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Notícies :: globalització neoliberal : laboral : pobles i cultures vs poder i estats |
Clase obrera mundial, fetichismo obrero y lucha de clases.
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per K. Raveli Correu-e: karavel17@hotmail.com |
22 ago 2011
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En el contexto de los debates en curso en Indymedia Euskalherria sobre el desarrollo de la lucha anti-capitalista, la cuestión de la organización y de la estrategia comunista y libertaria, F.D. ha publicado un pequeño pero destacado y sugestivo texto de Andrea Fumagalli, acerca del que quiero aportar este comentario crítico. (*) |
Fetichismo final.pdf (121,03 KiB) |
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Supongo que el texto hará carrera como se suele decir, por lo que es muy aconsejable su lectura. Hasta se lo masticarán en Harward y Oxford, y seguro también en Bejing. Es un producto muy sintético y concluyente de la línea marxiana italiana actual. Y pronto explicaré porque no digo marxista en vez de marxiana. (Y no precisamente desde el punto de vista de otro marxiano que anda por Indy EH, es decir más bien casero, que al contrario no entiende las importantes aportaciones al marxismo y a la crítica de la economía política de los compañeros itálicos).
Por cierto, estoy bastante seguro que la clásica pereza ibérica hacía determinados vuelos teóricos haya dejado a más de uno en el camino de la lectura. Pereza ibérica inclusive nabarro-pirenaica, o euskalherriana en su vertiente meridional, donde no andamos demasiado lejos de las holganzas españolas en lo teórico marxista, por desgracia. Por esto, antes de seguir, repropongo la parte conclusiva y casi sintética del texto en cuestión, para podernos centrar todos mejor. (...)
Claro, Fumagalli se ha ganado un respeto - más que merecido - de analista marxiano muy avanzado en el mismo espacio post-obrerista, como Marazzi por ejemplo, y no le toca a él lanzar soflamas sobre la fuerza o el poder constituyente de las multitudes. Es ahora uno de los mejores exponentes de esa línea marxiana radical que ha barrido las viejas historias neo-reformistas de la IV Internacional (trotzkista) y demás marxianos anclados al capitalismo del siglo pasado (Mandel, Husson, Harnecker, Petras, Heinz Dieterich, etc.).
Pero, salta a la vista de cualquiera, no encontramos nada en todo el texto que se refiera a la lucha de clases, a los procesos (obreros) de organización general del enfrentamiento para contra-atacar la ofensiva global del capital. Por esto decimos que es un discurso marxiano, fundado en las categorías teóricas del análisis económico marxista, pero no marxista, fundado en la ética y teoría de clase, de la lucha de clase obrera (¡y no trabajadora!), la clase antagónica al Capital, hasta que exista este modo de desarrollo humano prehistórico.
Sobre el fetichismo laborista del obrerismo itálico. Desde 1964.
Puede que sea debido a la terriblemente infecciosa cercanía (cultural) del Vaticano, o a otras razones más materiales que habrá que estudiar, pero es evidente que el obrerismo italiano, ya desde sus orígenes en Quaderni Rossi y Classe Operaia (1964) (Mario Tronti, Toni Negri, Sergio Bologna, Adriano Sofri, etc.) de los años 60, resulta muy contaminado por el laborismo de la tan famosa como inexistente clase trabajadora. Parece la reproducción más sofisticada del castigo divino, a través del marxismo, la de estos chicos. Muy majos, por cierto, pero corderillos perdidos de San Karl, en la utilización de la categoría materialista y dialéctica de la clase.
Por mucho que esta dialéctica tenga todavía un sentido, en el sur de los Alpes.
Cuando Potere Operaio (1), con todo su estupendo equipo dinamizador comunista, hablaba de operaio, obrero, se refería esencialmente al trabajador fabril. La clase que Marx define de una manera muy distinta (2), es reducida otra vez a su sector empleado, en la industria esencialmente, es decir, a los trabajadores estables del tipo siglo XIX y comienzos del XX. Aunque ahora dominados por nuevas figuras de trabajadores, como el fordista, y luego el taylorista, cognitivo, etc.
Pero siempre, se trata de esos sectores obreros empleados (trabajadores de hecho) que, desde luego, han protagonizado políticamente (véase la concepción bolchevique del partido) la praxis marxista-leninista de las revoluciones e insurrecciones de comienzos del siglo (XX). Pero que, de ningún modo, ni agotaban ni podían subsumir materialmente el concepto marxista de clase obrera. (...)
Rizando el rizo: el concepto de obrero social.
Afirma Christian Marazzi, compañero de Andrea Fumagalli, en su balance sobre el post-obrerismo (Bilancio del pensiero postoperaista italiano Mezzadra – Marazzi – Bifo 2011 http://www.espaienblanc.net/IMG/pdf/postoperaismo.pdf ): Es justamente a lo largo de la segunda mitad de los años 70 que se empieza a hablar del obrero social, es decir, de un sujeto multiforme que actúa, productiva y subjetivamente, al exterior de la fábrica, es decir en la sociedad. El descubrimiento del obrero social sanciona el verdadero comienzo del post-obrerismo.
Pero, Marazzi, ¿No nos damos cuenta de que esta derivación absurda del obrero social, sólo es posible a partir de un cierre ideológico anterior, que ha transformado el obrero trabajador (el obrero empleado industrial, sobre todo) en referente absoluto de toda la clase (compuesta por paradas, migrantes de todo tipo, precarios y demás formas de intermitencia laboral, obreros (obreras) encerradas en la función reproductora, o en formación (¡como la mayoría de los estudiantes!!!), y todas las demás figuras y capas concretas que con-forman la clase, fuera de la fábrica, y que NO SON (o no eran) TRABAJADORES reconocidos como tales, materialmente) en un absoluto fetiche para el concepto marxista de clase? (5) (...)
¿Masas y multitudes, conceptos políticos marxistas?
Sí, podría ser, pero únicamente en el marco de la lucha de clases. Es decir: cuando se asume que, hasta que termine la era capitalista, la lucha entre las dos clases antagónicas por definición científica digamos, es este concepto crítico de clase que informa el proceso y el análisis (como hace precisamente Garcia Salmones -(7), entonces sí, podremos extender el discurso hacia categorías más amplias, por lo menos desde un punto de vista sociológico y político, más que científico de análisis de los procesos de capital: masas, multitudes, proletariado global...
Pero, lo que está pasando no es esto. Por empezar, los obreristas y post-obreristas italianos no se percatan todavía del alcance real del concepto de clase obrera mundial. Por lo tanto, las multitudes se pueden mover sólo sobre un vacío político. Y en cualquier caso fracasar, más o menos inmediatamente, pero siempre. (...)
Hay mucho más en el crisol de la lucha de clases.
Por empezar, sobre la redistribución mundial y local del trabajo, y sobre la instauración universal de rentas básicas incondicionales con el fin definitivo de los estragos por hambre o, si se quiere también, para el control de los presupuestos estatales y de los servicios sociales generales... todos temas (reformas) que los comunistas, otra vez, tenemos que plantear con líneas y contenidos inter-nacionales de clase!
Por supuesto, en el marco de los movimientos nacionales y, porque no, también estatales (USA, R.P..China, India, Brasil...) de la clase obrera mundial. |
Mira també:
http://euskalherria.indymedia.org/es/2011/08/75740.shtml http://euskalherria.indymedia.org/es/2011/08/75844.shtml |
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