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Notícies :: globalització neoliberal : criminalització i repressió : xarxa i llibertat : guerra |
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Testigo de las cargas policiales frente al Ministerio del Interior
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per Giulia Tamayo |
19 ago 2011
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Te pido que circules estas líneas que responden a mi deber ético elemental de dar testimonio sobre los abusos cometidos por las fuerzas de seguridad hoy 4 de agosto frente al Ministerio del Interior en Madrid. Lo hago desde mi condición de defensora de los derechos humanos cuyo ejercicio he buscado honrar en diferentes lugares del planeta. |
Lo ocurrido esta noche es un escándalo. Se ha tratado de un operativo de castigo contra manifestantes pacíficos e indefensos en el marco de una movilización ciudadana que viene recorriendo las calles de Madrid tras la ocupación policial de la Puerta del Sol con el impedimento de la libre circulación de las personas. Cabe anotar que desde la ocupación policial de la Puerta del Sol se venían requiriendo documentos de identidad selectivamente a jóvenes que respondieran al perfil que las fuerzas de seguridad se han hecho de "los indignados".
Ello lo pude constatar presencialmente. Tras observar dicha práctica policial (deformación que tengo de investigadora de abusos de derechos humanos), pedí a los policías en uno de los casos que pude observar directamente que me respondieran por qué a dicho joven y no a otras personas les requerían documentos, a lo que respondieron con malas formas, exigiéndome finalmente a mí identificarme, además de advertirme de que mi pregunta era un delito. Uno de los policías ensayó como explicación que a algunos ya los tenían en la mira por haber participado en las marchas. Con toda la prudencia debida expresé que el ejercicio de un derecho constitucional no es un delito. Con la mayor paciencia del mundo procuré informarles que lo que pretendía era que no cometieran las Fuerzas de Seguridad un delito. Mi rol era de colaborar con el respeto al Estado de Derecho. Al parecer un mando recuperó la cordura y aunque nos obligó a todos a marcharnos, frenó la agresividad de sus subordinados.
El día de hoy al mediodía, estuve nuevamente en la Puerta del Sol y pude conversar con algunos policías. Observé su enorme desconocimiento de los derechos constitucionales y me ofrecí a aclararles algunos puntos. Alegaban que la constitución española debía sujetarse a no sé qué leyes (con rimbombancia decían que eran orgánicas) además de otras disposiciones de la administración. Respondí en el lenguaje mas pedagógico posible que era al revés. Anoté que no estaban obligados a acatar órdenes ilegales. Aunque sus rostros expresaban desconcierto ante mis palabras, ensayaron las respuestas mas insólitas como que el movimiento de los indignados era de izquierda radical.
Desde luego, desconozco como función de la policía calificar y perseguir las ideas, sin embargo al parecer algunos policías no lo ven claro. Esta noche pude constatar qué tan lejos pueden llegar algunos policías cuando reciben órdenes de cargar contra manifestantes pacíficos. En la marcha que se detuvo ante el Ministerio del Interior habían además de jóvenes, un número apreciable de personas mayores y personas con niños. Acompaño dichas marchas no solo por convicciones personales respecto de su legitimidad, sino por carácter pacífico, en donde además puedo encontrar a muchos de mis alumnos universitarios a los que enseño las normas y mecanismos de los derechos humanos y de los que he aprendido enormemente. He tenido el privilegio de acompañar a esta generación de excepción que ha cristalizado un movimiento como el 15M. Nada mas ilusionante para mí que acompañar a jóvenes que se movilizan con medios legítimos para hacer los derechos humanos realidad. Nada me hacía presagiar que la policía cargaría haciendo uso de la fuerza en forma totalmente desproporcionada. Pese a que los manifestantes coreaban como forma de protección y autocontención colectiva "No a la Violencia" con las manos alzadas al cielo, al parecer la suerte ya estaba echada por parte de las Fuerzas de Seguridad. Al encontrarme en primera línea frente al despliegue policial procuré hacerles razonar con serenidad de que no emplearan la violencia. Les hice saber que habían niños pequeños y personas mayores, incluidas personas discapacitadas. Fue inútil, las palabras no funcionaban. Me dejaron parada hablando ante sus furgonetas mientras aporreaban de manera indiscriminada a todos los manifestantes. Portaban armas para disparar proyectiles de goma. A los que corrían los perseguían hasta alcanzarlos para darles palizas en el suelo. Impedían que los sanitarios atendieran a los heridos. Las cargas se sucedieron para crear terror. Un grupo residual que permanecimos próximos a la estación de Metro de Colón, vimos y sufrimos con impotencia una última carga con nuevas personas aporreadas y heridas. Si el descomunal despliegue de policías ya revestía manifiesta desproporción, la violencia ejercida contra los manifestantes solo puede ser calificada como una operación de castigo contra personas indefensas por el solo hecho de manifestarse.
Quisiera creer que esto no está sucediendo en España pero me ha tocado ser testigo presencial y no puedo permanecer callada. Confío en que la sociedad española exija las responsabilidades que correspondan. Quien no quiera enterarse de estos hechos, los pretenda negar o encubrir falseando lo sucedido debe tener presente que en su opción está su penitencia. El abuso contra los derechos humanos de una sola persona es una amenaza contra todos. Las campanas doblan y no parece ser que lo hacen por la próxima visita.
Giulia Tamayo, investigadora de Amnistía Internacional en numerosos países |
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Comentaris
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Re: Testigo de las cargas policiales frente al Ministerio del Interior
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per colgador del post |
19 ago 2011
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Querida Giulia, eso es lo que desde hace años venimos denunciando y Amnistía Internacional, parece que no oía bien lo que decíamos. Siempre se han cuestionado nuestras denuncias aunque luego salga un informe con "sal en la herida" que ni tan siquiera recoge la verdadera dimensión de quienes forman los diferentes cuerpos de la policía.
El señor Blanco (PSOE), sólo le ha faltado salir con las manos blancas mientras decía que si veían algún abuso, sería investigado. Parece que los gobiernos sólo ven telebasura, pues hay tal cantidad de vídeos, que escandalizaría a cualquiera que tiviese un mínimo de dignidad. Pero de eso se trata, de mínimos, ellos ni tan siquiera saben lo que es eso y aquí nadie dimite, sólo dicen que si se constata algún abuso, se investigará. ¿Qué más hay que hacer para que les de la gana de mirar lo que no se puede esconder?
La señora Botella, debería de ser procesada, al igual que la Cospedal, pues una dice que no se puede autorizar una manifestación contra un acto, y sin embargo no habla de las amenazas de muerte de su "integrista católico", que pretendía gasear y dar muerte a los manifestantes. Tampoco habla de la agresión con arma blanca sufrida por una persona jubilada, por el mero hecho de llevar un cartel contra el impresionante dispendio económico para la visita de alguien que luego tiene la cruel hipocresía de tener palabras para los pobres.
Y la señora Cospedal, atreviéndose a decir que los que provocaron primero fueron los otros. La provocación siempre es suya, que son ustedes quienes tienen la prepotencia de aplicar todo tipo de recortes sociales y después gastarse millones y millones para pasear a un ridículo fantoche que pasó del ejército nazi, a convertirse en profesional de la muerte en vida de la religión católica, llevando sus mensajes de exterminio a todos los países bajo el azote del SIDA y llevando la amargura, la culpa, el remordimiento, el miedo y la negación del goce a toda la humanidad, especialmente a lxs más jóvenes.
Ahora, cuando habéis salido de vuestras cátedras para bajar a la calle, estáis sintiendo el aliento de la muerte. Aún recuerdo cuando llamé a vuestra organización por mi preocupación por la aplicación de la pena de muerte, y a la persona que me atendió al otro lado del teléfono, casi le dio un ataque de risa y me contestó que cada vez la aplicaban menos países... La pena de muerte no necesita estar legalizada por ningún estado, su aplicación es efectiva de muchas maneras que luego aparecen como accidentes, ajustes de cuentas, intentos de fuga, defensa propia... De que sirven todos vuestros impresionantes informes si después os creéis la "versión oficial". Recientemente un niño de 13 años fue asesinado por un grupo de policías que le tirotearon. Su justificación, que coincidía con la descripción de alguien que había provocado un tiroteo y que llevaba un arma de juguete que parecía real y que no atendió "al alto". Buenas razones para asesinar a un niño, y que encima, es falso que llevase algo en las manos...
Tranquila Giulia, en las democracias todo se archiva, incluso la muerte de un niño. Tenemos una lista demasiado larga de abusos y asesinatos, como para creernos de que es un hecho casual o puntual, un error, o cualquier otra ridícula excusa. ¿Cuantas personas tienen que morir para que os deis cuenta de que el capitalismo nos está exterminando?. Cuentos Louimas, Diallos, Pedros Alvarez, Tonis Corderos..., necesitáis. Si los pudiésemos reunir a todos, tendríamos cementerios enteros. Las fosas ya no son comunes, ni nos matan en las cunetas..., pero eso no es menos criminal. Conmueve colocarse del lado que denuncia la limpieza étnica, pero parece que cuando la limpieza es ideológica, eso ya no os conmueve tanto, ahí tenéis un déficit importante que, personalmente, me crea ciertas sospechas..., acerca de vuestro compromiso real por los "izquierdos humanos". Si saliésemos con armas a defendernos, nos trataríais de poco menos que banda armada, pero si no lo hacemos, nos ignoráis o en el mejor de los casos, no sólo dudáis de nuestras palabras, sino que nos mandáis a alguna delegación de fuera.
Menuda faenita nos estáis haciendo. Pero, en fin, parece que al salir a la calle os vais dando cuenta. Ahora sólo falta que a la primera disculpa, os creáis que sólo fue "un hecho aislado".
¿Para cuándo vais a denunciar a este estado de matones que es el capitalismo..., o es que esperáis que vuelvan los tiempos del pistolerismo? |
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