Y esto es lo que nos dicen sus palabras y sus silencios: Que la historia de México se ha vuelto a manchar de sangre inocente. Que decenas de miles de personas han muerto en esta guerra absurda que no lleva a ninguna parte. Que la paz y la justicia no encuentran ya lugar en ninguno de los rincones de nuestro país. Que la única culpa de estas víctimas es haber nacido o vivido en un país mal gobernado por grupos legales e ilegales sedientos de guerra, de muerte y de destrucción. Que esta guerra ha tenido como principal blanco militar a seres humanos inocentes, de todas las clases sociales, que nada tienen qué ver ni con el narcotráfico ni con las fuerzas gubernamentales. Que los malos gobiernos, todos, el federal, los estatales y municipales, han convertido las calles en zonas de guerra sin que quienes las caminan y trabajan estuvieran de acuerdo y vieran la forma de resguardarse (…) Que los malos gobiernos crearon el problema y no sólo no lo han resuelto, sino que lo han extendido y profundizado en todo México. Que hay mucho dolor y pena por tanta muerte sin sentido.
Que alto a la guerra. Que no más sangre. Que estamos hasta la madre. Que ya basta.
Palabras del EZLN en la movilización de apoyo a la
Marcha nacional por la Paz, 7 de mayo del 2011.
Sí, de verdad, podemos organizar. No sólo los malos gobiernos qui sí saben, también nosotros tenemos cabeza, tenemos idea de pensar cómo organizar, cómo organizarnos… También nosotros vamos a luchar con todo el pueblo de México… y lo animamos a toda la gente también que se organicen, para juntar lucha, porque si no vamos a luchar, si los dejamos con los malos gobiernos nos van a engañar…
Sí, podemos gobernarnos, ya lo vimos que sí se puede formar nuestro municipio, aunque no le guste al mal gobierno… pero, sí, lo vamos a hacer porque estamos en nuestro derecho.
Comandanta Dalia (“Entrevista en Radio Insurgente”, Rebeldía, 78, 2011)
Hoy, más que nunca, las fuerzas globales modelan la vida de los pueblos. Nuestros trabajos, salud, vivienda, educación y pensiones son controladas por bancos, mercados, paraísos fiscales, corporaciones y crisis financieras. Nuestro entorno es destruido por la polución en otros continentes. Nuestra seguridad está determinada por guerras internacional y el comercio internacional de armas, drogas y recursos naturales.
Estamos perdiendo el control sobre nuestras vidas. Esto debe parar. Esto parará.
Los ciudadanos del mundo deben de tomar el control sobre las decisiones que les afectan a todos los niveles, desde lo global a lo local. Esto es la democracia global. Esto es lo que pedimos hoy.
Como los zapatistas mexicanos, decimos “¡Ya basta. Aquí el pueblo manda y el gobierno obedece!”. Como las plazas tomadas en España decimos “¡Democracia Real Ya!”. Hoy llamamos a los ciudadanos del mundo:
¡Globalicemos la Plaza de Tahrir! ¡Globalizemos la Puerta del Sol!
Manifiesto ” Unidos por una democracia global ” (15 de octubre de 2011)