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Los que negaban la Burbuja Inmobiliaria.
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per Rafael del Barco Carreras Correu-e: rdelbarco1940 ARROBA homail.com (no verificat!) |
03 jun 2010
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Rafael del Barco Carreras
3-05-10. Documentándome sobre Enric Lacalle tropiezo con un significativo ramillete de opiniones sobre la burbuja inmobiliaria dignas de cortar, pegar y difundir. Adjunto o ver en www.lagrancorrupcion.blogspot.com . No incluyen a Zapatero y sus propagandistas en las elecciones del 2008, con lo de las turbulencias, o contra quienes insinuaran no ya burbuja, sino crisis. Añado unas simples estadísticas, que aun no soliendo creer en ellas por torticeras y confusas (por ejemplo las del paro) a algo se ha de aferrar uno para comprender la debacle ocurrida… y por ocurrir.
Los citados son simplemente unos cretinos, conscientes que su influencia y poder prevalecían por encima de la realidad. Leían, y hasta confeccionaban y retocaban esas estadísticas, pero “leña al burro que es sordo”. Callarían cuando quebradas las cajas de ahorro y agotada la deuda exterior, la evidencia se impondría. Y entonces se inventaron lo de la “exposición al ladrillo”, más cinismo.
Presumo que si enmascaraban la realidad, ahora les importa un rábano lo que ocurra. Alcanzadas las cifras de España, el problema lo tiene tanto el acreedor como el deudor, y ¡ya puestos! Europa, la Zona Euro, en conjunto, se juega más que su acreedora España. Se vuelve a la peseta, y más papel en el mercado. ¡Parece hasta imposible! Tanto como lo fuera esa burbuja o fraude.
Algo de razón les asistía al negar la Burbuja Inmobiliaria (advertida e insistida en medios no oficiales) se trataba de un masivo Fraude Piramidal Inmobiliario Financiero, donde cuantas menos viviendas se vendían, más se producía y a mayores precios. Como escribo tan a menudo, el negocio consistía en construir, y quienes lo hacían, financieros e inmobiliarias, sabían muy bien que el final de lo construido, y al mayor precio posible y certificado por sus propias tasadoras, era el balance de las instituciones financieras (muchas con los mismos consejeros o ejecutivos que las inmobiliarias), pues compradores no existían. Sin añadir las ventas-ficción que nunca se pagarán. A alguno de los nombres citados se les podrían aplicar varios delitos, como “manipular el precio de las cosas”, “auto contratación”, “administración fraudulenta”, “asociación para delinquir”, “encubrimiento”, “tráfico de influencias” y hasta los comunes de estafa y apropiación indebida.
Parafraseando a López de Letona del Banesto ante la estafa del Banco Garriga Nogués… “sevicia contra el banco”, en este caso contra la Nación, “de juzgado de guardia”, “nos han robado”… |
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