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Texto de la o.r. CCF respecto al nuevo proceso penal
07 nov 2011
Un texto de Grecia
Hace unos pocos días a las cárceles en las cuales nos encontramos nos llegaron citaciones para una investigación preliminar realizada por la Sección Antiterrorista. Esta investigación tiene que ver con un probable proceso penal contra nosotros según el artículo 184 del Código Penal que menciona “Quien públicamente en cualquier manera instiga o estimula la perpetración de crímenes o delitos será castigado con pena de cárcel de hasta tres años.” La investigación se refiere al texto de solidaridad con ateneo anarquista “Nadir” que habíamos publicado.

El procesamiento policial de los textos no es algo que pasa por primera vez en los círculos de anarquía insurreccional.
Al contrario, hay toda una historia de procesamientos parecidos en los países como Italia, Chile, etc., ahí donde hay una fuerte presencia de compañeros que promulgan a la acción directa.
A lo que aspira la moderna policía internacional del pensamiento es prevenir la propaganda anarquista de acción y la difusión de nuestras ideas.
Por esto no dudan en esos casos de anular el ennoblecido escaparate de la democracia que se supone que permite la “libre circulación de discursos e ideas”.
De este modo se están desvaneciendo hasta las últimas ilusiones que tal vez algunos todavía guarden. Las cosas son ya muy claras, “¡ la acción y el discurso anarquista son ilegales o no son nada!”

En este momento el nuevo proyecto policial del pensamiento se está aplicando, de manera piloto, a nosotros que estamos encarcelados como miembro de la organización anarquista revolucionaria CCF y al compañero T. Mavropoulos.
Está claro que en futuro esa estrategia de la represión preventiva y procesamiento penal por textos y comunicados, se va a aplicar también a aquellos ateneos anarquistas y proyectos auto-organizados que defienden y difunden los valores anarquistas.
Al mismo tiempo ese nuevo proceso penal constituye una prueba general para la nueva ley antiterrorista que el Estado tiene intención de implantar.
La nueva ley antiterrorista es de hecho una, aún más represiva, ampliación del artículo 184 que establece la preventiva represión del discurso subversivo. Según sus clausulas, tanto la edición como la difusión de manuales prácticos de acción o textos que promueven la guerrilla urbana anarquista, serán tratadas como “actos terroristas” y significarán años de cárcel.
El Poder de esta manera pretende evaluar las reacciones y los silencios.

Además, no es la primera vez que nos vemos enfrentados con los maderos y fiscales del pensamiento. Hace unos pocos meses, se ha puesto en marcha un nuevo proceso penal contra nuestros hermanos, Olga Oikonomidou y Giorgos Polydoros, que como miembros de CCF firmaron el folleto internacional “El sol seguirá rayando el alba”. La única prueba es el hecho que lo firmaron juntamente con otros. Sus nombres fueron añadidos al expediente de acusación por el envío de 14 paquetes incendiarios a las embajadas y organismos internacionales policial-fiscales, la acción por la cual asumió la responsabilidad nuestra organización.

Todo esto forma nuevos entramados en el nudo gordiano jurídico que se ha envuelto alrededor de CCF. Los maderos de la Sección Antiterrorista en cooperación con los investigadores especiales de la Fiscalía que están encargados de nuestra persecución, con siempre nuevos procesamientos traman tenernos en condición de rehenes. Es obvio que no es accidental el nuevo proceso penal que se han inventado en contra de nuestro compañero Haris Hadzimihelakis, acusado de ser “autor moral” en el caso de los paquetes (sin la existencia de “pruebas”, aunque sean de escuchas telefónicas), antes justo de su prevista liberación por haberse alcanzado el límite de prisión preventiva de 18 meses.
Paralelamente, el Estado ha lanzado hasta el momento 4 diferentes juicios contra las CCF, que serán realizados en el futuro.
El comienzo de esta campaña judicial contra nosotros fue inaugurado con el juicio por tres explosiones (en la casa del viceministro del Interior Hinofotis, en el Ministerio de Macedonia-Tracia, y en la casa de Louka Katseli) como también por la posesión de un artefacto explosivo en la casa de Halandri. En este tribunal ahora serán juzgados los cuatro compañeros que estaban en busca y captura durante el primer juicio del caso. Como fecha de este proceso se ha fijado el 14 de diciembre.
Además, la mayoría de los miembros de las CCF serán juzgados también por el caso de “los seis de diciembre” (detención de seis anarquistas por posesión de armas y explosivos el 4 de diciembre de 2010). En este juicio, tres de los miembros de CCF serán juzgados por cargos de “papel de liderazgo en la organización”.
Luego viene el juicio sobre los paquetes incendiarios, el cual vamos a destacar como el juicio central de nuestra organización, ya que por primera vez seamos juzgados también todos los nueve miembros de CCF juntos. Hay también un expediente contra los cinco miembros que fueron detenidos en la ciudad de Volos. Este expediente se ha juntado con el otro expediente, el del enfrentamiento con la policía en la zona de Pefki, y así estamos siendo procesados junto con nuestro hermano Theofilos Mavropoulos.
Al mismo tiempo contra dos compañeros de la organización (Christos Tsakalos y Giorgos Nikolopoulos) se abrió un proceso penal también en Italia, aquel por un paquete-trampa que había sido enviado a Berlusconi.
Por supuesto hay todavía decenas de expedientes abiertos por los ataques de CCF, que están aún en los despachos de jueces de instrucción.
Es cierto que en los últimos dos años, nombres de detenidos por su acción anarquista aparecen uno tras otro, a velocidad con la que alguien hojea los nombres en las páginas amarillas.
Las detenciones, los procesos penales, los encarcelamientos y las condenas, dada la frecuencia con la que se manifiestan, crean una situación ya bastante ordinaria.
El Estado aplica así una estrategia de choque, tratando de crear una realidad aceptable donde nadie se cuestiona nada y nadie se sorprende frente a lo que sucede. Imaginad cómo sería hace algunos años la persecución penal de anarquistas presos por un texto que han escrito. Hoy, el Poder está tratando de establecer un desierto conceptual y práctico dentro de las metrópolis y sus periferias.
Pero nosotros insistimos en hablar y actuar. Sabemos que nuestros textos tal vez no van dirigidos a muchos, pero sabemos que hay todavía nuevos compañeros a los que no les gusta la comodidad, y para atacar no les gusta esperar hasta que llegue la próxima manifestación y dejar el tiempo a la espera e inactividad.
Al fin y al cabo, la acción guerrillera anarquista no tiene fecha de inicio ni de fin; al contrario, estalla 365 días al año, 24 horas al día.
Buscamos a estos lobos, que hacen más interesantes las noches de la metrópolis llevando consigo vapores de gasolina y rabia. Son los nuevos nihilistas, los anarco-individualistas, los compañeros de la nueva corriente insurreccional, los de la tendencia anti-social, estos los cuales encontramos en el umbral de la acción.
Nuestras palabras que se fugan de la prisión, tratan de romper el muro de papel de los textos para transformarse en acciones. Es una manera de comunicación con esos hermanos nuestros, no sólo en Grecia sino también al nivel internacional para apoyar y promover la Federación Anarquista Informal (FAI) y el Frente Revolucionario Internacional (FRI).
Por esto, en toda esa tormenta jurídica que se ha desatado contra nosotros, la nueva investigación preliminar de la Sección Antiterrorista que tiene como objetivo abrir un nuevo proceso penal por el comunicado de solidaridad con el ateneo “Nadir”, nos da alegría y nos hace sentir más fuertes.
Por lo que parece incluso dentro de prisión nos tienen en cuenta y se preocupan por la difusión de nuestras palabras. Sinceramente, queremos verificar sus preocupaciones.
Por eso hacemos todo lo posible.
Además, la persecución penal por este texto de solidaridad confirma a la esencia genuina del discurso.
Porque el discurso anarquista es la esencia de la vida que definimos con nuestros actos.
Así lo repetimos una vez más, para que no haya ninguna duda:
NI UN MILIMETRO ATRÁS,
NUEVE MILIMETROS EN LAS CABEZAS DE LOS MADEROS.
Nuestras palabras las van a cobrar en efectivo.
Los procesos penales, las interrogaciones preliminares, las visitas de los de Antiterrorista en las cárceles donde estamos encerrados, nuestros constantes traslados, los castigos disciplinarios, nunca lograrán de doblegarnos.
Esto somos, nada más y nada menos.
VIVA LA CCF — FEDERACIÓN ANARQUISTA INFORMAL (FAI) —
FRENTE REVOLUCIONARIO INFORMAL (FRI)
Los miembros encarcelados de CCF
y el anarquista revolucionario Theofilos Mavropoulos

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Sindicato Sindicat