Imprès des de Indymedia Barcelona : http://barcelona.indymedia.org/
Independent Media Center
Notícies :: altres temes
Contra el intelectual.
26 jun 2012
Texto sobre la relación de los intelectuales y el Anarquismo

Los intelectuales de nuestro tiempo son parloteadores profesionales, con la misma eficacia amenizan una tertulia televisiva/radiofónica que rellenan los espacios que la publicidad deja en los periódicos. La cantidad de apariciones televisivas es directamente proporcional a la ruindad del intelectual. Llegado un grado extremo, esta ruindad puede degenerar en la figura del tertuliano. La exposición prolongada a una tertulia puede producir vómitos, diarrea y fiebres además de la pérdida del sentido crítico de la realidad e, incluso, la anulación del pensamiento propio.

Los intelectuales: definición y consideración positiva

En líneas generales suele definirse al intelectual como un individuo que se dedica a la reflexión más o menos crítica sobre la realidad del momento. La línea, eso sí, que separa al intelectual del pensador no es clara en absoluto. La mayoría de las definiciones suelen señalar que el intelectual es simplemente un pensador con un cierto grado de compromiso político o, en otros casos, que la intelectualidad es la clase social con mayor capital cultural (aunque esta definición no es la que ahora nos interesa).

Lo que sí tenemos claro es que existe una predisposición a considerar positiva la figura del intelectual. Habitualmente dicha consideración, eso sí, es mayor entre los que se sienten de izquierdas que entre los que se sienten de derechas y, no queremos olvidarlo, también varía notablemente dependiendo del país.

Por el siglo XX han transitado intelectuales de todos los gustos políticos: por la izquierda han caminado intelectuales marxistas como Walter Benjamin o Antonio Gramsci o socialdemocrátas como Anthony Giddens; por la derecha han caminado nazis como Heiddeger, neoliberales como Mario Vargas Llosa, etc.

La consideración positiva del intelectual suele estar relacionada con su capacidad privilegiada para el análisis de su entorno. Al intelectual se le presupone una visión que trasciende lo evidente. Poseedor de una capacidad especial tiene el intelectual una responsabilidad pedagógica en cuanto individuo sobresalientemente cualificado. Esa tarea pedagógica ha empujado al intelectual hacia los medios de comunicación, con una predilección especial por la prensa escrita. Esa vocación de influencia es la que nosotros valoramos como elemento diferenciador del intelectual con respecto del pensador académico.

Los antiintelectuales

El prestigio del intelectual moderno ha estado bastante extendido durante muchas décadas entre muchas capas sociales. En nuestro tiempo, la intelectualidad posmoderna ha fingido tratar de “autodestruirse” al considerar que el discurso del intelectual es tan válido como cualquier otro, pues al fin y al cabo la figura del intelectual es necesariamente una figura construida sobre un discurso de poder, arbitrariamente legitimado (sobre unas clases sociales: las que algunos llaman medias-altas; sobre una cultura: urbana, occidental, blanca; sobre un género... ).

Pero esa crisis de legitimidad no ha sido durante buena parte del siglo XX el principal motivo para el rechazo del intelectualismo en ciertos movimientos políticos. En concreto, tanto el fascismo musoliniano como el estalinismo rechazaron la figura del intelectual. Los fascistas promovieron una cierta forma de irracionalismo político, los estalinistas consideraban cierta forma de libre expresión como una desviación pequeño-burguesa alejado del proyecto del proletariado. El problema no era en sí mismo el pensamiento, sino el pensamiento disidente, el no sometimiento a las directrices del caudillo y su proyecto político. Al fin y al cabo tanto unos como otros tuvieron a su lado a conocidos intelectuales que no fueron lanzados a los cocodrilos, como los poetas Ezra Pound (seguidor de Mussolini) y Pablo Neruda (defensor de Stalin hasta la muerte del georgiano).

El antiintelectualismo anarquista

Frente al ataque al pensamiento disidente de los diferentes totalitarismos, buena parte del movimiento anarquista se ha considerado antiintelectual por motivos hondamente humanistas.

El intelectual entendido no solamente como hombre capacitado para un profundo análisis de la realidad, sino como individuo especialmente dotado para las labores relacionadas con el pensamiento, establece la legitimidad de la división de trabajo intelectual y manual.

Ya desde el siglo XIX los anarquistas se preocuparon por la construcción de un hombre integral como se fomentaba en sus proyectos educativos (un ejemplo: Paul Robin y el orfanato Cempuis):

«En interés del trabajo y de la ciencia, no deberán existir ni obreros ni intelectuales, sino sólo hombres.»

Mijail Bakunin

Es evidente que realizar un análisis de las clases sociales (que es tanto como decir las capas, estratos o jerarquías de una sociedad) no puede basarse sólo en la cantidad de capital económico de la que disponen los individuos sino que viene dada por la acumulación de conocimiento prestigioso (capital cultural), títulos académicos (capital educativo), redes de clientelismo (capital relacional), etc. Los anarquistas, por eso, desde sus orígenes entendieron que no puede haber igualdad real entre un ilustrado abogado y un zapatero analfabeto aunque ambos ganaran la misma cantidad de dinero o dispusieran de la misma cantidad de bienes materiales. Por eso, muchos libertarios se esforzaron en atacar la labor intelectual para ponerla en al mismo nivel que cualquier otra forma de trabajo.

Los intelectuales siempre han pretendido legitimar su labor. Para ellos el pensamiento abstracto es la máxima expresión de la producción humana. Por tanto, su tarea en tanto que ensalzadora del prestigio de la creación o labor intelectual frente a cualquier otra forma de actividad es legitimadora de una determinada meritocracia. No es casualidad: toda forma de poder tiene como primer objetivo perpetuarse a sí misma. Igual que los líderes sindicales temen la emancipación de los trabajadores, algunos tenemos la certeza de que los intelectuales no pueden hacer otra cosa que temer el día en que su opinión sea una más (o que su labor valga como cualquier otra) porque entonces ya no serán intelectuales.

Por la anarquía.

Mira també:
http://www.grupoheliogabalo.org/contra-el-intelectual/
http://www.grupoheliogabalo.org/

This work is in the public domain

Comentaris

Re: Contra el intelectual.
26 jun 2012
Heligogabalo, libro de culto de un intelectual excentrico llamado Artaud, Antonin para los amigos... y el ultimo emperador decente de Roma antes de que vinieran los 'cristianos' a hacerse con el cotarro. Buen articulo. En el proximo podriais poner a caer de un burro a los zumbaos:
http://bibliotecadelpsicoanalista.blogspot.com.es/2009/11/escritos-de-ja
Re: Contra el intelectual.
27 jun 2012
Postulats anàrquics d'aquest tipus són els quals em fan perdre la fe en una possible construcció teòrica de l'anarquisme capaç de poder materialitzar l'ideal àcrata. Sort que no tots els anarquistes comaprteixen l'opinió que expressa aquest article que, d'altra banda, és una opinió molt poc el·laborada i que fins i tot, en la seva línia, podría donar molts més fruits. L'anàlisi és incomplet i no acaba de justificar l'antiintel·lectualisme més enllà de la pateleta més primària de l'anarquisme més infantil i utopista.

Al·ludeixen al trasfons "clarament humanista" de l'anarquisme, per tal de marcar les diferències del seu anti-intel·lectualisme envers de l'animadversió intel·lectual dels estalinistes (i maoistes, per cert) i dels feixismes, però això en veritat és una fal·làcia que no diu res de nou, res que es separi de la concepció autoritària de l'estalinisme que sempre glorificarà el seus intel·lectuals i en perseguirà els adversaris. Cuba des dels principis de la revolució en fou un clar exemple. I ho feien per un afany totalitari o més aviat, precissament, per tal d'equiparar la figura de l'intel·lectual amb la del treballador, anivellar-los i deixar-li clar el fmaós lema cubà: "DENTRO LA REVOLUCIÓN TODO,FUERA DE LA REVOLUCIÓN NADA". Els intel·lectuals dissidents no eren altre cosa que pensadors aburgesats als quals se'ls hi havien pujat els fums fins permetre's escriure des dels marges de la revolució cubana. Aquesta conducta era antiproletària, aquests intel·lectuals crítics o heterodoxes es permetien un refinament diferencial clarament antiproeltari i contrari a la lògica comunista entesa com un col·lectivisme extrem i forçat.

Enlloc d'animar a que tots els individus treballin la creativitat, els estímuls intel·lectuals més afins de cadascú, per tal de poder esdevenir si bé no futurs intel·lectuals, sí almenys futurs llirepensadors amb la capacitat per poder accedir a tota la cultura acumulada, en les seves diferents branques,per la humanitat al llarg de la història. Aquesta capacitat serà allò que ens farà lliures, allò que ens permetrà poder interpretar lliurement i amb esperit crític les diferent sobres monumentals del passat, del pressent i del futur. Alguns les produïran, aquells que voluntàriament hagin desenvolupat un major interés i facilitat per crear art, filosofia, ciències socials, ciències vàries, o tot a la vegada, ja que cada vegada són més discutibles les fronteres entre les diferents disciplines del pensament.

Els intel·lectuals no són els llimacs llefiscosos que esmenteu de les cadenes de TV i de ràdio, encara qur alguns, desgraciadament, han assolit l'etiqueta d'intel·lectual gràcies a una societat atrofiada. Els intel·lectuals, cert és, no ténen la seva raó de ser en cap superioritat i tmapoc mereixen cap privilegi o poder més enllà de la resta. Ara bé, això no lleva que l'intel·lectual genuí (el qual, per cert, ni molt menys no sempre copincideix amb els artistes, com fan esmentant els poetes Ezra Ponud i Pablo Neruda)no tengui un mèrit propi i diferencial que mereixi una atenció especial al igual que la mereixen, per exemple, els artistes.

L'intel·lectual mai té la raó de per se, no ha de convèncer pel simple fet de treballar la cultura i les idees, en absolut, car pot estar equivocat com qualsevol altra, sigui fruit d'una tesis errònia o de les seves pròpies fílies i fòbies, les quals influeixen moltíssim. Ningú és completament objectiu, però els intel·lectuals obren les portes a un anàlisi metòdic de la realitat extremadament necessari per avançar com a éssers humans. Per tant, en lloc de voler reduïr la figura de l'intel·lectual i atribuïr-li un poder inexistent, més val aprendre a llegir-los, escoltar-los i interpretar-los amb coneixement, receptivitat i esperit crític. I fins i tot, aquells que els hi ve dee gust i es veuen amb coratge, mirar també ells d'aportar el seu propi capital cultural, el qual, més enllà del prestigi X de determinat moment, passa a ser col·lectiu i al sevei de tota la societat.

En definitiva, els intel·lectuals els hem d'interpretar, valorar (positivament o negativament), i fins i tot discutir i criticar,per tal de poder contribuïr a un pluralisme intel·lectual cada vegada major. Però per tot això primer cal tenir-els-hi certa deferència i no, precissament, rebutjar-los o reduïr la seva rellevància social.

A n'aquestes alçades hauríem de tenir clar que la transformació social i l'avenç humà requereixen, forçosament, de la creativitat intel·lectual, i en concret, d'una intel·lectualització lliure i plural.

L'anarquisme, sens dubte, necessita dels intel·lectuals per tal de poder materialitzar el seu propi origen, essència i genuïtat intel·lectual. Perquè, no ho oblideu, l'anarquisme no és sinó un complexe d'idees i teories heterogènies que parteixen de l'intel·lectualisme il·lustrat. És un projecte inacabat que necessita i mereix ser continuat i completat, i deixar en rere la rèmora exclussivament obrerista i pragmàtica que no ens duu sinó al sempietern carreró sense sortida. Em sap greu citar Lenin, però lluny de voler fer anarcobolxevisme, l'encertava de ple quan afirmava que "sense teoria revolucionària no és possible l' acció revolucionària (exitosa)".

Els anarquistes ja hem patit prou abandonament intel·lectual quan el marxisme s'imposà com a única ideologia revolucionària prou elaborada teòricament com per poder triomfar. Canviem els esquemes, tenguem clar que l'anarquisme és un cos heterogeni, poc cohesionat i inacabat que té molt per ofrerir per endavant. Però sobretot no oblidem que per sortir, precissament, de la seva abstracció intel·lectual (en una fase, encara, immadura, i per això el seu grau alt d'utopisme, que no rau en la impossibilitat del projecte, com afirmen alguns, sinó en el "com fer possible" l'utopia, La Idea) és necessari continuar amb l'exploració intel·lectual, sense límits, de l'anarquisme entès com a forma d' (auto)organització d'una societat més lliure i justa.

PER L'ALLIBERAMENT SOCIAL, MORT A L'ESTAT I VISCA L'ANARQUIA!!!
Re: Contra el intelectual.
27 jun 2012
"No hay teoría revolucionaria separada del establecimiento de relaciones prácticas para la acción, y esta acción no puede ya ser principalmente la afirmación y difusión de la teoria revolucionaria"

(Editoral del núm. 2 de la revista C.I.A. - Conspiración internacional Anarquista - portaveu del Movimiento Ibérico de Liberación - M.I.L.).
Re: Contra el intelectual.
27 jun 2012
On hi ha la contradicció entre la cita de Lenin (contextualitzada dins el comentari anterior) i l'expansió reflexiva que en fa la CIA???
Re: Contra el intelectual.
27 jun 2012
Penya si esteu rallats sempre podeu venir a l'Esquerra Indepe, això fa temps que no té solució i en som uns quants trànsfugues ja. Sinó ànims, de debó...
Re: Contra el intelectual.
27 jun 2012
Gràcies pels teus ànims, Tristor. I també per oferir-nos aixoplug en la càlida família de l'Esquerra Indepenedentista.

Sense entrar en quisquillositats, tmbé jo penso que l'anarquisme ha d'encarar amb més serietat la seva projecció teòrica i intel·lectual, sens falta. L'anarco-garrulisme que mostra el grup HELIOGABALO amb aquest article és delirant i contraproduent. N'hi ha, efectivament, per fugir "cames-ajudeu-me!" de patis de guarderia revoltada com aquest... No sé si per anar-se'n amb els indepes com tu proposes, no m'hi sentira còmode amb mi mateix, tan lluny de l'anarquisme. Però potser sí abraçaria amb ulls tancats el també delirant (ja posats!) postanarquisme o anarquisme postmodern, el qual almemnys té una prolífica producció intel·lectual d'allò més innovadora i subversiva. Hakim Bey, Bob Black, Zerzán, Wolfi,Newmans, etc, en són clars exemples d'intel·lectuals que treballen per resseguir el fil teòric de l'anarquisme fins a límits insospitables en plena postmodernitat.

Per un anarquisme de saló, cultureta i esnob! jajaja És molt trist, però per alguns l'intel·lectualització de l'anarquisme suposa això: esnobisme, molta xerrameca i poca feina al carrer... En fi. Per sort, els intel·lectuals de l'anarquisme, aquests dels quals no solem renegar, mai han adoptat rols de poder ni d'ostenció.

L'anarquisme no només és sindicalisme i barricades. És molt més, oscil·la entre la questió col·lectiv i la individual, tractant temes de gran complexitat i embergadura que no es reflexionen ni es solucionen amb la praxis sindicalista o de carrer.

TOTS ELS FRONTS DEL MOVIMENT LLIBERTARI SÓN IGUALMENT NECESSARIS! NO EN DESCUIDEM CAP!

Salut, revolta i acràcia!
Re: Contra el intelectual.
27 jun 2012
Bastant patètic l'article.

tindrem moda "antiintelectual" uns mesos i després en vindrà una altra, un altre tema per anar posant pals a les rodes i aborrint a la gent.

Quina casualitat que totes aquestes histories acabin reforçant el poder.
Re: Contra el intelectual.
27 jun 2012
per cert, que per estar en contra dels intelectuals bé que els utilitzen.

"Capital cultural" = Bourdieu

vaja amb els estudiants de sociologia o filosofia... esperem que acabin els graus i comencin a treballar (potser l'unic que trobaran és "treball intelectual" amb una mica de sort)
Re: Contra el intelectual.
27 jun 2012
com a seguir el fil per mi no és qüestió d'antiintel·lectualisme però si que hi ha uns indicadors que potser val la pena mirar

Per norma general el grup de gent que "a grosso modo" pertany a la gent més intel·lectual, normalment no s'aixeca mai abans de les 9:00, la seva feina sol ser bastant relaxada, la seva feina no és medible, i com a part de la seva feina està en tenir contactes, quedar bé amb aquests i moure informació.

Per norma general la gent que pertany a la banda no intel·lectual s'aixeca abans de les 9:00 cada dia. Treballa de forma cansada i amb riscos laborals cap a la seva salut de forma constant. I dintre la seva feina sol tenir uns objectius medibles (per tant se'l pot reprendre si no arriba als objectius) i la seva feina no sol tenir res a veure amb la intel·lectualitat ni en fer contactes ni res.

Resultat d'aquesta ecuació ideal
La gent que treballa de forma intel·lectual quan arriba a l'assemblea té molt més per la mà els conceptes, el que pensa altre gent de cada tema, està més descansat i menys estressat, i com no s'ha de llevar tant d'hora doncs pot allargar els consensos ineternum.

Òbviament és una ficció i una polarització en 2 caràcters ideals que no existeixen, però molt de realitat al final sí que té
Re: Contra el intelectual.
28 jun 2012
Doncs a mi no em desagrada el text.

No crec que sigui una crítica als intelectuals en si, sino a la seva "profesionalització".

La idea d'una gent que la seva feina és pensar en l'abstracte i decidir i treure conclusions.
Fa poc, un amic em parlava del nou llibre d'Anguita i de com ja era hora de que els intelectuals del país comencessin a treure alternatives.
És la idea aquesta de l'intelectual la única feina del qual és apareixer en un moment de necessitat e iluminarnos amb la seva sapiencia (no estic dient que sigui el cas de l'Anguita, no en tinc nidea, però era el que em venia a dir).

Crec que, desde l'anarquisme, això és perfectament criticable. El text ja ho deixa ben clar.
«En interés del trabajo y de la ciencia, no deberán existir ni obreros ni intelectuales, sino sólo hombres.»
Es tracta de que no existeixi una casta d'intelectuals.

La qual cosa no vol dir que certa gent tindrà més capacitat per interpretar, treure conclusions i, el q es mes important, comunicar. Però, d'alguna manera, es tracta de donar més importancia a la idea que al autor. Ja que l'autor potser un desastre i la idea bona. O a l'inrevés. I un dia un pot fer un text millor que un altre.

Nose si m'explico.

Intelectuals tots, en definitiva.
Re: Contra el intelectual.
30 jun 2012
Perdón, ¿inte letual, que hé?
Re: Contra el intelectual.
01 jul 2012
Creo que se confunde la figura del intelectual con la intelectualidad.
No es lo mismo y el anarquismo ha sabido diferenciarlo. Figuras como Karen Elliot o Lutter Blisset, no son intelectuales, son intelectualidades, son nombres múltiples. No es nadie en concreto, puedes utilizarlos cuando quieras, ampliarlas o debatirlas. El cuestionamiento de la identidad individual a la hora de plasmar un pensamiento crítico es algo en lo que el anarquismo (neosituacionismo, para ser más exactos) ha sabido llevarlo con éxito.
Superar la figura del intelectual, apostar por la intelectualidad, que no es más que la socialización del capital cultural, es la via que desde los 90, si no me equivoco, se está llevando a cabo por distintos colectivos.
La postura contraria al intelectual debe darse desde la creación de una intelectualidad colectiva y no desde la crítica facilona de las chorradas de un tertuliano mediático.

Para más info:

http://www.lutherblissett.net/index.html
Sindicato Sindicat