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26 ago 2011
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Fortaleza Europa, sin muros ni hortizontes |
Fortaleza Europa- Sin muros ni horizontes
By admin
Artículo original en Francés en “L?interstice y traducido de in-formazione Italia.
Sin muros ni horizontes
Europa no es exactamente una ciudadela o una fortaleza, mas bien es una especie de trampa para lobos que se cierra una vez metida la patita en ella.
Cuando vamos a las fronteras de esta Europa a la que se presenta como el Dorado de los pobres del mundo, nos imaginamos que encontraremos fortificaciones y barreras o algo que se parezca a una barrera material intransitable. Ahí donde, en los mapas, están trazadas unas lineas a puntitos amenazantes, creemos a menudo que encontraremos postes de acero clavados en el suelo y unidos entre ellos con hilo espinado. Nuestras clases de historia están llenas de estas imágenes románticas de imperios encerrados detrás de murallas insuperables, únicas defensas contra el enemigo; El muro de Adriano, la muralla china, el telón de acero o el muro de Berlín. Hemos crecido con la idea de que las potencias necesiten piedras y hilo espinado para encerrarse. Nuestra representación del mundo contemporáneo, alimentada de imágenes de guerra y terror, parte del principio-arcaico- de que los hombres se pueden parar con muros y cañones. Pero en es asi. Las fronteras de Europa son traslúcidas, inmateriales, invisibles. Y la guerra que se hace al “invasor” es imperceptible y silenciosa.
Si camináis en los puntitos del mapa, no encontrareis mas que campo y riachuelos de agua. No hay ruptura ni cambio de paisaje. Tanto por un lado de la linea como por el otro, hay calma absoluta. Hay que admitirlo, los gobiernos no necesitan levantar recintos para protegernos; la modernidad ha traido una serie de medios mucho mas eficaces y socialmente aceptables para acechar al “invasor” y combatir a los indeseables. Al final ya no es necesario herir la sensibilidad de las poblaciones locales estropeando el paisaje ni poner en marcha grandes proyectos de construcción que cuestionen a las elites intelectuales y asusten un poco a todo el mundo. Para asegurar la integridad territorial y proteger el espacio vital europeo ya no es necesario construir barricadas.
Ahora, la guerra al Otro se hace en el silencio de la noche, a las espaldas del “hombre-con-la conciencia-en-paz” con la ayuda de sondas y drones, de terminales biometricos y detectores de movimiento. El muro es tecnológico. Invisible pero no indoloro. En lugar de tener soldados de guardia, la frontera contemporanea se provee de policias en movimiento continuo, de patrullas de RABIT(1). Los “invasores” ya no entran a caballo, se arrastran sobre la hierba y doblan la espalda para acercarse al frio del suelo esperando poder escapar del ojo incansable de las videocámaras térmicas. Su encuentro con la policia no es casual sino anticipado, precisamente como un corte quirúrgico: su recorrido está vigilado desde el cielo, por uno de los UFO(2) de la policia de frontera. No es casual que el migrante sea comparado, en la prensa y en la literatura, con una sombra, una silueta. Sin documentos, osea, sin identidad, no se puede mover libremente mas que en los intersticios dejados libres por los instrumentos de control. EN la era de la alta tecnología, estos intersticios se reducen cada dia un poco mas, y con ellos la libertad de circular libremente. El muro deja lugar a la red. Sin saberlo, el que superó los puntitos está ahora atrapado en la trampa.
Al fin y al cabo no es mas que una cuestión de tiempo. EL tiempo antes que te pillen, el tiempo antes de salir de la detención, el tiempo de llegar al final, el tiempo de conseguir los papeles, el tempode ser aceptado, integrado, asimilado y luego digerido por el “Occidente”. Meses, años, una vida entera para obtener solo el derecho de estar ahi. Los muros ya no tienen una realidad material, están en todos lados alrededor nuestro, en la cabeza de los europeos, en el corazón de los extranjeros, dolorosamente eternos.
Las fronteras ya no son materializadas, porque ya no se necesita que sean representadas, estas viven en la mentalidad, en el corazón de nuestra relación con el otro. Creemos que los muros representen la potencia de los Estados, cuando en realidad no son mas que su derrota. El Estado ha ganado ideologicamente cuando ya no necesita muros para protegerse, cuando cada uno de sus administrados se presenta como un obstáculo para el otro. En Occidente la soberanía territorial es asegurada por su propia población, porque cualquiera ha aprendido a temer al extranjero, a desconfiar y a ponerle barreras insuperables. “No podemos acoger toda la miseria del mundo”.
Esta confesión egoísta repetida en coro o en silenciosamente aceptada por la mayoría de los europeos constituye el mejor argumento ideológico a favor del cierre comunitario. El otro, sea cual sea su miserable condición, no es percibido mas que como un peligro potencial, una amenaza contra el equilibrio de la fuerza. Aún que esté obligado a tener que entrar a rastras, es considerado como un enemigo, porque trae con sigo una manera de ser y de vivir que no es identica a la cultivada en Europa desde la antigüedad.
Cada europeo, si no se opone a la caza al extranjero, es cómplice de una abominable cruzada ideológica que, aún que ya no use bastiones y aspilleras, no hace por eso menos muertos.
Aún sin muros, Europa carece atrozmente de horizontes.
Ver: No job, no food, no dreams y the invisible wall
(1) Parecido a la definición en inglés de “conejo”, las siglas indican el escuadrón de rápida intervención de la policia europea de frontera, gestionada por la agencia europea para la gestión de la cooperación operativa en fronteras (FRONTEX)
Ver:http://frontexplode.eu/2011/01/08/frontex-rabit-operation-watch-the-hunt/
(2) Los elicopteros utilizados actualmente por Frontex seran poco a poco reemplzados por drones (UAV en inglés) |
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