Aún hoy, un grupo de mercenarios sudafricanos se encuentra en Libia e intenta sacar del país a Saif Al Islam, hijo de Muamar Kadafi y miembro dirigente del régimen. El diario sudafricano "Rapport" reveló el domingo que 19 mercenarios de ese país fueron contratados por empresas sudafricanas vinculadas a Kadafi para participar en la protección los jefes de la dictadura. El régimen fascista de Israel también participó en el reclutamiento de mercenarios para Kadafi.

Saif Al Islam huyó de Sirte cuando la ciudad fue tomada por las fuerzas rebeldes, y se encontraría cerca de la frontera con Níger.

A finales de agosto un grupo de mercenarios sudafricanos escoltó de Trípoli hacia Niamey oro, divisas extranjeras y diamantes robados por Kadafi.

Al menos dos mercenarios sudafricanos murieron en el ataque del convoy de Kadafi en el que el dictador fue ultimado.

Al comienzo de la guerra civil, contratistas sionistas también acudieron en auxilio del dictador proimperialista, reclutando miles de mercenarios en Uganda, Sudán, Chad, Senegal y la República de África Central.

El propio diario israelí "Yediot Ahronot", señaló el 16 de marzo que en una reunión entre el propio primier israelí Netanyahu y el Ministro de Guerra se tomó la decisión de apoyar con todo a Kadafi, un aliado del sionismo que rompió con la resistencia palestina hace una década.

El jefe de la empresa israelí Global CST, que se dedica a la actividad mercenaria, se reunió con Netanyahu y otros jefes sionistas para acordar el apoyo a la dictadura kadafista.

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