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Notícies :: corrupció i poder
Traumas en el post-facilismo
16 feb 2012
Esta época del post-facilismo, de cuando lo fácil de ayer es el yugo de hoy, invita a una profunda reflexión. Adquirir un piso, cambiar de coche, acumular todo capricho; irse de vacaciones al otro lado del globo y estar a la ultimísima moda en todo y a todo; invertir, jugar, ganar… toda esa orgía consumista del Facilismo de antaño se ha vuelto, de repente, en contra, pasando de sueño a pesadilla, de alegría a depresión, de simulacro del éxito a la evidencia de un fracaso. Ese camino fácil, por recto, ya no esconde sus sinuosidades, esa dependencia esclavizante, ese robo sin complejos. En este mundo lo fácil debería ser sospechoso como principio fundamental. Ganar dinero fácil…
En materia bancaria, lo fácil era ganar dinero con las Acciones Preferentes. Una jugada del sistema bancario en general (han participado 52 entidades bancarias) que les ha proporcionado una liquidez de unos 30.000 millones de euros en unos tiempos que, mira por donde, no disponen de ella. Se calcula que hay entre 700.000 y un millón de afectados en todo el estado, y que se ha definido como “preferente” ese sector social crédulo (gente mayor, la mayoría) que el sistema ya puede, o quiere, o necesita (¿da igual?) prescindir de él como creyente. Hace gracia el nombre de la estafa: Acciones Preferentes. ¿Desde cuándo se es una preferencia para ganar dinero? ¿Uno como preferencia para un banco? ¿Desde cuándo esa generosidad?
Claro está que timarle a uno 20.000 euros o 60.000, o lo que sea, deja mal sabor de boca y un rostro poco estético. Y que la fe y la confianza se esfuman tan pronto como empieza el calvario de la reconstrucción de los hechos. Pero estos, los hechos, el hecho, no va más allá de una estúpida confianza en ese señor de la corbata o señora del traje-chaqueta que un día va y te llama a casa, te invita a su mesa, te agita la avaricia y te indica con mucha educación dónde se debe estampar la firma. Y se sale por la puerta convencido de la gestión, sin saber que se acababa de firmar una cesión del dinero al banco nada menos que a… ¡perpetuidad! Y no es hasta tiempo después, cuando se quiere recuperar lo que ya no es de uno, que se cae la venda, y toda el alma, donde acaban las uñas. Pues no sólo no hay absolutamente nada de más de lo prometido y soñado, sino que no queda más que papel mojado: fin de la preferencia y vuelta a la realidad.
Y es entonces cuando se intenta recordar las palabras mágicas de ese señor o señora, de esos individuos que representan al sistema que hasta la fecha han guardado los dineros, hasta que se han quedado con ellos. Protegerse de los chorizos-cualquiera con profesionales del choriceo es lo que conlleva. Pues sólo cambian la navaja por la estilográfica, la súplica por la zanahoria, la violencia por el notario.
Para cerrar el círculo traumático quizás los afectados deberían ir a visitar a los políticos a los que han votado y revotado. A esos otros profesionales del choriceo a quiénes se ha dotado de toda autoridad hasta que han provocado el desfalco público. Más que nada para ver si en estas horas malas devuelven los apoyos... Aunque mucho me temo que apelarán, como siempre, al Estado de Derecho: Sí, ha sido un timo legal pero, por encima de todo, una legalidad. Y así todo seguirá su curso legalmente estipulado: el escándalo se perderá por los caminos de la Justicia, en dialécticos combates de abogados por demarcar dónde acaba el riesgo y dónde empieza el timo. Y la rabia se dilapidará en el hoyo del olvido, y el dinero seguirá su nuevo camino…
Al fin y al cabo, todo esto es un tema macabro del sistema, una escatología del incauto, un chiste donde sólo ríe el que lo cuenta. Pero sobre todo es el anuncio de por dónde cortarán la sociedad que están despedazando. Quebrado el Estado del Bienestar, vayamos sacándonos las manos de la cabeza y empecemos a pensar cómo contrarrestar lo que viene por delante. Pues no ha hecho sino empezar el descalabro. Lo siguiente es quedárselo todo sin simulacro alguno.

Alex Shevek
Barcelona, 16 de febrero de 2012

PD: Seguro que a más de uno le afloran sentimientos demasiado negros para ser confesados en los círculos hipócritas del civismo moderno. Pero éstos responden sólo a la rabia y al odio post-traumático, más vacíos de posicionamiento ideológico que de dinero en su cuenta de ahorros. Tampoco es un mal inicio. Quizás es hora de reflexionar sobre lo que socialmente queremos para todos, y no sólo en las codicias alimentadas en cada uno.

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Comentaris

Re: Traumas en el post-facilismo
16 feb 2012
seguro..., en fin, das por supuesto que todos nos creímos el cuento, y no es así,y menos los que leemos indymedia. Muchos llevamos muchos años huyendo de las trampas y falsas promesas del sistema y pensando en alternativas.
Sólo una cosa: QUÍTATE DE LA CABEZA QUE LA CULPA ES NUESTRA, eso es lo que nos quiern hacer creer: la cula es de los que tienen acciones, dinero en el banco, 4 coches y 4 casas y esos son muy pocos y no leen indymedia. Yo nunca he tenido coche, ni casa, ni dinero en el banco, ni acciones, ni quiero tener nada de eso pagándose el precio que se ha de pagar por ello, vendiendo mi alma y mi conciencia.
Yo el shock postraumatico ya lo viví hace 11 años y como yo muchos otros, listillo, que no somos lectores de el pais...
Re: Traumas en el post-facilismo
17 feb 2012
v de volvemos para vencer

otro ke nunca he tenido coche,ni casa, ni dinero en el banco, ni acciones ke me proporcione euros frescos a montones

pero si no leemos este texto aki en indymedia,¿donde lo vamos a leer? ¿en el pais? ¿kizas en el mundo?

"Quizás es hora de reflexionar sobre lo que socialmente queremos para todos, y no sólo en las codicias alimentadas en cada uno."

desde luego esto no es para mi,pues reflexiones estan todas hechas,codicia pues bien poca,ropa la ke llevo puesta
Re: Traumas en el post-facilismo
17 feb 2012
"los que tienenacciones, dinero en el banco, 4 coches y 4 casas y esos son muy pocos" ???
¿muy pocos???
Pero, en qué ciudad has estado viviendo?
Lamento decirte que en todo caso los muy pocos somos los que leemos indymedia!
Sindicato Sindicat