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Notícies :: corrupció i poder
[Rebelión] 1.- Primera rebelión en Wisconsin; trabajadores toman el Congreso local y suspenden labores. 2.- Revoltes al món àrab
21 feb 2011
Els enfrontaments a Líbia, Algèria, Bahrain, el Iemen i Jordània obliguen a analitzar la ferida oberta
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Avui dilluns, balanç altament repressiu al Morocco de Gadafi i de genocidi, 200 morts a Líbia

En segon lloc, em faig la següent pregunta: per què a Grècia hi ha un grup d'inmigrants que porten prop de dos mesos en vaga de fam per aconseguir millores laborals i perquè ara, després de molts anys de ser residents i treballadors a Grècia, ARA els volen fotre fora del país.
En relació a això, em pregunto pq la premsa burgesa i les notícies no n'han dit res, i en canvi, 4 penjats que s'aixequen contra Hugo Chávez i a favor d'Estats Units d'Amèrica al si de Venezuela, els treuen per tots els putos telediaris, incloent TV3; cadena que, d'altra banda em dol que no puguin veure els companys del País Valencià (Països Catalans).

Per últim, incloc una imatge de la notícia que parla de que el Parlament, valgui la redundància, no sembla que vulgui modificar la seva postura referent a les boles de goma que tiren els antiavalots dels Mossos, i on expliquen alguns casos de gent damnificada, pèrdues d'ulls, etc.
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Periódico La Jornada

Viernes 18 de febrero de 2011, p. 27
Nueva York, 17 de febrero. Decenas de miles de trabajadores y simpatizantes suspendieron labores y prácticamente tomaron el Capitolio estatal en Wisconsin para protestar por un intento del gobernador para destruir los sindicatos del sector público –parte de un asalto antisindical a nivel nacional– en un conflicto que algunos comparan con lo sucedido en Egipto.

El nuevo gobernador republicano Scott Walker y la legislatura controlada por su partido impulsan una iniciativa de ley para anular pensiones, elevar el pago de seguro médico y limitar el derecho para negociar un contrato colectivo sólo a salarios, entre otras medidas para debilitar a los sindicatos públicos y sus conquistas logradas a lo largo de décadas. Walker advirtió que estaba dispuesto a desplegar a la Guardia Nacional si los sindicatos se atrevían a realizar acciones para detener estas iniciativas.

Ante ello, desde el martes maestros, trabajadores de hospitales públicos, enfermeras, trabajadores de mantenimiento, de reclusorios y de salubridad pública se concentraron en el centro de Madison, la capital estatal, apoyados por sindicalistas de sectores privados que se sumaron en solidaridad, y durante dos días rodearon el Capitolio y miles ingresaron al edificio gubernamental coreando: "“ a cerrar esto ”" y "“ libertad, democracia, sindicatos ”" .
Miles de estudiantes y profesores suspendieron clases en las universidades estatales en protesta contra la iniciativa. Además, miles de maestros de escuelas públicas se reportaron "“ enfermos ”" y no asistieron a sus centros de trabajo para sumarse a las protestas, obligando el cierre de las escuelas públicas en la capital y varios distritos más del estado. Estudiantes de preparatorias y secundarias, en lugar de gozar sus días libres, se sumaron a las marchas y protestas, coreando "“ apoyamos a nuestros maestros, apoyamos la educación pública ”" , y al llegar a la plaza del Capitolio fueron recibidos con ovaciones por miles de universitarios.
Por lo tanto, no pocos observadores comentan que Wisconsin se parece a Egipto, y los propios manifestantes así lo proclamaban. En algunas de las mantas y pancartas se leía: "“ Hosni/Walker ”" (en referencia al gobernador). "“ Protesta como un egipcio ”" . "“ Si Egipto puede obtener la democracia ¿por qué no Wisconsin? ”" "“ Esta es nuestra plaza Tahrir ”" .
Lo que ocurre en Wisconsin, comentó Noam Chomsky, "“ tal vez es el inicio de lo que verdaderamente necesitamos aquí (en Estados Unidos): un levantamiento de democracia; ya que la democracia aquí ha sido casi eviscerada ”" , dijo en entrevista con el programa Democracy Now.
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"“Qué glorioso es estar en Madison, Wisconsin, esta semana, donde el pueblo se ha levantado en rebelión contra los republicanos neandertales que buscan destruir los sindicatos del sector público e imponer daño masivo a sus trabajadores. Esto no se trata de balancear el presupuesto. Es sobre destruir sindicatos como una fuerza política y económica ”", escribió Matthew Rothschild, editor de la revista nacional The Progressive con sede en Madison. Es, añadió, "“ la zona cero en la lucha contra todo eso, y los de Wisconsin están realizando la cosa más cerca a una huelga general que jamás he visto en mi vida ”" .

Los sindicatos nacionales ofrecen recursos y personal para apoyar a sus secciones estatales, reconocen que si se logra impulsar esa ley en Wisconsin, será replicada en otros estados donde gobernantes intentan reducir sus déficits presupuestales –que se han multiplicado como consecuencia de la crisis económica– trasladando los costos a los trabajadores del sector público. Iniciativas parecidas se impulsan en Ohio, Indiana, Tenesí, y también versiones menos drásticas pero que imponen severos recortes presupuestales a sindicalistas del sector público –sobre todo maestros– en estados gigantescos gobernados por demócratas como es el caso de Nueva York y California.
Tal ha sido el tamaño de las manifestaciones que algunos legisladores estatales republicanos ya reconsideran su apoyo a la iniciativa del gobernador, mientras que esta mañana todos los demócratas del senado estatal se esfumaron y con ello la cámara alta se quedó sin quórum, lo que imposibilitó un voto sobre la iniciativa que el gobernador desea quede aprobada para mañana. Otros consideran que a pesar de las protestas, esperan aprobar la medida muy pronto.

Hasta el presidente Barack Obama ha expresado su simpatía con los trabajadores en la pugna en Wisconsin. En entrevista con una radio de la entidad dijo que las medidas del gobernador para obstaculizar negociaciones de contrato colectivo “generalmente parecen más como un asalto sobre los sindicatos… Estos son maestros, bomberos, trabajadores sociales y policías. Hacen muchos sacrificios y una gran contribución, y creo que es importante no denigrarlos o sugerir de alguna manera que todos estos problemas presupuestales son a causa de los empleados públicos”.
Harold Meyerson, columnista del Washington Post, escribió que "“ mientras los trabajadores estaban ayudando a derrocar al régimen en El Cairo, un gobierno estatal en particular estaba procediendo a derrocar a las organizaciones de trabajadores aquí en Estados Unidos ”" . Concluyó que conservadores estadunidenses frecuentemente expresan su admiración por la valentía de trabajadores de otros países al protestar contra regímenes autoritarios. “Sin embargo, permitir que trabajadores en casa ejerzan sus derechos amenaza con minar algunos de nuestros propios regímenes (republicanos en particular) y no se deberían permitir. Ahora que el gobernador de Wisconsin ha emitido sus órdenes de marcha a la Guardia , podemos discernir un nuevo patrón de solidaridad represiva, desde el faraón… del Medio Oriente al faraón… del Medio Oeste”.
Para Chomsky, todo esto es parte de un enorme esfuerzo realizado durante los últimos meses por políticos para distraer la “atención de los que realmente crearon la crisis económica, como Goldman Sachs, Citigroup, JP Morgan Chase y sus asociados en el gobierno… (y culpar) a maestros, policías, bomberos, trabajadores de salubridad… y sus sindicatos y hacerlos los villanos reales, los que le están robando al contribuyente... Es bastante asombroso”.







Rebelión/Democracy now!

El estado de Wisconsin está situado en la región de los lagos en el llamado Medio Oeste del país. Esta región de los lagos ha sido tradicionalmente el corazón industrial y agrícola del país. Del otro lado del Lago Michigan se encuentra la ciudad de Detroit, cuna de la industria automovilística del país. Wisconsin es tal vez un estado más agrícola, es conocido por sus productos lácteos en general y por el queso en particular, aunque fue y hasta cierto punto sigue siendo un estado cuya economía se basa en las manufacturas y la producción de herramientas. Desde un punto de vista político, Wisconsin es un estado peculiar, pues es la patria chica del senador republicano anticomunista Joseph McCarthy, pero también cuna de AFCSM, uno de los sindicatos más grandes de funcionarios públicos y enfermeras del país.

Desde enero del 2011 Wisconsin tiene un gobernador republicano, Scott Walker. Walker, que era el candidato “moderado” del Partido Republicano, nada más jurar su cargo y con una mayoría sólida en la asamblea estatal, otorgó una amnistía fiscal a empresas multinacionales y estatales que costó a las arcas del estado 170 millones de dólares. Para compensar este regalo, el gobernador Walker decidió unilateralmente suspender los derechos de negociación de todos los sindicatos de trabajadores públicos y doblar la cantidad de contribuciones que éstos hacen al fondo de pensiones. La legislación laboral estadounidense regula las relaciones de empresas privadas a nivel federal, pero delega la regulación de los empleados públicos en cada uno de los estados. Por eso Walker cuenta con todo el poder legislativo en su mano para imponer medidas de corte draconiano que hagan literalmente imposible la continuidad de los sindicatos de trabajadores del sector público. Entre otras medias, Walker quiere forzar a los sindicatos a celebrar un plebiscito que les legitime anualmente, prohibir las deducciones automáticas de las contribuciones sindicales y restringir drásticamente los derechos de negociación de los sindicatos.

Por si quedara alguna duda de sus intenciones, Walker convocó a la Guardia Nacional para sofocar cualquier conato de protesta. Sin embargo, los ciudadanos de Wisconsin han salido a la calle para desafiar el estado de sitio impuesto por el gobernador. El jueves pasado 30.000 estudiantes fueron a la huelga y llevan tres días sin ir a clase; ayer viernes la ciudad de Madison, sede del gobierno estatal, se vio inundada por miles de manifestantes de todas partes del estado, maestros y profesores han declarado una huelga indefinida, los estudiantes del sindicato de profesores asistentes de la Universidad de Wisconsin en Madison han ocupado los jardines del capitolio con una acampada de protesta y, tal vez lo que es más importante, los ciudadanos del estado de Wisconsin están cien por cien detrás de sus maestros, policías, bomberos, empleados municipales, bedeles y funcionarios. Los Green Bay Packers, el equipo local de fútbol americano, flamante campeón de la Super Bowl (la liga nacional) han emitido un comunicado expresando su apoyo a los trabajadores y las protestas; varias iglesias también han declarado su apoyo. Los congresistas demócratas, ante la avalancha de protestas populares, se encuentran actualmente viajando fuera del estado para tener una excusa legal y no acudir a la votación en la que se aprobarían estas medidas.

En el resto del país se han convocado manifestaciones de apoyo a las protestas de Wisconsin. Es pronto para decir si las protestas podrían extenderse o si se puede tratar de una reverberación de las olas revolucionarias del Norte de África (como algunos sugieren tal vez exageradamente), lo que sí está claro es que el neoliberalismo sólo puede seguir avanzando o sosteniéndose en una huida hacia adelante: exigiendo más privatizaciones dentro del sector público, aumentado la edad de jubilación, aumentando las contribuciones al fondo de pensiones, desarmando a los sindicatos para imponer recortes salariales, atacando incluso la financiación de clínicas, como Planned Parenhood, que garantizan los derechos reproductivos de las mujeres.

Las protestas de Wisconsin son sólo la punta del iceberg, forman parte de un ataque contra los pocos sindicatos e instituciones públicas del país que quedan en pie, perfectamente programado por la mayoría republicana tanto a nivel federal como a nivel estatal. Esta nueva mayoría ultraliberal cuenta, por mucho que se empeñen en disfrazarlo, con el apoyo explícito del gobierno de Obama que, entre otras cosas, acaba de aprobar el presupuesto económico más regresivo de la historia desde los gobiernos de Reagan y Eisenhower. La cuestión es hasta cuándo puede el pueblo norteamericano tolerar este nivel de agresión. Bien pudiera ser que en Wisconsin se encendiera la mecha de una rebelión mayor, es cuestión de tiempo.

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Sindicat Terrassa