. Un 27% opinaba que la economía portuguesa iría mucho mejor en una hipotética unión con España (como dato anecdótico aparecía que más de 15% aceptaría a Juan Carlos I de España como jefe de Estado).
Algunas de las razones para el iberismo radican en que muchos vascos como muchos catalanes como muchos gallegos, andaluces, junto con muchos castellanos y portugueses se vieron obligados a emigrar a iberoamérica por razones políticas a veces y por económicas otras veces durante los dos últimos siglos. Desde luego ésta es una razón evidente para que los Estados Español y Portugués tengan que apartar cualquier resabio imperial, aunque sea en pequeños gestos como en aquel Real “¡por qué no te callas!”.
También es constatable como apoyo al iberismo el hecho de que muchos vascos, muchos catalanes y gallegos, no siendo nacionalistas, siguen hoy convencidos de esa misma causa que les obligo a sus abuelos a emigrar tiene razones políticas y que estas causas necesitan de un cauce de solución que pueden resolverse sin disolución.
Por otra parte, hay que admitir que tanto lo vasco como lo catalán no es privativo de la península, pues se extiende en el continente al norte de los Pirineos y la solución a eso no pasa desde luego por la confederación ibérica sino más bien por el hecho de poder constituir una Eurorregión. A esto mismo se ha referido el Lehendakari hace bien poco. Y no es menos cierto también que las diferencias históricas entre los vascos existen y que los vascos del otro lado de la muga hoy por hoy no están dispuestos a dejar de ser franceses y esto va a limitar en la práctica por bastante tiempo la posibilidad de que Euskadi como realidad política, democrática y abierta a todos los vascos supere el limite de los Pirineos.
Por ello, mientras se trabaja a medio-largo plazo para que Euskadi vaya creciendo en adhesiones democráticas de libre asociación entre los territorios vascos, también debemos aspirar a que Euskadi vaya creciendo en autogobierno. Este incremento del autogobierno no se logrará si en Euskadi nos abstraemos de la realidad del Estado Español al que nos guste (caso de los nacionalistas españoles) o no (caso de los nacionalistas vascos) está adscrito actualmente.
Por ello es preciso que nos impliquemos con Catalanes y Gallegos (y Andaluces si cabe) en el impulso de de un proyecto constitucional plurinacional, ya que una alianza tiene más visos de éxito que una lucha en solitario. Por ello, tenemos que empezar a colaborar creando grupos de comunicación conjuntos, para que a través de los mismos se supere la proyección que se quiere hacer de un Estado plano. Un Estado que nunca ha sido ni podrá ser el Estado Español ya sea sólo por su orografía ni por su tendencia de Estado “uninacional, único y uniforme” en palabras de Urkullu. Esto no es Francia, ni falta que hace.
Una Iberia democrática y republicana dividida en estados confederados, constituidos a su vez internamente por federaciones de regiones, es una realidad propuesta por algunos aunque resulte hoy improbable. Muchos estudiosos y observadores han apuntado que en esta realidad confederal, para los territorios vascos forales y para los catalanes, Portugal sería un garante del autogobierno y del principio de subsidiariedad administrativa, pues recelaría como ninguna de que el órgano central o común que hubiera tuviera las mínimas atribuciones que se consideren necesarias. Los nacionalistas históricos que participaron del iberismo ya sabían que la participación de Portugal serviría para desplazar el centro de gravedad del españolismo jacobino y podría ser el marco idóneo para asegurar la correcta separación de poderes que en España, a la vista de los datos, está resultando fallida.
En el iberismo caben (y cabrán) incluso propuestas de ubicar los distintos poderes en distintas capitales de distintos estados para que compitan entre sí y se salvaguarden de las injerencias del otro. Incluso se ha propuesto el establecimiento de un Gobierno Confederal en Portugal para remarcar la vocación occidental colocando un parlamento en Madrid como centro donde confluye la diversidad y un Poder Judicial centralizado en Cataluña. Desde luego no parece probable vistas las reticencias del gobierno español en mover cualquier sede de su amada Madrid como ha ocurrido con la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones.
En definitiva, en el ya viejo debate e impulso de la confederación, en los diversos planteamientos, el recelo por un centralismo español ha sobrevolado el iberismo, aunque eso no haya impedido que haya variadas personalidades iberistas de ayer y hoy como Saramago y Günter Grass en la actualidad, pasando por los históricos Unamuno, Castelar, Joan Maragall, Francesc Pi i Margall, etc…
El iberismo volverá cíclicamente al debate político porque soñar es libre aunque soñar es también necesario. Esperemos desde luego que el paso adelante en el respeto de la voluntad de los ciudadanos de las naciones mediante un estado plurinacional pueda estar más cerca de la realidad en los próximos años, mediante la alianza de diversos partidos que sin renunciar a sus ideales futuros, actúan mediante el principio de realidad y están comprometidos en la profundización del autogobierno de las naciones ibéricas.
Iñigo Lizari, abogado y miembro de la sociedad cultural Nabarralde.
En el blog Aberriberri Bloga
http://aberriberri.com/2008/11/19/por-un-nuevo-iberismo-1/ |
Mira també:
http://aberriberri.com/2008/11/19/por-un-nuevo-iberismo-1/ http://cuadernosdeiberia.blogspot.com.es/2010/07/por-un-nuevo-iberismo.html |
This work is in the public domain |
Comentaris
Ibèria Ja !
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per (A) |
11 jul 2012
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És una llàstima que els anarquistes d'aqui haguem mig oblidat el nostre projecte iberista que té notables diferències amb el que aqui es planteja i no tinguem gaires contactes amb els poc col·lectius que ho defensen ni apareixin masses articles a la nostra premsa. Visca Ibèria! |
Re: Iñigo Lizarri - Por un nuevo iberismo
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per Revolució dels Clavells (Remeber When) |
11 jul 2012
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SI, SI, SI TANCS PORTUGUESOS A MADRID !!!
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Re: Iñigo Lizarri - Por un nuevo iberismo
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per pesats |
11 jul 2012
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Buf, quina mania els no-nacionalistes amb el seu invent de Espanya ampliada (invadint Portugal) i dir-li Ibèria. Però si això ningú ho vol! qui se sent "ibèric"?¿?¿?¿?¿? |
Re: Iñigo Lizarri - Por un nuevo iberismo
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per jajajaja |
11 jul 2012
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idiota que és al revés !!!! |
Re: Iñigo Lizarri - Por un nuevo iberismo
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per xarcuter |
11 jul 2012
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El porc ibèric, pot ser? |
Re: Iñigo Lizarri - Por un nuevo iberismo
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per alliberament animal |
11 jul 2012
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El Linx Ibèric! |
Re: Iñigo Lizarri - Por un nuevo iberismo
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per .... |
12 jul 2012
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Aquest text és una patranya discriminatòria amb els aragonesos, asturlleonesos i castellans. Us podeu ficar el GALEUSCAT pel cul i que us reventi, no deixa de ser una merda de projecte burgués.
Primer, reconeixem a tots els pobles en igualtat de condicions i després ja veurem quines aliances tindrem entre nosaltres. Si Euskal Herria es converteix en una República burgesa jo m'estimo més no tenir-ne cap.
La revolució serà internacionalista o no serà! |
Re: Iñigo Lizarri - Por un nuevo iberismo
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per iberista anticapitalista |
12 jul 2012
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"Aquest text és una patranya discriminatòria amb els aragonesos, asturlleonesos i castellans" Perquè? Argumenta-ho. Tens raó, el GALEUSCAT es un projecte burgés, però és el millor text orientatiu que he trobat sobre el tema (l'autor és una persona d'esquerres diguem-ne "moderada" però bé), doncs als ambits anticapitalistes és practicament nula la producció en aquest sentit tot i que no sempre fou així: Federación Anarquista Ibérica, Directorio Revolucionario Ibérico de Liberación, Movimiento Ibérico de Liberación (buenu potser el segon grup seria més complicat definir-lo com "anticapitalista" doncs no tots els membres ho eren però si eren antifranquistes/antisalazaristes radicals). L'iberisme no ha de ser perquè incompatible amb el que comentes del reconeixement dels pobles. Respecte a lo últim estic d'acord amb tu.
P.D: Home, el text del GALEUSCAT si mel fotes pel cul potser em donaria gust amb lubricant. |
Re: Iñigo Lizarri - Por un nuevo iberismo
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per iberista anticapitalista |
12 jul 2012
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Volia dir aquest text on es parla del GALEUSCAT no el GALEUSCAT en si. |
Re: Iñigo Lizarri - Por un nuevo iberismo
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per iberista anticapitalista |
12 jul 2012
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O sigui, que aquest text de Iñigo Lizarri, on es parla del GALEUSCAT, és el millor que he trobat sobre l'iberisme, volia dir |
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