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de quien es el gas
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per rebelion |
14 jul 2011
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la guerra que viene a cuenta del gas en la costa del libano |
La nueva guerra entre el Líbano e Israel se libra debajo del mar
Mónica G. Prieto
Periodismo Humano
Debería ser la mejor noticia que Israel y el Líbano han recibido jamás, porque a ambos les cambiará el futuro. El descubrimiento de las mayores reservas de gas natural encontradas en los últimos 10 años en sus propias costas implica un cambio drástico en la economía de dos países que hasta ahora dependían de la importación de recursos energéticos para abastecer a sus ciudadanos.
Podría permitirles ser autosuficientes, algo especialmente importante en el caso israelí, situado en un entorno poco amistoso dado que no tiene relaciones con la mayor parte de sus vecinos. Para Tel Aviv supondría el final de la incertidumbre de depender de las importaciones desde Egipto, donde el primer ministro en funciones ha anunciado que revisará sus acuerdos de exportación energética -privilegiados, en el caso de Tel Aviv- y donde los sabotajes de las instalaciones se multiplican aparentemente para interrumpir el flujo energético hacia Israel, al que Cairo proporciona el 40% de su electricidad: ya ha habido cuatro ataques desde la revolución egipcia. Y para el Líbano, supondría poner fin a las carencias de electricidad que motivan tantas protestas sociales. Podría permitirles incluso exportar gas, obteniendo importantes réditos económicos, si no fuera porque ambos países están en guerra y El Líbano ni siquiera tienen trazadas unas fronteras marítimas que le permita disponer legalmente de dichos recursos energéticos, como tampoco acuerdos de explotación o exploración de yacimientos en zonas transfronterizas.
Cinco años después de la última guerra entre Israel y el Líbano, una nueva batalla se libra bajo el mar. Concretamente, a entre 1.500 y 2.500 metros por debajo del agua, la distancia a la que se encuentran las reservas del arco sirio, un territorio que va de Egipto a Siria pasando por Gaza, Israel y Líbano e incluye aguas chipriotas. Según estimaciones de la institución norteamericana US Geological Survey, 3,4 billones de metros cúbicos de gas se esconden en esta cuenca, que también alberga 1.700 millones de barriles de petróleo. Pero se trata de meras estimaciones: sólo las perforaciones pueden corroborar dichas cifras. Los trabajos más recientes, realizados del lado israelí -que explota sus reservas desde 2004- por la compañía norteamericana Noble Energy, demuestran que uno de sus yacimientos, bautizado Leviatán, alberga 450.000 millones de metros cúbicos de gas, lo cual lo convertiría en el más grande descubierto en una década: un muy buen indicativo de lo que se esconde tras las costas mediterráneas de Oriente Próximo. |
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